En República Checa los balnearios son cosa seria. Los hay a lo largo y ancho del país, muchos especializados en tratamientos concretos. Tratamientos que, a menudo, hasta les salen gratis a los checos porque, si tienen alguna dolencia o enfermedad, ¡se los cubre la seguridad social! Así que, si te apetece desconectar y mimarte en un spa, ya sabes: Chequia es el lugar ideal.

Nosotros no dejamos pasar la oportunidad de probar unos cuantos. Aunque confesamos que no era esa la razón principal de nuestro viaje al famoso triángulo de balnearios de República Checa. Y es que la tradición termal del país viene de lejos: las ciudades que surgieron en torno a sus manantiales de aguas minerales tienen mucha historia y una arquitectura de lo más peculiar. De hecho, los tres vértices del triángulo de ciudades balneario de Chequia son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Por ellas pasaron Goethe, Chopin o Freud…

¿Lo mejor? Que en la región donde se encuentra este famoso triángulo, hay muchos más rincones por descubrir… incluso otro lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que nada tiene que ver con las aguas termales. Sigue leyendo, que te lo contamos todo. Y ve preparando una tacita para beber las aguas minerales o, mejor aún, compra una de recuerdo allí, que son mucho más “pro”. Eso sí, las aguas buenas buenas no están. Vamos, que es como chupar hierro. ¡Quien avisa no es traidor!

Cuáles son las ciudades del triángulo de balnearios de República Checa

¿Los nombres de las tres ciudades que forman el triángulo de balnearios de Chequia? Karlovy Vary, que seguramente te suene, y Mariánské Lázně y Františkovy Lázně, que quizás te suenen menos. Los nombres de estas últimas significan literalmente “los baños de María” y “los baños de Francisco”. Y es que lázně en checo quiere decir balnearios, spas o baños termales. Así que, ya sabes: si ves un “lázně” en el nombre de una ciudad o pueblo, ¡seguro que hay aguas termales de por medio!

Dónde están y cómo llegar

El triángulo de ciudades balneario UNESCO de Chequia se encuentra en Bohemia Occidental, cerca de la frontera con Alemania. Más específicamente en la región que tiene por capital Karlovy Vary y que lleva su nombre. Ya hemos dicho que las tres ciudades que lo forman, Karlovy Vary, Mariánské Lázně y Františkovy Lázně, son parte del sitio UNESCO trasnacional de los grandes balnearios de Europa.

Karlovy Vary está a unos 130 km de Praga, menos de una hora y tres cuartos de coche. E incluso los sitios más lejanos, como Mariánské Lázně, Františkovy Lázně o Cheb, cerca de la frontera alemana, están a poco más de dos horas de la capital checa. Hay autobuses y trenes que conectan muchas de las localidades de la región pero, si quieres visitar varias, lo mejor es alquilar un coche. Nosotros viajamos con coche alquilado directamente en el aeropuerto de Praga aprovechando para visitar un par de sitios más en Bohemia Occidental y Central: Pilsen y el castillo de Karlštejn.

Karlovy Vary

Karlovy Vary no es solo la ciudad más importante del triángulo de balnearios de República Checa y la capital de la región, es también una de las ciudades más bonitas de todo el país, que no es moco de pavo. De hecho, es una de las excursiones clásicas desde Praga y sí, puedes visitarla más o menos bien con un tour de un día desde la capital, pero nosotros te aconsejamos disfrutarla con un poco más de calma.

Pasear junto al río Teplá, acercarse a sus cinco columnatas –las galerías cubiertas construidas junto a las fuentes termales– y beber sus aguas minerales con las famosas tacitas, lo que harás en la excursión, te dará una idea del encanto de la ciudad. Pero, si quieres disfrutarla más a fondo, tendrás que visitar la fábrica de cristal de Moser, bajar a los subterráneos de la Columnata de la Fuente, darte un tratamiento en alguno de sus spas, pasear por los bosques que la rodean, verla desde sus muchos miradores y desde la piscina termal del Saunia en el Thermal Resort… y visitar los Baños Imperiales construidos para el mismísimo emperador Francisco José I.

Mariánské Lázně

Mariánské Lázně es la segunda ciudad más importante del triángulo de ciudades balneario de Chequia. Su casco histórico, construido alrededor de sus dos columnatas y de la famosa fuente cantarina, es más pequeñito y rápido de recorrer. Pero tampoco faltan sitios que visitar en la ciudad: la iglesia de la Asunción, la estatua de Goethe, el teatro y, alejándose un poco más, la iglesia anglicana, la ortodoxa rusa, el antiguo cementerio judío o la cima del monte Krakonoš a la que puedes llegar en teleférico. Tampoco te puedes ir de la ciudad sin pasar por el precioso Balneario Romano y sin haberte dado un baño de gas de dióxido de carbono natural, el “gas de María” que brota del suelo de la zona. ¿A que no sabías que existía algo llamado carboxiterapia? Pues, ya lo sabes.

Además, Mariánské Lázně está rodeada por el bosque de Slavkov, con parajes naturales preciosos como la Reserva natural de Kladská. ¿Quieres más motivos para acercarte hasta Mariánské Lázně? Muy cerca hay unas cuantas joyitas históricas, como el monasterio de Teplá o el Palacio de Kynžvart.

Františkovy Lázně

La más pequeñita de las ciudades del triángulo de balnearios UNESCO de República Checa es Františkovy Lázně. Es también la que menos patrimonio tiene y es más para completistas, como nosotros. Pero pasear por su casco histórico, por sus parques y por sus columnatas también es interesante, relajante y no te llevará mucho tiempo. Tampoco te pierdas la iglesia ortodoxa rusa y, por supuesto, el símbolo de la ciudad: la estatua de František, el pequeño Francisco. Un niño desnudo sosteniendo una pelota o un globo terráqueo que es el símbolo de los tratamientos más conocidos de Františkovy Lázně: los de fertilidad. Tocarle el dedo gordo del pie derecho ayudaría a quedarte embarazada…

Leyendas aparte, Františkovy Lázně es conocida por sus baños, envolturas y tratamientos, incluidos los de fertilidad, con barro terapéutico de turba natural local. Al norte de la ciudad puedes pasear por la reserva natural de Soos, una turbera y marisma salina rica en minerales con pequeños volcanes de barro, emanaciones de CO₂ y manantiales minerales.

Si eres más de parques acuáticos, también hay uno en Františkovy Lázně: el del Spa Resort Pawlik-Aquaforum.

Más sitios que visitar en la zona del triángulo de balnearios de República Checa

Ya te hemos adelantado que no solo hay manantiales de aguas minerales y spas, sino que hay mucho más que visitar en la zona del triángulo de ciudades balneario de República Checa. Aquí tienes los sitios más top.

El relicario de San Mauro y el castillo de Bečov

Si te decimos que en la zona del triángulo de balnearios checos se encuentra el segundo objeto más valioso del patrimonio del país, justo después de las joyas de la corona, ¿cómo te quedas? Y lo mejor: aunque no lo puedas fotografiar, puedes admirarlo de cerca, a diferencia de las joyas de la corona, que solo se exhiben en contadas ocasiones.

Hablamos del relicario de San Mauro, una urna relicario del siglo XII considerada una obra maestra del arte románico de la que no habíamos escuchado hablar nunca y que nos voló totalmente la cabeza. Entre las 499 partes que recubren la urna de madera de roble hay chapas de oro y plata labradas con arabescos o escenas bíblicas, 200 piedras preciosas y semipreciosas, como granates, amatistas y esmeraldas y, lo más curioso, ¡camafeos romanos antiguos reutilizados!

¿Y dónde se conserva? En el castillo de Bečov, un complejo que incluye un castillo medieval del siglo XIII y un palacio barroco del XVIII. En su web tienes precios y horarios.

Junto con Karlovy Vary, para nosotros el top de sitios que ver en la zona del triángulo de balnearios de República Checa.

Cheb, su casco histórico y su castillo

Nos vamos a otro castillo, el de Cheb, el único castillo imperial en la actual Chequia de la dinastía Hohenstaufen –la de emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico como Federico II, Stupor Mundi, al que le tengo especial “cariño” porque nació en mi pueblo, Jesi–.

Fue construido a principios del siglo XII y, aunque esté en ruinas en su mayoría, todavía quedan restos originales como la Torre Negra –de basalto–, con su mirador, y la capilla románica palatina en dos plantas, con sus capiteles esculpidos. En su web tienes la información práctica –en checo, hay que pedirle ayuda a Google Translate–.

De todas formas, Cheb es la segunda ciudad de la región de Karlovy Vary y es mucho más que un castillo. Un gran parque, la iglesia de San Nicolás y Santa Isabel –la iglesia medieval más importante de la región– y el conjunto de once casas góticas Špalíček, todas originales y de lo más coloridas, hacen que la visita merezca la pena.

El castillo de Loket

De castillo en castillo y tiro porque me toca. Bohemia es tierra de castillos y la región de Karlovy Vary no iba a ser la excepción. Te vamos a recomendar la visita a uno más: el castillo de Loket. El emperador Carlos IV lo describió como “la llave del Reino de Bohemia” por su posición estratégica, en un promontorio rodeado por tres lados por el río Ohře. Y eso hoy en día se traduce en postal o foto de Instagram perfecta.

Pero es mucho más que una fotografía, así que no dejes de entrar. Te vas encontrar con una torre de 26 metros de altura con vistas, grandes salones, una exposición de piezas que van de porcelana local a un meteorito –el meteorito de Loket–, un pequeño museo de la tortura… ¡Hasta tiene su propio dragón legendario “escondido” en la torre! También te dejamos su web.

El monasterio de Teplá

Ya hemos mencionado el monasterio de Teplá como una de las joyas de los alrededores de Mariánské Lázně. Y es que está a solo 20 km –menos de media hora en coche– de la ciudad balneario checa, en las afueras del pequeño pueblo de Teplá.

El monasterio fue fundado en 1193 por el beato Hroznata y tiene partes románicas y góticas, aunque lo más vistoso es lo barroco, especialmente la decoración de su iglesia, la Iglesia de la Anunciación, y la biblioteca. Esta última, con unos 100.000 volúmenes, es la segunda más grande del país en cuanto a fondos antiguos –la primera es la del Clementinum de Praga–.

Eso sí, muchas partes del complejo no se han conservado y otras están bastante ruinosas. Al entrar, antes de los fastos del barroco del interior –que no se puede fotografiar–, será lo primero que notarás. A pesar de haber sobrevivido a la Segunda Guerra Mundial, el monasterio se deterioró mucho en la época comunista, cuando los canónigos premonstratenses fueron expulsados y sus edificios se utilizaron como almacenes, oficinas estatales o espacios militares. Hoy los monjes han vuelto, pero los 110 que había a principios del siglo XX han pasado a ser cinco. Aún así, sigue siendo uno de los monasterios más importantes de República Checa.

El Palacio de Kynžvart

Uno de los sitios más curiosos de la zona del triángulo de ciudades balneario de República Checa se encuentra también en los alrededores de Mariánské Lázněes, en los límites del bosque de Slavkov. Hablamos del Palacio de Kynžvart. A primera vista, es un palacio neoclásico cualquiera, con sus grandes salones como el comedor dorado y su jardín con estatuas como la de Diana, inspirada en la que adorna el Palacio de Versalles. Pero… hay sorpresa, o sorpresas.

El palacio original fue, en el siglo XIX, la residencia veraniega de Klemens von Metternich, influyente canciller del Imperio Austrohúngaro. A él se debe la biblioteca, con más de 24.000 volúmenes, y, aquí va lo peculiar, un gabinete de curiosidades que reúne objetos tan sorprendentes como un cabello de Napoleón, una maza atribuida al líder husita Jan Žižka, armas exóticas de Extremo Oriente y Oriente Medio, monedas históricas, curiosidades naturales y técnicas e incluso un daguerrotipo –el “abuelo” de la fotografía– de 1839, uno de los más antiguos del mundo, inscrito hoy en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO. Aquí tienes su web con precios y horarios.

Los Montes Metálicos y Ostrov

Ya dijimos que había otro sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la región de Karlovy Vary. También se trata de un sitio transnacional, en este caso solo compartido con Alemania: la región minera de Krušnohoří en los Montes Metálicos, o Montes Metalíferos. De esta parte podemos contar muy poco…

La idea era acercarnos en nuestro último día de viaje por la zona del triángulo de ciudades balneario de República Checa, pero nos hizo un tiempo pésimo y optamos por pasear más por Karlovy Vary y darnos un último festín gastronómico. Lo que sí sabemos es que, de camino a los Montes Metálicos, también está Ostrov, con su mezcla única de arquitectura románica, gótica, renacentista y de realismo socialista. Otra vez será…

Más rincones naturales de la región

Ya hemos mencionado la Reserva Natural de Soos, con sus turberas, en las afueras de Františkovy Lázně, y el bosque de Slavkov y la Reserva natural de Kladská, cerca de Mariánské Lázně. En este último, hay un sendero muy agradable que rodea un estanque de lo más bucólico.

Estas dos reservas son dos de los grandes atractivos naturales de la zona del triángulo de balnearios de Chequia. Otra son las rocas de Svatoš, Svatošovské skály en checo, que enamoraron al mismísimo Goethe. Un conjunto de pilares, prismas y pirámides de granito junto al río Ohře que, según la leyenda, son los restos de una comitiva nupcial convertida en roca por un hada, en castigo por la soberbia del novio. Nosotros nos enteramos de su existencia cuando visitamos el castillo de Loket –están muy cerca– y no nos dio tiempo a verlas. ¡No cometas el mismo error! Nos parece que se puede llegar en coche, pero seguro que se puede andando por el sendero educativo de Doubí, o bordeando el río Ohře desde Loket. También pasa por aquí la gran ruta ciclista europea Eurovelo 4 que cruza Chequia de oeste a este. La ruta ciclista del río Ohře, que pasa por Cheb, Loket y Karlovy Vary, forma parte de ella.

Dónde comer en el triángulo balneario de República Checa

Entre ciudad balneario y ciudad balneario, spa y spa, castillo y castillo y reserva natural y reserva natural, también habrá que comer, ¿no?

Nosotros pasamos unos días en la zona del triángulo de ciudades balneario de República Checa y comimos en varios restaurantes, pero te vamos a hablar de nuestros cuatro favoritos.

Junto a la Reserva natural de Kladská, al norte de Mariánské Lázně, nos encantó el restaurante U Tetřeva. Se encuentra junto a un palacete de caza de madera de la época del Imperio Austro-Húngaro que también funciona como casa de huéspedes y está especializado, lo has adivinado, en carne de caza. ¡Ese filete de lomo de corzo nos encantó! También son de la zona los arándanos. La tarta casera de arándanos, ¡una delicia!

En Loket, fuimos a una típica cervecería checa, la cervecería y restaurante St. Florian, que también fue todo un acierto. Aunque no bebas cerveza como nosotros, aquí podrás probar todos los platos típicos de República Checa por excelencia, como el queso frito, el goulash de cerveza o el pato asado.

En Karlovy Vary, te aconsejamos dos restaurantes. Uno es el restaurante Diana, junto al mirador del mismo nombre –al que se llega en funicular–. También está especializado en caza y tiene platos de la cocina checa como la sopa de goulash o postres como el Kynuté jahodové knedlíky, unos dumplings rellenos de una crema con fresas. Y el otro, nuestro favorito en la ciudad, es el restaurante La Hospoda, también de cocina tradicional, pero con toques un poco más modernos. ¡Nos encantó la carne estofada al vino tinto!

Dónde dormir en la región de Karlovy Vary

Karlovy Vary y Mariánské Lázně son las dos ciudades perfectas para hacer base y conocer todos los lugares de los que te hemos hablado. Si quieres darte un capricho y vivir la “experiencia spa” completa, deberías dormir en hoteles que tengan spas con aguas minerales.

Nosotros lo hicimos en el Hotel Imperial en Karlovy Vary y en el Hotel Ensana Centrální Lázně en Mariánské Lázně –parte de un gran complejo que incluye varios hoteles conectados entre sí y también el Balneario Romano–. Ambos tienen habitaciones muy cómodas, un personal muy atento, buena comida y buen desayuno y, sobre todo, ofrecen varios tratamientos en sus spas. Muy recomendables. Eso sí, no te aconsejamos la media pensión si es para cenar, sobre todo si vas en verano y quieres aprovechar el día: los restaurantes cierran muy pronto, a las 20:00 / 20:30.

Si no te convencen, hay muchos hoteles en Karlovy Vary y en Mariánské Lázně.

Mapa del triángulo de ciudades balneario de República Checa

Aquí tienes un mapa del triángulo de balnearios de Chequia, patrimonio UNESCO. Incluye, además de las tres ciudades balneario, los demás sitios de los que te hemos hablado y que deberías visitar en la zona.

La Karlovy Vary Region Card

Si vas a hacer varias visitas en la zona, te aconsejamos echarle un ojo a la Karlovy Vary Region Card. Es la tarjeta turística de la región de Karlovy Vary e incluye entradas a varios museos, monumentos y atracciones. Entre ellos, los Baños Imperiales, los subterráneos de la Columnata de la Fuente o la visita a la fábrica de Moser y el teleférico de Diana en la ciudad de Karlovy Vary. En el resto de la región, el monasterio de Teplá, el castillo de Cheb, la Reserva Natural de Soos, el Aquaforum de Františkovy Lázně o el teleférico de Mariánské Lázně. También ofrece unos cuantos descuentos, como al Saunia del Thermal Resort en Karlovy Vary.

Ya ves, hay mucho más que spas y aguas termales en la zona del triángulo de ciudades balneario de la República Checa.