Eco Turismo

Turismo Nacional

Turismo en Venezuela

Eco Turismo: Un viaje en el tiempo: recorrer España en trenes de época

Reloj de la estación de Aranjuez. Por Carlos Z
Reloj de la estación de Aranjuez. Por Carlos Z

El tren es un medio de transporte que tiene un misterioso poder de atracción. Nos invita a viajar de otra manera, sin el estrés de conducir, sin las prisas de los aeropuertos, sin el agobio del autobús. Nos permite disfrutar del paisaje y hacer realidad eso de que lo importante no es el destino, sino el camino. Porque en el tren, el camino se goza. Ese halo que envuelve el mundo ferroviario entre la serenidad y la melancolía seguramente se explica por el papel de novelas míticas como Ana Karenina o La vuelta al mundo en 80 días que emprendió Phileas Fogg.

Hay grandes rutas emblemáticas para perderse varios días en un vagón como el conocidísimo Transiberiano que cruza Rusia por más de 9.000 kilómetros. Sin irnos tan lejos, hay recorridos de un día cerca de casa que nos hacen revivir esas sensaciones únicas de viajar en tren por rincones recónditos, en medio de la naturaleza, sin desear llegar al final porque el trayecto es, en sí, la aventura. Aquí dejamos algunas ideas.

Tren de la Fresa. Por Andrés Gómez - Club Ferroviario 241 - IMG_0959.1, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=65204258
Tren de la Fresa. Por Andrés Gómez – Club Ferroviario 241 – IMG_0959.1, CC BY-SA 2.0

Si sueñas con viajar en una de esas locomotoras antiguas de las películas, el tren de la Fresa que une Madrid y Aranjuez es una magnífica opción. Está formado por un furgón y un vagón de los años 60, cuatro coches de madera de los años 20 (¡del siglo XX!) denominados ‘Costa’ y un coche metálico de pasillo lateral de los años 40.

Es un viaje que rememora el recorrido del primer ferrocarril que tuvo la Comunidad de Madrid. Se construyó en 1851 por orden de Isabel II para unir la capital con el Palacio Real de Aranjuez. En 1984 se inauguró como tren turístico que opera los fines de semana de primavera y otoño, ofreciendo una experiencia cultural, de ocio y gastronómica. El trayecto comienza en la antigua estación de Madrid-Delicias, donde está el Museo del Ferrocarril de Madrid.

El tren lleva hasta Aranjuez para disfrutar de una jornada allí. A la vuelta, se degusta el conocido fresón de Aranjuez que da nombre al ferrocarril. Aquí puedes consultar todos los itinerarios del tren de la Fresa.

Una actriz y un actor vestidos de época para el Tren Medieval de Madrid - Sigüenza. Foto cedida por Renfe
Una actriz y un actor vestidos de época para el Tren Medieval de Madrid – Sigüenza. Foto cedida por Renfe

Sigüenza es un pueblo de Guadalajara que está declarado Conjunto Histórico Artístico. Su amplio patrimonio arquitectónico va desde una catedral hasta un castillo, dos templos románicos, más de 100 casas medievales, casonas, edificios municipales de interés, dos murallas medievales… La conocida como ‘Ciudad del Doncel’ es como un gran libro de arte abierto y al aire libre.

Una buena forma de acercarse y de tener una experiencia inmersiva es coger el Tren Medieval que une la estación de Chamartín de Madrid con Sigüenza. No es un tren especial de época, sino un viaje turístico lleno de historia que opera entre abril y junio y entre septiembre y noviembre. Eso sí, ayudan a tematizar la experiencia una comitiva de actores ataviados como personajes de la época medieval seguntina. Amenizan el trayecto dentro de los vagones con actuaciones teatrales, juegos de magia, música medieval y degustación de dulces artesanos (como trufas de las hermanas clarisas o doncelitos de la pastelería Venus).

La aventura continúa en Sigüenza, con visitas guiadas de profesionales –igualmente vestidos de época– que llevan a conocer los secretos del municipio y sus monumentos más emblemáticos. Para más información, consultar la página web del Tren Medieval.

Tren dels Llacs, en Lleida. Por Alexandre Arocas
Tren dels Llacs, en Lleida. Por Alexandre Arocas

¿Quién dijo que a la montaña solo se puede ir en coche por angostas carreteras? El tren dels Llacs es un ejemplo de que nos podemos acercar a un entorno pirenaico en ferrocarril. Se trata de la línea que une Lleida y La Pobla de Segur, un proyecto transpirenaico que pretendía llegar hasta Saint Girons, en Francia, un objetivo que quedó truncado por la Guerra Civil y posterior Segunda Guerra Mundial.

La actual línea Lleida-La Pobla de Segur, conocida como tren dels Llacs, es de vía única y tiene panorámicas increíbles de embalses, ríos y sierras emblemáticas a lo largo de 40 túneles, 75 puentes y 89 kilómetros. Se ofrecen dos opciones que permiten disfrutar de este viaje en plena naturaleza. Una de ellas es el tren histórico, de estética antigua y con locomotoras diésel que arrastran vagones de época de 1968 (conocidos popularmente como “ye-yés”), con un curioso furgón postal y un coche cafetería. La otra es el tren panorámico, con un diseño más moderno, diáfano y abierto, con ventanas de gran tamaño que permiten contemplar mejor los paisajes.

El tren histórico funciona los sábados de abril hasta finales de octubre, mientras que el tren panorámico solo opera en las semanas centrales del verano. Aquí puedes consultar toda la información.

El Expreso de Canfranc (JacaCanfranc)

El Expreso de Canfranc recorre el corazón del Pirineo aragonés.
El Expreso de Canfranc recorre el corazón del Pirineo aragonés. Por Alsa.es.

El Expreso de Canfranc es un auténtico viaje en el tiempo. Este nuevo tren turístico se ha puesto en marcha durante el verano del 2025 con un gran éxito de público. El convoy recorre el trayecto entre Jaca y Canfranc, rememorando los trenes que llegaban a la famosa estación internacional desde principios de siglo hasta los años sesenta. Es también una manera sostenible de acercarse a conocer el corazón del Pirineo aragonés.

Un coche panorámico, uno restaurante y otro de departamentos, totalmente restaurados, ofrecen al viajero una experiencia única. El recorrido, en paralelo al Camino de Santiago Francés, no tiene precio: los amplios ventanales del tren permiten contemplar en todo su esplendor los magníficos paisajes del valle del Aragón, los picos nevados más altos del Pirineo y los numerosos pueblos con encanto que salpican esta parte de Huesca.

La estación internacional de Canfranc, muy cerca de la frontera de Huesca con Francia.
La estación internacional de Canfranc, muy cerca de la frontera de Huesca con Francia. Por José R. Marqués.

Podemos completar la jornada ferroviaria con visitas guiadas o teatralizadas a la estación internacional de Canfranc. Una buena manera de descubrir los secretos y misterios que esconde uno de los edificios más emblemáticos del patrimonio ferroviario europeo. El tren circula de miércoles a domingo y la duración del trayecto es de unos 35 minutos, con paradas intermedias en Castiello de Jaca y Villanúa. En el siguiente enlace encontrarás toda la información sobre horarios y billetes.

El tren de Sóller (Palma de Mallorca)

Tren de Sóller. Por Markus Mainka
Tren de Sóller. Por Markus Mainka

El pintoresco pueblo de Sóller, en la isla de Mallorca, tenía una industria pujante y era conocido por sus huertos de naranjos al entrar el siglo XX. Sin embargo, el aislamiento natural, entre las montañas de la sierra de Alfàbia, era un obstáculo para la movilidad de las mercancías y de las personas. Así que un empresario de la zona decidió impulsar un sistema ferroviario que lo conectara con Palma. El tren se inauguró oficialmente en 1912.

Hoy se pueden revivir las sensaciones de viajar en aquel histórico tren de madera que circula por parajes de gran belleza natural. El tren de Sóller hace un recorrido turístico desde la estación de Palma, con un edificio modernista que alberga la exposición “50 paisajes de Mallorca”. Si vas con antelación, puedes observar incluso las maniobras de acople del automotor al resto del convoy, a la antigua usanza: entre los toques de trompetilla de los guardavías y los pitidos graves que emite la máquina.

Interior del tren de Sóller, en Mallorca. Por icephotography
Interior del tren de Sóller, en Mallorca. Por icephotography

El viaje en el tiempo a través de un tren con suelo, paredes y techo de madera lacada, ventanas de guillotina, apliques dorados y asientos de cuero y metal, deja unas panorámicas deliciosas. A lo largo de una hora pasa por zonas agrícolas con casas rurales y campos de algarrobos, naranjos, olivos centenarios y almendros –lucen espectaculares en febrero, cuando están en flor–, y se adentra en el corazón de la sierra de Tramuntana, sumergiéndose en túneles perforados en la roca. Toda la información está en la web del Ferrocarril de Sóller.

Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.

Ver fuente