Nuevo estudio afirma que las personas que usan la bicicleta a diario tienen un 50% menos de probabilidades de morir de cáncer y enfermedades cardíacas

Caminar también ofrece beneficios, pero menos pronunciados: 9% menos hospitalizaciones y 10% menos uso de medicamentos cardíacos.
Objetivo del estudio:
- Evaluar durante 18 años los efectos en la salud de caminar o ir en bicicleta al trabajo, comparándolos con los de quienes usan medios no activos (como coche o transporte público).
Datos clave:
- Se analizaron 82.297 personas entre 16 y 74 años desde 2001 hasta 2018.
- Se utilizaron registros de hospitalización, prescripciones médicas y mortalidad.
Personas que usan la bici a diario: salud y sostenibilidad
Un seguimiento de decenas de miles de personas durante casi dos décadas reveló que quienes priorizan la bicicleta frente al coche o al transporte público presentan una reducción cercana al 50 % en mortalidad por cáncer o enfermedades cerebrovasculares. Además, muestran una caída del 47 % en la mortalidad total y una reducción del 24 % en nuevos diagnósticos de cáncer. Esa evidencia posiciona al ciclismo como un hábito de salud transformador.
Esos beneficios no surgen del azar. Los investigadores ajustaron por edad, ingresos, condiciones previas y distancia al trabajo para aislar el impacto del desplazamiento en bici.
📏 Distancia recorrida
- Los participantes indicaron su modo de transporte habitual al trabajo o estudio en el censo, especificando el medio utilizado en el tramo más largo por distancia.
- Se excluyeron 467 registros de personas que declararon caminar o ir en bicicleta más de 40,5 km, ya que se consideraron distancias implausibles para desplazamientos activos diarios.
- Aunque no se analiza directamente el impacto de la cantidad de kilómetros recorridos, el estudio sí controló la variable “distancia al trabajo” como un posible factor de confusión en los modelos estadísticos.

Más allá del cuerpo: mente y calidad de vida
El desplazamiento activo no solo protege el cuerpo; también aporta alivio emocional. Se observó una reducción del 20 % en prescripciones por ansiedad y depresión entre ciclistas. El ejercicio estimula neurotransmisores vinculados al bienestar, y el simple hecho de eludir atascos o disfrutar del recorrido al aire libre aporta descanso mental.
Ese alivio emocional se nota especialmente en ciudades saturadas, donde sentirse dueño del propio ritmo y conectar con el entorno urbano tiene un valor incalculable.
🧠❤️ Principales hallazgos
Ciclistas:
- 47% menos riesgo de muerte por cualquier causa.
- 24% menos riesgo de hospitalización por enfermedades cardiovasculares.
- 30% menos riesgo de recibir medicación para enfermedades cardiovasculares.
- 51% menos riesgo de muerte por cáncer.
- 20% menos riesgo de recibir medicación para problemas de salud mental.
- Sin embargo, el doble de riesgo de hospitalización por accidentes de tráfico.
Peatones:
- 9% menos riesgo de hospitalización general.
- 10% menos riesgo de hospitalización por enfermedades cardiovasculares.
- 7% menos riesgo de recibir medicación para salud mental.
- No se observó una reducción significativa en la mortalidad.
Seguridad vial: un reto real, pero superable
La bicicleta conlleva un mayor riesgo de lesiones graves: aproximadamente el doble comparado con otros medios de transporte. Aun así, los expertos coinciden: los beneficios para la salud superan ampliamente esos peligros. La solución pasa por políticas urbanas que refuercen la seguridad: carriles protegidos, límites de velocidad más bajos y urbanismo calmado.
En ciudades europeas como Ámsterdam o Copenhague, esa infraestructura ha demostrado que la bici puede convivir con peatones y coches con un balance neto muy positivo.
¿Por qué pedalear aporta más que caminar?
El ciclismo permite recorrer más distancia en menos tiempo y con menor impacto físico sostenido. Un trayecto de unos 10 km (frecuente en ciudades medianas) cubre buena parte de las recomendaciones semanales de actividad física. Además, evitar paradas constantes y mantener un esfuerzo constante favorece la salud cardiovascular de forma más marcada que desplazamientos peatonales fragmentados.
El papel transformador de las e-bikes
Las bicicletas eléctricas están demostrando su potencial para hacer el ciclismo más accesible. Al suavizar inclinaciones y reducir el sudor, permiten que más personas —desde mayores a quienes viven en zonas montañosas— adopten trayectos activos. Estudios preliminares muestran que, pese al motor, la exigencia sigue siendo suficiente para generar beneficios moderados similares a los de la bici tradicional.
Políticas que impulsan el cambio
Países como Holanda y Francia han estimulado el uso de la bici con incentivos económicos: subsidios por kilómetro o ayudas de hasta cientos de euros al año. Escocia, por su parte, planea invertir cientos de millones (en euros equivalentes) en infraestructuras para caminar y pedalear hasta 2026, con evidencia clara: menos gasto sanitario, menos emisiones de carbono.
La transición al teletrabajo plantea un nuevo reto: ¿cómo mantener la actividad física diaria sin desplazamientos? La respuesta: promover la movilidad cotidiana —hacer recados, ir al cole o salir a pasear en bici— como parte integral del día, incluso sin oficina de por medio.
Cambios pequeños, impacto grande
No es necesario recorrer toda la ciudad: aparcar el coche algo más lejos o bajarse del bus un par de paradas antes aporta movimiento diario real. Modelos en Reino Unido indican que si solo el 10 % de los trayectos diarios se hicieran en bicicleta, se salvarían miles de vidas, se reduciría la presión hospitalaria y los costes sanitarios bajarían notablemente.
Además, ciudades que mejoran la seguridad vial no solo benefician a ciclistas: peatones, personas con movilidad reducida y familias también ganan. Calles más seguras generan espacios más amables y habitables.
Más información: Health benefits of pedestrian and cyclist commuting: evidence from the Scottish Longitudinal Study | BMJ Public Health