Cosmética natural desde África, con ingredientes ecológicos
De la tierra y la flora africanas provienen algunos productos naturales muy valorados para el cuidado de la piel, como el aceite de argán o la manteca de karité. Pero también una arcilla, el rasul; la kigelia o el extracto de baobab. La sabiduría popular africana para el cuidado de la piel despierta un creciente interés, con sustancias naturales empleadas tradicionalmente que cada vez son más conocidas en todo el mundo y que, en general, pueden encontrarse de cultivo ecológico. ¿Por qué son tan eficaces? Entre otros motivos, porque allí las plantas han de protegerse de los rigores extremos del clima africano… y en la piel ejercen funciones similares.
Manteca de karité
Se extrae de las almendras de un árbol tropical (Butyrospermum parhii) que solo crece en África y en estado salvaje, en sabanas arboladas. En Sudán, Senegal, Nigeria o Costa de Marfil conocen muy bien las virtudes de la manteca de karité. Con ella masajean a los recién nacidos para proteger su piel de agresiones externas.
Las mujeres recogen estas almendras, las trituran y obtienen una pasta fina que, amasada durante largo tiempo, se convierte en una manteca untuosa de color marfil. Rica en ácidos grasos, vitaminas A y E, así como sustancias insaponificables cicatrizantes, desinfectantes, antiinflamatorias y protectoras solares, su composición singular y compleja no se puede comparar con otras sustancias grasas.
Dónde encontrarla. Conocida como «crema de oro africano», se comercializa en estado puro y como ingrediente de gran cantidad de cosméticos (bálsamos, leches corporales, jabones…) para pieles deshidratadas, sensibles, intolerantes y reactivas; en muchos productos solares (su factor protector natural equivale al 6) y en cosméticos para una piel más elástica.
Las mujeres bereberes utilizan desde tiempos remotos el aceite de argán para cuidar su piel y cabello
Aceite de argán
Las mujeres bereberes utilizan desde tiempos remotos el aceite de argán para cuidar su piel y cabello. Es especialmente hidratante y protector por su alto contenido en ácidos grasos y tocoferoles (vitamina E), que actúan también como antioxidantes.
Este valioso aceite se encuentra entre los ingredientes de un número creciente de cremas y productos para la piel, además de venderse en estado puro en herboristerías y tiendas especializadas. El argán (Arganda spinosa) es un árbol espinoso muy resistente al calor y a la aridez de los terrenos en los que crece, desde el Sahara hasta la costa oeste de Marruecos. Proporciona madera, forraje y un aceite de uso alimentario y medicinal que se emplea para cuidar la piel seca y arrugada, nutrir y revitalizar el cabello frágil y fortalecer las uñas.
Dónde encontrarlo. En productos antiedad y revitalizantes. Además, por su capacidad protectora de los rayos UVA, se encuentra también en cremas solares. Así como en cosméticos para el cabello, ya que le da brillo y previene las puntas abiertas.
El vetiver es un antiinflamatorio, antiséptico, afrodisíaco y limpiador natural
Rasul, la arcilla marroquí
Esta arcilla extraordinaria proviene de unos yacimientos en la frontera del Atlas, a 200 km de Fez. Con un alto contenido en silicato de magnesio, se emplea desde hace siglos como sustancia jabonosa en África del Norte.
La palabra rhassoul deriva del verbo rassala, «lavar» en árabe. En contacto con el agua se hincha para convertirse en una especie de gel que actúa como detergente y desengrasante: absorbe la suciedad y la grasa como una hoja de papel secante, sin agredir la piel ni el cabello con agentes tensioactivos.
Dónde encontrarla. En cosmética se emplea como ingrediente base de champús, geles de baño, jabones y cremas para pieles sensibles, alérgicas o con dermatitis atópica. Y también en cremas para tratar el acné.
Extracto de baobab
Originario de Madagascar, pero extendido por gran parte de África, el baobab (Adansonia digitata) es reverenciado como el «árbol farmacia». La infusión de su corteza se indica contra los ataques de malaria. Y sus hojas, muy ricas en flavonoides que combaten los radicales libres, se emplean para proteger y suavizar la piel, hidratarla y reafirmarla.
Dónde encontrarlo. En productos faciales de propiedades antiedad, que hidratan y alisan la piel. Por su riqueza en vitamina C se usa en productos para la cuperosis (rojeces en la piel).
Kigelia africana
Este árbol de hasta 20 metros de alto (Kigelia africana) crece en la franja tropical africana, desde el sur del Chad hasta Sudáfrica, pero la pulpa de su fruto se usa tradicionalmente en todo el continente para curar desde mordeduras de serpiente hasta reumatismos.
Las mujeres senegalesas la aplican sobre su busto porque el extracto de kigelia es rico en principios activos vegetales a los que se les reconoce un efecto tensor y reafirmante.
Dónde encontrarlo. En fórmulas para el escote y para cutis de piel madura. Ayuda a aumentar la densidad y la elasticidad cutáneas.
Con un alto contenido en silicato de magnesio, el rasul se emplea desde hace siglos como sustancia jabonosa en África del Norte
Vetiver africano
La planta Vetiveria Nigritana, también conocida como Vetiver o Black Vetivergrass, está profundamente enraizada en la tierra y algunas tradiciones del Norte de África. Es un tipo de hierba muy gruesa y alta que crece habitualmente allí y también en Nigeria y África Oriental. Es muy rica en aceites esenciales que pueden destilarse y usarse con fines medicinales tradicionales. En cosmética, se utiliza a menudo en productos para el cuidado de la piel por sus propiedades antisépticas y para estimular la circulación.
Dónde encontrarlo. Está presente en productos para tratar el acné y otros problemas de la piel, ya que favorece su regeneración. El vetiver es un antiinflamatorio, antiséptico, afrodisíaco y limpiador natural. Se caracteriza por un olor a tierra muy agradable. El aceite de vetiver es muy hidratante y nutre profundamente la piel ayudándola a lucir más joven, tersa y suave. Reduce la aparición de imperfecciones ayudando a crear un tono de piel más uniforme. Se ha demostrado que el aceite de raíz de vetiver posee actividad antioxidante.
Autor: Jaume Rosselló, Editor especializado en salud y alimentación
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