Hyatt Regency Aruba: cómo es hospedarse en uno de los mejores resorts de Palm Beach
Después de buscar el destino ideal para un viaje con mis amigas, elegimos Aruba. Mis amigas proponían México o República Dominicana pero cuando «les vendí Aruba» gracias a mi experiencia del 2018, y sobre todo, clima de verano asegurado, sin nada de sargazo y vuelos en promo, no pudieron resistirse. Nos alojamos en el Hyatt Regency Aruba Resort Spa & Casino, un hotel cinco estrellas ubicado en una de las mejores zonas de la isla: el corazón de Palm Beach.
La ubicación es inmejorable. El hotel está frente al mar y tiene acceso directo a la playa con palapas, reposeras y servicio exclusivo para huéspedes, lo que nos permitió disfrutar del sol y del agua sin preocuparnos por nada. Además, está cerca de todo: desde ahí caminamos a bares, restaurantes, tiendas y al muelle de donde salen muchas excursiones en barco y actividades acuáticas. Todo estaba literalmente ahí nomás.
Fue un estadía de 3 noches alucinante y acá te cuento por qué este hotel fue el complemento perfecto para una experiencia inolvidable.
Tuvimos el placer de ser invitadas por Hyatt Regency Aruba Resort Spa and Casino para vivir esta experiencia y compartirla con ustedes, todos los comentarios son basados en nuestra experienica real. Te dejo el Reel y si todavía no nos seguías en Instagram, este es el momento 😉
Nuestra habitación en el Hyatt Aruba: Doble Queen Ocean View
Reservamos una habitación doble queen con vista al mar y fue perfecta para las cuatro. Era súper amplia, con dos camas enormes y comodísimas, espacio suficiente para las cuatro y un balcón con una vista increíble. Nos encantaba despertarnos y ver el color del mar desde la cama.
Todo en el espacio nos transmitía calma: los colores suaves, los detalles en madera clara, los muebles artesanales inspirados en la isla… todo estaba pensado para invitar al descanso. Las camas eran altísimas, con sábanas suaves y almohadas que parecían nubes. Realmente se notaba que la ambientación buscaba reflejar el espíritu caribeño: relajado, luminoso y elegante sin exagerar.
Tenía detalles que nos hicieron sentir muy cómodas, como pava eléctrica, cafetera Nespresso y té de cortesía, que usamos todos los días para hacernos matecitos. Televisor de 65 pulgadas con Chromecast (ideal para poner música o ver series a la noche), hasta el minirrefrigerador para tener nuestras bebidas siempre frías. El wifi era rápido y estable, algo clave cuando querés subir contenido o simplemente chusmear redes desde la cama mientras esperás tu turno para bañarte.
El baño incluía productos de Pharmacopia Natural Bodycare, un espejo con luz LED y reloj digital integrado, y hasta un espejo de maquillaje ideal para prepararnos antes de salir. También había batas suaves, secador de pelo, plancha y tabla de planchar. Todo estaba realmente pensado para que no falte nada.

Las batas se merecen un párrafo aparte, no sé todavía porque no me compré una. Cuando llegás a la habitación hay un cartelito donde podés pedir LO QUE QUIERAS, y housekeeping en el siguiente servicio te lo deja. Obvio que también podés llamar a recepción, pero no era nada urgente. Como eramos cuatro, les pedimos 2 batas más y algunos productos para el skincare. Para darte algunos ejemplos de lo disponible en el «Convenience Collection – Hyatt has it» tenías: loción y shampoo para bebés, desodorante, tapones para los oidos, mascarilla para ojos, jabón facial, cepillo para el cabello, bolsa de lavandería, disco desmaquillante, detergente par ropa, quitaesmalte, enjuague bucal, maquinita de afeitar, etc etc.
Dato: el hotel tiene más de 350 habitaciones y suites, y si viajan en familia o entre grupos más grandes, se pueden reservar habitaciones comunicadas para estar todos cerca pero con privacidad.
La gastonomía del Hyatt Aruba: opciones para todos los gustos
Una de las cosas que más nos gustó del hotel fue su variedad de opciones gastronómicas. Desde desayunos completos frente al mar hasta cocktails con música en vivo, cada lugar tiene su estilo y vale la pena probarlo. Lo mejor: no hace falta salir del hotel para disfrutar comida rica, fresca y con excelentes vistas.
Palms Restaurant
Todos los días arrancábamos con un desayuno buffet espectacular casi sobre la arena. Había frutas tropicales, panificados recién horneados, jugos naturales, salmón, baggles, panceta, estación de huevos y omelettes al momento, waffles con toppings, y muchísimo más. Ofrecen opciones sin-tacc en una estación separada, pero con opciones similares, me pareció genial. Todo se sirve en un espacio abierto, con mesas al aire libre y la brisa del mar caribeño de fondo. Si querés desayunar adentro, con el aire acondicionado, también es posible, pero nosotras elegíamos las mesas con vista al mar.
El desayuno está incluido en algunas tarifas y, si no, podés pagarlo aparte, alrededor de 32 USD por persona, y vale cada centavo. Está disponible todos los días desde las 7:00 hasta las 11:00 am.
Ruinas del Mar
Este restaurante es de película. Está rodeado de estanques con peces koi, palmeras y puentes de piedra, todo con una iluminación tenue y elegante que crea un ambiente súper especial.
Fuimos una noche y si bien queríamos probar varios platos, hubo coincidencia total: el risotto de frutos de mar fue el mejor plato del viaje. También había pescados locales, pastas y entradas frescas como ceviche y carpaccio. Los platos principales rondan los 40–60 USD, y vale la pena para una cena más especial dentro del hotel.
Abre todas las noches desde las 18:00 hasta las 22:00, y conviene reservar, sobre todo si querés mesa al lado del agua.
Dato: Si no estás alojado en el Hyatt también podes disfrutar de una cena inolvidable en el Ruinas del Mar.

Alfresco Bar
Este bar al aire libre tiene un ambiente relajado, con sillones, mesas altas y buena música.
Probamos varios cocktails de autor, y cada uno tenía su toque distintivo. El Smoked Apple Old Fashioned (USD 28) fue el más sorprendente: llega con una campana de humo que se levanta en la mesa, ¡toda una experiencia! También nos gustó mucho el Aromatic Spritz (USD 22), súper refrescante y con un perfume herbal ideal para el atardecer.
De la carta de gin, el Berry Perfume (USD 22) fue uno de nuestros favoritos: frutal, ligero y muy bien presentado. Y para quienes prefieren algo sin alcohol, el Berrylicious (USD 12) de la sección de mocktails fue una opción deliciosa, con frutas rojas y burbujas suaves, perfecto para brindar sin alcohol pero con estilo.
La pizza de trufa y prosciutto fue un hit, y también tenían wraps, ensaladas y algunos platos del día más livianos.
Algunas noches hay música en vivo, lo que le da un plus increíble al atardecer. Cuando estuvimos alojadas además pasaban los partidos de la NBA.
Está abierto desde el mediodía hasta la madrugada, ideal para almorzar, picar algo a la tarde o disfrutar de una cena ligera. Está cerca del Casino, por si querés aprovechar y probar tu suerte.
Kadushi Juice Bar
Ubicado cerquita de las piscinas y frente a la playa, este barcito se volvió nuestro salvavidas durante el día. Entre un chapuzón y otro, te podes pedir jugos, smoothies y açaí bowls súper completos, frescos y riquísimos.
Mi bowl favorito fue el «Big Island Açaí», pues fan de Brasil, que venía con banana, granola, maní y frutillas (USD 10). Mis amigas probaron el jugo de ananá con jengibre (USD 8).

Las piscinas
El Hyatt Regency Aruba ofrece dos espacios acuáticos con ambientes muy distintos, ideales según el mood del día.
Una jornada la dedicamos completa a la Trankilo Pool, exclusiva para adultos (+18 años). Ubicada en una zona apartada del complejo, es una piscina de casi 400 mt² diseñada para ofrecer tranquilidad, privacidad y lujo. Está construida en tres niveles, rodeada de coral y palmeras, con efecto infinito que se funde con el mar. Es una de las pocas piscinas para adultos en Aruba reconocidas por su diseño.
Reservamos una cabaña privada por un día: un refugio con sofás, secador de toallas, smart TV, minibar, frutas, bebidas incluidas, e incluso una ducha privada. La tranquilidad era total: chorros de agua que generaban un sonido blanco relajante y ningún ruido de la piscina principal ni del resto del hotel o la playa. Perfecta para desconectar, leer y relajarse durante horas con un buen libro.

También disfrutamos de la piscina principal. En el corazón del resort, la Activity Pool ocupa unos 700 mt² y es ideal para familias y cualquiera que busque un ambiente animado. Con cascadas, una piscina poco profunda para niños, un swim-up bar y un tobogán de agua de dos pisos, fue nuestra zona favorita para recargar energías y divertirnos juntas.
El tobogán tipo parque acuático lo disfrutamos varias veces (sí, no crecemos más), y el bar flotante fue un gran hallazgo, tiene barra y podés disfrutar de algo rico, sin salir del agua. Además, en esta pile también hay cabanas disponibles que se reservan con anticipación si querés un descanso con estilo, como hicimos nosotras en la Trankilo Pool.
Aprovechamos también el jacuzzi, «hot tub», cerquita de la piscina principal, con agua a unos 37–40 °C.

Actividades para todos los gustos
Una de las cosas que más me gustó del Hyatt fue la cantidad de actividades incluidas para los huéspedes. Cada día había algo nuevo y divertido para hacer, más allá de la playa o la piscina. Tenés el calendario semanal visible en diferentes sectores del hotel y podés registrarte en los towel hut (donde retirás las toallas).
Participamos de una clase de cocina con el chef, donde preparamos guacamole con un toque caribeño (y después lo llevamos a la palapa a disfrutar con el resto de mis amigas). Una mañana madrugué y ví que estaban haciendo stretching en la playa y me sumé, un momento súper tranquilo que disfruté mucho y arranqué el día con una energía hermosa. La última tarde jugamos al bingo en la piscina, donde por solo un dólar participabas por un pozo. Estuvo súper divertido.
Además de estas actividades, el hotel ofrece yoga, clases de mixología, deportes acuáticos como kayak o paddle, y un casino abierto hasta tarde.

¿Conviene alojarse en un all inclusive en Aruba?
En nuestra opinión, no vale la pena alojarse en un all inclusive en Aruba, y te contamos por qué. La isla tiene una oferta gastronómica súper variada y de excelente nivel: desde food trucks con pescado fresco a precios accesibles hasta restaurantes gourmet frente al mar. Además, las distancias son cortas y es muy fácil moverse, así que cada comida puede ser una excusa para descubrir un nuevo rincón de la isla. En zonas como Palm Beach o Eagle Beach hay opciones para todos los gustos y presupuestos, ¡y muchas están a solo unos pasos de los hoteles!
En nuestro caso, alojarnos en el Hyatt, que no es all inclusive, nos dio libertad total para salir a cenar, probar cocktails en distintos bares o improvisar planes sin sentir que “estábamos perdiendo” una comida en el hotel.
Recomendación final: alojarse en el Hyatt Aruba
La atención fue excelente, el ambiente relajado pero elegante, la comida deliciosa, las piscinas perfectas y la ubicación simplemente inmejorable. Todo está pensado para que disfrutes de verdad, ya sea en pareja, con familia o, como en nuestro caso, en un viaje con amigas.
Pasamos unos días inolvidables y ya estamos planeando volver. Si estás organizando un viaje a Aruba y querés combinar descanso, buena comida, actividades y una playa soñada… este hotel lo tiene todo.
Nuestra estadía fue parte de una colaboración con Hyatt Regency Aruba Resort Spa and Casino, y todo lo que compartimos refleja nuestra experiencia real. Estamos orgullosos de que nos hayan elegido como Hyatt Ambassadors!