En los últimos dos años, la incertidumbre ha hecho necesario más que antes que las sociedades y las empresas tuvieran que adaptarse frente a las necesidades de cambio.
La pandemia puso a las empresas a proteger a sus empleados, clientes y operaciones de los peores golpes derivados de las conmociones económicas.
Ante los hechos y una nueva realidad, se aceleraron algunos procesos y se precipitaron innovaciones para no estancarse y desarrollar la capacidad, así como alcanzar los objetivos de las empresas.
Y esto reimpulsó y redefinió el papel del CEO de ahora en adelante.
Los CEOs en la actualidad tienen que ser más innovadores, emprendedores y empáticos que sus antecesores, los cuales tenían que ser duros, pragmáticos, responsables y verticalistas en una economía de consumo.
Esto ha cambiado. Las jerarquías tienden a disiparse. El CEO de hoy debe ser ágil y sensible a los cambios, además de revaluar constantemente las estrategias al mando de un equipo de trabajo multigeneracional.
Por otra parte, según el último estudio Women CEOs: A Slow but Steady Upward Trend, las mujeres representarán más o menos un 30% de la clase profesionalmente activa del top de 2500 CEOs globales en los próximos 20 años, lo que significará un cambio fundamental en la esfera CEO. El ejecutivo líder del futuro será mujer, de acuerdo a esta referencia.
En los últimos cinco años, según este estudio, el número de CEOs mujeres ha aumentado de 2.1% a 3.6%.
Otra característica en el futuro inmediato estará puesto en la capacitación remota de equipos globales, los cuales podrán trabajar desde cualquier lugar.
La agitación causada por la pandemia impactó el crecimiento anual de la productividad, con un aumento del comercio electrónico, la digitalización y la automatización.
El auge del trabajo a distancia e híbrido, además, abrió la puerta a la optimización de la fuerza de trabajo a largo plazo.
Y como si esto fuera poco, la intervención de los gobiernos estimuló nuevos modelos de negocio.
El CEO (Chief Executive Officer) es el máximo ejecutivo dentro de una empresa y su función es satisfacer de forma simultánea las necesidades de accionistas, empleados y clientes.
Del CEO se exige en la actualidad una visión empresarial e innovadora; capacidad de análisis para la toma de decisiones; liderazgo y dirección de grandes equipos; acertividad en captación de talento; capacidad de negociación; saber motivar; orientar la estrategia de la empresa.
Pero quizá los cambios más significativos no han ocurrido y es posible que nuevas incertidumbres, como un contexto más inflacionario y hasta de confrotaciones económicas y políticas demanden más por parte de los CEOs.
Es probable que en los próximos meses los riesgos económicos y geopolítico sean grandes y afecten a todos, sin excepción, y será vital la participación de los CEOs para evitar un nuevo freno a las empresas y corporaciones como el experimentado dos años atrás.
