5 lugares que ver en De Haan, Belgica
Seguimos descubriendo Flandes más allá de sus ciudades más conocidas. En esta ocasión nos vamos al mar del Norte, al pueblo de De Haan. Casi tan de cuento como la archiconocida Brujas, aunque con un estilo muy distinto. Uno que nos lleva a principios del siglo XX, al “descubrimiento” del mar como lugar de ocio y a la Belle Époque. Solo por relajarse en sus tranquilas calles o en su paseo marítimo, después de la cantidad de turistas que encontrarás en otras ciudades de Flandes, ya merece la pena la excursión. Pero no es por lo único por lo que te lo recomendamos. Echa un vistazo a nuestros 5 lugares que ver en De Haan y se acabarán todas tus dudas.

Con unas playas kilométricas, seguro que estás pensando que habrá grandes hoteles –vale, es el mar del Norte no el Caribe, pero sigue siendo playa–. Pues no. El centro de De Haan es el único pueblo costero del país sin grandes complejos hoteleros. Se diseñó como zona exclusiva para villas particulares mediante un contrato de arrendamiento con el Estado belga de 90 años para preservar su tranquilidad. Una tranquilidad de la que disfrutó en su momento el mismísimo Albert Einstein, que pasó en De Haan seis meses.
Sigue leyendo, además de los lugares que visitar en De Haan, te contamos dónde está y cómo llegar y te lo ponemos todo en un mapa. Que no se diga que pierdes esa tranquilidad buscando información.
Dónde está y cómo llegar a De Haan
Ya hemos dicho que De Haan es un pueblo costero y que se trata de la costa del mar del Norte. ¿Quieres más detalles? Normal… De Haan está a unos 15 km en línea recta al noroeste de Brujas y a menos de 10 km al noreste de Ostende.


La forma más sencilla de llegar a De Haan es con el tranvía costero, Kusttram, que recorre toda la costa flamenca. Puedes tomarlo en la ciudad de Ostende, como hicimos nosotros o en Blankenberge, donde puedes llegar desde Brujas en tren. Google Maps se conoce el camino.
¿Sabías que…?
La línea del Kusttram, con sus 67 km, es la línea de tranvía más larga del mundo. Además de ser de los pocos tranvías interurbanos que siguen funcionando.
Qué ver en De Haan
El casco urbano de De Haan es bastante pequeño. Incluso parando a descansar y tomar fotos, puedes recorrerlo entero en poco más de dos horas. Eso sí, te vamos a proponer una parada antes de llegar, que De Haan es mucho más grande que su casco urbano.
1. El faro de Guillaume Bijl
Al faro de Guillaume Bijl llegarás bajando en la estación De Haan Vosseslag del Kusttram –dos antes de la estación central, si vas desde Ostende–. Guillaume Bijl es un artista visual de Amberes y su faro es eso: arte. No hablamos de una luz que guíe los barcos en el mar del Norte. Se trata de un trampantojo de faro de casi 14 metros de altura con una plataforma de observación a 10 metros desde la que ver la costa y la playa. Según el autor, simboliza la conexión entre lo cotidiano y lo extraordinario.


Forma parte del proyecto Horizon 2025, que cuenta con más obras, miradores, en la costa belga y en la región de Flandes Occidental.
2. La estación de tranvía de De Haan
Ahora sí, llegamos al centro de De Haan, en la estación de tranvía De Haan Aan Zee. Nada más bajar del tranvía sacarás tu primera foto, y es que la antigua estación se lo merece. Estarás delante del primer edificio de estilo Belle Époque que vas a encontrar en el pueblo y frente a la única estación antigua del Kusttram. Con su estilo anglo-normando, lleva ahí más de un siglo, desde 1902 –la anterior, original de 1886, fue demolida–. Hoy es la oficina de turismo.


3. El barrio de Concessie y sus casitas Belle Époque
El actual centro de De Haan nació a finales del siglo XIX sobre las dunas. Como decíamos, el Estado belga cedió en régimen de concesión 50 hectáreas entre las vías del tranvía y el mar a particulares para que levantasen sus villas. La concesión, que dio nombre al barrio, Concessie, fue por 90 años y las villas tenían que construirse siguiendo unas normas estrictas y según el plan de desarrollo urbano. No había grandes complejos hoteleros y, de hecho, la llegada del turismo a principios del siglo XX provocó ciertas tensiones.


Hoy, sigue tan tranquilo como en su origen, es como entrar en un cuadro. Camina sin prisas y fíjate en las villas de estilo Belle Époque. Desde las de ladrillos blancos de la Rembrandtlaan hasta las más coloridas. Puedes dar una vuelta por todas, y por más puntos que ver en De Haan, siguiendo esta ruta a pie.
Balcones, galerías, fachadas simétricas y jardines te van a entretener en tu paseo por la ciudad. No habrá edificio que no tenga un detalle de decoración que no llame tu atención y no te quieras llevar a casa en una foto de recuerdo.


Te recomendamos tres que no te deberías perder, además del Grand Hotel Belle Vue, que destaca al otro lado de la estación del tranvía. El ayuntamiento –Leopoldlaan, 24–, el primer hotel de lujo con agua caliente corriente. Las villas del arquitecto Valentin Vaerwyck, las de ladrillos blancos de la Rembrandtlaan. Y la Villa Savoyarde –Shakespearelaan, 5–, que, además de ser una joya arquitectónica, tiene una historia muy interesante…
4. La estatua Albert Einstein
La historia de la Villa Savoyarde nos habla de su ocupante más famoso: Albert Einstein. En su huída del nazismo, Einstein y su familia pasaron seis meses en De Haan –de abril a septiembre de 1933– antes de partir hacia Estados Unidos. Y, ¿dónde crees que vivieron? Exactamente, en la Villa Savoyarde.


La ciudad recuerda el paso del famoso físico con una estatua: Einstein sentado tranquilamente en un banco. Tendrás que acercarte a saludarle, aunque ya te decimos que no está junto a la que fue se casa. Está en Prinses Astridlaan, 25B.
5. La playa, el paseo marítimo y sus esculturas
Al igual que sucede con De Haan, que es más que tranquilidad, la playa también tiene sorpresa. Y es que, además de una playa kilométrica del mar del Norte, es un museo de arte contemporáneo al aire libre. Bueno, forma parte de un museo mucho más grande: el Parque escultórico de Beaufort, que se extiende por toda la costa belga.


Sí, además de relajarte mirando el mar, también puedes ver arte. Y no solo las obras de la Triënnale Beaufort, también otras que decoran el paseo marítimo de forma permanente como De l’amour, de la artista de Gante Linde Ergo.
Mapa con los lugares que ver en De Haan
Hemos dicho que es pequeño y que puedes verlo todo en poco más de dos horas, todo, no solo nuestros destacados. Pero para que sea aún más sencillo, aquí está nuestro mapa con los lugares que ver en De Haan.
Dónde dormir
El hecho de que los hoteles no estuvieran bien vistos en el origen de la Concessie, no significa que no hubiera alguno –el actual ayuntamiento, por ejemplo– o que no hayan llegado otros en estos más de cien años –mira los precios de los hoteles de De Haan–. De todas formas, nosotros no dormimos en De Haan. Con lo fácil que es llegar en tranvía desde Ostende, fue allí donde hicimos base para visitar esta parte de Flandes.
Si tú también quieres hacer base en Ostende, te recomendamos el Rosa Hotel, céntrico y muy cerca de la playa –las habitaciones de los pisos superiores tienen vistas al mar–. El personal es muy agradable, incluso hablaban español, el desayuno está bien y hay una fuente de agua en la que llenar tu bidón –que eso, en Bélgica, es una gran ventaja–. Echa un vistazo a sus precios y a los de otros hoteles en Ostende.


Ya tienes ganas de visitar este pueblecito congelado en la Belle Époque de Flandes. De Haan te está esperando… tal vez hasta descubras una nueva teoría de la relatividad mirando al mar del Norte.
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