Benidorm es uno de los destinos turísticos más conocidos de España. Una localidad donde siempre hay gente, actividad, movimiento. Y en constante proceso de transformación. Su ubicación geográfica privilegiada sumada a una gestión modélica han convertido a esta localidad de la costa de Alicante en un referente mundial. Un lugar icónico donde hay que estar y por el que ha apostado la cadena de hoteles Accor con la apertura de uno de sus establecimientos más representativos, el Mercure Benidorm.

Benidorm es uno de los destinos turísticos más conocidos de España. De Europa. No exagero si digo del mundo. Un ejemplo de localidad donde siempre hay gente, actividad, movimiento, vida, ambiente. En cualquier época del año. Y que vive en un constante proceso de transformación.

Su ubicación geográfica privilegiada sumada a una gestión diferenciadora han convertido a esta localidad situada en la costa de Alicante en un referente. Un destino icónico donde hay que estar. Y donde la cadena Accor acaba de abrir uno de sus establecimientos más representativos: el Mercure Benidorm. Una apuesta que ya presume por ser el “flag ship” del grupo. Un buque insignia en el que la marca francesa se ha esforzado con el fin de mostrar su esencia. ¿Qué mejor lugar para esa apuesta que Benidorm, una de las capitales mundiales del turismo?

El primer hotel internacional de Benidorm

El Mercure Benidorm es hotel maravilloso y lo digo tras vivir allí una escapada que me dejó el mejor sabor de boca. Un destino en su mismo.

Podría estar en cualquier ciudad del mundo. Pero está en Benidorm. Y presume por ser el primer hotel de una cadena internacional que abre aquí, pues, allá va un dato curioso. Aunque esta localidad presume por ser uno de los destinos más famosos del planeta, la hotelería es casi toda local. Propiedad de familias de la zona o de marcas españolas. Por eso el aterrizaje de la francesa Accor es digna de mención.

Hotel a cinco minutos a pie de la playa de Poniente

Eso es el Mercure Benidorm. Un oasis a sólo cinco minutos a pie de la playa de Poniente. Uno de esos establecimientos donde no quieres hacer el check out. De dónde no te quieres marchar.

Una apuesta tan ambiciosa merecía un mimo especial. Y así ha sido. Accor ha desembarcado en la Costa Blanca con uno de sus mejores hoteles.

Un establecimiento icónico para la cadena por su ubicación y también para Benidorm. Este hotel es una muestra cómo este destino está cambiando.

Un ejemplo que confirma que en Benidorm existe también una oferta preciosista, vanguardista y sostenible en un destino maduro que lucha por mostrar una imagen más adaptada a un tipo de viajero más exigente. Un visitante que quiere disfrutar de las playas, del sol, de la rica oferta de Benidorm y sus alrededores. Pero que también busca paz, relax, calidad y belleza en su hotel. Un hotel diferente en un Benidorm alternativo.

Diseño minimalista

Maderas. Colores cálidos. En las suites tienen unas bañeras de ensueño en sus suites. Yo no pude resistirme a hacerles mil fotos. Lo mismo me ocurrió con las escalera de la habitación duplex. Y con los lavabos. Son simples y bonitos a la vez ¿verdad? Puro diseño latente en las 186 habitaciones, tanto en las standard como en las categorías más altas. La sensación de confort está siempre presente.

Os cuento más curiosidades. Si os fijais, gran parte de los muebles son de mimbre, material típico de la zona. Las piezas de cerámica que decoran los rincones se han creado ex profeso para el hotel en Agost, un pueblo cercano famoso por su tradición alfarera.

Ojo a las paredes, llenas de arte. Dibujos trazados por las manos del artista Jorge Parra.

Por cierto. El jabón huele a miel, un aroma tan rico que ya no se cuantas veces me he lavado las manos. Todo lo que te rodea es una invitación constante a la desconexión total.

El Mercure Benidorm te acoge, te envuelve, te emociona. “Es un hotel humano, creado pensando en las personas, en la sonrisa, en el recuerdo” nos explica orgullosa Rebeca Ávila, responsable de comunicación de la cadena para España.

Pero del hotel Mercure no solo cabe destacar su interiorismo minimalista con toques mediterráneos. Sus colores suaves. Su mobiliario como la “cama mercure“, la cual, doy fe, es comodísima. Cuando tienes la suerte de dormir en una entiendes su reputación.

Un hotel sostenible en Benidorm

El Mercure Benidorm es también un hotel sostenible en todos los aspectos. Nada más entrar queda claro que es diferente a lo que está acostumbrado el viajero de Benidorm. Espacios muy amplios y diáfanos, luz a raudales, verde por todas partes. Suelos de madera.

Otro detalle digno de reseña. No verás apenas plástico por el hotel. La cadena lucha desde hace años para eliminar todos los plásticos de su establecimientos en todo el mundo y ya casi lo han conseguido. Cabe destacar que la cadena Accor es una de las más comprometidas con el cuidado del medio ambiente que conozco.

Hay que destacar también la piscina exterior, rodeada de con árboles centenarios y con un diseño que te aísla de lo que te rodea. Camas balinesas donde olvidarte del tiempo

Restaurante Malaspina

El Mercure Benidorm también es un hotel gastronómico. Su restaurante Malaspina, abierto a todo el mundo, es otro ejemplo de modernidad. Y de sostenibilidad.

Su carta es una sorpresa sabrosa en la que verás representados los platos clásicos de la cocina española. Las recetas de toda la vida, pero tratadas con un toque creativo. Y con la calidad como sello.

Al igual que el resto de restaurantes de la cadena todo lo que se consume en el hotel, incluidos desayunos, son productos frescos, caseros, ecológicos, algunos cultivados allí mismo, en el huerto que cultivan en la parte de atrás. Los proveedores son todos locales con certificación ecológica. Kilómetro cero y economía circular como estrategia.

Viajeros de negocios y eventos

También todo está pensado para dar servicio al viajero de negocios, que en Benidorm también los hay. En el Mercure Benidorm hay salas de reuniones equipadas con todo lo necesario para una jornada de trabajo. También salones especiales para eventos.

Con esta oferta complementaria en un destino vacacional por excelencia, los hoteles como el Mercure Benidorm tratan de adaptarse con sus servicios a una nueva tendencia llamada bleisure. Palabra que nace de la mezcla de los términos negocios (business) y ocio (leisure).

Muchas personas vienen a trabajar los jueves y viernes y muchas veces extienden su estancia por placer durante el fin de semana, o al revés, adelantan la llegada al sábado si tienen que trabajar el lunes. En el Mercure Benidorm todo está pensado para el disfrute de los visitantes que mezclan la vida profesional y personal.

Ese fue mi caso. Llegué a Benidorm por trabajo y acabé disfrutando del destino con unos días de relax. En cuanto pueda me escapo otra vez.

¿Qué opinas tu de Benidorm? ¿Has estado alguna vez? ¿Te gusta? ¿Conocías el nuevo hotel Mercure Benidorm? Deseando conocer tu opinión. Tu experiencia puede ser de gran utilidad para otros viajeros. ¡Gracias por compartir!