Eco Turismo

Turismo Nacional

Ecoturismo Turismo Turismo en Venezuela viajeros

equipo conjunto de científicos de EE. UU. y China han desarrollado primer método de un solo paso para convertir residuos plásticos mixtos en gasolina

El proceso tiene una eficiencia superior al 95 % y se realiza a temperatura ambiente, lo que lo hace más económico y escalable que los métodos tradicionales.

  • Plásticos difíciles convertidos en combustible.
  • Proceso 1 solo paso, baja temperatura.
  • Hasta 99 % de eficiencia.
  • PVC tratado sin liberar toxinas.
  • Se obtiene gasolina y ácido clorhídrico reutilizable.
  • Aporta a economía circular.

Un avance decisivo: transformar residuos plásticos en combustible de forma directa y limpia

Un equipo internacional de científicos ha desarrollado un método revolucionario de un solo paso para convertir residuos plásticos, incluidos los más problemáticos como el PVC, en combustible tipo gasolina y ácido clorhídrico reutilizable.

Lo más sorprendente es que todo ocurre a temperatura ambiente o ligeramente elevada y bajo presión atmosférica, lo que reduce drásticamente la demanda energética y simplifica el proceso.

Con una eficiencia de conversión superior al 95 %, esta innovación puede marcar un antes y un después en la lucha contra uno de los grandes retos ambientales de nuestro tiempo: los 10.000 millones de toneladas de plástico que el mundo ha producido hasta hoy, de las cuales solo una fracción se recicla efectivamente.

🧪 Contexto del problema

  • PVC y poliolefinas son plásticos ampliamente utilizados y generan grandes volúmenes de residuos.
  • Su reciclaje químico es complejo, especialmente el PVC, debido a la liberación de compuestos tóxicos durante la descomposición.

🔬 Propuesta innovadora

  • El estudio presenta una estrategia de reciclaje químico de PVC y poliolefinas a baja temperatura.
  • Utiliza líquidos iónicos cloroaluminatos como catalizadores para transformar estos residuos en:
    • Hidrocarburos líquidos (tipo combustible).
    • HCl (ácido clorhídrico), que puede recuperarse y reutilizarse.

Más allá del laboratorio: un método escalable y realista

Desarrollado por investigadores del Pacific Northwest National Laboratory, Columbia University, la Universidad Técnica de Múnich y la East China Normal University, el proceso apunta directamente a un uso industrial real.

No se trata de una solución teórica o demasiado costosa, sino de una alternativa técnicamente viable que podría integrarse en infraestructuras existentes, como refinerías o centros de tratamiento de residuos.

A diferencia de otros métodos de upcycling químico, que requieren múltiples etapas y temperaturas elevadas, esta técnica combina la deconstrucción y la refinación del plástico en una sola reacción química.

Se utilizan isoalcanos ligeros, subproductos comunes de las refinerías, como disolventes que facilitan la conversión de plásticos mixtos y contaminados, algo habitual en los residuos reales.

⚙️ Mecanismo del proceso

  • Es un proceso en una sola etapa que combina:
    • Descloración (eliminación del cloro)
    • Ruptura de enlaces C-C
    • Alquilación e intercambio de hidrógeno con isobutano o isopentano
  • Este enfoque compensa las reacciones endotérmicas con otras exotérmicas, lo que permite operar a temperaturas más bajas.

Resolver el «problema clorado»: el caso del PVC

El cloruro de polivinilo (PVC) representa alrededor del 10 % de los plásticos globales, pero su presencia complica cualquier intento de reciclaje térmico o químico. Su contenido en cloro genera compuestos tóxicos si se incinera o procesa sin un tratamiento previo.

Este nuevo enfoque consigue eliminar el cloro del PVC durante el mismo proceso en que se genera el combustible, evitando emisiones peligrosas y transformando el cloro residual en ácido clorhídrico (HCl).

Este subproducto no solo se neutraliza fácilmente, sino que puede reutilizarse en sectores como el tratamiento de aguas, metalurgia, alimentación o farmacéutica.

Alta eficiencia con plásticos reales

Uno de los aspectos más prometedores del estudio es que la tecnología no depende de plásticos puros o limpios. En pruebas con residuos mixtos de PVC y poliolefinas, como los que se encuentran habitualmente en vertederos o plantas de reciclaje, se lograron tasas de conversión del 96 % a solo 80 °C.

Esto abre la puerta a su aplicación directa sobre flujos contaminados, sin necesidad de clasificarlos previamente, una barrera clave en los sistemas actuales de reciclaje.

Por ejemplo, tuberías blandas de PVC, aislamientos de cables y envases rígidos se convirtieron exitosamente en hidrocarburos líquidos entre 6 y 12 átomos de carbono, la base de la gasolina comercial.

Además, al evitar temperaturas extremas, se reducen tanto los costes energéticos como las emisiones asociadas, reforzando su atractivo desde el punto de vista medioambiental y económico.

El misionero que ha logrado convertir plástico en combustible.

Potencial

Este tipo de tecnologías no solo resuelven el problema del residuo; transforman una amenaza en un recurso. Algunas formas concretas en que puede contribuir a un futuro más sostenible:

  • Descongestionar vertederos y zonas saturadas de residuos plásticos que actualmente no tienen salida reciclable.
  • Reducir la quema de residuos y con ello, la emisión de dioxinas y otros contaminantes generados por la incineración tradicional.
  • Aprovechar redes industriales existentes, como refinerías y plantas químicas, para escalar el proceso sin necesidad de infraestructura nueva.
  • Generar combustible localmente a partir de desechos, reduciendo dependencia del petróleo virgen y mejorando la seguridad energética.
  • Fomentar una economía circular real, donde incluso los plásticos más complejos tienen una segunda vida útil como materia prima industrial.

🌍 Aplicabilidad

  • Funciona con mezclas reales de residuos plásticos, incluso si están contaminadas.
  • Los reactivos utilizados (como los isoalcanos) pueden obtenerse de refinerías o reciclarse del propio proceso.

Proyectos piloto similares ya se están impulsando en Europa y Asia, especialmente en zonas donde la recogida selectiva aún no logra clasificar eficientemente los residuos. Si se combinan con políticas que incentiven la valorización de residuos mixtos —como el reciente impulso de la UE al reciclaje químico—, esta tecnología podría ser parte central de una estrategia global para cerrar el ciclo del plástico.

La clave ahora será pasar del laboratorio al terreno. Y con soluciones como esta, ya no hay excusas para seguir enterrando o quemando lo que podría convertirse en energía útil para el presente y el futuro.

Vía South China Morning Post

Más información: www.science.org

Ver fuente