12+1 lugares que ver en Palermo, Sicilia (con mapa)
Si buscas historia, mezcla de culturas, carácter mediterráneo, buena comida y no te asustan el caos, el ruido y, por qué no decirlo, la falta de limpieza, Palermo te va a enamorar como a nosotros. Los estilos bizantino, árabe, normando y barroco que se mezclan en sus edificios, el bullicio de sus mercados callejeros que parecen trasladados directamente del norte de África, museos que cuentan la historia de toda Sicilia, jardines y claustros que se convierten en rincones inesperados de paz… Hay muchísimo que ver en Palermo.

Te guiamos por los imprescindibles de la ciudad entre Patrimonio UNESCO, joyas algo menos conocidas y hasta un sitio muy macabro, sin olvidar uno de los escenarios más conocidos de la saga de El Padrino. Vente a conocer nuestros 12+1 lugares que ver en Palermo.
¿12+1? Sí, te lo explicamos al final…
Saltaconmiconsejo
Palermo es solo uno de nuestros lugares que ver en Sicilia, no te pierdas los demás. Y, entre las visitas, no te olvides de pastelerías, restaurantes y puestos callejeros: lee dónde comer en Palermo.
1. El Palacio de los Normandos y la Capilla Palatina: lo primero que ver en Palermo
Si hay un sitio que tienes que visitar en Palermo, y casi diríamos que en toda Sicilia, es el Palacio de los Normandos. Un palacio levantado por los árabes en el siglo IX, transformado en residencia real por los normandos en el XII y que ha seguido evolucionando a lo largo de los siglos. Hoy es la sede del Parlamento siciliano.


Las influencias árabes, normandas y bizantinas forman un cocktail único. Uno que te va a volar la cabeza, sobre todo en la Capilla Palatina. Mosaicos bizantinos dorados de escenas bíblicas, techo de madera tallada con motivos árabes, suelo de mármol… Los mosaicos de la sala del rey Roger II, en los apartamentos reales, tampoco son para menos. Eso sí, solo se visitan cuando no hay sesiones en el parlamento. En su web tienes horarios y precios.
2. La Catedral de Palermo
Seguimos con los superclásicos, los que puedes adivinar aunque no hayas estado en la capital siciliana. Y es que ¿cómo no iba a estar la catedral entre nuestros lugares que ver en Palermo? Puedes llamarla simplemente Duomo, porque acordarte de su nombre oficial es más complicado: Basilica Cattedrale Metropolitana Primaziale della Santa Vergine Maria Assunta…


Es otro de los monumentos árabes-normandos parte del Patrimonio UNESCO de Palermo, como el Palacio de los Normandos, aunque aquí se note más el paso del tiempo: el interior es neoclásico. El exterior, terrazas con vistas incluidas, seguramente te impresione más. Eso sí, dentro conserva alguna joya, como la escultura de la Virgen con el Niño de Francesco Laurana o las tumbas reales e imperiales de pórfido, entre ellas las de Roger II y de Federico II de Hohenstaufen. También está la capilla de Santa Rosalía, con la urna relicario de la veneradísima santa patrona de Palermo, la “santuzza”. Aquí tienes horarios y precios de la catedral, la entrada es gratuita pero hay varias zonas de pago.
3. La Via Vittorio Emanuele, los Quattro Canti y la Via Maqueda
No hay paseo que se precie por Palermo que no incluya unas cuantas idas y venidas por la Via Vittorio Emanuele, u Cassaru para los palermitanos –del árabe Al qasr, el castillo–. Es la calle más antigua de Palermo: mucho antes de los árabes, ya los fenicios la recorrían cruzando la ciudad para ir desde el puerto hasta la necrópolis. Hoy, está llena de grandes palacios y negocios. Entre ellos la heladería Cappadonia Gelati y el restaurante Buatta Cocina Popolana, dos de nuestros sitios aconsejados donde comer en Palermo.


La Via Maqueda también la mencionamos en ese artículo: hay muchos sitios de comida rápida para chuparse los dedos. Pero también la Fontana Pretoria, la fuente más famosa de la ciudad, que en su día llamaron “fuente de la vergüenza” –sus personajes están desnudos y la fuente está frente al Monasterio de Santa Catalina donde vivían las monjas de clausura–.


En el cruce con la Via Vittorio Emanuele están los Quattro Canti, esas cuatro esquinas decoradas en época barroca con las fuentes de las cuatro estaciones.
4. El Monasterio de Santa Catalina
Seguimos con nuestros lugares imprescindibles que ver en Palermo con la iglesia y el monasterio de Santa Catalina. La iglesia, con sus mármoles taraceados, sus frescos y sus esculturas, es una de las joyas barrocas de la ciudad. Y el antiguo convento dominico, monasterio de clausura para mujeres nobles cerrado en 2014, está lleno de sorpresas.


Puedes visitar sus celdas, claustros, las terrazas con vistas panorámicas al casco histórico de Palermo… aunque la mayor obra de arte, con perdón, es ¡el cannolo de su pastelería conventual que rellenan al momento! Si solo quieres ir a la pastelería, I Segreti del Chiostro, la entrada está junto a la Fontana Pretoria. La entrada para visitar el complejo está en la Piazza Bellini. En la web del convento tienes sus precios y horarios. Forma parte del Circuito del Sacro, al comprar la entrada para cualquiera de estos edificios religiosos, tendrás descuento en los demás.
5. La Martorana y la Iglesia de San Cataldo
Al otro lado de la Piazza Bellini hay otros dos monumentos que forman parte del Circuito del Sacro. Los dos, monumentos árabes-normandos parte del Patrimonio UNESCO de Palermo.


Uno es la Martorana, oficialmente Chiesa di Santa Maria dell’Ammiraglio. La gran joya normanda de Palermo, junto a la Capilla Palatina. La reconocerás por su campanario, original de la época normanda. En el interior te esperan sus mosaicos bizantinos, a nosotros nos mantuvieron entretenidos un buen rato.


El otro es la Iglesia de San Cataldo, que ha conservado su estructura original y los mosaicos en mármol del suelo.
Según la época en la que vayas, te encontrarás en la plaza con puestos de frutta di Martorana. Te contamos qué es y su curioso origen en nuestro artículo sobre lugares donde comer en Palermo.
6. La Iglesia de San Juan de los Eremitas
Otro monumento más para la “colección UNESCO”: la Iglesia de San Juan de los Eremitas. También normanda. También del siglo XII. Aunque menos visitada que las anteriores. Es uno de nuestros rincones favoritos de la ciudad, así que no queríamos dejar de incluirla en nuestros lugares que visitar en Palermo.


Más allá de la iglesia, los restos del antiguo claustro del convento benedictino, con sus dobles columnas, su cisterna árabe y su jardín, son un oasis de tranquilidad en medio de la que probablemente sea una de las ciudades más caóticas de Europa. Y lo decimos con cariño, que nos encanta la capital siciliana. En la web de Turismo de Palermo tienes los horarios y precios de la iglesia.
7. Los mercados de Palermo: Ballarò, Capo y Vucciria
¿Qué sería de Palermo sin sus mercados históricos? Un concentrado de olores, colores, sabores y griterío. Las “llamadas” de los vendedores ambulantes tienen hasta su nombre en dialecto palermitano: abbanniata. Entre puestos, banquetas y carpas de colores, te sentirás como en un zoco árabe. Pez espada, canela, un zumo de naranja, un trozo de caciocavallo, un sfincione, una arancina… ¿qué te llevarás? Los mercados están abiertos todos los días, mañana y tarde –el de Ballarò tiene puestos cerrados el domingo por la tarde– y puedes visitarlos todos con un un tour guiado en castellano para conocerlos mejor y probar sus delicias.


El mercado al aire libre más antiguo –tiene orígenes árabes– y más grande de Palermo es el de Ballarò. Además, entre tanta locura, te encontrarás con otra locura muy diferente, barroca: la Chiesa del Gesù.


El Mercato del Capo era, en su origen, de carne: en esta zona había un matadero. Ahora hay pescado, fruta, verdura y un poco de todo, aunque sigue habiendo muchas carnezzerie –la palabra local para carnicerías, de origen español– con la carne colgada en las calles. Entre puesto y puesto, no te pierdas el arte callejero del barrio, incluyendo el famoso Muro della Legalità, dedicado a las personas que han luchado contra la mafia. Si quieres saber más, reserva el tour de la mafia en Palermo.


La Vucciria es el otro gran mercado histórico de Palermo, en su origen también de carne: vucciria viene de boucherie, carnicería en francés. También se convirtió en sinónimo de griterío, por eso del mercado. Ahora hay de todo.
8. Los oratorios de Santo Domingo, Santa Cita y San Lorenzo
Volvemos al arte religioso y al Circuito Sacro. Dentro de este circuito, y del más reducido llamado Tesori della Loggia, están tres antiguos oratorios que nos dejaron patidifusos.


El primero que visitamos fue también el más impresionante, el Oratorio del Santissimo Rosario in San Domenico, con la Virgen del Rosario de Van Dyck y esos estucos barrocos de Giacomo Serpotta que, entre querubines, personajes alegóricos y relieves varios tienen peligro de stendhalazo.


En Santa Cita, cuarto y mitad de lo mismo, con más putti, más estatuas y, además, una representación de la batalla de Lepanto, también en estuco obra del mismo Serpotta. En el último, el de San Lorenzo, junto a la Basílica de San Francisco de Asís, hay más estucos de Serpotta, pero te aseguramos que no te vas a cansar. También te encontrarás con obras de arte contemporáneo y una copia de la Natividad de Caravaggio, que estuvo aquí hasta 1969 cuando fue robada por la mafia. No se volvió a saber nada de ella. Si quieres saber más, apúntate a la visita guiada por los oratorios de Serpotta.
Rincón Salta Conmigo
Entre el Oratorio de Santo Domingo y el de Santa Cita está la Iglesia de Santa Maria in Valverde. Otra joya barroca mucho menos conocida.
9. La Galería Regional de Sicilia Abatellis
Nosotros somos muy de museos, así que entre las visitas imprescindibles de Palermo también incluimos dos –nosotros vimos más, no te quejes–. El primero es la Galería Regional de Sicilia, ubicada en el Palacio Abatellis, un palacio del siglo XV de estilo entre tardo gótico y renacentista, aunque no visites el museo, puedes echarle un ojo al patio.


Las obras de la colección también son de esa época. Te mencionamos cuatro que no puedes perderte:
- El Triunfo de la Muerte, un fresco tardogótico que justifica él solo una visita al museo;
- El Busto de Eleonora de Aragona, obra maestra del escultor renacentista Francesco Laurana;
- La Annunziata, una pequeña tabla del gran pintor siciliano renacentista Antonello da Messina;
- El Tríptico de Malvagna, del maestro flamenco Jan Gossaert.
10. El Museo Arqueológico Regional de Sicilia
El otro museo que hay que visitar en Palermo en nuestra modestísima opinión es el Museo Arqueológico Regional de Sicilia Antonio Salinas. Ubicado en un convento del siglo XVII, las salas rodean su antiguo claustro. Aunque no todas están abiertas –la segunda planta lleva cerrada mucho tiempo–, la parte que se expone de su enorme colección que abarca desde la prehistoria hasta la época romana merece, y mucho, una visita.


Hay artefactos de las culturas fenicia, púnica, griega… de cerámicas a bronces, pasando por monedas. Pero aquí se viene a ver los canalones con forma de leones del Templo de la Victoria de Imera y las esculturas de las excavaciones de Selinunte, sobre todo las metopas, los paneles esculpidos que ocupaban los frisos de los templos. Hasta puedes ponerte unas gafas 3D para viajar a la Selinunte griega.
11. El Teatro Massimo
Uno de los iconos de Palermo es el Teatro Massimo Vittorio Emanuele, Teatro Massimo “para los amigos”. Es el teatro lírico más grande de Italia y el tercero de Europa, después de la Ópera Garnier de París y de la Ópera Estatal de Viena. Hay visitas guiadas todos los días en italiano e inglés, tienes los horarios y precios en su web. Por supuesto, también puedes consultar la programación: hay ópera, ballet, conciertos…


A lo mejor puedes disfrutar de una Cavalleria Rusticana en el sitio en el que lo hizo el mismísimo Michael Corleone –Al Pacino–, justo antes de que llegara el clímax de El Padrino: Parte III. Creemos que no hay spoiler posible para una peli de 1990, ya sabrás que la hija de Michael, Mary –Sofia Coppola–, murió de un disparo destinado a él frente al teatro. El grito de desesperación de Michael es historia del cine.
12. Las Catacumbas de los Capuchinos de Palermo
Si te va lo macabro, tenemos una última recomendación para ti, uno de nuestros favoritos –porque a nosotros sí nos va lo macabro– de nuestra lista de lugares que ver en Palermo. Hablamos de las Catacumbas de los Capuchinos.
Bajo el monasterio de los frailes capuchinos, del siglo XVI, hay unos ¡8.000 cuerpos momificados! Lo más alucinante es que, gracias al clima seco y a las técnicas de momificación que utilizaron los monjes, algunos de los cuerpos están conservados tan bien que parece que van a ponerse a hablar de un momento a otro… Religiosos, nobles y ciudadanos comunes, vestidos con sus ropas originales y organizados por género, profesión y estatus. Eso sí, ninguno como Rosalia Lombardo, una niña de dos años perfectamente conservada desde 1920. Un sitio no apto para gente sensible. Ah, no se pueden hacer fotos, por eso no tenemos ninguna. Si quieres saber más, puedes apuntarte a un tour en castellano por las catacumbas.
+1. La catedral de Monreale
Nuestro sitio 12+1 que visitar en Palermo, es un “+1” no porque seamos supersticiosos y no queramos poner “13”, sino porque este sitio no está en Palermo, sino en la vecina Monreale. Eso sí, nos hemos permitido incluirlo en la lista porque está a media hora en autobús urbano del centro –también puedes ir con un tour por libre, solo el transporte, pero cuesta casi ¡10 veces más que el billete urbano!–.


Hablamos de la catedral de Monreale, otro de los monumentos árabes-normandos parte del Patrimonio UNESCO de Palermo y alrededores, del siglo XII. Nuestro favorito, incluso por encima de la Capilla Palatina o, por lo menos, al mismo nivel, ¡la competencia es muy dura! Y es que esa mezcla de estilos bizantino, árabe y románico es… Uno de los ciclos de mosaicos más espectaculares del mundo –con 6.000 metros cuadrados de imágenes bíblicas–, suelos de piedra con otros mosaicos casi igual de increíbles, el claustro con sus 228 columnas historiadas e influencias islámicas, las vistas desde las terrazas…
Mapa con los lugares que ver en Palermo
Aquí tienes nuestro clásico mapa de lugares que ver en Palermo. Menos a Monreale –que no incluimos en el mapa–, puedes llegar a todos andando. Va a ser mucho paseo, pero para esos están los cannoli, para coger fuerzas.
Dónde dormir en Palermo: el Hibrido Hotel
Si buscas un hotel céntrico, pero también cercano a la estación de trenes –nosotros nos movimos en transporte público por Sicilia–, te aconsejamos el Hibrido Hotel. Habitaciones muy nuevas, bien insonorizadas –fundamental en el centro de la capital siciliana– y muy cerca del mercado de Ballarò y del resto de lugares que visitar en Palermo. Si no te convence o no encuentras sitio, echa un vistazo a otros hoteles en Palermo.


Palermo es una ciudad para disfrutar, ahora lo tienes claro, ¿no?
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