Reciclar es algo que muchos de nosotros hemos acabado adaptando a nuestro día a día. Muchas de las cosas que consumimos o gastamos se pueden reciclar. Plásticos, vidrios, cartones, papel, todo esto lo tenemos a mano y sabemos que podemos reutilizarlo, pero ¿sabías que hay alimentos que también se pueden volver a utilizar antes de tirarlos a la basura? A continuación te presentamos algunos alimentos que puedes volver a utilizar antes de tirarlos a la basura.

Si buscas reducir los residuos domésticos a un mínimo absoluto, tan solo tenemos que pararnos a pensar un momento en el gran montón de comida que acaba en el cubo de basura y que podría utilizarse para otros fines. Con un poco de pensamiento creativo, es fácil dar nueva vida a la comida vieja. De este modo no sólo vas a reducir el desperdicio de alimentos, sino que también ahorrarás dinero. 

Huesos

Todos los huesos de carne y pescado son excelentes para hacer caldo. Si estás deshuesando carne o raspando platos después de la comida, siempre puedes echar los huesos en un recipiente y guardarlo en el congelador para cuando quieras, hacer una gran olla de caldo.

Vegetales y sobras

También son excelentes para hacer caldo, ya sea por sí solos o añadidos a los huesos de la carne. A menudo podemos tener excedente de verduras de hojas verdes (coles, nabos, zanahorias) por lo que en lugar de ir tirando esas sobras vegetales nada como aprovecharlas para hacer un caldo de verduras.

Leche agria

La leche agria es esencialmente los mismo que el yogur cuando se trata de cocinar. De hecho, algunas recetas realmente señalan que utilicemos la leche que se agrió con vinagre o jugo de limón. En vez de tirarla por el desagüe, aprovéchala para hacer magdalenas, pastas o panquecas.

 Queso y sus cortezas

Debes saber que el moho en el queso no es gran cosa. Si aparece en un bloque de queso, sólo lo tenemos que cortar. Del mismo modo, podemos utilizar cortezas de parmesano y restos o trozos secos de queso para rallarlos y dar sabor a sopas, guisos, y caldos.

Posos de café

Los posos de café son ricos en nitrógeno, magnesio, potasio, calcio y otros minerales, lo que los convierte en una gran ayuda para tu jardín. Puedes añadirlos al contenedor de compost, espolvorear directamente sobre el suelo, agregarlos a un contenedor de lombrices, o hacer un té lleno de 2 tazas de café molido y 5 tazas de agua que es un excelente fertilizante. Si no eres jardinero, utilízalos para una limpieza facial hecha en casa, ya que es un gran exfoliante.

Verduras mustias

Las verduras pasadas o blandas,  como el apio o las zanahorias, en el fondo de los cajones de la nevera, pueden servir todavía para hacer una sopa y nunca sabrán tan mal como parecen. Si no deseas utilizarlas de inmediato, puedes revivir la lechuga marchita, el apio y las hierbas poniéndolas a remojo bajo un chorro de agua fría durante 15 minutos.

Pan Duro

Si el pan se seca por completo o si tiene costras indeseadas, mézclalo en la licuadora y puedes transformarlo en pan rallado, y que puedes almacenar en el congelador hasta que se necesite. O bien, puede cortar el pan duro en cuadrados para hacer pan frito, que puedes echar luego en ensaladas y sopas.

Grasa de tocino

Vierte la grasa caliente del tocino en un frasco de cristal y guárdala en la nevera. Puedes ir sumando más a medida que se cocine más. De este modo podrás utilizar la grasa sólida como un sustituto de cualquier aceite de cocina o mantequilla, consiguiendo que añada más sabor a las verduras salteadas y funciona bien en productos horneados como el pan de maíz.

Fruta

Cualquier fruta que esté blanda o demasiada madura suele ser de las primeras cosas que tiramos a la basur , pero antes, comprueba si realmente se ha podrido y si no es así, la puedes aprovechar para preparar deliciosos batidos de fruta con leche o con zumo de naranja. Si mezclas en una licuadora el plátano, peras, manzanas y fresas que estás a punto de tirar, con un vasito de leche, descubrirás un “smoothie” irresistible.

Chocolate

¿Tienes en casa chocolate en pastilla y vas a tirarlo porque se ha puesto un poco blanco? La humedad y dejarlo al descubierto han resecado el chocolate pero todavía te puede servir. Trocea el chocolate y añádelo a cualquier receta de bizcocho o pastel que hagas, verás como enriqueces su sabor. Otra opción es cortarlo a trocitos y colocarlo en la masa de unas magdalenas, cupcakes o galletas.

Perejil

Normalmente cuando vamos a comprar al mercado solemos acabar con un buen manojo de perejil que si no consumimos se acaba poniendo amarillo y en el cubo de la basura. En este caso te damos un truco para que puedas aprovechar siempre el perejil. Tan solo debes meterlo en una bolsa para bocadillos y guardarlo en el congelador. De este modo tendrás perejil fresco siempre que lo necesites.

Pollo

¿Tienes restos del pollo que comiste el domingo? ¡No lo tires! Lo puedes trocear y añadir a cualquier ensalada de verano, sandwiches o también lo puedes usar como relleno para hacer croquetas o albondigas.

Bebidas

Algunas bebidas también pueden ser utilizadas nuevamente. Ese resto de vino tinto o blanco que te ha quedado tras una reunión familiar te puede servir para aderezar cualquier carne o receta de pescado. El café de la cafetera que ha sobrado, te puede servir para rellenar la cubitera y tener así una bebida de café fresca para el verano.

Papas cocidas

Si has hecho papas cocidas para cualquier receta y ves que te sobran, no hace falta que las tires, siempre las puedes aprovechar para hacer una tortilla o también para hacer un pastel de papas o para mezclar con otros ingredientes en una ensalada . También como no, lo puedes mezclar con leche y hacer un rico puré.

Frutos secos

Muchas veces encontramos botes de frutos secos casi vacíos y optamos por tirar el contenido. Puedes aprovechar los frutos secos para todo tipo de recetas de postres. Los troceas en la batidora y puedes añadirlos a la masa de tus pasteles.

Cáscaras de huevo

Hasta las cáscaras de huevo se pueden aprovechar antes de tirarlas. En este caso debes coger las cáscaras de huevo que has roto, las lavas bien y las echas a la licuadora para hacer con ellas un polvo fino. Añade una clara de huevo y obtendrás una mascarilla facial que puedes aplicar sobre el rostro para un tratamiento de belleza natural que te aportará hidratación. Deja que la mascarilla se seque antes de retirarla.