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Eco Turismo: ¿Podemos tener equidad e infraestructura verde a la vez?

Los días 10 y 11 de abril tendrá lugar en Argentina el Foro de Ministros y Autoridades Máximas de Vivienda y el Urbanismo de América Latina y el Caribe (MINURVI). Esta reunión permitirá generar un intercambio de experiencias y conocimientos para avanzar en soluciones a los retos comunes a la región.

En concreto, este año el foco del MINURVI está puesto en la búsqueda de soluciones resilientes al clima, y con bajas emisiones de carbono, a través de oportunidades de financiamiento para la vivienda verde en América Latina y el Caribe (ALC). El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), como líder regional en financiamiento verde y vivienda sostenible, ha sido invitado a participar en el encuentro.

Desde la División de Desarrollo Urbano y Vivienda del BID queremos sumarnos a la generación de soluciones y conocimiento compartiendo con nuestros lectores una serie de tres artículos sobre algunas de las temáticas principales que se abordarán en la reunión del MINURVI. Hoy le toca el turno a la infraestructura verde urbana, y para ello, nos acercaremos hasta Buenos Aires, para conocer cómo desde el Gobierno de la Ciudad está trabajando para que para el 2025 todos los vecinos de la ciudad se encuentren a menos de 400 m. de un espacio verde.

¿Qué es la infraestructura verde urbana?

La infraestructura verde urbana (IVU) se refiere a una red de espacios verdes, áreas naturales y corredores ecológicos integrados en el paisaje urbano. Incluye parques, techos, paredes verdes, y otro tipo de infraestructura vegetal que pueden ayudar a reducir la contaminación, regular el agua y proporcionar servicios de ecosistemas a los residentes urbanos.  La implementación de la IVU puede tener una amplia gama de beneficios, como mejorar la calidad del aire y el agua, reducir las islas calor urbanas, y promover la biodiversidad. Si estás interesado sobre este tema, te invitamos a acceder a este artículo monográfico sobre IVU.  

¿Cómo pueden las ciudades fomentar la biodiversidad biológica urbana?

2022 culminó con un acuerdo histórico para la naturaleza: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15) dio como resultado la adopción del Marco mundial Kunming-Montreal de la diversidad biológica con la visión de que “la diversidad biológica se valora, conserva, restaura y utiliza en forma racional, manteniendo los servicios de los ecosistemas, sosteniendo un planeta sano y brindando beneficios esenciales para todas las personas”. En otras palabras, para las ciudades, esto se traduce en (Meta 12 del Acuerdo).:

  • Aumentar significativamente la superficie, la calidad y conectividad de los espacios verdes y azules en zonas urbanas y densamente pobladas de manera sostenible.
  • Mejorar el acceso a los espacios verdes  y los beneficios derivados de ellos.
  • Integrar la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica
  • Lograr una planificación urbana atenta a la diversidad biológica, mejorando la diversidad biológica autóctona, la conectividad ecológica y la integridad, y mejorando la salud y el bienestar humanos y la conexión con la naturaleza.
  • Contribuir a una urbanización inclusiva y sostenible y a la provisión de funciones y servicios de los ecosistemas.

En este contexto, no es sorpresa que el MINURVI haya puesto al centro de su próxima reunión el cómo hacer ciudades más verdes. Esta preocupación se articula con una realidad urbana de la región: la inequidad urbana.

¿Puede la IVU ayudar a abordar las desigualdades sociales en las ciudades?

En muchas ciudades de ALC, las comunidades de bajos ingresos carecen de acceso a espacios verdes, lo que puede exacerbar los problemas de salud y limitar las oportunidades para la recreación y la construcción de comunidad. Al priorizar el desarrollo de la IVU en estas áreas, los planificadores y responsables políticos urbanos pueden ayudar a mejorar la salud y bienestar de las comunidades vulnerables.

Entonces, ¿cómo podemos hacer realidad la IVU en la región? Dentro de varias estrategias, tales como involucrar comunidades en el proceso de planificación e implementación; monitorear y evaluar el impacto de la IVU; y diversificar los incentivos para la inversión; una estrategia clave es priorizar la IVU en la planificación urbana, con el fin de que se integre en las estrategias de desarrollo de la ciudad.

Analizamos el caso de la Ciudad de Buenos Aires para comprender mejor por qué es importante evaluar, no solamente la cantidad de espacio público verde, sino también su distribución, calidad y acceso, a la hora de planificar y gestionar soluciones para la regulación y organización urbano-territorial en forma equitativa.

El compromiso de Buenos Aires con un futuro verde y equitativo

Buenos Aires ofrece 6,2 m2 de espacio verde por habitante y presenta con una gran variabilidad en cuanto al tamaño de los espacios verdes. Por ejemplo, la Plaza Aristóbulo del Valle, en el barrio de Villa del Parque, alcanza 15.900 m² de superficie, mientras que el Parque Centenario alcanza diez veces esa superficie, y la Reserva Ecológica de Puerto Madero, ocupa 327 hectáreas. El tipo y calidad de espacio verde es relevante para evaluar el uso y los servicios ecosistémicos del mismo. Si bien existe consenso sobre las funcionalidades urbanas del arbolado, los canteros y los techos verdes en cuanto a aspectos estéticos, regulación de las temperaturas y amortiguación de ruidos y precipitaciones, entre otros, estas superficies verdes no cumplen con la función esencial de servir como ámbitos de recreación, ejercicio, encuentro y descanso.

Por otro lado, la cantidad de espacios verdes está distribuida en forma desigual a lo largo de la Ciudad (figuras 1 y 2).

Figura 1: Distribución espacial de los espacios verdes dependientes del GCBA. Ciudad de Buenos Aires. Año 2021.Fuente aquí  
Figura 2: Superficie de espacios verdes dependientes del GCBA por habitante (m2/ habitante) por comuna. Fuente: Consultado en Redacción.AR y validado con datos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires del año 2016. Fuente aquí

Hay comunas, como la 1, que cuentan con 18,5 m2 de espacio verde por habitante. Muy similar es el caso de las comunas 8 y 14, que tienen 13,2 y 13,8 m2, respectivamente. En cambio, otros barrios como los de la comuna 3 y 5, contabilizan apenas 0,4 m2 y 0,2 m2 por habitante respectivamente. En otras palabras, un porteño que vive en barrios de la comuna 1 (como Puerto Madero o San Telmo) tendrá acceso a 90 veces más espacio verde público que un porteño que vive en barrios de la comuna 5 (Almagro o Boedo). No obstante, si bien gran parte de la superficie de Buenos Aires se encuentra a menos de 10 minutos de caminata de un parque o plaza, un 12,4% de la población de la ciudad reside lejos de un espacio verde público. Es decir, a más de 350.000 porteños les hace falta un parque o una plaza cerca de su vivienda (figura 3).

Figura 3: Plano de acceso por radio censal a espacios verdes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2020). Fuente: Fundación Bunge y Born. Consultado en marzo 2023 aquí.

Plan Buenos Aires Verde

Para solucionar este desafío, común a la gran mayoría de ciudades de la región, el gobierno de la Ciudad elaboró el Plan Buenos Aires Verde. Este plan, que abarca el período 2014-2034, prevé hacer de Buenos Aires un espacio verde y equitativo. Éstas son algunas de las iniciativas en las que la municipalidad se encuentra trabajando:

  • Aumento de los espacios verdes públicos y de circulación peatonal
  • Construcción de 78 nuevas plazas
  • Ampliación de 30 plazas existentes
  • Ejecución de 12 nuevos grandes parques
  • Alcanzar 1 millón de árboles en la ciudad
  • Extender la prioridad peatón a los barrios con la creación de las macromanzanas
  • Impulsar las terrazas verdes en todas las nuevas edificaciones
  • Promover energías limpias y  corredores ambientales.

La meta es que para el 2025 todos los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires se encuentren a 400 m, o menos, de proximidad a un espacio verde.  Desde el BID trabajaremos para apoyar a Buenos Aires, y todas las ciudades de la región que lo necesiten, para hacer de sus espacios públicos, gracias a la IVU, un entorno más verde y equitativo.

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