10 sitios que ver en Pilsen, Chequia (con mapa)
Si te decimos Pilsen, seguro que piensas en cerveza, incluso antes que en Chequia. La “cerveza tipo Pilsen”, la Pilsener, la más consumida en todo el mundo –¡el 70% del total!–, nació aquí y lleva el nombre de la ciudad. Eso lo sabemos hasta nosotros que no bebemos birra. Y sí, no te vamos a negar que la fábrica de Pilsner Urquell es uno de los sitios que ver en Pilsen. De hecho, te adelantamos que es la fábrica de cerveza –y una de las fábricas en general, y hemos visitado unas cuantas– que más nos ha alucinado. Y que fue la razón que puso la ciudad checa en nuestro mapa. Pero eso no significa que no haya mucho más que hacer en Pilsen…

Hablamos de una ciudad llena de historia. De origen medieval, en el siglo XIX, su época de gran esplendor, ya era una de las ciudades más importantes del actual territorio de República Checa. La catedral gótica, los túneles medievales que recorren el casco histórico, los palacetes renacentistas y barrocos, los edificios modernistas y de todos los estilos “neos” que puedas imaginarte… son prueba de esa riqueza. Hasta hay una gran sinagoga decimonónica que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial –ya te contaremos cómo–, a pesar de la aniquilación de la comunidad judía.
Basta de adelantos. Vamos con nuestros 10 sitios que ver en Pilsen, la Plzeň checa. Si creías que solo ibas a visitar una fábrica de cerveza, vuelve a pensarlo…
1. La fábrica de cerveza de Pilsen: Pilsner Urquell
El primero de los sitios que ver en Pilsen te lo habíamos chivado y ya lo sabías: la fábrica de Pilsner Urquell. El gran arco que le da acceso es historia y uno de los símbolos de la ciudad. Se levantó en 1892, con motivo del 50º aniversario de la fundación de la cervecería, en 1842. Sí, la primera cerveza de Pilsner Urquell se elaboró hace más de 180 años.


El tour por la fábrica de cerveza de Pilsner Urquell es una pasada, sí, una pasada. Por cierto, cuidado, es el Pilsner Urquell Brewery Tour, aquí tienes su web, no lo confundas con el tour de Praga, Pilsner Urquell, The Original Beer Experience.
A nosotros no nos gusta la cerveza, pero eso da un poco igual porque la cata –que, por cierto, es de una cerveza no filtrada, no pasteurizada y sacada directamente de los barriles, que solo puedes probar aquí– es solo una pequeña parte de la experiencia. Además de la introducción audiovisual muy chula donde aprender sobre ingredientes, fabricación de la cerveza e historia de la marca –parecida a la de otros sitios como la fábrica de Guinness en Dublín o la de MEGA, Mundo Estrella Galicia, en A Coruña–, aquí hay “contacto real” con la fábrica.


Casi dos horas –110 minutos– intensas, pasando por la planta de embotellado, las salas de cocción, con sus grandes calderas de cobre, las antiguas bodegas… Imperdible. Hasta hay que coger un autobús para ir de un sitio a otro y recorrer una pequeña parte de esas ¡55 hectáreas! Hectáreas ocupadas por edificios contemporáneos y otros históricos como la Torre del Agua de principios del siglo XX.
2. La Catedral de San Bartolomé
De la fábrica de cerveza pasamos al casco histórico de Pilsen, que tampoco está lejos –10 minutos andando, es lo que tiene que la fábrica sea del siglo XIX–. Primera parada, la Catedral de San Bartolomé, que se empezó a construir el mismo año de la fundación de Pilsen, 1295. Conserva unas cuantas joyas, como un Calvario gótico tardío y, sobre todo, la Madonna de Pilsen, la escultura gótica del siglo XIV que preside el altar mayor, en el centro del retablo neogótico.


Lo más valioso está en el interior, pero lo más curioso está en el exterior: una reja decorada con pequeñas cabezas de ángeles. Una está muy desgastada porque, según la tradición, tocarla trae buena suerte. Justo al lado de la reja, verás unas manos metálicas asomar por debajo del bordillo de piedra. Es una obra “espontánea” de arte urbano del artista checo Lukáš Řezníček. Las manos son un símbolo de esperanza, como la que da el ángel a la gente que se acerca a pedirle sus deseos –pídele a Google que te traduzca este artículo si quieres saber más–.
¿Sabías que…?
La leyenda del “ángel de la suerte” está ligada a un verdugo. Los verdugos no podían entrar en las iglesias, por la naturaleza “impura” de su trabajo. Por ello, durante una celebración religiosa –según alguna versión, una boda de un amigo, según otras, la suya propia–, el verdugo se quedó en el altar exterior rezando. Al levantarse, tocó accidentalmente una de las cabezas de ángel de la reja y o bien empezó a tener suerte o bien consiguió cierto “poder mágico” para ayudar a los demás. El caso es que se corrió la voz de que daba suerte y… ¡hasta hoy!
3. Las vistas desde lo alto de la torre de la catedral
Si entre los lugares que hay que visitar en Pilsen no puede faltar la catedral, entre las cosas que hay que hacer en Pilsen no puede faltar subir a su torre. Con sus más de 102 metros de altura –102,26 m, ¿en serio han medido los cm?–, es la torre campanario de iglesia más alta de toda República Checa. Prepárate para subir escalones, aunque la terraza esté “solo” a 60 metros de altura. ¡Son 299! Como curiosidad, alcanzó esa altura en el siglo XIX tras una reconstrucción por los daños de un rayo.


El caso es que las vistas del casco histórico desde la terraza son preciosas así que sí, merece la pena. Según dicen, cuando hace bueno se llegan a ver hasta los Alpes. Nosotros no llegamos a tanto… En la web de la catedral –en checho, pero ya sabes, está Google Translate– tienes horarios y precios actualizados–.
4. La Plaza de la República y el ayuntamiento
La catedral está en la Plaza de la República, Náměstí Republiky, el corazón de Pilsen. Allí, además de la catedral, te encontrarás con un montón de casas coloridas, muchas de ellas de origen gótico, renacentista o barroco. Aunque el edificio más bonito, el del ayuntamiento, no es nada colorido, es un edificio renacentista italiano que, tras la reforma de principios del siglo XX, se redecoró con esgrafiado sobre fondo oscuro, con escenas que cuentan la historia de la ciudad.


En una de las esquinas de la plaza tienes también la “típica” Columna de la Pesta checa del siglo XVII. En las otras esquinas hay tres fuentes contemporáneas de acero inoxidable dorado, de lo más relucientes, que representan los tres símbolos que aparecen en el escudo de Pilsen: un ángel, un galgo y… ¡un camello! ¿Por qué un camello? Pues porque en el asedio husita de Pilsen de 1433-34 parece que los husitas tenían un camello en su campamento y los defensores de Pilsen consiguieron capturarlo y meterlo en la ciudad como trofeo.
También hay una escultura dedicada a la famosa pareja de marionetas de Pilsen, padre e hijo, Spejbl y Hurvínek.
Rincón Salta Conmigo
Si viajas con niños o te gustan las marionetas, puedes visitar el Museo de las Marionetas de Pilsen, Muzeum Loutek vl Plzni. Allí descubrirás la historia de Spejbl y Hurvínek y que Pilsen es conocida por su tradición en el arte de las marionetas y el teatro de títeres.
5. La Gran Sinagoga
Otro de los sitios que tienes que visitar en Pilsen sí o sí es la Gran Sinagoga, Velká Synagoga, la sinagoga más grande de Chequia, con capacidad para hasta 2.500 personas. Es también una de las más grandes de Europa –parece que la segunda– y del mundo –según hemos leído, la quinta, esto de las clasificaciones es complicado…–. Un edificio que combina el estilo neorrománico y algo de influencia mediooriental que se levantó entre 1891 y 1893 por la entonces próspera comunidad judía. Considera que antes de la Segunda Guerra Mundial llegó a haber casi 3.000 judíos en Pilsen, 2.605 fueron deportados a Terezín, solo volvieron 204.


Que una gran sinagoga haya sobrevivido a la ocupación nazi y a un regimen comunista, es noticia. Que sea tan bonita, un plus. Está en tan buen estado gracias a una gran reforma que acabó en 2022, cuando volvió a abrir.


¿Sabías que…?
La Gran Sinagoga probablemente se salvó gracias a su ubicación entre dos casas –habría habido que tirar toda la manzana– y al hecho de que sirvió como almacén de muebles para los judíos deportados y, posteriormente, como taller de confección de uniformes nazis. Durante la guerra, las torres se convirtieron en posiciones defensivas y el edificio recibió impactos de balas. Los de las tablas de los Diez Mandamientos, en lo alto de la fachada, se han mantenido como recuerdo. Hay uno en “no matarás”…
Tienes precios y horarios en su web, en checo.
6. La Pilsen subterránea
Bajo el casco histórico de Pilsen hay un gran laberinto subterráneo. Casi 20 km de pasadizos, bodegas y pozos. Uno de los complejos de túneles subterráneos más grandes de Chequia –los hay en unas cuantas ciudades, nosotros visitamos también los de Tábor, en Bohemia del Sur– y de toda Europa.
Se empezaron a construir en el siglo XIII para almacenar comida y bebida. Más adelante, se conectaron con propósitos defensivos. Al principio había un solo nivel, pero llegó a haber tres pisos, hasta 10 metros bajo el suelo.


Una parte de esos túneles se ha rehabilitado y hoy se puede recorrer un tramo de unos 800 metros de largo, llegando hasta 7 metros bajo el nivel del suelo. Se pasa por debajo de la Torre Negra, una torre defensiva medieval con “sorpresa subterránea”…
El tour empieza en el Museo de la Cerveza y está gestionado por la Cervecería Pilsener, Plzeňský Prazdroj, los de la cerveza Pilsner Urquell, vamos. Aquí tienes información, dura una hora, y aquí del museo –nosotros no lo visitamos–.
Rincón Salta Conmigo
Junto al museo de la cerveza hay unas cuantas casas muy bonitas y coloridas, entre ellas la Dům U Matky Boží, Casa de la Madre de Dios, con una escultura de la Virgen.
7. Los dos teatros Josef Kajetán Tyl
En Pilsen no hay uno sino dos grandes teatros, que tienen el mismo nombre: el del dramaturgo checo Josef Kajetán Tyl, autor del himno nacional del país. Eso sí, se llevan 112 años.
El “edificio principal” es el típico gran teatro de principios del siglo XX. Se levantó en 1902 en estilo neorrenacentista, con toques art nouveau, y está decorado con frescos, esculturas, grandes lámparas… todo muy de la época.


Por otro lado, el “Nová scéná”, o sea “nuevo escenario”, es un edificio contemporáneo inaugurado en 2014. Llama la atención sobre todo por su fachada de hormigón armado con 28 “burbujas” irregulares al estilo “cortina” que se iluminan de noche. Los checos, por lo visto, lo llaman Emmental, no nos extraña… Es el teatro más nuevo de Chequia: no se había construido ninguno desde 1989.
¿Sabías que…?
Junto al edificio principal del teatro hay un monumento dedicado al General Patton y junto al nuevo teatro un museo, el Memorial Patton. Pilsen fue una de las pocas ciudades checas liberadas no por los soviéticos sino por los estadounidenses. Cada año, en mayo, hay una gran fiesta, el Festival de la Liberación, que lo recuerda.
8. El Parque urbano de Pilsen y los edificios que lo bordean
El casco histórico de Pilsen estaba rodeado por murallas medievales que se demolieron definitivamente en el siglo XIX. En la zona del antiguo foso se creó el parque urbano, Mestský Park, hoy lleno de rincones con encanto, como el canalón del molino, y esculturas contemporáneas, entre ellas otra dedicada a las marionetas Spejbl y Hurvínek.


El parque está bordeado por grandes edificios construidos entre finales del XIX y principios del XX, en estilo neorrenacentista, art nouveau o mezcla de los dos. Cada uno más grandioso. Los cuatro más importantes son el Teatro J.K. Tyl, el edificio municipal llamado Měšťanská beseda –con un café art nouveau–, el Hotel Continental y el Museo de Bohemia Occidental. Aunque no visites el museo, entra gratis en el vestíbulo para ver –también la puedes encender por 10 CZK–, la lámpara de arco eléctrico ideada por el checo Křižík, que ganó con ella una medalla de oro en la Exposición Universal de París en 1881.


También quedan edificios antiguos junto al parque, como el mercado de la carne gótico –hoy convertido en galería de arte, la Západočeská galerie– o el convento de monjas dominicas del siglo XVIII, hoy biblioteca regional –detrás puedes visitar la iglesia barroca–. Muy cerca está también la Vieja Sinagoga, Stará Synagoga.
9. La iglesia de la Asunción y el monasterio franciscano
Dentro del casco histórico está la segunda iglesia más importante de la ciudad después de la catedral: la iglesia de la Asunción. Se levantó en el siglo XIV como iglesia del monasterio franciscano y puedes visitarla gratis. El resto del monasterio es la actual sede del Museo de Arte Religioso de la Diócesis de Pilsen. Más que por la colección en sí, el museo se visita para conocer el edificio gótico original, en el que se conserva algún fresco del siglo XV.


10. Los apartamentos de Loos
Volvemos al siglo XX con unos de los sitios más curiosos que visitar en Pilsen: los interiores diseñados por el arquitecto checo Adolf Loos. ¿Que no te suena Adolf Loos? A nosotros tampoco antes de visitar Pilsen, para qué te vamos a engañar. Pero se considera uno de los fundadores de la arquitectura moderna y sus diseños, tan lineales y funcionales, no parecen tener casi un siglo de antigüedad.


En la década de los años 1930, Loos diseñó trece apartamentos en Pilsen, para ricos empresarios judíos locales. A pesar del triste destino de muchos de sus dueños y de los años de régimen comunista, se han conservado ocho, de los que dos son privados y seis se pueden visitar con cuatro tours diferentes.
Aquí tienes la web para reservar. Nosotros hicimos el tour de los apartamentos Vogl y Kraus. Pero también están el de la casa Brummel –la más importante–, el de la residencia Semler y el de los apartamentos de Hugo Semler y Richard Hirsch. Todos los tours son guiados –en inglés– y muy interesantes para enterarte de las curiosidades de la obra de Loos, además de la historia de los dueños de los apartamentos. Pasillos “secretos”, armarios para sombreros, espacios para esconder cajas fuertes…
¿Sabías que…?
El edificio del apartamento de Vogl pertenecía originalmente a Emil Škoda, fundador de una de las mayores industrias de maquinaria pesada del Imperio Austrohúngaro, convertido luego en un conglomerado que incluyó Škoda Auto. Además de Pilsner Urquell, otra de las grandes marcas checas, Škoda, también tiene su origen en Pilsen. Aquí siguen la fábrica de Škoda Transportation y un museo dedicado a la historia de la familia Škoda.
Dónde comer en Pilsen: Restaurace U Salzmannů
¿Qué tal comer en el restaurante más antiguo de Pilsen? Pues, te lo decimos nosotros, muy bien. Hablamos del Restaurace U Salzmannů que, según dicen ellos, está activo desde 1637. Lo que sabemos seguro es que esos muebles de madera maciza, ese ambiente clásico bohemio y, sobre todo, los platos tradicionales checos como el goulash y las carnes asadas nos conquistaron. De precio tampoco está mal y, por supuesto, tienen Pilsner Urquell, sin pasteurizar. Por cierto, también es hotel.


Dónde dormir en Pilsen: Hotel Plzeň
También recomendamos, sin duda, el hotel en el que dormimos en Pilsen: el Hotel Plzeň. Vale, con el nombre no han sido originales, pero tienen tanto habitaciones normales como apartamentos –en uno estuvimos nosotros– muy chulos, buenos desayunos y, muy importante si vas en coche, plazas gratuitas para que los clientes aparquen. Si no te convence, echa un vistazo a más hoteles en Pilsen.


Mapa con los lugares que ver en Pilsen
Aquí tienes nuestro clásico mapa con los lugares que visitar en Pilsen. Está todo a tiro de piedra, ¡no te vas a perder!
Ahora ya no pensarás solo en cerveza cuando escuches hablar de Pilsen, ¿no?
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