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5 formas de combatir las olas de calor cada vez más insoportables

Junio de 2019, el mes de junio más caluroso en la Tierra jamás registrado

Desde Europa hasta Japón, en el último mes se han registrado temperaturas récord en todo el hemisferio norte.

El mercurio en Japón y España superó los 40ºC en junio, lo que supuso la peor ola de calor desde que se iniciaron los registros en 1875, y se pidió a los residentes que no derrocharan energía.

El cambio climático es la causa más probable, según una nueva investigación realizada por un equipo de científicos del clima que colaboran con World Weather Attribution (WWA).

Prácticamente todas las olas de calor del mundo se han hecho más intensas debido al cambio climático.

Ben Clarke, coautor del estudio y científico medioambiental de la Universidad de Oxford.

El equipo descubrió que el cambio climático estaba haciendo que las olas de calor fueran más frecuentes y más calientes, con temperaturas máximas de 1ºC más altas. También hizo que la ola de calor mortal de abril en India y Pakistán fuera 30 veces más probable, según la WWA.

¿Qué podemos hacer para combatir estas olas de calor?

Aquí están algunas de las soluciones que podrían ayudarnos:

  1. Ciudades más verdes. El reverdecimiento urbano puede beneficiar a las ciudades en zonas de alta pluviosidad, incluidas las situadas alrededor del ecuador y en el norte de Europa, porque el vapor de agua que liberan las plantas durante la fotosíntesis tiene un efecto refrigerante. Freetown, en Sierra Leona, pretende plantar un millón de árboles para enfriar la ciudad, a través de su plan «Freetown, la ciudad de los árboles». La Plataforma de Acción contra el Calor (HAP) es un recurso en línea que proporciona a las ciudades de todo el mundo una hoja de ruta y herramientas para hacer frente al calor extremo.
  2. Volver a la arquitectura tradicional. En el Golfo Pérsico, un estudio ha descubierto que la arquitectura tradicional, que incluye callejones estrechos que maximizan las sombras, patios interiores y materiales de construcción absorbentes y reflectantes, como la piedra caliza, puede ayudar a enfriar las zonas urbanas. Ciudad del Cabo y Buenos Aires están colocando tejados de colores claros y otros tipos de refrigeración en las viviendas públicas.
  3. Poner nombre a las olas de calor. La capital griega, Atenas, ha nombrado a un Concejal de Calor, ahora también el primer Oficial de Calor Global, que está probando a categorizar las olas de calor por nivel de amenaza, de forma similar a las alertas de huracanes. Un algoritmo utiliza las predicciones meteorológicas y las tasas de mortalidad anteriores para dar a los residentes una indicación de lo peligroso que podría ser el calor. En Sevilla, el alcalde y Arsht-Rock están trabajando en una escala de categorización de tres niveles y nombrarán las olas de calor en orden alfabético inverso. Las cinco primeras se llamarán Zoe, Yago, Xenia, Wenceslao y Vega. El nuevo sistema se puso en marcha a finales de julio de 2022, y Zoe se convirtió en la primera ola de calor con nombre del mundo.
  4. Refrigeración pasiva. Un estudio estadounidense descubrió que estrategias como el sombreado y la ventilación natural podrían reducir la presión sobre el aire acondicionado hasta en un 80%. Las simulaciones realizadas con datos meteorológicos de 2021 demostraron que estas técnicas mantenían las temperaturas de los apartamentos fuera de la «zona de peligro», incluso sin utilizar el aire acondicionado. Se cree que los resultados podrían utilizarse para establecer códigos de construcción en torno a las ventanas operables y las persianas que funcionan, para proteger a los inquilinos.
  5. Lugares fríos. En todo el mundo, las ciudades están experimentando con técnicas de refrigeración, como la red de Viena de «cool straßen» (calles frescas) en Austria, donde los aerosoles de niebla dispensan finas nubes de vapor que reducen la temperatura. Una aplicación avisa de episodios de calor extremo en toda Europa y ofrece una útil lista de lugares a los que acudir para refrescarse. En Tokio se están construyendo túneles de viento para aumentar el flujo de aire en las zonas cálidas, mientras que en Tel Aviv se están instalando sombrillas de tela de colores claros con paneles solares que alimentan las luces por la noche.

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