A principios del siglo XVII, la Cueva de Zugarramurdi se convirtió en el foco de atención de la temida Inquisición. Varias personas fueron acusadas de brujería y fueron condenadas a muerte en la hoguera, un «tierno» ritual que servía para purificar las almas de los infieles.
Brujería y horror aparte, la cueva es espectacular gracias a su impresionante tamaño, el emplazamiento natural dónde están situada y por supuesto por las y historias y leyendas que hay asociadas a ella.
Cuevas de Zugarramurdi
Cómo llegar a las Cuevas de Zugarramurdi
Las Cuevas de Zugarramurdi están en Navarra, en el pintoresco Valle de Baztán casi en la frontera con Francia. El pueblo del mismo nombre está a unos 500 metros de la entrada de la cueva. El coche hay que dejarlo en el gran parking que hay junto al Frontón Azketa y seguir caminando por la bonita calle Beitikokarrika dónde está ubicado el Museo del as Brujas.
Casas de campo en Zugarramurdi
Un poco de historia antes de empezar
Zugarramurdi debía ser bastante similar a como luce hoy en día, un pueblo de apenas 200 habitantes, con preciosos caseríos desperdigados y con pintorescos prados verdes llenos de ovejas y vacas pastando.
Escena idílica en Zugarramurdi
La inmensa cueva de piedra kárstica originada por el Arroyo del Infierno con sus recovecos secretos era el escenario ideal para reuniones de brujas y akelarres. La imaginación popular y los eternos defectos del ser humano (envidia, celos, pasión) hicieron el resto; a principios del siglo XVII se produjeron varias denuncias por brujería y la Inquisición entró a saco condenando a la hoguera a numerosos vecinos, especialmente mujeres, para variar.
Oscuridad en Zugarramurdi
Brujas y akelarres, culto demoniaco y machos cabríos, realidad o no, el caso es que es fácil percibir la magia del lugar y eso se puede apreciar mejor con las fotos de las cuevas de Zugarramurdi que os mostraremos a continuación.
La visita a la Cueva de Zugarramurdi
Tras pasar por el pasaje de entrada de la taquilla podéis entrar directamente a la cueva o mejor aún coger el camino de la derecha que sube por unas escaleras y bordear la cueva hasta alcanzar la entrada trasera.
Zugarramurdi
Por el camino descubriréis mucha menos gente y sobre todo un bonito mirador del pueblo de Zugarramurdi.
Zugarramurdi desde el mirador del sendero de las cuevas
El camino sigue y cruza un bonito puente que salva un arroyo y llega hasta la parte de atrás de la cueva.
Puente y bosque del camino de las cuevas
Con menos luz y menos gente, la entrada es aún más tétrica y espectacular y es fácil entender las generosas dimensiones de la cueva: 120 metros de longitud, con una anchura que va desde los 22 a los 26 metros y una altura que varía entre los 10 y 12 metros.
El impresionante tamaño de las cuevas
La cueva podréis recorrerla por la parte inferior o bien por los niveles superiores que contienen diferentes recovecos dónde meterte e incluso darle algún susto a tus acompañantes.
La entrada a las cuevas de Zugarramurdi
Desde arriba se accede a cuevas laterales que tiene salida al exterior por unas escaleras de madera en un entorno boscoso. Luego podéis volver a entrar a la cueva por la entrada principal. Es muy fácil y no tiene perdida.
Bordeando las cuevas
Para completar vuestra visita a las cuevas, os recomendamos haver visionado anteriormente la divertida película de Alex de la Iglesia: Las Brujas de Zugarramurdi (2013) con un reparto estelar entre los que destacan Camen Maura, Santiago Segura, Hugo Silva o Mario Casas.
La visita dura entre tres cuartos de hora y una hora. Nosotros fuimos en Navidades y no había mucha gente, pero imagino que en temporada alta debe de ser más caótico.
Las Cuevas de Zugarramurdi
La salida por el camino de la derecha y que pasa por unos lavabos exteriores, os regalará una preciosa vista de los prados de Zugarramurdi con ovejas pastando y la Iglesia de Asunción de Zugarramurdi.
Panorámica pintoresca de Zugarramurdi
Iglesia de la Asunción
El museo de las Brujas de Zugarramurdi
Ideal para completar la visita a las cuevas y uno de los imprescindibles qué ver en Zugarramurdi, es visitar este edificio de tres plantas en la calle principal que conduce a las taquillas de las cuevas.
El Museo de las Brujas de Zugarramurdi
En el museo podréis descubrir la parte más mágica y legendaria de la historia, pero también los hechos reales en que se vieron envueltos aquellas gentes y cómo se les acusó de brujería y cultos demoniacos. Una inmersión total a la cultura vasca pagana de hace cuatrocientos años.
Datos prácticos para realizar la visita
En 2025 el precio de las cuevas de Zugarramurdi es de 6€ para adultos y 4€ para niños entre 6 y 12 años. Hay otros descuentos y además la tarifa combinada de cuevas + museo cuesta 11€.
De todas maneras y para estar plenamente actualizados os recomendamos visitar la página web oficial para sacar las entradas y reservarlas con tiempo.
En el nivel superior de las cuevas
Dónde comer en Zugarramurdi
Zugarramurdi tiene 5 o 6 restaurantes para comer bien. Nosotros probamos la chistorra navarra y un buen vino antes de abandonar el pueblo. Si queréis una lista de restaurantes de Zugarramurdi solo tenéis que consultar su web oficial, pero nosotros os vamos a recomendar uno que está a unos cuántos kilómetros del pueblo y en un entorno de leyenda.
El restaurante Etxebertzeko Borda está en un entorno privilegiado, a solo 14 Km al sur de las cuevas, pero a media hora de camino en coche, por una carretera llena de curvas, pero sin tráfico y unos paisajes gloriosos.
Un gran restaurante para comer después de la visita
En la hondonada del valle este restaurante navarro familiar ofrece platos caseros de comida tradicional, como la chistorra navarra, las alubias rojas de Baztán, cordero al chilindrón, trucha con jamón (de su propia piscifactoría) o riquísimos postres caseros como la cuajada o flanes y tartas. Ambiente familiar, platos de tierra y precios baratos.
Además podéis completar vuestra jornada jugando a frontón o bien haciendo la preciosa excursión de menos de media hora hasta el molino del Infierno (Infernuko Errota) que sigue el curso del río. Ideal para bajar la copiosa comida.
El Molino del Infierno