Parece que siempre hay un nuevo motivo para viajar a Mérida, pasar por lugares que no conoces, descubrir otro paisaje entre sus montañas y regresar a destinos que un día te recibieron.
Texto y fotos: Eduardo Monzón
Visito Mérida con frecuencia y he escrito varias veces en el blog sobre este estado andino, tanto así que ahora he querido hacer este resumen de tres viajes continuos que hice en meses recientes. Los 12
lugares están divididos en dos partes, entre la ciudad y en la montaña.
Es una bonita plaza ubicada en la zona residencial de la urbanización Santa María Norte, cerca de la entrada de Mérida. La acaban de remodelar y luce pisos nuevos con cuidadas áreas verdes. El atractivo principal es su casa musical con un enorme reloj. Me cuentan que antes, al cambiar la hora, salían unos muñecos y sonaban melodías de Beethoven. No sé si la plaza recuperará su esencia musical con
la remodelación. Es una buena parada para una foto grupal si viajan en familia o con niños.
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| Con las montañas de fondo |
Otra plaza amplia, que realmente se llama Sucre, con altos árboles y vista imponente hacia las montañas de la Sierra Nevada. Es agradable para sentarse a descansar un rato, ya que la ciudad de Mérida es ideal para caminar.
La plaza está rodeada de construcciones con aires coloniales y en toda la esquina se encuentra la Iglesia de Milla. Hay una fuente de agua que no funciona, ojalá la reparen. Si caminan una cuadra, cruzando por la iglesia, llegan a la pizzería El sabor de los 4 quesos, son de las mejores que probarán en su existencia. No se confundan con una de nombre similar que está frente a la plaza, esa no es.
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| Frescura de los árboles |
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| La ciudad abrazada por la montaña |
Nombrada Basílica Menor por el Papa Juan Pablo II, es de los templos católicos más imponentes que he visto en Venezuela, donde Dios se siente más cerca. Los amantes de la arquitectura se darán tremendo banquete visual, es simplemente asombrosa desde donde se mire. Creo que mi elemento favorito es la gran cúpula sobre el altar. Una particularidad de esta iglesia es que su construcción duró muchísimos años, a eso le atribuyen su estilo arquitectónico único.
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| Catedral de Mérida |
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| Imponente altar |
Imposible ir a la catedral sin pasear de punta a punta por la plaza y revivir el orgullo que todos los venezolanos sentimos por Simón Bolívar. Sus frondosas áreas verdes la hacen agradable para sentarse unos minutos, también vale la pena admirar todos los edificios históricos que la rodean. Siempre hay vendedores de artesanía y en ocasiones se desarrollan actividades culturales.
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| El Libertador |
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| Para echar cuentos un rato |
Todo un clásico del turismo merideño, ubicado en la avenida Las Américas. Cada vez que voy recuerdo cuando era niño y viajaba con mis papás. El mercado no puede faltar, puedes caminar por todos los pasillos buscando artesanía, dulces y hasta remedios naturales.
En la planta baja venden el conocido Levantón andino, una bebida que lleva un montón de ingredientes, desde frutas hasta ojos de toro. Aquí le puedes comprar regalitos a todos, desde el vecino hasta la abuela.
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| Pasar por cada pasillo |
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| Un recuerdo para llevar |
Este mercadito es una miniatura si se le compara con el anterior, pero justamente ahí radica su atractivo. Aquí se respira tradición y campo, es un espacio casi íntimo para hablar con los vendedores, oler las hierbas, preguntar para qué sirve cada una y ver los colores de las frutas y hortalizas recién sacadas de la tierra. Está ubicado en el centro en la calle 20, entre las avenidas 1 y 2. Pregunten, que preguntando se llega a Roma.
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| Olor a hierbas |
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| Mercado íntimo |
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| De la tierra a tu mesa |
Es de mis lugares favoritos en la ciudad de Mérida, luego de que la remodelaron junto al sistema teleférico, que ahora se llama Mukumbarí, pues la plaza es la entrada a la primera estación. Cuando llegas te provoca lanzarte a su gran fuente de agua, con ropa y todo. Su nombre es un homenaje a las valientes mujeres que ayudaron a Simón Bolívar a salvarse de las tropas realistas durante la lucha por la independencia de Venezuela.
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| Las Heroínas |
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| La fuente central |
Mérida es una ciudad estudiantil, esto se debe en gran parte a la ULA. Si andan caminando por el centro, cerca de la plaza Bolívar, pueden conocer la Facultad de Odontología, que se conecta con la entrada del Aula Magna. Es un edificio elegante que denota historia y saber. Vale la pena conocerlo. En días de graduaciones hay mucho movimiento y gente feliz.
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| Facultad de odontología |
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| Entrada del Aula Magna |
Las aguas termales de La Musui es un verdadero regalo de la naturaleza. Se trata de una fuente de agua natural, con altas temperaturas, que se concentra en una poza de piedra en medio del frío merideño. Al pasar Mucuchíes, en sentido a Mérida, se encuentra un aviso que anuncia el desvío hacia La Musui.
En algún momento la vía se acaba y solo queda caminar por un sendero en la montaña. La vista es apoteósica, este es uno de los pocos lugares desde donde se puede observar el glaciar del pico Humboldt, que siempre está como escondido entre las montañas. Cuando fui había mucha basura y desorden en el área de camping, si van de visita lleven una bolsa y bajen sus desperdicios #ConocerEsCuidar.
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| Relax total |
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| Glaciar del Humboldt |
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| La vista del camino |
Suelen confundirlo con el lugar anterior, pero no es lo mismo ni se escribe igual. Este es otro de mis
destinos favoritos de Mérida, por su agradable temperatura y su bosque de pinos, que parece sacado de un cuento. La Mucuy es área recreativa del Parque Nacional Sierra Nevada, por eso hay un puesto de control de Inparques para el registro de los viajeros que van hacia las rutas de montaña. Aquí pueden pasar un día de parrilla cerca del río o acampar en el lugar establecido para tal fin, muy cómodo, con baños y un restaurante. No dejen de Conocer a Humboldt de Las Nieves, la mascota protagonista del sitio. Llegan tomando un vehículo rústico en la plaza de Tabay.
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| Acampar en La Mucuy |
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| Humboldt de Las Nieves |
He comenzado a disfrutar mucho de este lugar, por sus increíbles montañas que siempre tienen colores
diferentes. Apartaderos es punto de referencia porque divide la vía cuando vienes desde Barinas, hacia Mérida y hacia el Collado del Cóndor, conocido como Pico el Águila. Aquí está el célebre monumento a la loca Luz Caraballo. Muy cerca también se encuentra Llano del Hato, un pequeño pueblo donde se ubica el observatorio Astronómico Nacional. Hace poco me hospedé un fin de semana en la posada Mystic en toda la carretera, muy cómoda y acogedora, con cuartos bien equipados, cobijas de buena calidad para el frío intenso y baños impecables. La temperatura baja muchísimo en las noches, hay que estar bien abrigados.
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| Apartaderos |
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| Amarillo es lo que luce |
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| Vista desde la posada Mystic |
Se trata de 3 lagunas que se encuentran muy cerca entre ellas, en el Parque Nacional Sierra de La Culata, entrando por el valle de Mifafí. Hay que realizar una ruta relativamente sencilla, rodeada de paisajes asombrosos. La Sierra de La Culata parece otro planeta, con sus colores claros y cumbres de
arena. El valle de Mifafí es un lugar increíble, ya he estado ahí varias veces y me gusta lo altas que son sus montañas, con piedras enormes por todas partes y los caballos libres a lo largo de todo el río. Lo ideal es que vayan con alguien que conozca el camino o con un guía de montaña. Yo fui con mis amigos
Alfredo y Rebeca, ambos son guías. Pueden hacer el paseo en un día o quedarse acampando. La entrada de Mifafí está en toda la carretera entre Apartaderos y el Collado del Cóndor.
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| El valle de Mifafí |
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| Primera laguna |
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| Segunda laguna |
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| Tercera laguna |
