El Summit One Vanderbilt es sin lugar a dudas el mirador de Nueva York más sorprendente y quizás más espectacular. Obviamente todo es cuestión de gustos, pero de los 5 grandes observatorios de la ciudad, nadie puede negar que este es el más original de todos. Para nosotros es una de los mejores sitios que ver en Nueva York.
La increíble sala Levitation de Summit One Vanderbilt
A continuación os vamos a mostrar todos los detalles e interioridades de una de las mejores atracciones de Nueva York y de sus tres niveles de espacios inmersivos. Preparaos para soñar despiertos con las vistas 360 grados más soberbias de Manhattan y con unas salas en las que la realidad y lo imaginario se mezclan y cuyo resultado son panorámicas de ensueño y diversión asegurada.
Summit, Nueva York
Dónde está Summit One Vanderbilt
El Summit One Vanderbilt es el cuarto rascacielos más alto de Nueva York, con 427 metros de altura. Los miradores están a más de 330 metros, así que las panorámicas de Manhattan y Nueva York son de infarto.
Hay dos maneras de entrar en el rascacielos de Vanderbilt, la que hicimos nosotros por la calle 42 (45 East 42nd Street) o bien podéis entrar por la famosa estación de Nueva York, Grand Central Terminal y coger el pasillo subterráneo que lleva al rascacielos y que se denomina Vanderbilt Passage. Desde aquí sólo tenéis que seguir las indicaciones.
Esta segunda opción te permite conocer esta estación que tantas veces habréis visto en decenas de películas.
Grand Central Terminal
Entradas para el Summit One Vanderbilt
La entrada al observatorio es una de las pocas que no está inlcuida en ningún pase de Nueva York, o sea que tendréis que comprar las entradas individualmente. La buena noticia es que la mayoría de las experiencias entran dentro de la entrada normal y no hay que pagar suplementos como por ejemplo en Top of The Rock. Tan solo se paga un extra por subir en ascensor de cristal exterior que te sube hasta 368 metros, y te mantiene a esta altura durante un minuto sin abrir puertas para volver a bajar.
Summit One Vanderbilt, Nueva York
Os recomendamos comprar vuestra entrada aquí y así ahorraros colas y pérdidas de tiempo, especialmente si vais en las franjas de hora que más gente hay; esto es al atardecer, ya que la gente busca ese momento mágico y encima poder disfrutar la hora azul del anochecer.
Si queréis comprar la entrada normal con el «upgrade» del ascensor Ascent visitad la página oficial, pero si solo queréis sacar la entrada, mejor hacerlo en enlace anterior ya que la página del Summit te cobra gastos de gestión y Civitatis no.
Preparativos para vivir una experiencia inolvidable
Como en todos los miradores de Nueva York, todo empieza por las colas de controles de seguridad (si lleváis la entrada por anticipado, os ahorraréis las de las taquillas). Si lleváis bolso o mochila, os lo harán enseñar y tienen hasta perros, muy monos sí, pero los controles son exhaustivos.
La cola avanza con un personal vestidos como si para un desfile de moda se tratase y pasaréis por el posado para las fotos que luego te venden en formato book. La verdad es que es bastante bonito y no es la clásica foto para turistas.
Luego os proveerán de unas zapatillas de gasa, para no dañar los suelos de cristal de las plantas superiores. No es muy glamouroso, pero al menos los cristales se mantienen limpios y transparentes. Si no lleváis gafas de sol, también podéis tomar prestadas unas, algo muy recomendable, ya que al haber tantos cristales y ventanas, los reflejos son muy intensos.
Reflejos imposibles del Summit One Vanderbilt
Pasaréis por unas máquinas en las que tenéis que haceros una foto. No es por seguridad. Durante vuestro recorrido por el observatorio podréis deteneros ante una proyección gigante de video donde se ve un cielo lleno de nubes (Air Unity) Si os fijáis entre las nubes adivinaréis rostros y caras de los visitantes, entre los cuales también estará el vuestro.
Y ya por último llegaréis a unos pasillos que ya te meten de lleno en la experiencia multisensorial del Summit hasta llegar a los ascensores de cristal (cómo no…) que subirán los 330 metros de altura en menos de 45 segundos.
Planta 91, diversión en la sala de los Globos Affinity
Digamos que los miradores principales del Summit están en las plantas 91 y 92. Se trata de dos grandes espacios rectangulares, donde las paredes son ventanales enormes de cristal y dónde el suelo y el techo también son de cristal, salvo unas aberturas circulares que comunican ambas plantas.
Por dentro no sabes si la persona que estás viendo, está en la planta de arriba, en la de abajo o si es meramente un reflejo. El efecto es sencillamente espectacular. Si a eso le sumas las vistas al sur que hay de Manhattan, especialmente el edificio Chrysler o el omnipresente Empire State Building, pues la magia está asegurada.
Pero es que además pasaréis por una especie de instalación artística de Yayoi Kusama denominada Reflect y sobre todo por la Affinity, conocida como la Sala de los Globos.
Sala Affinity de Summit One Vanderbilt
Pues si otra sala rectangular llena de globos plateados, de esos duros que cuesta pinchar, aunque alguno que otro acaba petando. Es incréible como una tontería así puede llegar a ser tan divertida.
Diversión en la sala de los globos
Y da igual que seas niño o adulto, pasaréis un buena rato jugando con los globos como si fuerais criaturas y encima con vistas al norte de Manhattan, es decir a Central Park.
Central Park desde Summit One Vanderbilt
¡Ah! y no os olvidéis de ir al baño. Las vistas son alucinantes, seguramente sean los lavabos más espectaculares del mundo. Si eres mujer ves a los servicios de la 92, los de la 91 no tienen vistas.
Los lavabos más espectaculares del mundo
Planta 92, Vistas de vértigo en la sala Levitation
Si vas siguiendo el circuito, te encontrarás subiendo por las escaleras hacia la planta 92. Atrás queda la algarabía y el jolgorio de la sala de los globos, pero aquí arriba esperan emociones fuertes.
Para empezar las chicas deberían ir al baño y admirar las potentes panorámicas de Central Park mientras se lavan las manos.
Esta planta es casi una réplica de la inferior pero quizás con menos gente, ya que la gente se concentra más en la primera. Aprovechad para hacer fotos, muchas de ellas ingeniosas gracias a los cristales y los reflejos y al entorno multi sensorial que te rodea. El objetivo es seguir los pasos de la gente y acabar llegando a una cola de gente.
Contemplando el Empire State Building
Ésta espera pacientemente su turno para disfrutar de la atracción Levitation, dos increíbles cubos de cristal que penden del vacío y con los cuales tendréis unas panorámicas alucinantes de Nueva York. Atención a la gente con vértigo, que este lugar no es apto para cardiacos. La sensación es alucinante.
Summit One Vanderbilt
En pleno agosto y por la mañana, apenas hicimos 15 minutos de cola, la verdad que muy bien, aunque en el cubo estás apenas un minuto, cosa que encuentro bien, ya que siempre hay gente que se pone hacer verdaderos reportajes fotográficos durante mucho tiempo sin importarles la cola que haya.
Plantas 91 y 92 del Summit One Vanderbilt
Planta 93, un Rooftop con glamour
Queda una planta por subir, queda la coqueta y fantástica terraza del Summit One Vanderbilt, la única al aire libre, aunque con altos cristales. Aquí también está el bar, muy mono también y dónde sirven apetecibles cócteles.
Summit One Vanderbilt New York
La terraza es pequeña y se recorre en un par de minutos. Las vistas son las mismas orientadas hacia el sur y el oeste de Nueva York.
El aliciente extra es que podéis subiros en el ascensor de cristal exterior Ascent. Es un extra importante a pagar y apenas dura un minuto.
Que vistas hay desde el Summit
El rascacielos, desde sus diferentes salas tiene panorámicas 360º de Nueva York y de toda Manhattan, así:
Hacia el norte
Desde los lavabos o desde la sala de los globos se tienen las mejores vistas de Central Park de todos los miradores importantes de la ciudad. También de rascacielos muy altos y construidos recientemente como el Central Park Tower de 472 metros y el 111 West 57th Street, un esbelto y estilizado edificio de 435 metros. Ambos se sitúan en la segunda y tercera posición respectivamente de rascacielos más altos de la ciudad, sólo superados por el One World Observatory con 541 metros y que levantaron tras el atentado del 11-S y la destrucción de las icónicas Torres Gemelas.
Panorámica norte del Summit
Hacia el sur
Tenemos las clásicas vistas hacia el sur de Manhattan, con el Empire State Building como estrella principal. Ya os advertimos que os vais a cansar de hacer fotos de este icono de New York. Más al sur podréis contemplar la poderosa silueta del rascacielos One World Observatory, situado en la Zona Cero.
Rascacielos entre cristales
Hacia la izquierda podéis divisar el Puente de Brooklyn y el Puente Manhattan.
Hay que afinar un poco más la vista para divisar al sur del río Hudson, Liberty Island y la querida Estatua de la Libertad.
Hacia el oeste
Desde las salas principales y la terraza exterior tendréis las mejores vistas del emblemático Bryant Park, un precioso parque a los pies de la famosa Biblioteca Pública de Nueva York.
Panorámica de Bryant Park
También podréis contemplar el moderno y auténtico barrio de Hudson Yards a los pies del río Hudson y su rascacielos estrella: The Edge.
The Edge desde el Summit
Hacia el este
Por último, no podemos olvidar que desde este mirador se tienen las mejores vistas del rascacielos Chrysler Building. No es de los más altos de Nueva York, pero su estilizada cúpula Art Decó, es otro de los símbolos de la Gran Manzana. Si es uno de lo vuestros objetivos, tened en cuenta que desde el Top of The Rock apenas se ve el edificio.
Edificio Chrysler
Además podréis contemplar el otro río que flanquea Manhattan, el East River y su encantadora Roosvelt Island, una isla que os recomendamos visitar ya que parece que estés en otra ciudad, es tranquila, bonita y con unas vistas soberbias del skyline oriental de Nueva York, incluyendo el edificio de la ONU.
El East River desde el Summit Vanderbilt
Esperamos que os haya gustado nuestro artículo sobre el Summit One Vanderbilt y recordad, la entrada no está incluida en ningún pase.
Compra tu entrada con antelación para evitar colas y asegurar plaza en día y hora deseados.
Si subís al atardecer hay suplemento, aunque si de día las vistas son maravillosas, no quiero pensar como será de noche.
Al ser totalmente cerrado no hay que ir especialmente abrigado. Eso sí al tener dos plantas y muchos cristales y reflejos, mejor no ir con faldas.
Vistas del Empire State Building
Podéis ir todo lo glamurosos que queráis, pero os harán proteger los zapatos como si estuvieseis en un hospital.
Sólo hay que pagar suplemento por el ascensor exterior de cristal, el más alto del mundo en su categoría, por cierto
Para nosotros es el mejor mirador de Nueva York para ir con niños. Se lo pasarán pipa con los globos y vosotros haciendo fotos de ellos.
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