14 lugares que ver en Friburgo, Suiza (con mapa)
Friburgo –la suiza, no la alemana con la que muchos la confunden– tiene uno de los cascos antiguos medievales mejor conservados no solo de Suiza, sino de toda Europa. ¿Cómo te has quedado? El conjunto de fortificaciones medievales más grande del país, una imponente catedral gótica, antiguas fuentes, palacios engalanados con flores y varios puentes y miradores desde los que admirar un casco histórico enclavado entre los meandros del río Sarine y aferrado a los acantilados que descienden hasta sus aguas… Suena bien, ¿no? Así que no te extrañe que haya mucho que ver en Friburgo.

Friburgo es también un punto de encuentro entre la Suiza alemana y la Suiza francesa. Prueba de ello es su propio dialecto, el bolze, una fusión única de alemán y francés, aunque hoy en día apenas se hable. Una ciudad en equilibrio entre dos culturas… como su teatro, pero eso ya lo descubrirás.
No te pierdas ninguno de nuestros 14 lugares que visitar en Friburgo mientras recorres sus callejuelas y plazas, cruzas sus puentes, descubres sus iglesias y exploras hasta el último rincón de la ciudad.
1. La Catedral de San Nicolás: lo primero que ver en Friburgo
¿Lo primero que ver en Friburgo? Lo tenemos clarísimo, su joya gótica: la Catedral de San Nicolás. Tardaron más de dos siglos en levantarla en la Edad Media –1283-1490–, pero está claro que mereció la pena. Cuando te encuentres cara a cara con la portada de los apóstoles, lo entenderás. Dentro te esperan unas cuantas maravillas del siglo XV: el grupo escultórico del Descendimiento en la capilla del Santo Sepulcro, la pila bautismal, la gran reja del coro, su sillería… y, más recientes, las vidrieras art nouveau del polaco Jozef Mehoffer.


2. Las vistas desde la torre de la catedral
Lo más llamativo de la catedral es su gran torre de 74 metros que, según la leyenda, nunca se terminó por falta de fondos. Se puede subir hasta su mirador para disfrutar de la que probablemente sea la vista más bonita de Friburgo. Lo que es seguro es la más alta. Abarca todo el casco histórico rodeado por murallas, el río Sarine con sus puentes y gran parte del cantón, hasta la zona de los Prealpes. Además, en la subida se pasa por la zona del órgano: las mejores vistas del interior de la catedral.


La entrada a la catedral es gratuita, mientras que la subida a la torre es de pago. La taquilla está en otro edificio –te la ponemos en el mapa– y el acceso es por el exterior.
Saltaconmiconsejo
Si subes a la torre de la catedral y entras a algún museo, hazte con una Fribourg City Card, que también incluye el transporte urbano. En el Swiss Travel Pass, que te permite viajar por todo el país, hay algún museo incluido, pero no la subida a la torre.
3. Las fortificaciones mejor conservadas de Suiza
Seguimos con maravillas medievales entre los sitios que ver en Friburgo: sus fortificaciones. Se construyeron en la misma época que la catedral –siglos XIII-XV– y, como decíamos, forman el mayor conjunto de fortificaciones medievales de Suiza, que no es moco de pavo.


Siguen en pie seis torres, un baluarte, cinco puertas y siete tramos de muralla. El que va desde el baluarte hasta casi el río Sarine pasando por la Puerta de Morat es el más largo que se conserva en toda Suiza. Hay varios accesos que te indicamos en nuestro mapa de Friburgo. Nuestros favoritos: el más largo, baluarte incluido, y la Tour des Chats –la Torre de los Gatos–. También tienes un plano aquí. La entrada es gratuita y no están vigiladas. Están abiertas de 9 h a 19 h del 1 de mayo al 1 de noviembre.
4. El Bourg: el casco histórico en la ciudad alta
La catedral es el corazón del Bourg, la zona alta del casco histórico, asentada sobre la terraza natural que forman los acantilados que descienden hasta el río Sarine. Aquí se encuentran algunos de los edificios más emblemáticos de Friburgo, como los de la Grand-Rue y la Rue de Zaehringen, la Eglise des Cordeliers –no dejes de entrar– o el Hôtel de Ville, el ayuntamiento de la ciudad. No te pierdas las vistas del ayuntamiento desde la escalera que baja hasta las Grandes-Rames, debajo de la Rue des Alpes. Cada sábado por la mañana, hasta las 12 h, la Place de l’Hôtel de Ville se llena de vida con su mercado. Para una vista inolvidable, no dejes de acercarte al Pont de Zaehringen.


¿Sabías que…?
El tilo frente al ayuntamiento conmemora la batalla de Morat, de 1476, en la que la Confederación Helvética derrotó a Carlos el Temerario, allanando el camino para la anexión de Friburgo. Según la leyenda, un mensajero corrió 17 km desde Morat hasta Friburgo para anunciar la victoria y murió de agotamiento al llegar, con una rama de tilo en la mano. Rama que fue plantada en su honor. El árbol original cayó en 1985, tras ser golpeado por un camión, el actual es su descendiente. Una obra de arte en la misma plaza y una carrera anual entre Morat y Friburgo recuerdan al legendario corredor.


Callejea por el Bourg hasta encontrar chocolaterías como la Jorge Cardoso o más vistas, como las que hay detrás del Collège Saint-Michel.
5. El Museo de Arte e Historia de Friburgo
Si hay un museo que tienes que visitar en Friburgo es el de arte e historia, el Musée d’art et d’histoire Fribourg. Su colección es la más importante del cantón, pero es que sus edificios ya merecen una visita. De un lado, el Hôtel Ratzé, un palacete renacentista con elegantes salones, escaleras de madera y pasillos adornados con vitrales. Del otro, un antiguo matadero del siglo XIX, transformado con estructuras de cristal y cemento por arquitectos contemporáneos.


En los dos edificios, conectados por un pasillo subterráneo, encontrarás las esculturas originales de las fuentes medievales de Friburgo y del portal de la catedral, tesoros de otras iglesias, joyas o representaciones históricas de la ciudad. Busca el Gisant de Saint Félix, no te explicamos más… vas a alucinar. Asómate al jardín con esculturas contemporáneas como La Grande Lune de Niki de Saint Phalle. Aquí tienes la información del museo con precios y horarios. La entrada está incluida tanto en el Swiss Travel Pass como en la Fribourg City Card.
6. El Espacio Jean Tinguely – Niki de Saint Phalle
Una de las parejas más creativas del siglo XX, la formada por la artista francesa Niki de Saint Phalle y el artista friburgués Jean Tinguely, cuenta con su propia sección dedicada separada del resto del museo: el Espace Jean Tinguely – Niki de Saint Phalle.


La ubicación también es curiosa, en las antiguas cocheras de los tranvías de la ciudad. El escenario perfecto para, por un lado, esas máquinas imposibles de Jean Tinguely y, por otro, las coloridísimas “nanas” de Niki de Saint Phalle. Hay un billete combinado con los edificios principales del Museo de Arte e Historia de Friburgo, la web es la misma. De nuevo, la entrada está incluida tanto en el Swiss Travel Pass como en la Fribourg City Card.
7. El barrio de Auge, en la ciudad baja de Friburgo
Nos vamos del Bourg para bajar hasta el nivel del río Sarine en la Basse-ville, la ciudad baja. Aquí, en parte encajonado en un meandro del río, está otro de los barrios históricos de Friburgo: el de Auge.


Bajando por el Stalden, puedes parar a tomar algo en el Café Belvédère, con una de las vistas más bonitas de la ciudad; ponerte a contar las letras en el escudo de la barandilla del balcón del edificio del número 7 –spoiler: están todas las del alfabeto–; seguir por la Rue de la Lenda y entrar en la iglesia de Saint-Maurice; o por la Rue de la Samaritaine, con la fuente del mismo nombre y la cervecería artesanal Fri-Mousse. La Place du Petit-Saint-Jean, al final de la calle, es otro de los rincones más bonitos del barrio. Por aquí, cerca del Pont du Milieu, está el Museo Suizo de la Marioneta del que nos habían hablado, pero que encontramos cerrado.
¿Sabías que…?
El Stalden está tan inclinado que en invierno, cuando nieva, se transforma en pista para trineos y bobs.
8. El Puente de Berna
El Pont du Milieu, o Puente del Medio, es uno de los tres puentes históricos de la ciudad baja, junto con el de San Juan y el de Berna. Todos datan del siglo XIII y originalmente estaban cubiertos. Hoy, solo el Puente de Berna conserva su tejado, tras varias restauraciones en los siglos XVII y XIX. No te vayas sin una foto del puente más bonito de la ciudad. Eso sí, cuidado al cruzarlo, ¡aún pasan coches!


9. La Planche-Supérieure, la capilla de Santa Ana y la fuente de San Juan
Al cruzar el Pont du Milieu, seguirás en la Basse Ville, pero en otro barrio: la Neuveville. Pasa por la Planche-Inférieure, con sus vistas hacia el Bourg y tómate algo en el Port de Fribourg, junto al río Sarine. En la Planche-Supérieure te encontrarás con otro de los rincones más bonitos de la ciudad: la iglesia y la fuente de San Juan, la Caserne de la Planche –un enorme granero del siglo XVIII– y la pequeña capilla de Santa Ana. Si la encuentras abierta, entra a ver su Crucifijo en piedra del siglo XVI. Al otro lado del puente de San Juan, continúa la Neuville. Pero, desde el mismo puente, hay más vistas de escándalo del Bourg.


10. La maqueta del Espace 1606
En la Planche-Inférieure está otro de los lugares que tienes que visitar en Friburgo. Hablamos del Espace 1606, una maqueta de 52 m² que representa la ciudad antigua de Friburgo así como era a principios del siglo XVII, concretamente en 1606.


¿Y cómo se sabe? Porque está basada en un plano de ese año, el Plan Martini. 1.700 construcciones entre iglesias, torres, puentes, casas góticas… y hasta unos dos mil friburgueses paseando por la ciudad. También hay vídeos y paneles con información de la Friburgo de la época. Allí nos enteramos de que, durante las cazas de brujas, en la ciudad mataron a 80 personas. La entrada se hace en grupos en franjas de tiempo, tienes los detalles en su web, y está incluida en la Fribourg City Card.
11. Las vistas desde la Chapelle de Lorette
Está claro que vistas no faltan en la ciudad. Así que, entre las cosas que hacer en Friburgo una obligada es ir de mirador en mirador. Uno de nuestros favoritos es el que está junto a la Chapelle de Lorette, un pequeño santuario barroco reproducción a escala de la Santa Casa de Loreto en Italia –y, más precisamente, en mi región, las Marcas–. Tendrás que subir el empinado Chemin de Lorette desde la Planche-Supérieure. Llegarás con poco aliento y perderás el poco que te quede con las vistas. Si te quedan fuerzas, sube hasta la Puerta-Torre de Bourguillon. Así, además del casco histórico, tendrás la Chapelle de Lorette en primer plano desde más arriba. ¡Postal perfecta y más a la puesta de sol!


12. La abadía de la Maigrauge
No lo incluiríamos entre los sitios imprescindibles que ver en Friburgo, pero el paseo hasta la abadía de la Maigrauge es muy agradable y nos regaló otras vistas preciosas del Bourg. Una abadía cisterciense fundada en el siglo XIII habitada ininterruptamente por monjas de la orden desde entonces. Si puedes, entra en la iglesia –cuando fuimos nosotros, solo pudimos echarle un vistazo porque las hermanas estaban en misa–, hay una sillería del siglo XIV y la copia del Cristo en el sepulcro, el original está en el Museo de Arte e Historia.


13. Las vistas desde la parte superior del funicular
La ciudad alta y la ciudad baja de Friburgo están conectadas por un funicular que funciona nada más y nada menos que ¡con aguas residuales! Vale, no tiene mucho glamour, pero es ecológico. El caso es que, desde la parte superior del funicular tendrás otra de las vistas más bonitas de la ciudad. Por cierto, la gran piscina al aire libre que verás desde allí tiene más de un siglo. Son los Bains de la Motta, de 1923. Muy cerca de la parada inferior del funicular está una de las fuentes más famosas de Friburgo, la del salvaje, Fontaine du Sauvage. Una vez más, el original está en el Museo de Arte e Historia.


14. La Place Georges-Python y la vista de la Rue de Lausanne
Seguimos en la Ciudad Alta y salimos del casco histórico para hacer un par de visitas más. La primera es la Place Georges-Python, donde hay mercado los miércoles por la mañana hasta las 12 h. Cerca está, por un lado, la Rue du Romont, con la iglesia protestante con esculturas como La Pleureuse –La Llorona, que llora “de verdad”–. Al otro lado de la plaza, se encuentra la Rue de Lausanne, con vista a la torre de la catedral.


15. El Théâtre Equilibre
El último de nuestros sitios que ver en Friburgo es también el más moderno, un edificio contemporáneo inaugurado en 2011: el Théâtre Equilibre. En cuanto veas una foto, entenderás su nombre. Puedes entrar y asistir a un espectáculo de danza, a un concierto, a una obra de teatro… o pasar por su planta baja a pedir información sobre la ciudad. Sí, es también la oficina de turismo.


Vamos, que lo hemos dejado el último pero, estando muy cerca de la estación de tren, es una primera parada perfecta. Detrás –o delante, no lo tenemos muy claro– del teatro está el parque Grands-Places con otra obra de Tinguely: la Fuente de Jo Siffert.
Dónde dormir en Friburgo
Nosotros dormimos en Le Sauvage, un hotelito pequeño y con mucho encanto decorado con el motivo del “salvaje” de la famosa fuente de la ciudad. La habitación era muy cómoda, la ubicación muy buena y el hotel está lleno de detalles. Además, una noche cenamos allí y la comida del restaurante también está muy rica. ¡Nos encantó! Si a ti no te encaja, hay muchos otros hoteles en Friburgo.


Mapa con los lugares que ver en Friburgo
Aquí tienes un mapa con nuestros 15 lugares que visitar en Friburgo, donde también te ponemos el hotel. Podrás hacerlo casi todo andando y para el resto, el transporte público urbano funciona muy bien y tienes los horarios en Google Maps.
¡Una de las ciudades más bonitas de Suiza te espera!
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