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Eco Turismo: La magia de Baeza en un fin de semana – Un blog de Palo

Entre un mar de olivos verdes de hojas y aceitunas, en lo alto de una loma se alza una de las 15 ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad. Baeza, mágica y evocadora, ciudad de belleza reposada en la que destaca su patrimonio renacentista esconde entre sus muros un encanto fascinante. Su monumentalidad y algunos otros factores que desentrañaremos le permitieron en 2003 entrar a formar parte de los lugares UNESCO: Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, si tuviera que señalar una característica para disfrutar de Baeza en un fin de semana esta es su magia. Un paseo por sus calles, las más cercanas a la catedral o las que llevan hacia la iglesia de Santa Cruz es un sugerente viaje siglos atrás, a través de lugares que parece que se han parado en el tiempo para traernos lo más bellos del Renacimiento español. ¿Te acercas conmigo a descubrir el atractivo de esta ciudad de historia fascinante?

 

Disfrutar de Baeza en un fin de semana

El contexto histórico de la Baeza milenaria

La historia de Baeza, como tantas otras ciudades cercanas como Ibros, Canena o la propia Úbeda, se remonta a la prehistoria. Probablemente, alguna comunidad prehistórica decidió asentarse en uno de los tantos cerros de la zona, hoy lo conocemos como cerro del Alcázar. Aún por excavar buena parte de este incipiente yacimiento en el que se trabaja en la actualidad, seguramente, nos quede mucho por descubrir de la prehistoria de esta ciudad. Lo que sí sabemos es que íberos, romanos y, posteriormente musulmanes pasaron por ella con el avance de los siglos. Es en esta última época, la de dominación árabe, cuando la ciudad comienza a tomar la forma que hoy conocemos con un recinto amurallado que posteriormente se utilizaría ya en época cristiana, tras la Reconquista. Esta se producirá cuando el Rey Alfonso VIII llega con sus tropas para ocuparla tras vencer a los musulmanes en la famosísima batalla de las Navas de Tolosa. Fecha crucial, no solo para los cristianos, si no para todos aquellos que hayamos estudiado en este país ya que no se nos suele olvidar el 1212. 

La antigua muralla de Baeza
La antigua muralla de Baeza

Sin embargo, uno de los reyes que más importancia tuvo fue Fernando III apodado el Santo y cuya ilustre figura se puede observar nada más traspasar la llamada Puerta de Jaén y Arco de Villalar de la que luego hablaremos. El Santo y rey la conquistó en 1227 dándole las leyes de organización que toda buena villa medieval debía tener, es decir, el Fuero. La llegada del Renacimiento, como en otras ciudades, más al norte Salamanca o la cercana Úbeda, trajo consigo una importante apogeo y desarrollo constructivo. Este auge arquitectónico, gracias a la intervención del estamento religiosos y el nacimiento de la Universidad, dieron a Baeza uno de los siglos de “oro” de su historia que además se reflejó en los edificios que hoy más nos llaman la atención. 

Si conoces Salamanca, no haré comparaciones, pero es probable que entre una y otra ciudades encuentres alguna similitud no sólo en cuanto a la belleza de sus edificios renacentistas. Si no también a las relaciones que mantienen las ciudades a través de sus universidades, cuya hermandad permite que llegue a impartir clases el mismísimo San Juan de Ávila. Por cierto, no será el único ilustre que de clases en Baeza, porque también lo hace uno de los hermanos Machado. 

Se construyeron en esta época numerosos y significativos edificios de corte religioso y algunos de carácter civil, haciendo de Baeza un lugar de notable significancia durante decenios. Con el paso de los siglos y la llegada de fuerzas como la francesa, en el inicio del siglo XIX, se produjo el deterioro y abandono de algunos lugares significativos. El paso de los años no hizo perder el interés por recuperar el patrimonio a los baezanos que han conseguido mantener una ciudad cuidad, dispuesta a recibir a un turismo interesado por el patrimonio, la gastronomía y las tradiciones, con los brazos y las puertas de sus murallas abiertos.  

Un paseo por el Patrimonio de Baeza: imprescindibles

La declaración de Baeza como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO tiene mucho que ver con su imponente monumentalidad. Por supuesto, la concentración de edificios históricos tanto en ella como en Úbeda, fueron una de las motivaciones principales para esta declaración pero, sin embargo, no la única. Hay varias formas de recorrer el el patrimonio arquitectónico de Baeza, podríamos hablar del cronológico y empezar desde el cerro del Alcázar o desde la Plaza del Pópulo, pasando por las huellas del románico para llegar a la monumentalidad de Vandelvira, sin embargo, puedes disfrutar de Baeza en un fin de semana en el orden que prefieras.

Como recomendación, además del centro monumental parte de la declaración de la Unesco, no dejes de visitar la zona de las calles de San Francisco y San Pablo

 

La Plaza del Pópulo o de los Leones

Quizá una de las curiosidades que más me ha llamado la atención de Baeza es, que esta magnífica plaza, en la que se encuentran la Puerta de Jaén y Arco de Villalar, La Audiencia Civil, las Carnicerías Públicas y la bellísima Fuente de los Leones no forme parte del conjunto de la ciudad bajo el título UNESCO. Se trata de una de las plazas más interesantes a nivel histórico y arquitectónico de Baeza ya que conjuga diferentes elementos, símbolos y significados de esta ciudad.

Aunque no está completamente en el centro, la Fuente de los Leones es el eje distribuidor de este espacio público de la vida civil. No en vano se sitúan allí la antigua Audiencia y Escribanías Públicas, asentadas en un magnífico edificio que recuerda mucho al estilo plateresco con sus bonitos medallones decorativos, que recuerdan a otros ejemplos castellanos.

Un detalle significativo de la plaza es que en ella no se ubicaban las Carnicerías Públicas, que estaban detrás de la Puerta de Jaén y Arco de Villalar, significativo por la relación con las guerras de los Comuneros, espacio que hoy ocupa la estatua de Fernando III el Santo. Este edificio, tampoco aparece completo, si nos damos cuenta del tamaño del escudo central de su fachada, notaremos que hay cierta desproporción entre este y el edificio, fruto de las modificaciones que tuvo la modificación de su ubicación original y los ajustes para situarlos en la plaza.

Pero, sin lugar a dudas, el elemento más significativo a nivel artístico de la plaza es la llamada Fuente de los Leones. La original fuente está compuesta por un pedestal con cuatro figuras zoomorfas, aparentemente dos leones y dos caballos de factura íbera prerromana y una figura femenina sobre ellos cuyo origen se remonta a la época de la ciudad íbero-romana de Cástulo próxima a Linares. La mujer, según algunos estudios, sería la representación de Imilce, hija de uno de los reyes de Cástulo, tomada como esposa por el mismísimo Aníbal el cartaginés que llegó a estas tierras y tomó la ciudad. De día y de noche, me parece un lugar único…

La preciosa plaza de noche
La preciosa plaza de noche

Plaza de Santa María y Catedral

Tras atravesar la plaza de los Leones emprendemos nuestra entrada en la zona más monumental de Baeza. Hacia un lado la evocadora calle de San Juan de Ávila, de la que os hablaré un poco más adelante, de frente la Cuesta de San Gil que nos llevará de camino a la Catedral de Natividad de Nuestra Señora

La Plaza de Santa María, junto con la adyacente de Santa Cruz, configuran el corazón arquitectónico de Baeza y próximas a ambas se encuentran las edificaciones más significativas de la ciudad. En el extremo más alto la Catedral de la ciudad, un templo sobrio en su exterior y repleto de riqueza decorativa en su interior. Leyendas, piedras mágicas y personajes significativos como San Pedro Pascual, que tras su martirio en Granada, reposa sobre el rosetón de la portada de los pies de la catedral. El templo, como sede episcopal desde el siglo XIII, tiene origen medieval y algunos elementos que recuerdan esa primera fase de la construcción de la catedral como el bellísimo arco polilobulado que da entrada a los pies de la nave central. 

Claustro de la Catedral de Baeza
Claustro de la Catedral de Baeza

En el siglo XVI sufrió una importante intervención que lleva el sello de Andrés de Vandelvira, arquitecto principal en el renacimiento andaluz y fundamental si consideramos las ciudades de Baeza y Úbeda. No te pierdas el claustro, sencillo y sobrio en su decoración, pero que cuenta con un ejemplo único de arcos de diferentes estilos que recorren parte de la historia del arte de nuestro país. El bonito claustro da paso a los museos de la Catedral, con un importante conjunto de libros, vestimenta sacerdotal y algunos otros elementos y piezas artísticas.

Vistas desde el Mirador en la zona del Alcázar
Vistas desde el Mirador en la zona del Alcázar

Fuente de Santa María

En la misma fuente de Santa María encontramos uno de los ejemplos más bellos de fuentes renacentistas en España. Esta original fuente se erige en la mitad del siglo XVI como conmemoración de la llegada del agua a la ciudad de Baeza. La obra, realizada por Ginés Martínez en 1564, es un gran arco conmemorativo que recuerda a aquellos que vemos en ciudades como Roma o incluso, al famoso arco de tres “puertas” de Medinaceli.

La estructura que recuerda a la Roma más clásica deja paso a una arquitectura y decoración muy renacentista, basada en las líneas de Serlio. Destaca también la decoración con cariátides alegóricas. En mi opinión, es una de las fotografías más bellas de Baeza, porque a parte de lo bonita que es, enmarca perfectamente la torre de la Catedral de la Natividad de Baeza.

La catedral de Baeza a través del Arco de Santa María
La catedral de Baeza a través del Arco de Santa María

Palacio de Jabalquinto

Muy cerca de la plaza de la Catedral se encuentra la Plaza de Santa Cruz, con la iglesia que le da nombre y el Palacio de Jabalquinto. Mucho recuerda a otras construcciones del gótico isabelino y la última etapa del siglo XV en nuestro país. Recuerdos que la asemejan a otros palacios famosos como la Casa de las Conchas de Salamanca, el Castillo de Manzanares el Real en Madrid o el Palacio del infantado en Guadalajara.

No en vano esta maravillosa fachada con decoración con puntas de diamante, motivos florales, animales y personajes variados, es obra de Juan Guas. Sin lugar a dudas, uno de los arquitectos más famosos de la época que trabajó en Manzanares, Guadalajara y en Toledo, dejando su huella en la arquitectura de este momento. El interior también es magnífico en cuanto a sus recursos decorativos, con una gran escalera figurada y un patio con arcos de medio punto rebajados que convierte a este palacio en uno de los mejores del Renacimiento español.

Palacio de Jabalquinto
Palacio de Jabalquinto

 

Uno de los laterales del edificio está unido al Antiguo Seminario conciliar, edificio del siglo XVII, por un gran jardín. Aunque hoy es sede Antonio Machado de la UNIA, algunos años atrás era el lugar donde se daban cita los estudiantes de teología, que para evitar algunas escenas de la fachada del Palacio de Jabalquinto usaban el jardín para acceder por una entrada lateral a sus clases.



Iglesia de Santa Cruz

Frente a la imponente fachada el Palacio de Jabalquinto se encuentra la pequeña pero relevante iglesia de Santa Cruz en Baeza. Se trata de uno de los ejemplos de arquitectura tardo románica más al sur de España, construida tras la reconquista de Fernando III. Una de las características más interesantes de esta construcción en el románico tardío es su altura, las tres naves se separan gracias a altas columnas y se dividen a través de arcos de medio punto.  El exterior, sobrio, con una portada sencilla con un arco de medio punto y arquivoltas también sencillas y un único ábside de factura todavía románica. Por supuesto, no fue la única iglesia románica en el sur, podemos recordar las Iglesias Fernandinas, pero siempre llama la atención verlas.

Iglesia de Santa Cruz
Iglesia de Santa Cruz

Universidad de Baeza

El edificio de la Universidad de Baeza, cuya fundación se remonta al inicio del siglo XVI, se construye en pleno Renacimiento. El edificio original no es el primigenio ya que se construyó una sede en la zona más cercana al Alcázar, hoy desaparecido, mientras que la ubicación actual se inicia en 1595. El exterior, ya cercano a un renacimiento manierista y clásico, apenas tiene decoración, más allá de las portadas principales y de la gran torre característica al lado de la Capilla de San Juan Evangelista, obra ya del siglo XVII.

Interior del edificio de la Universidad de Baeza
Interior del edificio de la Universidad de Baeza

Rincones que no te debes perder en Baeza

Evocadora y mágica, sencilla en su magnificencia, Baeza cuenta con lugares sugerentes que vienen a completar la esplendida colección de monumentos que engalanan sus calles. Pero, como diría Rosalía, si me das a elegir, te digo tres rincones que no te deberías perder en Baeza en un fin de semana. 

Calle San Juan de Ávila

La calle que lleva prácticamente de la plaza del Pópulo a la de Santa Cruz nos deja algunas de las estampas más reconocibles de Baeza. A través de ella se observa directamente la gran torre de la Universidad, en concreto de la Capilla De San Juan Evangelista. Tanto de día como de noche, la imagen es una de las más fotografiadas de Baeza. Las viviendas encaladas y la callejuela de piedra son el mejor marco para la gran torre de la capilla.

Aula Machado

Machado, estuvo algunos años en Baeza tras el fallecimiento de su jovencísima esposa Leonor. Aquí impartió clase en el instituto de la ciudad, donde incluso llegó a conocer a Lorca, que cursaba algunos seminarios de la Institución libre de enseñanza en el edificio de la Universidad. El edificio de la Universidad sufrió las consecuencias de la desamortización y años después volvió a ser una institución académica pasando a formar parte de la Institución Libre de Enseñanza.

En este lugar impartió entre 1912 y 1919 sus clases de lengua y literatura Antonio Machado. Por ello, se mantiene una de las aulas que el poeta habría utilizado con elementos, objetos y piezas de la época. Además hay una exposición permanente sobre su figura y obra.

El aula donde Machado impartía clases
El aula donde Machado impartía clases

La parte trasera de la catedral y el camino hacia el Alcázar

Si hay una zona que me parece que tiene un encanto especial en Baeza, y que no te la puedes perder, es la parte de atrás de la Catedral. Caminar en la plazuela de entrada a la Catedral, la calle del Profesor Juan Cruz, la puerta del Perdón y la zona de la Plaza del Arcediano son mágicas tanto de día como de noche. Es una zona que conserva todo el sabor del pasado centenario de las piedras, no me extraña que sean un lugar ideal para las localizaciones cinematográficas.

La casa del Arcediano en la parte posterior de la Catedral
La casa del Arcediano en la parte posterior de la Catedral

Algunos lugares fuera del recinto amurallado

No sólo es significativo el patrimonio arquitectónico que entra dentro de la Declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco ya que Baeza contó con algunos otros edificios de construcción renacentista que merece la pena no sólo reseñar si no, por supuesto, visitar.

El primero de ellos es el Ayuntamiento de Baeza, un magnífico ejemplo de decoración plateresca cuya función original era la de Palacio de Justicia y Cárcel. No será hasta el siglo XIX cuando se traslade la sede del Ayuntamiento de la ciudad a este imponente edificio. Su construcción se debe tanto a los Reyes Católicos como a su nieto el Emperador Carlos I que asumieron parte de los costes de la construcción de la cárcel. No está claro que trabajase aquí Andrés de Vandelvira, aunque sí que lo hizo en el convento de San Francisco, complejo que se conserva muy cerca del Ayuntamiento. En la actualidad se utiliza como auditorio y en uno de los laterales está el restaurante Vandelvira, con estrella Michelín.

Ayuntamiento de Baeza
Ayuntamiento de Baeza

También fuera de las murallas se encuentra la zona de la calle de San Pablo, fruto de la redistribución urbana en el Renacimiento y que dio pie a la construcción de numerosos palacios. Entre ellos se encuentra el Palacio de los Salcedo, ocupado hoy por un magnífico hotel y que cuenta con uno de los artesonados más espectaculares que puedes encontrar en España (no había visto nada igual). Y algunos otros como el de los Sánchez Valenzuela, el de los Acuña o el de los Perea.

¿Qué os ha parecido este paseo por la arquitectura y las calles de Baeza? Imagino que las palabras no sirven para trasmitir la magia de esta ciudad, pero a través de ellas espero que encontréis muchas razones para visitarla.

*Este artículo es fruto de un viaje a Baeza y Úbeda junto con algunas bloggers de viajes y gracias a la Asociación para el desarrollo turístico de Úbeda y Baeza. Agradezco a todos aquellos que nos acompañaron en esta ruta por la ciudad y, por supuesto, a Esperanza, Andrea Pezzini, María Jesús y tantos otros que nos dedicaron su tiempo y su entusiasmo durante estos días. 

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