Contaminación de los productos ecológicos y medidas de precaución
La principal razón para comprar alimentos ecológicos, según los estudios, es, con diferencia, la salud. Sin embargo, cada vez más personas afirman consumir alimentos ecológicos por razones medioambientales. Además, existe un interés creciente en consumir productos en los que no se hayan aplicado productos de síntesis química y también en elegir un sistema de producción compatible con la conservación del medio ambiente.

Cierto es que los alimentos ecológicos suelen tener menos residuos de pesticidas que los alimentos convencionales. Según el último informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), del pasado mes de abril, con los datos correspondientes a las muestras oficiales de alimentos analizadas en 2022, en el 79% de los alimentos ecológicos analizados no se detectaron residuos de pesticidas, por el 58% de los alimentos convencionales. Así, mientras que los alimentos ecológicos suelen tener menos residuos de plaguicidas, esto no significa que estén completamente libres de ellos.
Sin embargo, la mayoría de los residuos identificados en las muestras de alimentos ecológicos provienen de pesticidas autorizados, como por ejemplo los compuestos de cobre, que son la gran mayoría de residuos detectados. También se identifican sustancias que se producen de forma natural, como por ejemplo el bromuro; o residuos que provienen de la degradación de productos de desinfección, como el caso de los clorados; y también contaminantes persistentes en el ambiente de sustancias ya prohibidas hace tiempo.
La aparición de otros plaguicidas no autorizados en los productos ecológicos puede deberse a la deriva de tratamientos realizados en campos no ecológicos, a contaminaciones ambientales o a contaminaciones que se hayan producido durante la manipulación, envasado, almacenamiento o procesamiento de productos ecológicos.
Los estudios científicos relacionados con la presencia de pesticidas en el medio ambiente muestran su omnipresencia. Se detecta que el 83% de los suelos están contaminados al menos en un tipo de pesticida. En el caso de las aguas europeas, los estudios detectan la presencia de varios pesticidas. Y lo mismo ocurre a nivel del aire. Éste es el motivo para concluir que, a pesar de que los agricultores ecológicos no utilicen casi ningún tipo de pesticida de síntesis química, también en sus campos se pueden detectar residuos que, en ciertas ocasiones, también pueden llegar a los alimentos.

Según la normativa que regula la producción ecológica a nivel europeo, corresponde a los productores ecológicos adoptar todas las medidas de precaución en todas las etapas de producción, preparación y distribución de productos ecológicos que sean necesarias para evitar la presencia de sustancias y productos no autorizados en los productos ecológicos. Algunas de estas medidas incluyen:
- Instalación de vallas o cortavientos (vegetales o no): Estas barreras físicas pueden ayudar a prevenir la deriva de plaguicidas u otras sustancias de síntesis química desde tierras de cultivo convencionales hacia tierras de cultivo ecológicas.
- Establecimiento de franjas de seguridad: Se trata de franjas pertenecientes a los campos ecológicos contiguas a los campos convencionales. Los productos procedentes de estas franjas, aunque se han obtenido mediante métodos de producción ecológicos, por precaución no pueden comercializarse utilizando las indicaciones protegidas de la producción ecológica.
- Control y limpieza de maquinaria mixta: Otro punto importante a tener en cuenta es el uso de maquinaria mixta, es decir, el uso compartido de maquinaria para la producción ecológica y para la producción convencional (máquinas de tratamientos fitosanitarios, sembradoras, cosechadoras…), de la que habrá que realizar una limpieza esmerada y efectiva con el fin de eliminar restos de productos fitosanitarios no autorizados en producción ecológica.
- Gestión de los almacenes: En caso de que se manipulen productos ecológicos y no ecológicos será necesario almacenar los productos ecológicos de forma separada de los otros productos, para evitar la mezcla o contaminación con sustancias que no cumplen las normas de producción ecológica.
- Control del transporte: Los operadores ecológicos tendrán que garantizar que el envasado y transporte de los productos ecológicos se realiza en envases, contenedores o vehículos adecuados y cerrados que imposibiliten la mezcla o contaminación con productos no autorizados en producción ecológica.
Cabe apuntar que no deja de ser curioso (e injusto) que tengan que ser los propios productores ecológicos quienes tengan que asumir el sobre coste que implica el establecimiento de estas medidas y, en el caso de que se detecten residuos a raíz de la toma de las muestras oficiales, la posible descalificación de toda la producción, aunque no sean responsables de ello.
Hace falta un cambio en el modelo de producción de alimentos, es necesario y urgente acabar con el modelo de agricultura industrial, amante de los plaguicidas tóxicos, y apostar por la agricultura ecológica como vía para una producción sana y sostenible.
Autor: Isidre Martínez, Ingeniero Agrónomo
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