Por Jesús Osilia | Promotor turístico y bloguero de viajes.
Hay muchas cosas que me gustan de vivir en Santiago de Chile. Una de ellas es la posibilidad de disfrutar en los meses invernales de un día de nieve a poco más de una hora de distancia en auto desde la ciudad, ya sea en Farellones, en Valle Nevado o en el Cajón del Maipo, o también en Portillo, un centro de esquí ubicado a dos horas de Santiago y muy cerca de la frontera con Argentina.
Y no es precisamente porque yo sea un consumado esquiador (todo lo contrario, es más el tiempo que paso en el suelo que sobre los esquíes), sino porque me gusta disfrutar de la mágica y silenciosa belleza y quietud de los paisajes nevados.
Santiago es una ciudad que si bien ha sabido y conoce de nevadas éstas no se producen con frecuencia. La última gran nevada que cayó sobre la zona central y oriental de la ciudad fue en julio de 2017.
Más recientemente, el 11 de junio de 2018, cayó algo más parecido al granizo que a la nieve, y que cubrió de blanco el centro de Santiago y los jardines del Palacio de la Moneda. Los meteorólogos lo describieron como graupel, un extraño tipo de precipitación que se encuentra en medio del copo de nieve y el granizo; un granizo blando o nieve granulada, por describirlo de algún modo. Anteriormente, en agosto de 2011, cayó aguanieve y en agosto de 2007 cayó nieve sobre la ciudad.
Como podrás ver, tales eventos son poco frecuentes en la capital y cuando ocurren sorprenden a propios y extraños. Afortunadamente cae nieve sobre las montañas cercanas y podemos disfrutar de una hermosa vista desde la ciudad, o mejor aun, subir con la familia o amigos y disfrutar de un día en la nieve en la montaña.
Cerca de Santiago
Los santiaguinos de más edad recuerdan cuando la nieve era una constante sobre las montañas que se levantan al oriente de la ciudad –el cerro Ramón o serranía de Ramón, un sistema precordillerano de escasa extensión que avanza paralelo a la cordillera de Los Andes–. Siempre había nieve sobre ellas, incluso en verano. Ahora solo podemos disfrutarla durante el invierno.
Chile posee las mejores pistas de esquí de Latinoamérica, y cada temporada atraen a miles de turistas que suben a los centros invernales para esquiar y hacer snowboard, o simplemente para conocer y lanzarse bolas de nieve o deslizarse pendiente abajo sobre un trineo de plástico.
Por la vía de Farellones
Entre los centros de esquí más concurridos cerca de Santiago se encuentran La Parva, El Colorado y Valle Nevado, situados a poco más de 35 kilómetros de la ciudad, por la ruta G-21 (camino a Farellones). En ellos hay hoteles, departamentos y cabañas para arrendar, también cafés y restaurantes, y no solo dentro de los centros invernales sino también muy cerca de ellos, en Farellones.
Para subir puede optar por llevar su propio vehículo, recordando que los fines de semana se establecen horarios de apertura y cierre de la ruta (solo para subir o para bajar) y que es necesario llevar siempre cadenas para las llantas. En determinado punto del camino se hace obligatorio el uso de las cadenas y hay carabineros vigilando que la norma se cumpla.
Hay muchas operadoras turísticas que ofrecen un full day a la nieve. Si contrata un paseo con alguna de ellas lo usual es que se fije una hora y punto de reunión para la salida y regreso.
Y si no tiene ropa adecuada para la nieve o equipo para esquiar no se preocupe. Poco después de iniciar el camino a Farellones y Valle Nevado verá letreros que indican los lugares en donde podrá alquilar equipos para pasar un día en la nieve botas, pantalones térmicos, parkas o chaquetas, esquíes, trineos plásticos para deslizarse, entre otras cosas. También los encontrará en distintos hoteles y otros comercios de Farellones y Valle Nevado.
Por el Cajón del Maipo
Otro de los lugares cercanos a Santiago y muy concurrido durante el invierno es el Cajón del Maipo. Entrar y recorrerlo a todo lo largo es un regocijo para los sentidos, y hay muchas opciones para disfrutar de paseos a la nieve durante el invierno.
Tal vez la principal sea el embalse El Yeso, principal fuente de abastecimiento de agua potable para la ciudad de Santiago. Es un lugar con una vista espectacular, especialmente durante el invierno. Pero también está el centro de esquí Lagunillas, no tan grande como los de Valle Nevado y El Colorado, pero tiene buenas pistas y andariveles.
Otra vía dentro de el Cajón del Maipo lleva al Centro Termal Baños Morales y al Monumento Natural El Morado, en donde un sendero para excursionistas permite llegar caminando al glaciar San Francisco, a ocho kilómetros de distancia. Más adelante en el camino surge la inmensa y nevada mole del volcán San José.
La carretera continúa unos pocos kilómetros más hasta llegar a las Termas de Valle Colina, pero en invierno es bastante complicado pasar por la cantidad de nieve que se acumula en el camino.
El camino hacia el Cajón del Maipo comienza en donde se juntan las avenidas Eyzaguirre y Camilo Henríquez, en la comuna de Puente Alto. Técnicamente es denominada Ruta G-25. La carretera es sinuosa y algo estrecha, pero está pavimentada y en buenas condiciones.
La oferta de hoteles, hostales, bed & breakfast y cabañas a lo largo de esta ruta es tan amplia como variada; los hay para todos los gustos y bolsillos, desde opciones básicas de habitaciones con baños compartidos hasta refinados hoteles boutique. También hay restaurantes y pequeños locales de ventas de comida a lo largo de la carretera.
Muchos operadores turísticos, organizan paseos al Cajón del Maipo y al embalse El Yeso. Si quieres saber más de ésta ruta y cómo llegar te invito a leer otra entrada publicada en el blog: Un paseo al Cajón del Maipo.
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