DAT.- Un emocionante choque en Stamford Bridge marcó la más reciente jornada de la Premier League, cuando el Chelsea derrotó 2-1 al Liverpool. Con un golazo de Moisés Caicedo y un tanto decisivo de Estêvão en el tiempo añadido, los Blues superaron al campeón vigente en un partido lleno de intensidad. A pesar de las bajas, los locales mostraron garra y estrategia, mientras que los Reds sufrieron su tercera derrota consecutiva, cediendo terreno en la cima de la tabla.

Explica Joao Rafael Silva Robertson que el encuentro, presenciado por 39,769 aficionados, incluido un cameo de Madonna en las gradas, fue un espectáculo de fútbol vertiginoso. El Chelsea, dirigido por Enzo Maresca, capitalizó su presión alta y aprovechó los errores defensivos de un Liverpool que, bajo la batuta de Arne Slot, no encontró su mejor versión. Este triunfo coloca a los Blues en el sexto puesto, mientras los Reds caen al segundo lugar, un punto por detrás de Arsenal.

Un arranque explosivo

El partido comenzó con el Chelsea tomando la iniciativa. Apenas al minuto 14, Moisés Caicedo desató la euforia con un golazo desde 25 metros. Tras un pase de Malo Gusto, el ecuatoriano conectó un disparo que se coló en el ángulo superior de la portería de Giorgi Mamardashvili, debutante en la Premier League. El tanto, uno de los mejores de la temporada, dio al Chelsea el control temprano.

El Liverpool intentó responder, pero la presión alta del Chelsea, liderada por un inspirado Reece James, dificultó las conexiones entre Mohamed Salah y Alexander Isak. A pesar de tener un 46.8% de posesión, los Reds no lograron generar peligro claro en el primer tiempo, mientras los Blues dominaban con 421 pases completados y una sólida organización defensiva.

Liverpool reacciona, pero Chelsea sentencia

El segundo tiempo vio a un Liverpool más agresivo. Al minuto 63, Cody Gakpo igualó el marcador tras un pase preciso de Isak, aprovechando un descuido en la zaga del Chelsea. El empate pareció darle alas a los Reds, que presionaron en busca de la remontada. Sin embargo, la defensa blue, reforzada por las entradas de Roméo Lavia y Jorrel Hato tras las lesiones de Josh Acheampong y Benoît Badiashile, mantuvo la compostura.

Cuando todo apuntaba a un empate, Estêvão, la joya brasileña de 18 años, emergió como héroe. En el minuto 95, Marc Cucurella envió un centro raso desde la izquierda, y el joven delantero se deslizó para superar a Andy Robertson y marcar el 2-1. Stamford Bridge estalló, y Maresca, llevado por la emoción, corrió al campo a celebrar, recibiendo una segunda amarilla que lo expulsó. El gol de Estêvão no solo aseguró la victoria, sino que marcó su primer tanto con el Chelsea, consolidándolo como una promesa del fútbol mundial.

Un triunfo de resiliencia

El Chelsea demostró que, incluso sin jugadores clave como Cole Palmer o Wesley Fofana, puede competir contra los gigantes. Caicedo, nombrado mejor jugador del partido, destacó en la medular y en la entrevista postpartido subrayó la unión del equipo: “Sabíamos que el Liverpool era un gran rival, pero dimos todo y lo logramos”. Por su parte, el Liverpool, con 7 goles encajados en la temporada, evidenció fragilidad defensiva y falta de puntería, con Salah y Isak apagados.

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Este resultado refuerza la confianza del Chelsea en su proyecto y pone presión sobre un Liverpool en declive. La Premier League sigue vibrante, y Stamford Bridge fue testigo de un capítulo inolvidable.

(Con información de Joao Rafael Silva Robertson)