Si sólo dentro del área metropolitana de El Cairo se estima la presencia de más veinte millones de habitantes, podemos hablar de un universo paralelo dentro del propio Egipto. Ciudad la cual, en ocasiones, resulta inabarcable para la mirada de quien llega hasta ella. Atravesada por el grueso cauce del río Nilo se sostiene de puro milagro dentro de su propio desorden. De seguro el caos viene implícito en cualquier apreciación que se realice de la capital egipcia. Pero, para muchos, entre los cuales me incluyo, es simplemente parte de su encanto. Bajo el son de los cláxones y la bruma matinal emergen de ella más de mil minaretes como auténticos faros dentro de un océano de confusión retratado por la melódica voz del almuecín. El reto de los viajeros y viajeras pasa por tirar de hilo para ir desenredando su anarquía matemática y avanzar con el objeto de atrapar los muchos tesoros que les aguardan en ella. Su ciudadela medieval, el canto desde primitivas mezquitas, el bazar de los genios en Khan el Khalili, el barrio copto, los museos con lo mejor de una civilización fascinante como pocas y las luces de los barcos a orillas del Nilo durante una larga noche la convierten en una etapa esencial dentro del viaje a Egipto. Porque, que nadie lo dude, El Cairo va más allá de las pirámides de Giza. Representa de manera clara otro viaje al corazón de la incoherencia más vehemente.

Si bien esta ciudad requiere de no pocos intentos para desenmascarar su rica esencia, conviene poner un poco de orden si deseamos nutrirnos con lo mejor de su haber. Razón por la cual, después de hacerse la temida pregunta de qué ver en El Cairo dentro de un viaje por Egipto, parece el momento idóneo de ofrecer algunas pinceladas que nos ayuden a ir al grano y conocer algunos de esos lugares esenciales con los cuales, al menos, hacernos una composición de lugar e incluso encontrar factible el disfrute dentro del caos.

“El caos se encuentra en mayor abundancia cuando se busca el orden. El caos siempre derrota al orden porque está mejor organizado.” Sir Terry Pratchett (escritor británico)

No cabe concebir El Cairo de otra manera, regulada a sí misma en un calculado desorden. Y, como sucede en los desiertos que reinan en Egipto, dentro existen oasis capaces de romper con una rutinaria melodía. ¡Por supuesto que sí! Por lo que, cuanto antes asumamos la cotidianeidad del embrollo cairota, más pronto seremos capaces de escuchar sus silencios y acceder a los escondrijos de paz desde los que mirar a la ciudad a través de sus múltiples facetas. Donde hay un conductor haciendo sonar el claxon, hay mil llamadas a la oración. Donde hay un bus cargado hasta los topes, existe intimidad cara a cara un tesoro de museo. Donde hay un humo gris, emerge un parque bañado por todos los verdes posibles. Donde hay un bazar en hora punta, sobreviven callejones y anticuarios regidos por la soledad y voz susurrada. Donde quema el asfalto, hay arena de desierto sirviendo de alfombra a las pirámides y otros monumentos de la Antigüedad.

¿Qué ver en El Cairo? Lugares esenciales para una visita memorable (primerizos y repetidores)

No bastarían ni veinte visitas a El Cairo para creernos conocedores de la ciudad. De hecho, no existen vidas suficientes para escudriñar todos sus vericuetos. Siempre seguirán quedando secretos para seguir sacándole brillo a una de las capitales más pobladas del continente africano (sólo superada por la nigeriana Lagos). Hoy día ,su foco, dada la inminencia de la apertura del Gran Museo Egipcio, el mayor museo del mundo dedicado a una sola civilización, tiene que ver con los tesoros de su pasado. Pero goza de un vibrante presente y un largo futuro tendremos tiempo de poderle sacar buen partido a todos sus espacios. ¿Y si la excusa es el museo? ¡Adelante!

Normalmente la visita habitual, metida con calzador en los viajes organizados de pirámides y crucero por el Nilo de una semana de duración, saca a la luz escasísimos rincones. Pero si le damos una vuelta al itinerario y le sumamos unos días más a nuestra estancia cairota, descubriremos unos cuantos lugares más que nos permitan mirarle con otra cara a la ciudad. Reconozco que resulta complicado entrar al trapo con El Cairo cuando se viene de navegar plácidamente por el Nilo y observar a bordo escenas y paisajes de un Egipto milenario y rural. Parece lo menos bucólico volcarse a fondo con una metrópoli de más de veinte millones de personas. Pero, ¿por qué no darle una oportunidad? Os aseguro que merece la pena.

He seleccionado una serie de escenarios que pueden formar parte de una escapada algo más pausada por la ciudad de El Cairo. Tanto para primerizos como para quienes regresan una vez más a Egipto y desean darle una nueva oportunidad a la ciudad. Aparecen los sitios más importantes acompañados de una breve descripción de los mismos.

LAS PIRÁMIDES DE GIZA

El motivo número uno de la mayoría de personas del mundo no ya para visitar El Cairo sino para cumplir su sueño de realizar un viaje por Egipto. La Gran Pirámide de Keops, única maravilla del mundo antiguo en pie, junto a las de Kefrén y Micerinos levantadas hace más de cuarenta y cinco siglos, parecen capaces de romper cualquiera de nuestros esquemas, por muchas veces que las hayamos visto en televisión, en vídeos, revistas, guías o devorando la rica literatura sobre el Antiguo Egipto que existe hoy día. Visitar el valle de las pirámides y acceder, al menos, al interior de una de ellas (siempre recomiendo rascarse un poco el bolsillo y pagar el extra aparte que permite acceder a la pirámide de Keops) nos regala un momento único donde conectar con uno de esos lugares del mundo donde el peso de la Historia sobre nuestros hombros es verdaderamente aplastante. Ya lo dijo el propio Napoleón: <<¡Más de 4000 años de Historia nos contemplan!>>

Y quien piense que la necrópolis de Giza es sólo las pirámides, se equivoca. También está la mítica esfinge junto al templo funerario de Kefrén (éste fue levantado con inmensos bloques de granito traídos de Asuán, encajados como si de un puzzle se tratase), tumbas de nobles (algunas muy bien conservadas), así como los restos de la ciudad de quienes levantaron las pirámides, situada a un costado pero también visitable.

¿Además sabéis una cosa? No hay sólo tres pirámides sino nueve, si contamos también las tres pirámides más pequeñas que son satélites de las grandes. Algo que uno percibe cuando uno se aleja para obtener una buena perspectiva del conjunto arqueológico.

Un consejo de amigo: Si tienes que elegir una pirámide, hazlo con la de Keops y sube hasta la cámara funeraria donde verás el sarcófago de granito rojo de Keops. ¡La energía que se siente allí es apabullante!. Y, si acudes lo más temprano posible o a última hora de la tarde, habrá menos confluencia de turistas. Si puedes, además, evita los viernes y los sábados, porque habrá más turismo local de lo habitual (que ya es mucho).

LA CIUDADELA DE SALADINO (Y LA MEZQUITA DE ALABASTRO)

Sobre un promontorio bajo las colinas de Mokattam (la cual sirvió de cantera durante el Antiguo Egipto) emerge una inmensa fortificación medieval mandada levantar por Saladino en 1176 en plena época de Cruzadas, aunque ampliada por los sucesivos líderes egipcios a lo largo de los siglos posteriores, como, por ejemplo, bajo el mandato de los sultanes mamelucos. De hecho, sería el centro de poder del Egipto islámico durante más de siete siglos. El líder otomano, Muhammad Alí, durante la primera mitad del siglo XIX, se encargó de llevar a cabo la remodelación más ambiciosa de la ciudadela, aunque supusiera la demolición de no pocos elementos históricos, erigiendo una imponente mezquita de alabastro que se hace visible desde casi cualquier punto de la ciudad cairota. Y que, hoy día, supone otra de esas visitas imprescindibles que realizan los turistas que se permiten conocer los lugares esenciales que ver en El Cairo.

Dicha mezquita, de puro estilo otomano como las que podamos ver en países como Turquía, Bosnia o Albania (de hecho, Muhammad Alí no era egipcio sino que nació en territorio albanés), está abierta al público cada día para disfrutar de su interior iluminado por lámparas y los colores de las vidrieras, sino también de su enorme patio de abluciones, sus galerías versallescas y, cómo no, de una precisa y preciosa vista de El Cairo. En días donde la polución no enturbia la visibilidad, llegan a apreciarse no sólo edificios y minaretes sino también las mismísimas pirámides de Giza, tan grandes como muchos de los rascacielos que componen la silueta de la gran capital.

Asomados al mirador que nace al costado del edificio religioso, vemos muy cercanas dos preciosas mezquitas que quedan justo debajo. Son las del Sultán Hassan y  Al-Rifa’i, otro par de joyas del Cairo durante la etapa de los mamelucos, quienes erigieron algunos de las construcciones más bellas de toda la ciudad.

Pero no hace falta salir de la propia ciudadela de la Saladino para encontrar otras mezquitas. Apenas a unos metros, pasa desapercibida ante los turistas la mezquita del Sultán al-Nasir Muhammad ibn Qalawun, del siglo XIV, y donde sólo acuden fieles y locales. Se trata, como no podía ser menos, de otro portento de la arquitectura islámica en Egipto. ¡Y donde las columnas son del periodo romano! Algo muy habitual durante muchos siglos, cuando se comerciaba con ruinas y se hacían «encargos» de columnas romanas por medidas exactas.

EL BAZAR KHAN EL-KHALILI

El bazar Khan el-Khalili de El Cairo se trata de uno de los mercados más famosos y antiguos de todo mundo. Un lugar absolutamente imprescindible para cualquier viajero o viajera que visite la ciudad. Este bazar se encuentra en el corazón del barrio islámico de la ciudad, y es un lugar vibrante y lleno de vida donde es posible encontrar todo tipo de productos, desde artesanías locales hasta antigüedades, joyas, ropa, especias y mucho más. Su historia se remonta al siglo XIV y, desde entonces, ha sido y es el centro comercial de la ciudad. Por sus callejones, portones y galerías, los visitantes pueden disfrutar de una experiencia auténtica del estilo de vida egipcio, perdiéndose entre puestos puestos gobernados por colores, olores y, por supuesto, sabores.

Además de las compras, recorrer sin rumbo fijo el bazar Khan el Khalili, pues perderse es lo mejor que podemos hacer, parece el lugar idóneo sumergirse en la cultura egipcia. Se puede probar comida local en algunos de sus puestos de comida, fumar shisha en una de las muchas cafeterías, o simplemente caminar por las estrechas calles y observar la vida cotidiana de los cairotas. Si bien hay un café emblemático como ninguno en todo El Cairo. Se trata del El Fishawi, con más de doscientos años de antigüedad, el cual mantiene intacto su aspecto tradicional, con decoración y mobiliario que se remonta a épocas pasadas. El ambiente del café es muy especial, con mesas y sillas de madera tallada, lámparas de latón y paredes cubiertas de espejos, fotos antiguas y objetos de época. La atmósfera del café es cálida y acogedora, lo que lo convierte en un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de una taza de café o té. Sin olvidar que en a una de sus pequeñas mesas acudía regularmente Naguib Mahfuz, el Premio Nobel de 1988, quien era un asiduo cliente de este importante establecimiento en el cual se organizaban tertulias literarias de toda índole, siendo un lugar de encuentro para mentes inquietas dentro de una ciudad también inquieta.

Con el minarete de la mezquita de Hussein como referencia y señuelo para cuando deseemos dejar de estar perdidos, puede ser una de esas visitas donde regatear se vuelve arte y, aunque parezca difícil, esquivar las vías principales nos permitirán acceder a zonas mucho más tranquilas donde parece haberse detenido el tiempo. Una oportunidad única para experimentar la auténtica cultura egipcia.

Cruzando la carretera para dirigirse a la emblemática Calle Al-Muizz, no debemos quitar ojo a la mezquita de Al-Azhar, fundada en el siglo X, y considerada entre los centros de culto más importantes de todo el mundo islámico, pues está considerada además como una de las principales instituciones educativas dentro de la rama sunita (alberga la sede de la Universidad de Al Azhar, institución de renombre mundial en la enseñanza del Islam) Destaca por un patio central rodeado por pórticos y una cúpula en el centro. El interior de la mezquita cuenta con una decoración detallada y hermosa, con mosaicos, yeserías y pinturas en las paredes y techos. A pesar de situarse en el corazón medieval de la ciudad, no recibe demasiadas visitas turísticas, pues no suele entrar en la mayoría de circuitos clásicos, que se circunscriben apenas al bazar. Motivo más que suficiente para acceder a un edificio con más de mil años de antigüedad.

UN PASEO POR LA CALLE AL-MUIZZ

Pasear por la calle Al Muizz en El Cairo supone viajar con los pies y los cinco sentidos por una de las calles históricas más antiguas y mejor conservadas de la ciudad. Desde el bazar por la mezquita de Al-Azhar representa un tránsito perfecto a través de la rica historia de la ciudad, pues en todo momento, uno se halla rodeado de edificios y monumentos que datan de la época medieval y del período islámico. Casonas, mezquitas, palacios, tiendas en una concentración inusual de patrimonio histórico donde, por fin, el peatón, parece el protagonista único.

Entre los lugares más destacados de la calle se encuentran la mezquita de Al-Hakim, la puerta Bab Zuweila, el palacio Bayt Al-Suhaymi y, a un extremo, el ya mencionado Khan el Khalili, entre otros. Todo ellos muestra de la rica herencia cultural de Egipto. Y, sin duda, una oportunidad para amar profundamente El Cairo. En lugares

MUSEO DE EL CAIRO EN PLAZA TAHRIR (EL MUSEO VIEJO)

El Museo de El Cairo, también conocido como el Museo Egipcio, pasa por ser uno de los museos más importantes del mundo dedicados a la antigua civilización egipcia. Está ubicado en pleno centro de la ciudad, en la emblemática Plaza Tahrir, y cuenta con una de las colecciones más grandes y valiosas de artefactos y objetos antiguos de Egipto, con más de 120,000 piezas expuestas. Este viejo museo que recientemente cumplió su primer siglo es, para muchos, un almacén de tesoros y antigüedades, bajo la premisa de los museos decimonónicos. Pero su calculado desorden siempre me pareció parte de su encanto, aunque para ser justos cabe destacar que en los últimos años se han llevado a cabo notables mejoras de cara a poner más en valor muchos de los objetos exhibidos, sobre todo en una muy adecuada iluminación de los mismos.

El museo está organizado en diferentes galerías y salas temáticas, lo que permite a los visitantes explorar la historia y la cultura del antiguo Egipto de manera cronológica estructurada. En ellas se puede afirmar sin equivocarse que se hallan algunas de las mejores obras maestras del Antiguo Egipto. Como, por ejemplo:

• La paleta de Narmer.
• La estatua de Zoser.
• Las ocas de Meidum.
• El Kefrén de diorita hallado a pocos metros de la Esfinge de Giza.
• Las estatuas de Rahotep y Nofret halladas en Meidum.
• La talla de madera de «El alcalde».
• El escriba sentado.

• La estela de Micerinos.
• El rostro de Hatshepsut.

• Los suelos del palacio de Akhenaton en Amarna.
• El tesoro de las tumbas de Tuya y Yuya en el Valle de los Reyes.
• El tesoro de Tanis.
• Los sarcófagos de El Fayum.
• La máscara de Tutankhamon y otros tesoros de la tumba del faraón niño.

Ante la inminente apertura del GES (Grand Egiptian Museum) o Gran Miuseo Egipcio (estimado para 2023) hay mucha gente que piensa que el viejo museo de El Cairo va a quedarse vacío. ¡Pero todo lo contrario! Sólo se han llevado las momias reales al Museo Nacional de la Civilización Egipcia así como buena parte de los tesoros de la tumba de Tutankhamon (de momento queda la máscara, los sarcófagos de oro, las joyas y algunos objetos como las sillas, el arcón o una de las estatuas de el Ka que protegían la tumba). La idea es que dentro de muy poco todos los objetos de la célebre tumba hallada en 1922 por Howard Carter en el Valle de los Reyes (5000 objetos estimados), se reúnan todos juntos en el nuevo museo, por lo que el traslado de lo que queda en el viejo museo egipcio se tiene que dar más pronto que tarde.

Pero se quedan en Tahrir las principales obras maestras del arte egipcio. Y para rellenar las estancias de Tutankhamon se ha aprovechado para exhibir lo hallado dentro la tumba de Yuya y Tuya (padres de la reina Tiyi, mujer de Amenhotep III y madre de Akhenaton) así como los principales objetos pertenecientes al tesoro de Tanis, uno de los mayores hallazgos de la historia de la arqueología, pero que al haber sido en 1939, en plena II Guerra Mundial, pasó desapercibido en noticieros, evidentemente más ocupados en desvelar informaciones sobre la incipiente contienda. Se muestra, entre otras muchas cosas, una gran máscara funeraria de oro así como un precioso e inusual sarcófago de plata. ¡Sólo por el tesoro de Tanis ya valdría la pena pagar la entrada!

En resumen. ¿Merece la pena ir al viejo Museo Egipcio? Sí, por supuesto.

MUSEO NACIONAL DE LA CIVILIZACIÓN EGIPCIA (MOMIAS REALES)

El Museo Nacional de la Civilización Egipcia (NMEC), de reciente construcción (no confundir con el GEM), abrió sus puertas al público un 4 de abril de 2021 tras el traslado de las momias reales procedentes del Museo Egipcio de Plaza Tahrir en un desfile televisado en todo el mundo. Para muchos, este inmenso museo de modernísima arquitectura dentro de El Fustat, el área más antigua de la ciudad, ha pasado desde entonces a ser más conocido como «el museo de las momias reales». Pero no sería justo ni su objetivo verdaero, ni mucho menos, ya que además de los propios cuerpos momificados de reyes y reinas del Imperio Nuevo, cuenta con una colección nada desdeñable de 50.000 objetos de la civilización egipcia desde la prehistoria hasta el último siglo.

Si bien aún no se han completado ni la mitad de sus salas, pose una colección permanente clasificada en áreas áreas temáticas, las cuales permiten a los visitantes explorar diferentes aspectos de la historia y la cultura de Egipto. He aquí algunas de ellas:

• Prehistoria y Primeros Asentamientos: Esta área presenta la historia temprana de Egipto, desde los primeros asentamientos humanos hasta la época predinástica.
• La Era de los Faraones: Esta área se centra en la época de los faraones, con una colección de objetos que datan desde el período predinástico hasta la época romana.
• La Vida Cotidiana: Esta área presenta objetos y artefactos que muestran la vida cotidiana de los antiguos egipcios, desde la ropa y las joyas hasta los utensilios y herramientas.
• La Religión y la Muerte: Esta área se centra en la religión y las prácticas funerarias de los antiguos egipcios, con una colección de objetos y artefactos relacionados con los dioses y la vida después de la muerte.
• El Nilo y la Agricultura: Esta área presenta la importancia del río Nilo y la agricultura en la vida de los antiguos egipcios.
• La Ciencia y la Tecnología: Esta área presenta los logros científicos y tecnológicos de los antiguos egipcios, desde la arquitectura y la ingeniería hasta la medicina y la astronomía.
• Egipto Contemporáneo: Esta área presenta la historia y la cultura de Egipto en los tiempos modernos, incluyendo la época del Imperio Otomano y la independencia de Egipto.

Este museo no se debe valorar por la mayor o menor presencia de «obras maestras», pues para ello tenemos el museo viejo de Tahrir, aunque el tesoro de Sennedjem hallado el Deir el-Medina (Luxor) o la caja del carro de combate de Tutmosis III minuciosamente tallado, puedan considerarse como esenciales. Su valor real está en que nos permite aprender e interpretar la rica historia, así como la cultura, creencias y modos de vida de Egipto.

Por otro lado está la visita a las momias reales, que por fin se les ha dotado de una presentación espectacular e individualizada. Con un entorno fascinantes y una luz envolvente que difiere, y mucho, del modo en que se exhibían hace años en el Museo Egipcio. Nada menos que veintidós momias entre reyes y reinas, destacando a Seti I, Ramsés II o el cabello de la reina Tiyi.

GRAN MUSEO EGIPCIO (INMINENTE APERTURA)

El Gran Museo Egipcio (GEM), ubicado en la meseta de Giza muy cerca de las pirámides, uno de los más grandes del mundo y el mayor, sin lugar a dudas, dedicado a una única civilización, lleva años aguardando una esperadísima inauguración. Con más de 480,000 metros cuadrados de espacio expositivo y otros servicios y comodidades como restaurantes, tiendas y hasta un cine IMAX albergará un número superior a 100.000 artefactos egipcios, muchos de los cuales jamás se han mostrado antes al público. Sólo con la reunión de 5.000 objetos de la tumba de Tutankhamon atraerá a millones de visitantes cada año y será un motivo más para que los visitantes vayan a El Cairo (muchos esperan su inauguración para poder regresar a Egipto).

La pregunta es… ¿Cuándo se prevé la apertura del Gran Museo Egipcio?

MEZQUITA DE IBN TULUN

Una de las mezquitas más antiguas y fascinantes en El Cairo es la Mezquita de Ibn Tulun. O, para ser más exactos, habría que decir que se trata del templo islámico de mayor antigüedad de la ciudad que mantiene su forma original. Su construcción data nada menos que del siglo IX, bajo el liderazgo del gobernador abásida Ahmad ibn Tulun.

Destaca por un gran área central al aire libre rodeada de una arcada con una serie de habitaciones alrededor del perímetro. La mezquita también cuenta con un minarete alto y esbelto, con una escalera exterior helicoidal que permite a los visitantes subir por el mismo y disfrutar de unas envidiables vistas panorámicas de la ciudad. Sería su alminar, fuera de toda dudas, uno de los grandes distintivos del edificio. Porque, además de su altura (26 metros) y diseño, posee detalles arquitectónicos únicos. La base del minarete cuenta con una serie de arcos decorativos y patrones geométricos tallados en la piedra, mientras que la parte superior presenta un diseño en espiral que se estrecha paulatina e irreversiblemente hacia la cima.

La mezquita de Ibn Tulun está considerada como una de las obras maestras de la arquitectura islámica. Su diseño y detalles intrincados son una prueba del alto nivel de habilidad y maestría en la construcción de mezquitas en la época en que fue construida. Pero, a pesar de ser uno de esos lugares atractivos y emblemáticos, suele visitarla muy poca gente y sólo algunos tours concretos la incluyen dentro de sus itinerarios.

CASA-MUSEO GAYER ANDERSON

Junto a la Mezquita de Ibn Tulun, no se puede uno marchar sin visitar esta hermosa casa. Levantada en siglo XVII está considerada como uno de los mejores ejemplos de la arquitectura residencial islámica en Egipto. Fue construida originalmente para albergar a oficiales otomanos y ,a lo largo de los últimos cuatrocientos años, ha pasado por muchas manos hasta que fue adquirida por el Mayor Gayer Anderson, un oficial británico, en la década de 1930.

La casa cuenta con dos patios internos, una serie de habitaciones en diferentes niveles y una torre con vistas panorámicas de la ciudad que aparecen de manera nítida en algunas escenas de «James Bond: La espía que me amó». En su interior, se pueden encontrar una amplia variedad de objetos antiguos (algunos de la época faraónica), así como mosaicos y esculturas de yeso o muebles y textiles.

Una de las características más fascinantes de la Casa Museo Gayer Anderson son las decoraciones intrincadas en sus paredes y techos. Los mosaicos, estucos y frescos que adornan la casa son algunos de los mejores ejemplos de arte islámico que se pueden encontrar en Egipto. También hay una serie de artefactos en la casa que pertenecieron a Gayer Anderson, como sus uniformes militares y su colección personal de artefactos egipcios.

Además de su impresionante colección de arte y antigüedades, la Casa Museo Gayer Anderson es también una muestra del estilo de vida de los habitantes de El Cairo en el siglo XVII. Los visitantes pueden experimentar la vida en un típico hogar islámico de la época y aprender sobre las tradiciones y la cultura de la región.

La casa está abierta al público y se pueden hacer visitas guiadas para conocer su historia y su arquitectura única. Abre de 9:00 a 15:00 y se combina perfectamente con la mezquita de Ibn Tulum, con quien comparte muros, paredes y un portón de acceso directo.

BARIO COPTO DE EL CAIRO

Visitar el Barrio Copto de El Cairo supone darle una vuelta dentro de un viaje a Egipto para conocer una de las facetas más interesantes del país, la de su pasado cristiano. Se trata de una zona histórica de la ciudad que alberga varias iglesias y monasterios cristianos coptos, así como el Museo dedicado a una de las ramas más antiguas del cristianismo, el cual exhibe artefactos y objetos de la historia copta de Egipto. Se trata de un área fascinante (y muy protegida para garantizar la seguridad de ciudadanos y turistas) que ofrece una perspectiva única sobre la historia y la cultura cristiana de Egipto, por lo que constituye una visita imprescindible para aquellos que estén interesados en aprender más sobre la rica historia de este país donde la Biblia sitúa la huída de varios años de Sagrada Familia (Jesús, María y José) tras la persecución de los inocentes del rey Herodes.

Una de las visitas esenciales en el Barrio Copto es la Iglesia Colgante, también conocida como la Iglesia de la Virgen María, situada sobre las ruinas de la antigua fortaleza romana, de la cual se aprecias notables restos. Esta iglesia es uno de los lugares más sagrados de la comunidad copta y es conocida por su impresionante arquitectura y por albergar una colección de iconos sagrados. También vale la pena visitar la Iglesia de San Sergio y San Baco, una de las iglesias coptas de mayor antigüedad en El Cairo, pues data nada del siglo IV. Dicha iglesia es célebre por su rica arquitectura bizantina así como por albergar «la Cueva de los Sagrados», donde se cree que la Sagrada Familia se escondió durante su estancia en Egipto.

Al igual que los anteriores, el convento de San Jorge es otra visita obligada en el Barrio Copto. Este centro religioso, fundado en el siglo X, alberga una impresionante colección de manuscritos y reliquias de la época copta, donde destacan las cadenas con las que estuvo cautivo el mismo San Jorge y a la que acuden peregrinos coptos de todas partes de Egipto para colocarse dichas cadenas en el cuello y recibir las bendiciones del santo.

Otro lugar importante que visitar en el Barrio Copto es el Museo Copto, que alberga una amplia colección de artefactos y objetos de la historia copta de Egipto, incluyendo manuscritos antiguos, textiles, joyas y obras de arte. El museo es una visita obligada para aquellos interesados en la historia y la cultura copta y ofrece una visión fascinante sobre el papel que la comunidad copta ha desempeñado en la historia de Egipto.

Se recomienda llevar a cabo una visita guiada por lo mejor de el Barrio Copto para así comprender las grandes historias que se ocultan en una de las zonas más fascinantes de la ciudad.

PARQUE AL-AZHAR

El Parque Al Azhar de El Cairo se define como un singular y hermoso oasis verde ubicado en el corazón de la ciudad vieja, no muy lejos de la Mezquita de Al-Azhar y del mercado Khan el Khalili, con unas vistas prodigiosas de la muralla de la ciudadela de Saladino así como de la Mezquita de alabastro de Muhammad Alí. Pero no siempre fue así, ya que era un espacio con un mastodóntico vertedero. El punto de inflexión se debió a una oportuna visita del Agha Khan IV en 1984, el cual se percató que desde el balcón del hotel se hospedaba divisaba con estupor cómo la colina de Al-Darassa se encontraba repleta de montañas de basura. Y dado que aquel había sido un lugar que fundaron sus antepasados del Califato fatimí más de mil años antes, decidió ponerle remedio con una potente donación a la ciudad. De ese modo, el parque vería nacer gracias al Programa de Apoyo a las Ciudades Históricas (HCSP) de la Fundación Aga Khan para la Cultura ( AKTC) hasta ser hoy día uno de los espacios públicos más grandes de todo el mundo.

El Parque está abierto todos los días de la semana desde las 8:00 a.m. hasta las 11:00 p.m. y ofrece una variedad de actividades, desde pasear por su red senderos, hacer picnic, disfrutar de las vistas (prodigiosas al atardecer) o, simplemente, dejarse caer para respirar la paz dentro de uno de esos paréntesis que amabilizan un Cairo que no tiene por qué ser siempre estresante. En The Citadel Restaurant, además, se pueden probar los ricos platos de la gastronomía egipcia con unas panorámicas deslumbrantes del parque y de la ciudadela.

LA CIUDAD DE LOS MUERTOS

Decenas de miles de cairotas habitan la conocida como Ciudad de los Muertos, aunque referida en árabe como «al Qarafa». Un inmenso cementerio al que se le puede considerar sin equívoco como un barrio histórico trepidante y aún por descubrir, puesto que no forma parte de las rutas turísticas que se llevan a cabo en El Cairo. Aún vive a espaldas de la gran ciudad, aunque personalmente siempre me ha parecido uno de los lugares más fascinantes y auténticos de la capital egipcia. Y es que, a pesar de su nombre, la Ciudad de los Muertos es un lugar vivo y vibrante, con una agitada historia y cultura que se extiende por siglos a través de un excelso patrimonio. Por lo que, si estás buscando una experiencia única y diferente durante tu visita a El Cairo, entonces esto no te lo debes perder. Porque por mucho que te lo cuenten, no te lo vas a creer.

La Ciudad de los Muertos conforma un enorme complejo funerario que se extiende por varios kilómetros. Fue fundada en la época islámica temprana, alrededor del siglo VII, y desde entonces se ha expandido para incluir una serie de tumbas, mausoleos, mezquitas y otros lugares sagrados. Cierto es que buena parte de los edificios hoy visibles de la Ciudad de los Muertos fueron levantados durante la época mameluca (Siglos XIII a XVI) y otomana (Siglos XVI a XIX), lo que le aporta al barrio un valor histórico extraordinario. Pero… ¿Qué le vuelve tan especial? Pues que, a pesar de que este vasto área se estableció originalmente como un lugar de enterramiento para los difuntos, la guerra con Israel de 1967 empujó a miles de personas de la Península del Sinaí a El Cairo, por lo que muchos no tuvieron más remedio que buscar acomodo en las propias tumbas. Y de ahí que se convirtiera en un repentino barrio residencial con pequeñas casas y dependencias habitacionales dentro de las propias tumbas y mausoleos.

Explorar la Ciudad de los Muertos no es sencillo, pues resulta fácil perderse en sus callejones laberínticos desde donde, eso sí, es posible obtener una visión única y privilegiada de la vida cotidiana en este barrio histórico donde no parece haber pasado el tiempo. Lo mejor es acudir de la mano de un local (infinitas gracias, Khaled Awad Mohammed, por habérmelo mostrado en diversas ocasiones) porque no suele formar parte de los circuitos turísticos.

A pesar de que hablamos de un lugar vibrante y lleno de vida, es importante tener en cuenta que este sigue siendo un complejo funerario sagrado, de ahí que los escasos visitantes que se atrevan a entrar precavidos, respetuosos y seguir las normas de comportamiento apropiadas mientras visitan el barrio.

+ Recomendación: La mezquita/madrasa del Sultán Qaitbai es uno de los epicentros de la Ciudad de los Muertos. Iluminados por un minarete octogonal de 40 metros, aún quedan sopladores de vidrio, planchadores y un sinfín de oficios que están abocados a perderse.

TORRE DE EL CAIRO

La Torre de El Cairo representa uno de los símbolos de ese Cario moderno. Su construcción se llevó a cabo en los años sesenta y se encuentra en la isla de Gezira, en el centro del río Nilo. Con una altura de 187 metros, constituye una de las estructuras más elevadas del país, convirtiéndose desde entonces se ha convertido en un icono inequívoco de la capital egipcia.

La torre cuenta con un restaurante giratorio en la parte superior, que ofrece vistas panorámicas de la ciudad de El Cairo y sus alrededores. Los visitantes pueden disfrutar de una comida mientras admiran la vista de la ciudad, incluyendo las pirámides de Giza, la ciudadela de Saladino y otros lugares de interés turístico de los que acabamos de tratar. Además, cuenta con una plataforma de observación en la planta superior, que ofrece vistas aún más espectaculares de la ciudad. El atardecer puede ser precisamente uno de los momentos elegidos para acercarse a este curioso rascacielos visible desde cualquier parte de El Cairo.

Excursiones en/desde El Cairo

El Cairo suele ser el punto de entrada y de salida de los visitantes que llegan a Egipto en avión. Aunque también es cierto de los circuitos clásicos les llevan a muchos directamente a comenzar por Luxor para terminar los últimos días en la capital, visitando las pirámides de Giza y algunos rincones principales como la mezquita de alabastro, el bazar Khan el-Khalili o sus fabulosos museos. Pero quien viaja por su cuenta al país, sabe que en El Cairo puede organizarse múltiples excursiones de uno y varios días de duración tanto para explorar la propia ciudad como para acudir a otras zonas de Egipto. He aquí algunos ejemplos en castellano:

¿Ya tienes tu seguro de viaje?

Siempre me ha parecido IMPRESCINDIBLE viajar siempre con un seguro. No sólo a Egipto sino a cualquier parte. Y no escatimando en la cobertura médica disponible y teniendo muy en cuenta las cláusulas de las pólizas. Para un viaje a Egipto suelo utilizar siempre el seguro de viajes de IATI (además quien adquiera su seguro con ellos pinchando en este enlace o en la imagen reciba un descuento por ello). Con las coberturas médicas y de accidente más elevadas, con cláusulas para poder anular en caso de enfermedad o no poder asistir al viaje, así como con la tranquilidad de recibir la mejor atención posible.

Viajes de autor a Egipto con El rincón de Sele

Ya sabéis que desde hace algunos años colaboro con distintas agencias en el diseño de viajes de autor a distintos rincones del mundo. Viajes diferentes, bien a destinos atípicos o dentro de destinos más conocidos, dándole una vuelta de tuerca a los itinerarios para hacer algo distinto. Es el caso de Egipto, que en los últimos años lo hemos recorrido en dahabeya, el velero tradicional egipcio, incluyendo además una ambiciosa ruta terrestre entre El Cairo y Luxor para llegar a rincones que se salen de los circuitos clásicos. En 2024 regresaremos a este destino con la ruta de la dahabeya y también creando itinerarios nuevos. En algunos acudiré yo pero también saldrán viajes en otras fechas para dar oportunidades a más personas ante este Egipto diferente que queremos mostrar.

Así que personas interesadas en viajar a Egipto en 2024 queriéndose salir de los circuitos tradicionales, poneos en contacto conmigo para poder ser informados de futuras salidas.

Sele

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