La capital de China es una ciudad (cómo no) enorme. Sin embargo, es muy fácil hacerse a ella. Mucho más tradicional que su otra megaurbe Shanghái, Beijing a pesar de la locura de la vanguardia ha sabido mantener su esencia, y su pasado aún se respira, junto a la contaminación, bajo sus rascacielos. No te pierdas los lugares imprescindibles que ver en Pekín durante tu visita con excursión a la Gran Muralla China incluida.
Si estás organizando tu ruta por el Gigante Asiático, te dejo aquí mi guía para viajar a China por libre, con consejos, itinerario, alojamientos, etc. Estas recomendaciones te van a venir de perlas.
Consejos imprescindibles para visitar Pekín
Como sabrás, en China no funcionan las aplicaciones móviles occidentales por su cortafuegos. Así que si quieres poder usar Whatsapp, Instagram, Google (esencial para el traductor), etc. deberás comprarte una tarjeta que tenga VPN. Esta e-SIM funciona genial y ni siquiera tienes que sacar tu tarjeta habitual del móvil. Con el código LOSVIAJESDECLAUDIA tienes un 5% de descuento.
Para dormir en Pekín nosotros elegimos una habitación doble privada con baño del Peking Station Hostel. El alojamiento era muy coqueto, limpio y estaba bien ubicado en un hutong, cerca de las principales atracciones de la Beijing. Además, sirve un café muy rico, algo difícil de encontrar en China.
Monumentos principales de Beijing
Si tu paso por Pekín va a ser un visto y no visto pero quieres llevarte una buena impresión de la ciudad, creo que puede ser interesante esta excursión de un día que visita el top 3 de monumentos de Pekín en español: la Ciudad Prohibida, el Palacio de Verano y el Templo del Cielo.
Pero si quieres planear tu itinerario de varios días en Beijing (yo creo que la ciudad necesita 2 o 3 días más uno extra para visitar la Gran Muralla) por tu cuenta, aquí te voy a contar esos monumentos y rincones esenciales que ver en Pekín:
Plaza Tiananmén, la más grande del planeta
La Plaza Tian’anmen es la de mayores dimensiones que existe en el mundo. Además de estar rodeada de edificios muy singulares de estilo soviético, es famosa por ser la antesala de la Ciudad Prohibida. Es muy reconocible el cuadro de Mao que cuelga del edificio palaciego de la Puerta de la Paz Celestial.
Como es un lugar muy concurrido, suele haber controles de seguridad para aproximarse a ella. No te preocupes, es normal y son rápidos.
Ciudad Prohibida, el Gran Palacio de las dinastías imperiales
El nombre del conjunto palacial más grande del mundo proviene de su acceso vetado al público durante 500 años. Desde que se inaugurase a principios del siglo XV hasta no hace tanto, fue la exclusiva residencia de dos dinastías imperiales: la Ming y la Qing.
El Museo del Palacio (como se le conoce en China), está cercado por un foso de 52 metros. Para flanquearlo, hoy basta con un puñado de yuanes. Antes, cruzar la puerta sin haber sido invitado se pagaba con la vida.
Para evitar las largas colas que se forman para acceder a la Ciudad Prohibida (el tiempo viajando es oro) o incluso arriesgarte a que estén agotadas al llegar, mi recomendación es que lleves tu entrada reservada de antemano desde aquí.
A la Ciudad Prohibida se entra por el extremo sur, la Puerta del Mediodía, y a partir de ahí las distintas galerías se suceden: caligrafías, pinturas, cerámicas y relojes de incalculable valor son algunas de las joyas que en la actualidad se exponen.
El centro neurálgico de la visita a la Ciudad Prohibida son Las Tres Grandes Salas: Sala de la Armonía Suprema, Sala de la Armonía Intermedia y Sala de la Armonía Protectora.
Al norte hay un jardín de estilo chino; también La Galería del Tesoro, donde habitaban la emperatriz y las concubinas reales. Asimismo destaca el Pabellón de las Alegres Melodías, un teatro donde se representaba ópera.
Colina del Carbón, las mejores vistas de la Ciudad Prohibida
Una de las mejores vistas que ver en Pekín es la que obtenemos desde la Colina del Carbón, situada en el Parque Jingshan, ubicado justo frente a la salida norte de la Ciudad Prohibida. Por ello, mi consejo es abandonar el recinto por el extremo septentrional y deleitarse con el paisaje que ofrecen los tejados del Museo del Palacio.
La colina, es artificial y está hecha por los restos resultados de la excavación para hacer el foso por allá por los tiempos de su construcción.
Parque del Templo del Cielo
Mi lugar preferido en Pekín es el Parque del Templo del Cielo. Lo recomendable es ir a primera hora de la mañana, cuando los locales están practicando infinidad de deportes que van desde taichí a esgrima, pasando por una especie de fútbol llamado jian zi que se juega pasando con los pies un volante con plumas. Las contorsiones de las que son capaces los nonagenarios sacan los colores a los más jóvenes.
Después del esfuerzo físico, les encanta jugar a las cartas en la Gran Galería techada. ¿Sabíais que a los chinos les encanta el juego?
Además de por el ambiente descrito, el parque es uno de los puntos claves que ver en Pekín porque alberga construcciones de lo más interesantes (hay que pagar entrada). Resaltan:
– Sala de las Rogativas por las Buenas Cosechas: uno de los sitios más fotografiados de Pekín. Con sus 38 metros de altura, impacta que el triple tejado añil no esté sujeto a los pilares con clavos ni cemento.
– Bóveda Imperial del Cielo con el Altar Circular de mármol blanco.
– Corredor Largo (donde juegan a las cartas).
– Pabellón de la Matanza de Animales.
Lo más interesante es hacer una visita guiada en español para descubrir las particularidades y el simbolismo de cada uno de estos rincones. Esta combina Templo del Cielo y Palacio de Verano así que es genial.
Palacio de Verano y su Gran Corredor de madera pintada
Algo apartado del desorden del centro urbano, alejado del mundanal ruido, se encuadra el Palacio de Verano de Pekín, de visita obligada. Nosotros fuimos en metro pero si no quieres complicarte puedes contratar esta excursión que incluye recogida en el hotel.
En él pasaban los emperadores los días estivales, huyendo en su lago del sofocante calor pekinés. El Palacio de Verano acoge diversas estancias, destacando la Colina de la Longevidad.
A orillas del lago, es agradable pasear por el Gran Corredor pintado en madera, de más de 700 metros de largo. Al final del mismo apreciamos el barco de mármol de la Emperatriz viuda Cixi y cobertizo de los botes que recorren en verano el Lago Kunming hasta la isla.
La calle Suzhou es una representación de la homónima ciudad china, conocida como la Venecia Oriental por sus canales. También contiene varios jardines.
Hutongs, el Pekín más añejo se esconde en estos callejones
Los hutongs son antiguos callejones tradicionales chinos que conforman una maraña de casas mediante disimulados pasadizos tras puertas. Es algo así como la versión oriental de las medinas marroquíes.
Dar un paseo por estas destartaladas callejuelas es uno de los imprescindibles que hacer en Beijing. Es fácil verlos por el centro de la ciudad, aunque algunos de los más famosos y atractivos son los de las calles al este de Wangfujing Dajie y los del suroeste de Tiananmen. Los más reseñables sin embargo son los de Nanluoguxiang. No temas perderte porque forma parte de la visita y más pronto que tarde saldrás a una avenida.
Torre del Tambor y la Campana, el latir de Beijing
Estas imponentes atalayas rojizas forman parte del particular skyline pekinés. La Torre del Tambor servía para indicar la hora, y la segunda no lo sé, pero tiene un cierto toque encantador.
No muy lejos se encuentran dos templos interesantes:
– Templo de los Lamas: es el templo budista tibetano más famoso fuera del Tíbet.
– Templo de Confucio: es el segundo templo confuciano más importante de China.
Mercado de la Seda, el inmenso mercado de las falsificaciones de Pekín
La Calle de la Seda es un centro comercial de cinco plantas dedicado casi en exclusiva a las imitaciones.
Hay tantas tiendas que a pesar de estar organizado en secciones, puede impactarte y agobiarte un poco. Yo me puse tan nerviosa que no compré nada jajaja.
Mi recomendación es ir con algunas ideas claras de qué buscas, para no bloquearte. Y siempre regatear, incluso aunque tenga el precio puesto en la etiqueta. Leí por ahí que no se debe pagar por nada más de 100 RMB, aunque es un poco extremo, sirve para tener una referencia.
De todas formas, si te interesa el mundo de las compras en Pekín, puedes hacer este recorrido guiado por las distintas zonas comerciales más interesantes y así no petar con tanto caos (incluye Mercado de la Seda).
Otros puntos interesantes que ver en Pekín
– Villa Olímpica: desde 2008, cuando tuvieron lugar los Juegos Olímpicos de Pekín, su icono es el estadio conocido como El Nido.
– Palacio Cultural de los Trabajadores: parque secreto entre Tiananmen y la Ciudad Prohibida. Contiene el Templo Supremo.
– Mausoleo de Mao: en él se expone el cuerpo embalsamado de Mao Tse Tung. Muchos ciudadanos aún van a venerarlo y llevarle ofrendas y flores.
– Iglesia de San José: cristiana y católica en el centro de Pekín.
– Rascacielos: mi favorito es el edificio CCTV, con dos torres con forma de L entrelazadas.
Visitar la Gran Muralla desde Pekín: la mejor opción
Poca presentación necesita esta maravilla de la arquitectura (y una se las Siete del Mundo Moderno) que comenzó a erigirse hace más de 2.000 años. En palabras de Mao: «Quien no ha subido a la Gran Muralla no es un hombre de verdad«.
Aunque no se vea desde el espacio ni sea cien por cien continua, sus casi 8.000 kilómetros la hacen más que impresionante. Está construida con rocas, pero también con los huesos de los esclavos que la levantaron.
Hay varios tramos visitables (los más populares Jinshangling, Mutianyu y Badaling), de los que yo elegí el de Mutianyu, por no ser ni el más salvaje ni el más turístico, ni el más lejano ni el más cercano a Pekín. Para mí, un acierto total.
La mejor forma de visitar la Gran Muralla China es con una excursión contratada desde Pekín. Es lo que yo hice y te recogen desde el mismo hotel, te llevan mientras te cuentan curiosidades y luego te dejan bastante tiempo libre para recorrerla por tu cuenta. Puedes reservar aquí con guía en español.
El tramo de Mutianyu está bastante elevado. Puedes subir caminando o tomar un telesilla. Nosotros optamos por este último para ahorrar tiempo y para bajar probamos una cosa divertidísima: lo hicimos deslizándonos por un tobogán larguísimo, una gran experiencia (se paga allí mismo).
Dónde comer en Pekín incluyendo pato laqueado
La gastronomía china es muy particular (si no que me lo digan a mí), y hay muchas cosas interesantes que probar. Pekín es un lugar perfecto para satisfacer paladares curiosos. Algunos lugares que recomiendo para comer en Beijing son:
Wangfujing Jie Night Market
Este es el mercado de comida más famoso de Pekín. Tiene lugar cada noche y se ubica cerca de Tiananmén. Está siempre a reventar y se puede comer de todo, desde rollitos de primavera a pinchitos de escorpiones. En los bares de las proximidades hay cerveza barata así que es un buen recurso aunque muy turístico. Hay hasta recorridos guiados.
Salchichas callejeras
Hago una mención especial a este snack callejero por la obsesión de los pekineses con las salchichas pinchadas en un palo. En cada esquina hay alguien o vendiéndola, o comiéndola. Están algo dulces y muy especiadas, a mí no me molaron mucho pero son tan baratas y típicas que deberías integrarte y probar aunque sea una.
Little Yunnan
En las proximidades de la Universidad de Pekín, cerca de la salida norte de la Ciudad Prohibida se encuentra este cuqui restaurante de ambiente universitario muy recomendable para almorzar. Me gustó un montón, muy local.
Food Courts en los Centros Comerciales
Una de las noches cenamos en uno de los restaurantes del centro comercial Oriental Plaza, próximo a nuestro hostel. Es una cosa muy china, adoran los food courts en Asia.
Siji Minfu
De este restaurante dicen que sirve el mejor pato pekinés de Beijing. No sé si será el mejor porque no probé otro para contrastar; pero estaba riquísimo y la larga cola de espera lo avalaba de antemano.
Sería pecado irse de la ciudad sin probar el famoso pato laqueado. En este restaurante lo cocinan espectacular, con un montón de guarniciones y tortitas para que te prepares tus propios rollitos. También se bebe el caldo hecho con los huesos. Un ritual muy curioso.
Moverse por Pekín en transporte público
Las distancias dentro de Beijing son muy grandes, así que en mi opinión lo mejor es moverse en metro. Es súper intuitivo y barato y se llega a todos lados en un momento porque está genial conectada.
Otra opción es moverse en taxi. No son caros pero muchas veces no paran al ver que eres occidental. Lo mejor si se detiene es montarse rápido y una vez dentro ya os entenderéis, porque como te vean dubitativo se piran.
También cogimos un par de autobuses de línea, de hecho uno de ellos fue para ir al restaurante del pato, aunque no van tan rápido como el metro, lógicamente.
Seguramente hay mil más, pero estos son los lugares más importantes que ver en Pekín en una primera visita. Adoro las ciudades asiáticas con su particular caos.
La siguiente etapa de nuestro viaje nos llevaría a Xian, una urbe que nos impactó mucho, más allá de por sus Soldados de Terracota.
No te arriesgues a viajar sin seguro porque cualquier imprevisto puede jugarte una mala pasada. Yo siempre viajo con Iati y para China te aconsejo la póliza Mochilero, si sigues este enlace tendrás un 5% de descuento. Aquí tienes más información sobre la sanidad en China.
