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Mota del Cuervo, tierra de molinos

Cuando los viejos molinos de viento de Mota del Cuervo mueven sus aspas, lo hacen mirando al dilatado horizonte de la llanura manchega. No por nada le llaman el balcón de La Mancha a este singular tesoro conquense situado a escasos kilómetros de Belmonte y su prodigioso castillo medieval.

Un escenario que representa como pocos el ideario de paisajes y pueblos cervantinos los cuales no cabe duda hubieran podido inspirar al mayor genio de las letras españolas.

Desde la plaza y sus callejones, entre alfarerías y escudos blasonados que adornan con señorío las sobrias fachadas de este pueblo, es posible imaginar a Don Quijote galopando para cercenar la vida de aquellos a quienes creía malvados gigantes. Son cosas de la literatura. Y de un lugar de La Mancha llamado Mota del Cuervo.

Molino de viento en Mota del Cuervo (Guía para una escapada con los lugares imprescindibles que ver en Mota del Cuervo)

Los molinos de viento, la casa de la Tercia, el barrio de las cantarerías, un interesante museo de alfarería y una laguna de agua salada en las proximidades que atrae a flamencos y otras aves acuáticas son algunas de las cosas que ver en Mota del Cuervo durante una visita a la localidad más quijotesca de la provincia de Cuenca. 

Mota del Cuervo, parada imprescindible en la Ruta del Quijote y de los molinos de viento de La Mancha

Los niños de Mota del Cuervo nacen con “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” debajo del brazo. No cabe duda de que la novela de Cervantes tiene un peso esencial en los moteños y moteñas, quienes incluso entran en tesituras, en ocasiones fundamentadas con la mejor intención, sobre si sería posible que el lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiso acordarse su autor fuese fuese precisamente Mota.

Y me pregunto. ¿Por qué no? La única información que nos proporciona Don Miguel, quien durante su época manchega se pasó recaudando impuestos y tuvo tiempo de conocer infinidad de pueblos, no desea desvelar (y lo hace adrede) el que podría ser cualquier pueblo de esta región. Y quizás no fuese Mota del Cuervo o ninguno de los que se postulan para ello y llevan décadas o más bien siglos en liza dialéctica por este hecho que, por supuesto, tiene cierto tirón mediático (Argamasilla de Alba o Villanueva de los Infantes, también Alcázar de San Juan son candidatos en numerosas teorías). ¿Y qué más da?

Estatua de Don Quijote en la Sierra de los molinos de Mota del Cuervo

Lo que sí parece evidente es que este enclave situado en el corazón de Castilla-La Mancha, el cual fue durante siglos un importante cruce de caminos que unía las ciudades de Madrid y Toledo con el Levante, así como de la ciudad de Cuenca con el sur, constituye el perfecto ensamblaje del imaginario colectivo sobre los lugares, paisajes y costumbres que transmitió Cervantes en su obra.

Se destapa como un tópico viviente de lo manchego y lo quijotesco. Y eso es algo que se aprecia en múltiples rincones del que se trata de uno de los rincones esenciales de la ruta (o las rutas) de Don Quijote. También permanece alzado en el podio de la ruta de los molinos de viento de La Mancha, siendo el tercero en número de aparatos (sólo después de Consuegra y Campo de Criptana) de toda la región.

Mujeres vestidas de molineras de época en los molinos de viento de Mota del Cuervo (Castilla-La Mancha)

Una excursión de un día que se puede combinar con otros enclaves de interés.

Mota del Cuervo me parece una excursión interesante y entretenida a poco más de una hora y media desde Madrid en coche (a 150 km). Duración similar, o incluso menor, a la que pueda haber con Cuenca, Albacete o la ciudad de Toledo.

Y, aunque en su término hay donde detenerse a observar, existe la posibilidad de combinar la visita con otras localidades próximas (y también quijotescas) como Belmonte (17 km), El Toboso (14 km), Campo de Criptana (28 km) o Alcázar de San Juan (37 km).

Mapa de situación de Mota del Cuervo (Cuenca, Castilla-La Mancha)

¿Qué ver en Mota del Cuervo? Visitas imprescindibles que hacer en “El balcón de La Mancha”

Para una visita de aproximadamente medio día o un día completo hay una serie de lugares recomendables de Mota del Cuervo que no deberíamos perdernos para hacernos, al menos, a la idea de lo que este pueblo conquense puede ofrecer, que no es poco.

La sierra de los molinos

Si se cuenta con un tiempo un tanto escaso para visitar Mota del Cuervo y es preciso escoger un único lugar quizás lo más conveniente sea subir directamente a la conocida como Sierra de los molinos.

No tiene pérdida, basta con mirar al horizonte y localizar el punto más alto. Allí se halla una encomiable postal quijotesca con nada menos que siete molinos de viento y unas vistas prodigiosas de la llanura manchega.

La razón del apelativo por al que Mota del Cuervo se le dice “balcón de La Mancha” se explica a la perfección en este lugar de gigantes con brazos aspados y paredes blancas que conjugan a la perfección con esos cielos azules y rasos con los que suelen obsequiar las tierras manchegas buena parte del año. Y que esconde unos amaneceres y atardeceres dignos de los mejores versos del Siglo de Oro.

Molinos de viento de Mota del Cuervo (Cuenca, Castilla-La Mancha)

Diversos estudios demuestran que en esta serrezuela pudo haber un total de veintitrés molinos de viento. Un superviviente de antiguo es el solitario y conocido como “El zurdo”, llamado así puesto que sus aspas giran al revés de los otros seis que se sitúan al otro lado de la carretera de subida junto a un amplio aparcamiento.

Y que fueron reconstruidos en los años sesenta sobre las estructuras anteriores (gestionados además por la Asociación de Amigos de los Molinos). En el molino apodado “El Gigante” se halla la oficina de turismo, en el cual los sábados por la mañana, cuando el tiempo lo permite, se pone en marcha su compleja maquinaria para celebrar una molienda como las de antaño.

Toda una experiencia donde poder ser testigos de este proceso que arranca con la lectura de la dirección del viento con el objeto de posicionar las aspas correctamente y vestirlas con unas telas o lienzos, los cuales permiten que el movimiento se acelere.

Arriba del todo, en la tercera planta del molino, se procede a la suelta del grano, el cual va cayendo ya molido para después, utilizando un filtro, se le convierta en harina.  Un proceso similar al de los molinos de viento en tiempos de Cervantes. Merece  la pena.

Molineras en Mota del Cuervo (Cuenta - Ruta de los molinos de viento en La Mancha)

Además de “El zurdo” y “El Gigante” están “El Cervantes”, “El Goethe”, “El Piqueras”, “El Franz Grillparzer” y “El Irak”. Visitables junto a “El Gigante” serían precisamente “El Goethe” donde se muestra la mejor artesanía local, así como “El Piqueras”, el cual dispone de un pequeño museo manchego.

Museo en uno de los molinos de Mota del Cuervo

INFORMACIÓN PRÁCTICA PARA VISITAR LA SIERRA DE LOS MOLINOS DE MOTA DEL CUERVO

El acceso a la sierra de los molinos es completamente libre. Los horarios de la oficina de turismo en el molino “El Gigante” son los siguientes:  De abril a septiembre  de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 de martes a sábado, mientras que de octubre a marzo lo hace a las 18:00.

Los domingos sólo abre de mañanas y los lunes permanece cerrada. por mañanas, mientras que los lunes cierra todo el día. La visita los sábados de molienda cuesta 1,50€ (de 10:00 a 13:30), aunque los menores de 10 años no tienen que pagar.

El pozo de nieve

A mitad de camino entre los molinos y la base de la sierra se conserva uno de los pocos neveros que sobreviven en la Península Ibérica. Se desconoce la fecha en que fue levantado esta cúpula semicircular encalada que oculta un vasto depósito de almacenaje, pero es seguro que cuenta con varios siglos de antigüedad.

El pozo de nieve moteño responde a la necesidad de acumular la nieve del invierno para poder ser utilizada durante todo el año, ya sea para la conservación de los alimentos, enfriar estancias o para tratar ciertas enfermedades.

Pozo de nieve de Mota del Cuervo (Cuenca, Castilla-La Mancha)

El casco viejo de Mota del Cuervo.

Casas solariegas.

Que la carretera atraviese parte del pueblo sin revelar casi ningún secreto de lo que deparan sus calles puede llevar a cierto equívoco en cuanto a las expectativas que ofrece Mota del Cuervo, que tiene mucho más que ver y que recorrer que la ya mencionada sierra donde se ubican los molinos. Requiere olvidarse del vehículo particular y perderse un poco por su el entramado urbano.

Su casco histórico se reencuentra entre calles y diversas plazas donde se dejan ver algunas casas solariegas de los siglos XVI, XVII y XVIII. Una de las más especiales se ubica en el número 8 de la calle Mayor Baja (esquina con la calle Hospital) y es la de Diego Chico de Guzmán y Figueroa, primer miembro de los Condes de Campillos.

A poca distancia, en el número 20 en un edificio ya renovado se puede divisar el escudo episcopal que corresponde a la que fuera la casa de Fray Alfonso Cano, moteño ilustre que además de obispo de Segorbe se encargó de la liberación o redención de miles de cautivos que habían secuestrados y esclavizados en Argel. Son muchas, en realidad, las casas nobles de las que presume la localidad conquense.

Casa de Diego Chico de Guzmán y Figueroa en Mota del Cuervo

Donde se juntan la calle de la Iglesia y la de Manjavacas se puede ver un escudo inquisitorial, aunque datado en 1438, cuando el Santo Oficio no había nacido como tal. Se cree que pudo haber un error en la restauración del edificio donde se modificara la fecha, ya que la bula concedida a los Reyes Católicos para poder crear dicha institución fue en el año 1478.

Las plazas de Mota del Cuervo.

La Plaza Mayor representa el corazón acogedor y alegre de Mota del Cuervo, destinada no sólo para acoger el edificio del ayuntamiento o los juzgados sino para conformar uno de los puntos de encuentro básicos de los moteños en el día a día así como, por supuesto, en sus festejos populares.

El actual edificio municipal, así como la torre del reloj adherido al mismo serían parte de un antiguo conjunto de iglesia y monasterio de la orden franciscana. De hecho el Salón de la Alcaldía conserva una hermosa cúpula policromada del siglo XVIII.

Plaza Mayor de Mota del Cuervo (Castilla-La Mancha)

No menos importante en Mota del Cuervo resulta la Plaza Cervantes (denominada de tal modo desde 1922), a veces más reconocida por otros nombres con los que parece sencillo definir su origen.

Era la antigua Plaza del Mercado. También Plaza del Toril o del Coso, puesto que su función fue también esa, la de albergar espectáculos taurinos desde, al menos, el siglo XVI, para los que se contaba incluso bula papal para dicho uso durante la celebración de San Miguel.

Aunque el uso para el que tuvo mayor continuidad consistió en ser centro de comercio de ganado, ropa, alimentos y útiles, razón la cual acudían al lugar no sólo los propios locales sino además gentes venidas de otros pueblos de alrededor.

La tercera plaza en discordia sería la de la Tercia, donde se percibe un mayor anclaje a los tiempos de la España del Siglo de Oro. En este lugar se encuentra el edificio de piedra de la denominada Tercia Real, un aparato de la Corona de Castilla donde se institucionalizaba la recaudación de impuestos reales (alcabala) así como almacenamiento del porcentaje de grano que correspondiera.

Y de ahí que aparezca la recurrente figura de Miguel de Cervantes, quien tuvo el duradero oficio de alcabalero real permaneciendo una larga temporada en tierras manchegas. Profesión, la de recaudador de impuestos, que le granjeó no pocos enemigos y algunos problemas con la justicia.

Casa La Tercia en Mota del Cuervo

El edificio, utilizado para toda clase de eventos de cariz cultural, muestra el escudo de Fernando el Católico y una fecha, 1515, en la que ejercía de regente de su hija la Reina Juana, ya recluida en Tordesillas hasta el final de su vida.

La iglesia de San Miguel Arcángel y otros monumentos.

En cuanto a Patrimonio religioso, conviene destacar la iglesia de San Miguel Arcángel levantada entre los siglos XVI y XVII con elementos que demuestran la influencia de la Orden de Santiago en este territorio .

Dos frentes renacentistas (el de la cara norte tiene más enjundia) dan acceso a este monumento sencillo pero que atesora importantes tallas y objetos de ofrebrería para uso eclesiástico. La ermita de San Sebastián (siglo XVI) también posee cierto interés así como el antiguo convento trinitario (El Verdinal).

Iglesia de San Miguel Arcángel en Mota del Cuervo

El antiguo Hospital de los Pobres (en la calle Hospital 25º) es otro edificio de valor histórico que ya se usaba en tiempos de Cervantes. Fue ordenado construir por la Orden de Santiago pero en la actualidad se utiliza como almacén municipal. Conserva una pequeña capilla con un fresco del Cristo crucificado en un estado de conservación realmente preocupante. Y que no se puede visitar.

Barrio de las cantarerías y las alfareras.

Buscando la Plaza de la Cruz Verde, nombre que apela a la Inquisición, justo en el nordeste del centro histórico se alcanza el barrio de las cantarerías. Un segmento del municipio cuyo origen, al parecer, es mudéjar y donde desde antiguo se dedicaron a la creación y venta de cántaros y otras piezas de alfarería.

Un oficio de gran notoriedad en Mota y que recaería, sobre todo, en las mujeres, las cantareras. Ellas se encargaban de la elaboración propiamente dicha, mientras que los hombres se dedicaban a obtener el barro de los barreros, transportarlo, preparar los hornos, cocer los objetos y venderlos. Y todo en sus propias viviendas, ya que las cantareras de Mota del Cuervo no disponían de alfar.

El barrio se desliza desde Plaza de la Cruz Verde, su centro, donde se se puede ver una obra escultórica con una cantarera preparando un cántaro. En dicha plaza sobrevive el conocido como Horno alfarero de la Cruz Verde (antiguo horno de La Conce), el único existente en Mota en la actualidad (en 1752 se documentó que más de cincuenta y seis familias pertenecían a este gremio, mientras que en los años treinta sólo había siete). Es propiedad del Ayuntamiento y aún realiza la cocción tradicional de varias piezas una vez al año, a finales de agosto.

Museo de la alfarería

En la Plaza de la Cruz Verde, junto al viejo horno, se puede visitar el Museo de la alfarería, y conocer con más detalle la importancia de la actividad cerámica de Mota del Cuervo y esa singularidad femenina en la elaboración de los distintos objetos modelados en barro.

Este museo abre de martes a sábado de 10:00 a 13:30 horas y de 16:00 a 19:30 horas. Los domingos se puede visitar sólo en horario de mañana. Lunes cerrado.

Laguna de Manjavacas

Aún en el término municipal de Mota del Cuervo, aunque a una decena de kilómetros al sur por la carretera CUV-1001, se encuentra la Reserva Natural del Complejo Lagunar de Manjavacas, un lugar de interés paisajístico y, sobre todo, ornitológico, pues estos humedales de enorme valor ecológico atraen la llegada de múltiples especies de aves migratorias.

El complejo cuenta con cuatro lagunas endorreicas de agua salada a la que vienen a posarse flamencos, espátulas y, durante el invierno, grullas provenientes del norte de Europa en su largo viaje al suroeste de la Península Ibérica. Posee una pista que bordea las zonas inundables así como algunos observatorios.

Y, aunque pueda sonar exagerado, los amaneceres y puestas de sol son dignas de las que se pueden contemplar en algunos entornos húmedos de Kenia. La silueta de los flamencos con el cielo coloreado de fuego recrea una visión fascinante. Por lo que en años de abundantes lluvias y las lagunas recojan bastante agua, merece la pena incluirlo en la ruta.

Flamencos en la laguna de Manjavacas (Cuenca)

Además en este entorno natural de gran belleza se encuentra la Ermita de Manjavacas, lugar venerado por moteños y moteñas y donde cada verano durante las fiestas patronales se lleva a cabo “la traída y llevada de la Virgen”.

Es todo un acontecimiento (declarado de interés turístico en 1977) consistente en transportar a hombros a la Virgen y correr desde la ermita a la villa el primer domingo de agosto para dos semanas después hacer lo mismo en sentido contrario. ¡Sin duda la mejor procesión religiosa para quienes les guste salir a correr!

¿Estaba en Manjavacas la venta donde fue armado caballero Don Quijote en la obra de Cervantes?

Manjavacas, la venta del Caballero (Portada del libro)Un estudio de Isabel Sánchez Duque y Francisco Javier Escudero publicado bajo el título “Manjavacas, la venta del caballero” se muestra de manera concienzuda cómo en este lugar pudo estar la venta en la que se basó Miguel de Cervantes para armar caballero a Don Quijote de La Mancha.

Se reconstruye la posible ruta “real” bajo criterios nada literarios para demostrar que aquí se hallaba (hoy son sólo restos muy desgastados) este estratégico enclave situado en pleno camino de Toledo a Valencia.

Aunque para muchos sería la Venta Borondo en Campo de Calatrava una de las candidatas a ser ese castillo imaginario que veía el ingenioso hidalgo. Otro misterio añadido al de ser “un lugar de La Mancha” de cuyo nombre Cervantes no quiso acordarse a propósito.

¿Dónde comer bien en Mota del Cuervo?

  • Chicote Cocktail Restaurant (C/ Isabel de Castilla, 4. Tel: tel: 636 04 06 53): Buen producto, innovación en la carta, instalaciones, atención. Probablemente el mejor restaurante de Mota del Cuervo.
  • Restaurante El Chuletero (Camino real alto, 45. Tel: 967 18 21 00): Un clásico muy apto para comensales carnívoros y amantes de la cocina tradicional. Con menús del día a precios muy competitivos.
  • La tasca (Calle del Coso, 2. Tel: 670 88 98 08): Sin más pretensiones que ser partícipe de buenos momentos en Mota del Cuervo. Comida rápida pero no por ello menos rica y, si no, sólo hay que pedir sus deliciosas hamburguesas.
  • Hotel Mesón de Don Quijote (Calle del Mesón, 2. Tel: 967 18 02 00): Comida tradicional, buenas carnes y raciones abundantes. Uno de los lugares más conocidos y concurridos de Mota del Cuervo.

¿Y para dormir?

Mota del Cuervo no dispone apenas de hoteles (sí de casas rurales y apartamentos de alquiler) y muchos de sus visitantes prefieren hospedarse en el vecino Belmonte. De todos los alojamientos moteños quizás el más destacado sea el ya mencionado Hotel Mesón de Don Quijote, donde además de llevar muchos años dando de comer a lugareños y visitantes, ofrece habitaciones espaciosas aunque no demasiado modernas. Lo más destacado, probablemente, sea su piscina cubierta.

¿Qué ver y hacer en los alrededores de Mota del Cuervo?

¿Qué lugares visitar cerca de Mota del Cuervo?

  • El Toboso (14 km), parte esencial de la Ruta de Don Quijote donde se encuentra “la Casa de Dulcinea” en un pueblo con cierto encanto donde además sus bares ponen unas tapas para chuparse los dedos.

La casa de Dulcinea en El Toboso (Toledo) - Ruta de Don Quijote de La Mancha

Castillo de Belmonte en la provincia de Cuenca

  • Las Pedroñeras (19 km), la capital del ajo morado dispone además de una Feria internacional relacionada con su producto más emblemático, diversos lugares que representan la arquitectura popular más tradicional de La Mancha. Antes de llegar conviene detenerse en El Pedernoso y observar sus fachadas solariegas. Destaca, de todas ellas, la casa-palacio de Las Labranzas, cuyo interior reserva un estupendo patio.
  • Campo de Criptana (28 km), la cuna de Sara Montiel tiene su propia Sierra de los molinos. Nada menos cuenta con diez de ellos. Para muchos es el lugar más pintoresco de la Ruta de Don Quijote y siempre se ha dicho que debió ser el lugar que inspiró a Cervantes para escribir la celebérrima escena de los gigantes. También forma parte de la ruta de los molinos de viento de La Mancha.

Molinos de Campo de Criptana (Ruta de Don Quijote en coche)

  • Alcázar de San Juan (37 km), ciudad con un rico patrimonio histórico, un complejo lagunar de gran interés ornitológico y también los característicos molinos de viento manchegos.

No son pocos los lugares donde entretenerse en una escapada de unas pocas horas o de varios días…

Sele junto a uno de los molinos de viento de Mota del Cuervo (Ruta de Don Quijote en coche)

Don Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato?.

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