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Isla La Tortuga tesoro del Caribe venezolano

Una probada del poderoso Caribe venezolano, que me dejó sumergido en inexplicables azules. Esta es mi experiencia en una de las islas que adornan la costa de mi país: isla La Tortuga 

Texto y fotos: Eduardo Monzón

Siempre digo que en la playa hay que caminar, no importa que resulte agotador por las pisadas en la arena, pero hay que caminar. Por eso, aunque estoy frente a una franja espectacular de mar, con arena muy suave y paisaje perfecto, necesito caminar, al este y al oeste.
Necesito llegar a ese extremo que veo lejano desde aquí, necesito averiguar si allá está esa foto que
quiero tomar, tengo que saber si de aquel lado el agua es más o menos profunda.

Quiero saber si en ese pedazo de isla solitaria me sentiré más privilegiado por estar en ese lugar, justo a esa hora.
Por eso he llegado caminando hasta esta otra franja de arena, muy fina, en donde las olas llegan de ambos lados. Y siento que puedo pasar horas enteras viendo las formas que dibuja la espuma, pudiera sentarme solo a escuchar ese sonido que se repite. No tendría problema en pasar un día intentando memorizar ese azul, que realmente es muchos azules a la vez.
Ha valido la pena caminar. Vuelvo al centro de esa playa, sabiendo que me falta el otro extremo y que quiero regresar a este que acabo de visitar. En algún momento del día hace mucho calor, muchísimo calor. Intento refugiarme en la sombra, pero es inútil. 

El calor del Caribe me consume, a mí que tanto lo defiendo porque no me gusta el frío. Entiendo que no debo desperdiciar el tiempo intentando esconderme del sol, debo salir a su encuentro y nadar en el agua, porque en ese mar, a esa temperatura, el calor no existe.
Necesito caminar, por eso he ido ahora en dirección contraria y he llegado hasta un barco que parece abandonado en la arena, huele muy mal, pero las olas se vuelven muy cristalinas frente a ese barco, que parece un adorno extra para ese paisaje, que no necesita ningún otro adorno, pero se da el lujo de tenerlos.
Sigo bordeando esa arena, que es como un círculo gigante que envuelve toda el agua inmóvil, agua que se
va volviendo cada vez más azul y más perfecta. Qué fortuna haber caminado hasta aquí y que no haya nadie, solo yo y mi deseo de vivir frente a estos colores de 
Cayo Herradura.
Es muy fácil caer en lugares comunes al intentar describir La Tortuga: es hermosa, paradisíaca, solitaria, lejana, llena de agua tibia y días soleados. Y sí, es todo eso y más.
Pero vamos a desglosar esto poco a poco. La Tortuga es la segunda isla más grande de Venezuela, está deshabitada y la actividad turística se centra en Cayo Herradura, otra islita más pequeña pero igual de despampanante.
En este lugar no hay grandes infraestructuras hoteleras, ni siquiera pequeñas posadas, solo funcionan varios campamentos que se encargan de recibir a los visitantes y brindarles la mayor cantidad de comodidades durante 3 días y 2 noches.
La opción ideal es pagar por un paquete que incluya el traslado desde Caracas a Higuerote (población del estado Miranda desde donde se navega), una noche de posada en Higuerote, trasporte marítimo Higuerote-La Tortuga-Higuerote (los precios varían según el tipo de embarcación y su velocidad), todas las comidas y bebidas, hospedaje en carpas con colchoneta o camas sobre plataformas de madera, una cantidad bastante reducida de agua dulce al final del día para una ducha, un comedor techado, toldos, sillas de playa y traslados en lancha a otros puntos de la isla.
Yo viajé en un yate no tan nuevo, bastante cómodo, en el que toma 5 horas llegar a Cayo Herradura. La salida es muy temprano en la mañana, lo mejor es comer poco, tomar una pastilla para posibles mareos y procurar dormir la mayor parte del viaje, hasta que el sol y la emoción del paisaje te despierten.
Además de Cayo Herradura, pude conocer Boca de Cangrejos, en la propia costa de La Tortuga, es un lugar ideal para practicar snorkel. También fui a Tortuguillos, otro cayo cercano que es maravillosamente perfecto, tiene una playa azul tan bonita que parece irreal. Puedo decir que Tortuguillos es una de las playas más bonitas que he visto, no exagero.

 

Fui hasta allá con Millas Venezuela  (0416-4262753 / @millasvenezuela) y Ecotur Aventura (0416-2078713 / @ecoturaventura). Dormí  y comí sabroso en el  Campamento Barlotur (0412-3077387 @barlotur_viajes).
Recuerden cuidarse mucho del sol, llevar repelente de insectos y mantenerse bien hidratados. Es imprescindible ser buenos viajeros, respetar el silencio de la naturaleza, no dejar desperdicios y contribuir de todas las maneras posibles para conservar el ambiente.

 

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