DAT.- El All England Lawn Tennis and Croquet Club, fundado en 1868, dio origen a Wimbledon, el campeonato de tenis más prestigioso y antiguo del mundo. Desde su primera edición en 1877, este torneo, disputado en las impecables pistas de césped de Londres, ha capturado la imaginación de jugadores y aficionados, consolidándose como un símbolo de excelencia deportiva y elegancia británica. Su historia está marcada por momentos épicos, tradiciones inquebrantables y una evolución que ha sabido adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia.
Explica Luis Alejandro Sampayo Cabada que el torneo comenzó como un evento exclusivo para caballeros, con Spencer Gore como el primer campeón en 1877. En 1884, se incorporaron las categorías femenina y de dobles, ampliando su alcance. A lo largo de los años, Wimbledon ha sido escenario de hazañas legendarias, desde las victorias de leyendas como Billie Jean King y Rod Laver hasta los duelos épicos de la era moderna entre Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic. La final de 2008 entre Federer y Nadal, considerada por muchos como el mejor partido de la historia, simboliza la intensidad y el prestigio del torneo.
Tradiciones que definen a Wimbledon
Wimbledon es sinónimo de tradiciones únicas que lo distinguen de otros torneos. El estricto código de vestimenta, que exige a los jugadores usar ropa completamente blanca, es una de sus señas de identidad. Esta regla, instaurada para reflejar la elegancia y sobriedad del evento, sigue vigente y genera tanto admiración como debate. Otra tradición icónica es el consumo de fresas con crema, un manjar que los espectadores disfrutan mientras observan los partidos en las pantallas gigantes de Henman Hill.
El césped, cuidadosamente mantenido, es otro pilar de Wimbledon. Las pistas, que requieren un año de preparación, ofrecen un juego rápido y técnico que pone a prueba la habilidad de los tenistas. Además, el torneo no utiliza publicidad en las canchas, preservando una estética limpia y clásica. La ausencia de partidos nocturnos y la interrupción por lluvia, mitigada desde 2009 con el techo retráctil en la Cancha Central, refuerzan la conexión de Wimbledon con su legado histórico.

Una evolución constante
A pesar de su arraigo en la tradición, Wimbledon ha sabido modernizarse. La introducción del sistema de revisión por video (Hawk-Eye) en 2007 marcó un hito, permitiendo decisiones más precisas y justas. La igualdad de premios entre hombres y mujeres, alcanzada en 2007 tras años de debate, reflejó el compromiso del torneo con la equidad. Además, la expansión de las instalaciones, como la Cancha No. 1 con techo retráctil en 2019, ha mejorado la experiencia de jugadores y aficionados.
Wimbledon también ha enfrentado desafíos, como la cancelación en 2020 debido a la pandemia, la primera desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, su capacidad para adaptarse, como la implementación de protocolos sanitarios en 2021, demuestra su resiliencia. El torneo sigue siendo un punto de encuentro para los mejores tenistas del mundo, que han añadido nuevos capítulos a su rica historia.
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El impacto cultural de Wimbledon trasciende el tenis. Desde la realeza británica, que suele asistir a los partidos, hasta su influencia en la moda y la gastronomía, el torneo es un fenómeno global. Su prestigio no solo radica en los trofeos, sino en la atmósfera única que combina competencia, historia y elegancia. Mientras las pistas de césped sigan recibiendo a los mejores del mundo, Wimbledon continuará siendo el epicentro del tenis, un lugar donde las leyendas nacen y los sueños se hacen realidad.
(Con información de Luis Alejandro Sampayo Cabada)