Ingenieros del MIT han creado un dispositivo pasivo del tamaño de una ventana que extrae agua potable del aire sin necesidad de energía

Utiliza un hidrogel inspirado en el origami que absorbe vapor de agua por la noche y lo libera durante el día cuando se calienta, condensándolo en agua limpia. No necesita electricidad ni paneles solares.
- Nuevo dispositivo de tamaño ventana capta agua del aire.
- Funciona sin electricidad, ni baterías, ni paneles solares.
- Rinde incluso en zonas áridas como el Valle de la Muerte.
- Produce hasta 161,5 ml de agua potable al día.
- Usa hidrogel con glicerol, evita filtración de sales.
- Estructura con forma de burbujas mejora la absorción.
- Ideal para climas secos y regiones con escasez de recursos.
UNA SOLUCIÓN RADICAL AL PROBLEMA DEL AGUA
Actualmente, más de 2.200 millones de personas carecen de acceso a agua potable segura. Incluso en países desarrollados como Estados Unidos, millones viven con inseguridad hídrica. A medida que los recursos tradicionales como ríos, lagos y embalses se agotan o contaminan, el acceso equitativo al agua se vuelve cada vez más crítico.
Frente a este desafío global, un equipo de ingenieros del MIT ha desarrollado una tecnología capaz de extraer agua potable directamente del aire, incluso en condiciones extremas de baja humedad. Esta innovación abre la puerta a una nueva forma de acceder al agua: sin infraestructura, sin energía eléctrica y sin dependencia de fuentes tradicionales.
TECNOLOGÍA QUE FUNCIONA DONDE OTRAS FALLAN
El dispositivo tiene el tamaño de una ventana y consiste en un panel vertical encerrado en una cámara de vidrio recubierta con una capa refrigerante. En su interior se encuentra un hidrogel negro en forma de burbujas que absorbe el vapor de agua durante la noche. Cuando sale el sol, ese vapor se libera, condensa en el vidrio enfriado y fluye por un tubo como agua potable.

No utiliza electricidad, baterías ni paneles solares. Es completamente pasivo y autónomo.
Durante las pruebas en el Valle de la Muerte (uno de los lugares más secos de Norteamérica), el sistema recolectó hasta 161,5 mililitros diarios de agua potable, operando en condiciones de humedad relativa de tan solo el 21 %.
MATERIALES DE ALTO DESEMPEÑO
El núcleo del sistema es un hidrogel altamente absorbente, desarrollado con una estructura que incrementa la superficie de contacto con el aire. A diferencia de diseños anteriores, no contiene microporos que filtren sales al agua.
Una innovación crucial fue la incorporación de glicerol, que actúa como estabilizador y mantiene las sales atrapadas en el hidrogel. El resultado: agua limpia con niveles de sal por debajo del estándar para consumo humano, sin necesidad de filtrado adicional.

DISEÑO ESCALABLE Y DE BAJO COSTE
Los investigadores diseñaron una muestra de medio metro cuadrado y comprobaron su rendimiento en campo real. Gracias a su diseño vertical, los paneles pueden instalarse en filas o matrices sin ocupar mucho espacio horizontal.
Según el equipo, varios de estos paneles podrían abastecer de agua potable a un hogar completo, y con mayor eficiencia en climas más húmedos como los tropicales o templados.
Además, el bajo coste y simplicidad del sistema lo hacen viable para zonas rurales o comunidades sin acceso a redes eléctricas o infraestructura hídrica.
POTENCIAL DE ESTA TECNOLOGÍA
- Cero emisiones: Al no requerir electricidad ni combustibles, no genera emisiones de carbono ni impacto ambiental negativo.
- Materiales reutilizables: El hidrogel y el sistema son duraderos, lo que reduce residuos y mantenimiento.
- Acceso universal al agua: Permite obtener agua potable en cualquier parte del mundo, independientemente de la geografía o la infraestructura.
- Seguridad hídrica descentralizada: Disminuye la dependencia de fuentes tradicionales vulnerables al cambio climático.
- Sin químicos contaminantes: La tecnología no utiliza cloro ni productos químicos industriales, evitando contaminación secundaria.
Esta tecnología es un ejemplo claro de cómo la ingeniería puede ofrecer soluciones sostenibles, accesibles y escalables a uno de los mayores retos del siglo XXI: el acceso equitativo al agua potable.