Cuando parecía que nos habíamos olvidado de lo que era llover bien, después de tanta sequía o de tanto desastre por lluvias torrenciales, hemos asistido a un inusual mes de marzo donde ha llovido casi todos los días, recargando acuíferos y pantanos como hacía años que no se veía. La gente mayor comenta que esto no es raro, que es lo que pasaba antes, lo normal cuando llegaba la primavera. Pero parece que ya nada a va ser normal, al menos climatológicamente hablando. El cambio climático nos está sometiendo a una montaña rusa de fenómenos meteorológicos y planificar va a ser cada vez más difícil.

El agua es un bien escaso
La consigna actual es: desvincular el suministro de agua de la pluviometría. Si no podemos fiarnos de los datos climatológicos porque cada año es una nueva sorpresa, va a ser necesario asegurarse agua por otros medios que no dependan de la lluvia. La palabra clave es planificar. En las zonas de costa se está planificando la construcción de nuevas plantas desalinizadoras. También va a ser necesario una reducción y mejor gestión de los regadíos agrícolas ya que a ellos se destina un 80% del agua que se consume y el control de los pozos ilegales. Y no se debe olvidar que quizás ya va siendo hora que evaluemos qué capacidad tenemos para acoger turistas, teniendo en cuenta que los recursos no son ilimitados y frenar los proyectos que supongan un alto consumo hídrico relacionados con el turismo y el ocio en zonas con escasos recursos hídricos.
Como medidas de preservación del agua sería necesario asegurar caudales ecológicos suficientes en los ríos, proteger zonas de marismas y lagunas especialmente vulnerables o establecer perímetros de protección en las zonas de captación de agua para consumo humano. Es clave evitar cualquier contaminación del agua, como la provocada por abonos químicos y pesticidas, ya que la disminución de la lluvia hace que su concentración en los acuíferos aumente provocando graves problemas de suministro en las zonas más afectadas.
La consigna actual es desvincular el suministro de agua de la pluviometría
¿Qué podemos hacer para reducir nuestro consumo de agua?
Evidentemente sin una buena planificación impulsada desde las instituciones públicas es imposible hacer frente al problema de la escasez de agua. Pero no por ello no debemos corresponsabilizarnos con ello y hacer un uso responsable del agua también en nuestras vidas.
1. Reducir nuestro consumo:
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- Reducir la frecuencia del lavado del coche / del perro / de la ropa (llenar la lavadora) / del aseo personal.
- Priorizar la ducha a tomar un baño.
- Cerrar el grifo del agua cuando no se usa (al lavar los dientes, manos, cara, cuerpo, vajilla, etc.).
- Aplicar trucos en la cocina y el baño para ahorrar agua: dejar remojar la vajilla, usar un cubo de agua para recoger el agua, dejar en remojo y lavar la vajilla, etc.
- Esperar la noche para regar el jardín para evitar las pérdidas de agua por evaporación por el calor.
- En zonas rurales es posible la instalación de un baño seco.
2. Mejorar la eficiencia de la casa y sus electrodomésticos para usar menos agua:
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- Poner aireadores en los grifos.
- Instalar cisternas de doble descarga en los inodoros.
- Optar por una lavadora o lavavajillas de buena calidad que usen poca agua.
- Revisar las instalaciones hidráulicas de la casa para ver si existe alguna fuga en las tuberías, llaves o uniones.
- Esperar a tener lleno el lavavajillas o la lavadora antes de ponerlos en uso.
3. Estrategias para recoger agua en casa:
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- Colocar un sistema para recoger el agua de lluvia en los tejados (pudiendo ser usado para el riego de plantas).
- Recolectar las aguas grises: poner un cubo para recoger el agua durante la ducha, aprovechar el agua de lavar las verduras, etc.
4. Buscar alternativas al agua embotellada como la instalación de filtros.
5. Sostener y contratar empresas que tengan un uso responsable del agua.
6. Informarse sobre los riesgos ligados al agua en la comunidad (posibilidad de inundación o sequía) y las mejores posibilidades de adaptación.
7. Difundir la información sobre la reducción del consumo de agua en casa y participar en acciones colectivas respecto al cuidado comunitario del agua.
El proyecto CompartoClima, desarrollado por la Asociación Vida Sana tiene como objetivo identificar prácticas reales y concretas que permiten a una persona ser más resiliente frente al cambio climático a partir de entrevistas realizadas a visitantes de ferias de consumo ecológico y de una encuesta difundida a través de la web. Con el conjunto de prácticas recogidas y algunos casos ejemplares identificados se editará una guía.
El proyecto CompartoClima (Identificación y promoción de estilos de vida resilientes y adaptados al cambio climático en España) cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Convocatoria de subvenciones para la realización de proyectos que contribuyan a implementar el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (2021-2030).
Autora: Montse Escutia, Proyecto CompartoClima
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