En la confluencia de los ríos Eresma y Clamores, amparada por la imponente silueta de la sierra de Guadarrama, se encuentra una de las ciudades más visitadas de España. Y es que hay tantas cosas que ver en Segovia que bien merece una visita de, al menos, un fin de semana.
Segovia es una ciudad pequeña y agradable, cuya casco histórico ha sido declarado, junto con su mítico acueducto romano, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En él se puede apreciar a la perfección el legado cultural y patrimonial dejado por la convivencia de musulmanes, judíos y cristianos.
He tenido la suerte de visitarla en un par de ocasiones – una de ellas como parte de fantásticos recorridos en bicicleta por la provincia de Segovia – y en ambas me ha parecido una de esas ciudades que te crean la sensación de estar viajando en el tiempo. Tal es la belleza medieval que atesora.
Además, se respira un aire limpio y se come de lujo. ¿Qué más se puede pedir a un destino? Pues te voy a contar cuáles son, a mi juicio, algunas de las mejores cosas que ver en Segovia. Pero antes, un poco de logística.
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Cómo llegar a Segovia
Lo normal es que no llegues a Segovia en bicicleta – aunque nunca se sabe -, así que, si viajas desde Madrid (todos, salvo los que vivan en el norte de España), puedes elegir entre coche privado (o compartido), tren o autobús.
Desde Madrid parten trenes de alta velocidad a Segovia. Para ello tendrás que tomarlo en la estación de Madrid-Chamartín. Tienes varios trenes diarios, el trayecto lleva unos 27 minutos y el billete te puedes salir por unos 23-38 euros ida y vuelta. La estación de trenes de Segovia queda un poco apartada de las mejores cosas que ver en Segovia, por lo que después puedes tomar el autobús número 11 (2 euros por billete), que, en menos de un cuarto de hora, te deja en el acueducto.
Si quieres ir de Madrid a Segovia en autobús interurbano, podrás hacerlo desde el Intercambiador de Transportes de Moncloa con la compañía AvanzaBus. El viaje llega algo más de hora y veinte, pero el precio del billete es bastante más barato que el tren (desde unos 4 euros por trayecto) y la estación de autobuses de Segovia se encuentra mucho más cerca del centro que la de trenes.
Dónde dormir en Segovia
Ahora que ya sabes cómo llegar a Segovia, llega el momento de preocuparse por dónde dormir en Segovia. La ciudad posee una gran variedad de alojamientos y estas pueden ser muy buenas opciones para pasar unas cuantas noches en Segovia:
- Apartamento acueducto: situado a menos de 300 metros del acueducto, esta es una de las mejores opciones para aquellas parejas que busquen la independencia de tener su propio apartamento en Segovia. Su interior está decorado con gusto y cuenta con todas las comodidades.
- Hotel Don Felipe: este céntrico hotel tres estrellas se encuentra a unos 200 metros del Alcázar de Segovia. Sus instalaciones son modernas, el personal amabilísimo y puedes disfrutar de unas vistas inmejorables de Segovia desde sus terrazas.
- Hotel Infanta Isabel: situado junto a la Plaza Mayor, alojándote en este tres estrellas (que parece un cuatro) tendrás a mano todas las mejores cosas que ver en Segovia. Imposible ponerle una pega al servicio o las instalaciones. A mí me encantó su bar en la terraza.
Si no te convence ninguna de estas opciones en este enlace puedes consultar más de un centenar de alojamientos donde dormir en Segovia.
Mejores lugares que ver en Segovia
Y ahora que ya tenemos solucionada toda la logística, llega el momento de disfrutar de las mejores cosas que ver en Segovia:
1. Acueducto de Segovia
Sin duda alguna, el mejor lugar que ver en Segovia es su acueducto. Esta impresionante obra de la ingeniería civil romana se construyó a principios del siglo II, a finales del mandato del emperador Trajano o principios del de Adriano, ambos emperadores conocidos por ser de los más poderosos de la historia de Roma y haber nacido en Hispania.
El Acueducto de Segovia traía (hasta hace bien poco) el agua del manantial de la Fuenfría – situado a unos 17 kilómetros de Segovia – hasta la ciudad, abasteciendo a todos sus habitantes. La sección más visitada, y fotografiada por los turistas, es la que pasa por la plaza del Azoguejo, donde salva la inclinación del terreno con una arquería que deja con la boca abierta a todos los que la ven por primera vez. En su parte más elevada alcanza los 28 metros y posee un total de 167 arcos.
La primera vez que vi el Acueducto de Segovia fue al entrar en la ciudad tras una dura ruta campestre por las bellas poblaciones de Pedraza y La Granja de San Ildefonso. Había oído hablar muchísimo del acueducto y había visto decenas de fotos, pero nada es comparable a la sensación que experimentas al verlo frente a ti.
2. Alcázar de Segovia
En lo alto de un peñasco y dominando la parte occidental de Segovia, este célebre palacio tiene orígenes romanos y moriscos, pero su apariencia renacentista de libro de cuentos data del reinado de Felipe II en el siglo XVI. Numerosos reyes castellanos vivieron en el Alcázar, como la gran Isabel la Católica, quien lo habitó a finales del siglo XV.
Un recorrido guiado por el Alcázar de Segovia es totalmente imprescindible para entender la historia del lugar. En ella podrás ver el Salón del Trono y el Salón de los Reyes, donde hay un friso dorado debajo del techo que representa a todos los gobernantes de España desde el mítico Don Pelayo de Asturias (siglo VIII), hasta la Juana la Loca (siglo XVI).
Si decides pagar una tarifa adicional, también puedes subir la escalera de caracol de piedra hasta la cima de la emblemática Torre de Juan II para disfrutar una de las mejores panorámicas que ver en Segovia, con todo el centro a tus pies y las agrestes montañas de Guadarrama al sureste.
3. Mirador de la Pradera de San Marcos
Aunque entre los mejores miradores que ver en Segovia, también hay que colocar en las primeras posiciones al de la Pradera de San Marcos.
En este pequeño claro cubierto de hierba, junto al río Eresma y frente a la Casa de la Moneda, ofrece la mejor vista posible del Alcázar, que se eleva por encima de la línea de árboles sin ser obstaculizado por ningún otro edificio. La gente busca siempre una foto del lado norte del palacio.
Este parque forma parte del terreno adherido a la pequeña iglesia de San Marcos, que también merece una visita rápida.
El mejor momento para estar aquí es en primavera, cuando puedes traer unos bocadillos y comer sobre la hierba y bajo el sol, mientras disfrutas de uno de los tesoros culturales de España.
4. Murallas de Segovia
Como habrás visto en el Alcázar de Segovia, la accidentada topografía de la ciudad facilitó su fortificación y defensa. Después de que los cristianos recuperaran la ciudad de manos de los moros en 1088, el rey Alfonso VI amplió las defensas de la ciudad, y con un poco de ayuda de la oficina de turismo todavía se puede trazar, hoy en día, un recorrido por el contorno de estas murallas de tres kilómetros de longitud.
Hay cinco puertas y también una serie de casetas que dan a las defensas, por lo que cuentan con muros y torres reforzadas.
La parte más intacta está justo al oeste de la catedral, alrededor de la Puerta de San Andrés, y desde allí se puede subir a las murallas y mirar a través del Valle del Clamores, donde una vez hubo una necrópolis judía.
5. Catedral de Segovia
Tras la destrucción de la antigua catedral de Segovia en la Revuelta de los Comuneros de 1520, se construyó una nueva en lo alto de la antigua Judería, a cierta distancia del Alcázar, donde estaría fuera de peligro.
A pesar de haber sido construido en el Renacimiento, este magnífico edificio fue levantado en un estilo gótico antiguo, por lo que es una de las estructuras góticas originales más nuevas de Europa. Te recomiendo que visites su interior, recorriendo las capillas de la catedral para ver las pinturas, esculturas y sarcófagos. El claustro también es realmente hermoso, y en el museo hay pinturas de la talla del artista renacentista del siglo XV Pedro Berruguete.
Sin duda, su catedral es uno de los mejores lugares que ver en Segovia.
6. Museo de Segovia
Si quieres experimentar un viaje relámpago por la rica historia de la provincia de Segovia, solo tienes que visitar la Casa del Sol, que es uno de los edificios fortificados de la muralla de la ciudad. Ese lugar es la sede del Museo de Segovia, en el que se exhiben más de 1.500 piezas que abarcan varios miles de años, incluidos mosaicos romanos, esculturas religiosas, pinturas renacentistas y monedas de todas las épocas.
Una de las exhibiciones más antiguas e interesantes es un par de jabalíes ibéricos tallados hace unos 2.500 años.
En el siglo XIX, con la famosa desamortización de Mendizábal, se disolvieron los monasterios españoles y se confiscaron sus tesoros y obras de arte. Muchos terminaron en museos como este.
7. Casa de los Picos
Es difícil pasar por delante de esta casa de la calle Juan Bravo sin reconocerla. La Casa de los Picos es una mansión de finales del siglo XV con una fachada adornada con 617 puntas de granito en forma de pirámide.
El edificio fue adquirido por el concejal Juan de la Hoz, y aún se puede ver el escudo de armas de su familia sobre el portal y las ventanas. El interior es una sala de exposiciones de la Escuela de Arte de Segovia, y debes entrar para echar un vistazo al majestuoso patio renacentista. Sin duda, es uno de los lugares más interesantes que ver en Segovia.
8. Casco antiguo y Judería de Segovia
Caminar por el casco antiguo de Segovia te hace pensar que quizás te hayas metido, sin saberlo, en una máquina del tiempo.
Entre sus callejuelas estrechas y retorcidas – entre las que destacan la calle Real de Segovia y la calle Cervantes – aparecen iglesias – como la de San Martín, del siglo XII y considerada una auténtica joya del románico castellano, a pesar de sus orígenes mozárabes; la de San Millán, con su admirable campanario; o la de San Juan de los Caballeros, la iglesia más antigua que ver en Segovia -, plazas – como la Plaza Mayor o la de Medina del Campo -, antiguas mansiones y palacetes, y la Judería, donde podrás admirar el legado de una de las comunidades judías más ricas de Castilla.
Además, en el centro encontrarás bares y restaurantes que llenan de vida la parte más histórica que ver en Segovia.
9. Gastronomía en Segovia
Tras recorrer las muchos lugares que ver en Segovia, llega el momento de hacer una parada para reponer energías. Y qué mejor forma de hacerlo que disfrutando de algunos de los muchos sabrosos platos que se pueden comer en Segovia.
Aunque es mundialmente famoso el cochinillo asado segoviano, no dejes de probar otras propuestas como el lechazo asado, los judiones de La Granja – creo que nunca podría cansarme de este plato – , patatas guisadas con chorizo, perdices y setas a la segoviana, o truchas, muy abundantes en las frías aguas de sus ríos y embalses.
Para los amantes de los dulces, no podéis dejar de probar los florones – unos dulces crujientes, con forma de flor, y hechos con harina, leche, aceite de oliva, sal, ralladura de naranjas (o limones), anises molidos, azúcar y algún otro licor – y el ponche segoviano, elaborado con un bizcocho (a base de harina, huevos y azúcar) que se cubre con una mezcla de agua y azúcar, rellenándose de crema pastelera y cubriéndose con una fina capa de mazapán, antes de coronarlo con una última capa de azúcar glas.
10. Real Casa de la Moneda
No hace falta ser un numismático para admirar uno de los mejores lugares que ver en Segovia: la Real Casa de la Moneda. Fundada por Felipe II, aquí se estuvieron creando monedas entre 1586 y 1869. Es, probablemente, la fábrica industrial más antiguo de España, con gran parte de su tecnología renacentista restaurada. Además, fue el primer lugar de España en el que se emplearon rodillos para fabricar dinero.
La Casa de la Moneda también dependía de la energía hidráulica del río Eresma, y hoy puedes ver el molino de agua en acción. El mecanismo hidráulico se construyó en Austria, antes de ser enviado por carretera a este lugar.
11. Qué ver en los alrededores de Segovia
Aunque hay suficientes lugares que ver en Segovia para tenerte entretenido varios días, si te apetece explorar sus alrededores no dejes de visitar la villa medieval de Pedraza, el magnífico palacio de La Granja de San Ildefonso – con sus increíbles jardines y los cercanos bosques que lo rodean -, y el imprescindible e histórico Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Además, explora los valles y pastos de las laderas de la sierra de Guadarrama, donde aún existen esas cañadas reales como legado de la antigua trashumancia del ganado español.
