La Basílica del Pilar de Zaragoza: visita y 10 curiosidades
“La Virgen del Pilar dice…” Tan importante es la Pilarica que hasta “habla” en las jotas. Es más, su basílica es el lugar más visitado de Aragón y uno de los santuarios marianos más importantes del mundo. Estamos seguros de que la visita a la Basílica del Pilar de Zaragoza entrará en tus planes de viaje a la ciudad, no vas a ser tú quien le lleve la contraria a la mayoría.
Para aprovechar el tiempo y llevar los “deberes” hechos, te vamos a contar unas cuantas cosas de la Basílica del Pilar de Zaragoza. Desde la información práctica, como horarios, precios y visitas guiadas, hasta curiosidades históricas. Sin dejar de explicarte cómo se sube a la torre para disfrutar de unas vistas de escándalo del Ebro y de la ciudad y el lugar desde el que ver el propio edificio.
El mayor templo barroco de España te espera y te va a sorprender por dentro y por fuera.
Saltaconmiconsejo
La visita a la Basílica del Pilar es obligatoria, pero hay más lugares que ver en Zaragoza. Echa un vistazo y sácale todo el partido a la capital aragonesa.
Horarios de la Basílica del Pilar
No empezamos con la ubicación, porque no hay manera de que te la pierdas. La Basílica del Pilar está en pleno centro de la ciudad, en la plaza del Pilar –imaginativo– sin número.
La basílica abre todos los días del año y tiene un horario muy amplio. Nada menos que de 7:30 a 20:30, los domingos hasta las 21:30. Eso sí, la zona de la Santa Capilla abre de 8:00 a 20:30. Durante la celebración de las misas y de 14:00 a 16:30 está cerrada la zona del altar mayor y solo se puede visitar la Santa Capilla.
Ahora bien, si lo que quieres es subir a la torre mirador, el horario es de 10:30 a 14:30 y de 16 h a 20 h de lunes a jueves y viernes, sábados y domingos de 10 h a 20 h.
La tienda tiene un horario similar al de la basílica –con el cierre a mediodía–, pero con una apertura más tardía. Como la visita a la Basílica del Pilar de Zaragoza te llevará alrededor de una hora –y entrarás cuando puedas ver la Santa Capilla–, seguro que encuentras la tienda de las cintas del Pilar abierta para cuando acabes.
¿Entradas y precios? ¡Es gratis!
La entrada a la Basílica del Pilar de Zaragoza es gratuita. Así como suena. Vayas a misa, a rezar o a hacer turismo, no tendrás que pagar nada. El acceso es a través de la Puerta Baja de la plaza del Pilar, la más cercana a la Santa Capilla con el Camarín de la Virgen. La tienda de las cintas del Pilar está justo en la entrada.
Las visitas guiadas a la Basílica del Pilar
La entrada es gratuita, pero si quieres recorrerla con un guía tendrás que contratar una visita guiada por la Basílica del Pilar. Además de la basílica, también se visita la Seo del Salvador y se acaba por las calles de la ciudad.
Las entradas a la torre mirador (con ascensor)
Subir a la torre mirador de la Basílica del Pilar no es gratis, tendrás que comprar una entrada de 5 €. También hay una entrada conjunta a la torre mirador más Seo del Salvador con el Museo de Tapices –uno de los museos de Zaragoza que tienes que ver– por 8 € y una completa –Seo y Museo de Tapices, torre mirador, Museo Pilarista y Rosario de Cristal– por 10 €. Puedes comprarlas en la web de la Catedral de Zaragoza.
La puerta para subir a la torre mirador está en el Paseo Echegaray y Caballero, junto al río Ebro, en la esquina noroeste de la basílica –la opuesta a la entrada, en la esquina sureste–. La subida se hace en ascensor, aunque hay un tramo final de escaleras, en grupos de hasta 20 personas cada 15 minutos. La última subida es media hora antes del cierre.
Desde lo alto de la torre podrás ver con detalle el juego de las tejas esmaltadas –amarillas, azules, blancas y verdes– sobre once de las cúpulas de la basílica, solo la cúpula central tiene tejas sin esmaltar.
El mirador de la basílica
No dejes de subir a la torre para ver Zaragoza desde arriba, pero, si quieres la postal de la Basílica del Pilar, tienes que acercarte al balcón de San Lázaro, al otro lado del Ebro. Desde allí tendrás la foto del Ebro, el puente de piedra y la basílica con sus torres. De camino al balcón, asómate también desde el puente de piedra.
Las marcas de las bombas y otras 9 curiosidades de la Basílica del Pilar de Zaragoza
Con casi dos milenios de historia –la primera iglesia se levantó, según la tradición, en el siglo I–, ya puedes imaginar la cantidad de curiosidades y datos que se pueden contar de la Basílica del Pilar de Zaragoza. Nosotros vamos a tratar de ser concisos… aunque no prometemos nada, porque el deán del cabildo, con quien la visitamos, nos contó muchísimas cosas y nos va a costar seleccionar.
El origen del Pilar
¿Te has preguntado alguna vez por qué “Pilar de Zaragoza”? Pues es porque la Virgen María se apareció en carne mortal, según la tradición, al apóstol Santiago el Mayor –el de Santiago de Compostela– que estaba predicando en la zona sobre un pilar. Sí, una columna de piedra. No pensarías que el nombre de Pilar ya existía en el año 40 de nuestra era.
Poco se sabe del Pilar en sí mismo, no se han hecho muchos estudios, además de estar cubierto por una funda de bronce y una de plata. El único trozo de piedra descubierto, el que se venera, está en la parte trasera del Pilar rodeado por una orla de oro.
La simetría de la Santa Capilla
Ese Pilar no se ha movido nunca del sitio en que estaba cuando, según la tradición, la Virgen María se presentó en carne mortal sobre él. Es por eso que, cuando se amplió el templo, quedó en un lateral. ¿No podían haberlo ampliado para que siguiera en el centro? Pues seguramente lo intentaron, pero el río Ebro tenía otros planes.
El caso es que, cuando estés delante del altar de la Santa Capilla –obra de Ventura Rodriguez–, te darás cuenta de que la Virgen del Pilar no está en una posición de honor, sino en un lateral. Eso sí, si te fijas, verás que en el medallón central la Virgen señala con la mano la columna a la derecha.
El tamaño de la imagen y los mantos de la Virgen del Pilar
Una de las primeras cosas que llaman la atención de los visitantes de la Basílica del Pilar es el pequeño tamaño de la imagen de la Virgen. Lo cierto es que es todavía más pequeña de lo que parece, porque los mantos que viste tapan gran parte del propio Pilar de piedra sobre el que se apoya. La imagen en sí mide 36 cm con corona.
¿Sabías que…?
Durante la pandemia de COVID-19, la Virgen del Pilar se mantuvo sin manto y era todavía más chocante el tamaño de la talla. Incluso sin pandemia, es posible encontrarse con la Virgen sin manto los días 2, 12 y 20 de cada mes. El 2, en recuerdo del día de su venida, 2 de enero; el 12, por el día de la Virgen del Pilar, 12 de octubre; y el 20, por la fiesta de la Coronación Canónica, 20 de mayo de 1905.
Por otra parte, la imagen cuenta con unos ¡700 mantos! Todos los días se cambia y, dependiendo de la solemnidad, hasta tres veces el mismo día.
Las cintas del Pilar o de la Medida de la Virgen
Los mantos de la Virgen se “prestaban” a los enfermos para ayudarles en la convalecencia. Pero tanta era la devoción y tan elevado el número de peticiones, además desde lugares lejanos, que la gestión de los mantos sobrepasó las capacidades del cabildo. Se decidió fabricar cintas, de papel o tela, de la medida de la Virgen –tienen la altura de la imagen– para suplir a los mantos. ¿Cuándo? Pues nada menos que a principios del siglo XVII.
Hoy en día son uno de los recuerdos estrella de la ciudad y se venden en varios colores en una tienda en la entrada de la basílica por 1 euro.
¿Basílica o catedral?
Zaragoza es la única ciudad del mundo con dos catedrales, que no son la nueva y la vieja, de un mismo cabildo. Porque sí, la Basílica del Pilar es catedral y la Seo del Salvador también. La historia, o leyenda, cuenta que en una procesión en 1670 la sangre llegó al río. Los canónigos de los dos cabildos –el de la Seo y el del Pilar– llegaron a las manos discutiendo sobre su lugar en la comitiva. Mientras los de la Seo reclamaban su rango de catedral, los del Pilar esgrimían su poderío económico y su importancia como centro de peregrinación.
La disputa llegó al Papa Clemente X que decidió unificar los dos cabildos –por eso decíamos al principio que es la única ciudad con dos catedrales de un mismo cabildo– y equiparar su rango, elevando la basílica a catedral. Así que su nombre completo es Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza.
El altar mayor
Que no te distraiga la Santa Capilla con el retablo de Ventura Rodriguez, a pesar de su magnificencia, no deja de ser una capilla. La “iglesia”, con su altar mayor, está detrás. Sí, al otro lado de la Santa Capilla y de la zona de adoración del Pilar, está la parte trasera del altar mayor de la Basílica del Pilar.
Si has entrado ya en la Seo, verás que tiene una estructura muy parecida. El retablo del altar mayor sigue el mismo esquema que el retablo gótico de la Seo, aunque el del Pilar sea posterior –siglo XVI frente a siglo XV–, también con el óculo donde se colocaba la forma consagrada para su veneración. La lucha entre Seo y Pilar también se aprecia en el coro renacentista, más decorado en la basílica.
Los bombardeos y las bombas
Puede que una de las curiosidades históricas más populares, porque se ve desde fuera claramente, sea que la Basílica del Pilar de Zaragoza ha sido bombardeada en más de una ocasión. La primera por las tropas francesas de Napoleón –las marcas que se ven en las paredes este y norte–. La segunda, durante la Guerra Civil. En el interior están los agujeros por los que entraron las bombas y las mismas bombas que no llegaron a estallar, junto a la Santa Capilla.
¿Sabías que…?
Durante nuestra visita con el deán del cabildo, nos contó que el periódico Solidaridad Obrera del 3 de agosto de 1936 abrió en portada con la noticia de que la Basílica del Pilar había sido bombardeada y había ardido hasta los cimientos… Tenían información de primera mano, pero no confirmaron el resultado antes de publicar. Bombardeada sí, pero las bombas no estallaron y ahí sigue.
Los frescos de Goya
El cabildo contrató al pintor aragonés más famoso de la historia para decorar tres cúpulas de la Basílica del Pilar. Goya completó dos de ellas: La adoración del nombre de Dios, –1772, sobre el coreto frente a la Santa Capilla–, y la cúpula Regina Martirum –1781, a la derecha del lugar en que queda a la vista parte del Pilar–.
La primera, con un estilo clasicista, encantó a los canónigos de la época. Pero la segunda no gustó tanto. El estilo es menos academicista, se pueden ver los brochazos, y los santos elegidos por Goya eran demasiado populares y poco del gusto del cabildo. La cosa acabó en trifulca y, tras cobrar por su trabajo –menos que otros pintores–, Goya no volvió a trabajar en la basílica.
Dalí pudo pintar aquí
Si Goya tuvo problemas por su “modernidad” en el siglo XVIII, imagina lo que habría podido suponer una cúpula de la Basílica del Pilar pintada por Salvador Dalí. Pues casi no tenemos que imaginarlo porque estuvo a punto de suceder. Para evitar discusiones, el cabildo decidió cerrar el canon pictórico. No se pueden añadir obras modernas, de estilo moderno, a la basílica.
El tímpano y el retablo, lo más antiguo y lo más moderno
La fachada sur de la Basílica del Pilar reúne los elementos más antiguo y más nuevo del edificio. Por un lado, está el tímpano románico del siglo XII, colocado como recuerdo, puesto que no está sobre ninguna puerta. Y, por otro, el retablo exterior de Pablo Serrano de 1969. Es La venida de la Virgen, un relieve en piedra caliza de más de 80 toneladas de peso en mitad de la fachada.
Ahora ya sabes por qué la Basílica del Pilar de Zaragoza es lo más visitado de Aragón, ¿te vas a quedar tú sin verla?
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