Castelnaud es un castillo situado en el corazón del valle del Dordoña, escenario de las batallas más famosas de la Guerra de los 100 años acaecidas en el siglo XIV entre franceses e ingleses.
Jardines y huerto de Castelnaud-la-Chapelle
Situado en la bellísima y pintoresca comarca del Périgord, el castillo de Castelnaud-la-Chapelle emerge poderoso e invencible en lo alto de un espolón rocoso desde el cual era amo y señor de sus dominios.
Si semejante introducción no os ha convencido, os aseguro que es uno de los castillos más espectaculares de Francia y además está muy cerca de auténticas maravillas medievales como Sarlat-la-Canéda o pintorescos pueblos junto al río como Roque-le-Gageac.
Máquinas de asedio sobre el valle del Dordoña
Cómo llegar a Castelnaud
Como os anunciábamos, el castillo está en la comarca del Périgord Noir o Negro a tan solo 15 Km de Sarlat, epicentro de esta encantadora región francesa.
El castillo de Castelnaud desde la carretera
Desde Sarlat podéis coger la carretera D57 o mejor aún la D46 y la D703 ya que está sigue el curso del río Dordoña y pasaréis por un entorno precioso, dónde destaca el pueblo de Roque-le-Gageac y su famoso fuerte troglodita.
La Roque-Gageac
Un castillo con mucha historia
A veces hay castillos bonitos que tienen poca chicha, dónde no han habido ni batallas ni asedios. No es el caso de Castelnaud, que ya desde sus orígenes en el siglo XIII, fue testigo de la cruzada contra los cátaros encabezada por Simon de Montfort.
Durante los siglos XIV-XV, el devenir de Castelnaud estuvo marcado por la Guerra de los 100 años entre ingleses y franceses. La región era el límite de ambos reinos y el castillo pasó por varias manos, hasta quedar definitivamente en manos francesas.
Bonita escenografía del interior del castillo
Posteriormente la familia Caumont, propietaria del castillo, se hizo contruir el castillo de Milandes, un castillo más palaciego y de recreo que era mucho más cómodo y accesible que el imponente Castelnaud. A partir de aquí la fortaleza sirvió de morada a los soldados del señor.
Más adelante los Caumont se convirtieron al protestantismp y eso hizo que Castelnaud fuese escenario de batallas y asedios. A partir de aquí siguió una época de abandono dónde se extrajo piedra de sus torres y murallas y la vegetación se apoderó de sus muros.
Catapultas y bombardas
Ya en el siglo XX la familia Rossillon compró el castilló y lo restauró, cosa que le valió para ser declarado Monumento Histórico en 1966. Por fin en 1985 se inauguró el Museo de la Guerra de la Edad Media que actualmente cuenta con una impresionante colección de 300 armas y armaduras medievales que hacen fácil imaginar la descarnada forma de luchar de la época. Además hay cinco magníficas armas de asedio reconstruidas.
Castelnaud en diciembre
La visita al castillo de Castelnaud-la-Chapelle
La carretera llega prácticamente hasta el castillo, y unos grandes aparcamientos permiten dejar el coche sin tener que hacer grandes caminatas. Nosotros fuimos en diciembre y no había nadie. Sin turismo, sin colas, sin hordas de gente y el parking gratis.
Llegando al castillo
Un camino de apenas 200 metros os llevará por la parte alta del pintoresco burgo que creció bajo el castillo. Una vez dentro del castillo visitaréis muchas estancias ricamente decoradas con maniquíes con vestidos medievales, impresionantes armas, dónde destacan las espadas, mandobles, mazas, picas y hachas y otros objetos como cotas de malla, armaduras o escudos. Es sencillamente espectacular ir subiendo escaleras de caracol, y entrando en habitaciones dónde es fácil imaginar la vida del castillo.
Museo de la Guerra de la Edad Media
Estancias del castillo ricamente recreadas
Durante la visita también veréis en diversas habitaciones, recreaciones del castillo en versión playmobil. Están muy bien y siempre son un aliciente para los más pequeños de la casa o para los fanáticos de este famoso juguete.
Recreaciones del castillo con Playmobil
Las máquinas de asedio del castillo
Uno de los elementos más sorprendentes y espectaculares de Castelnaud es el emplazamiento de cinco máquinas de asedio, algo que no es muy habitual de ver. Aunque son recreaciones, las máquinas son muy fidedignas y permiten contemplar de cerca estas monstruosas máquinas de guerra que causaban el terror en la infantería enemiga.
Paseando entre máquinas de asedio
Recreaciones de máquinas de asedio de Castelnaud
Aparte de estudiar a estos gigantes, no os olvidéis de admirar las diferentes fachadas del castillo por las cuales iréis pasando. Su oscura piedra da fe de un pasado belicoso y convulso.
Castelnaud-la-Chapelle
Desde la parte más alta del castillo vale la pena detenerse durante unos minutos y admirar las bellas vistas del valle de la Dordoña, un paisaje lleno de prados verdes y campos de labranza con el río como frontera natural.
Magníficas vistas del valle del Dordoña desde lo alto del castillo
Desde otra perspectiva también tendréis bellas panorámicas del burgo que se estableció en la parte baja del castillo con sus característicos tejados y enmarcado en un paisaje precioso.
El burgo de Castelnaud-la-Chapelle bajo el castillo
Castelnaud-la-Chapelle es un castillo perfecto para visitar. En diciembre puede parecer triste y deprimente, pero al contrario, tiene un encanto especial, ya que la luz suele ser preciosa y no hay gente. Abre todos los días del año y la entrada cuesta entre 12 y 13 € dependiendo de la época del año que lo visites.
Castillo de Castelnaud
En temporada alta hay muchas actividades y talleres para niños. Os recomendamos visitar la página web oficial del castillo para tener información más actualizada.
Rica colección de armas del Museo de la Guerra de la Edad Media