Eco Pistachos Flor: cultivando pistachos biointegrales con pasión
La historia de Eco Pistachos Flor, una cooperativa que cultiva pistachos ecológicos en España con un proceso totalmente artesanal, nace de la tradición familiar. Fundada por los hermanos Paco, Ignacio y Perfecto, la empresa es el resultado de generaciones dedicadas a la agricultura.
Pistachos ecológicos y biointegrales
Su padre, Ramón Flores, les dejó en herencia las tierras en las que trabajaron desde niños y donde sus antepasados cultivaban viñedos y otros cultivos que ellos siguen cuidando. Fue hace 50 años cuando Ramón plantó un árbol pistachero en el cruce de uno de sus campos, que hoy preside la entrada a la plantación de pistachos 100% ecológicos.
«El concepto ecológico de un producto o cultivo implica al menos la obligatoriedad de no utilizar ni pesticidas químicos ni fertilizantes sintéticos o transgénicos, incluso rotando cultivos aprovechando los nutrientes de la tierra, independientemente si son de regadío o de secano. Nosotros vamos más allá de lo ecológico y podemos demostrar que nuestros pistachos son biointegrales», explican.
La historia de Eco Pistachos Flor nace de la tradición familiar
Sus pistachos se cultivan en un entorno donde se fomenta la biodiversidad a través de la Restauración Forestal Botánica en setos y lindes, utilizando árboles y plantas ornamentales certificados y con Registro Sanitario, como rosales, higueras silvestres, sabinas, almeces y nogales. Un ecosistema diseñado específicamente para rodear los cultivos.
¿Cómo se consigue un pistacho biointegral?
La actividad de Eco Pistachos Flor se concentra en una plantación de unas 50 hectáreas de secano en la comarca de La Manchuela (Albacete). Se trata de un secano extensivo, por lo que la lluvia es el único método de riego. Esto influye positivamente en sabor del pistacho, aumentando sus propiedades organolépticas.
La producción empieza con la plantación del árbol bio. Se consigue a partir de una cornicabra (Pistacia terebinthus) a la que a partir del primer año se le injerta el pistacho (Pistacia Vera) variedad Kerman con portainjertos autóctonos sin modificación genética. Esta variedad, la única posible por norma para un cultivo biointegral, ofrece pistachos de gran tamaño y excelente calidad. Una vez terminado ese proceso se pasa a plantarlo a raíz desnuda, es decir sin maceta, en la parcela correspondiente.
La variedad Kerman ofrece pistachos de gran tamaño y excelente calidad
El pistacho necesita al menos 7.000 horas anuales de frío, lo que se consigue en el secano de La Manchuela. «Para asegurar de que no haya ninguna contaminación cruzada y que el cultivo se desarrolla como se requiere, hacemos tres catas durante el año, para poder analizar y certificar el proceso. Es decir, el proceso ha necesitado de 5 a 6 años para poder alcanzar el fruto perfecto de un cultivo familiar que mima el árbol en todos sus trabajos», explican desde la empresa. De este modo, garantizan con toda seguridad un sabor único y todas las condiciones para un producto sano y natural con las más altas exigencias.
Un sabor único en diferentes formatos
Eco Pistachos Flor dispone actualmente de distintas presentaciones: pistacho natural (con cáscara y sin cáscara) y pistacho tostado bajo en sal (con cáscara y sin cáscara), a granel o envasados en formato de 200 gramos.
Todas ellas cuentan con las máximas garantías de calidad: la certificación ecológica (CAAE), el certificado de Agricultura Biointegral (Arborigen), el sello de International Certification Bio Suisse AG (ICB AG) y la certificación de abono ecológico de SOHISCERT.
Asimismo, Eco Pistachos Flor ofrece la posibilidad de hacer marca blanca para empresas o servir como materia prima para sus preparados.
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