La visita al Clementinum de Praga: biblioteca, vistas, precio…
Si te decimos que el segundo complejo de edificios más grande de Praga –después del castillo– es el Clementinum, probablemente te quedes pensando, ¿Clementinum? Sí, un casi desconocido que, además de tamaño, tiene el honor de ser uno de los mayores complejos barrocos de Europa Central. Seguro que ya te ha entrado curiosidad. Déjanos picarte un poco más: desde lo alto de su torre podrás disfrutar de una panorámica de 360º de la capital checa y su biblioteca te dejará con la boca abierta.
Todavía tiene un par de ases escondidos debajo de la manga: en su interior se calcula el mediodía praguense y cuenta con la secuencia de información meteorológica ininterrumpida más larga del mundo –desde 1775–. Está claro, tienes que visitar el Clementinum de Praga.
Sigue leyendo, solo te hemos enseñado un pequeño aperitivo de lo que te espera en sus más de 20.000 metros cuadrados. No te preocupes, tampoco vas a tener que recorrerlos todos para visitar lo más importante del Klementinum de Praga.
Saltaconmiconsejo
Ya sabes, solo con lo que has leído hasta ahora, que tienes que visitar el Clementinum, pero seguro que no será tu única visita en la ciudad. Echa un vistazo a nuestro artículo Qué ver y hacer en Praga en 3 días para llenar tu itinerario por la capital checa. Y, ya puestos, repasa nuestras recomendaciones sobre Dónde comer en Praga.
La visita al Clementinum de Praga: precios, horarios y visitas guiadas
El complejo del Clementinum se encuentra en la ciudad vieja de Praga, Staré Město, concretamente en Mariánské nám. 5, muy cerca del Puente de Carlos. Abre todos los días del año desde las 10:00 hasta las 16:30 en enero y febrero, hasta las 18 h de marzo a octubre y hasta las 17 h en noviembre y diciembre.
La visita al Clementinum solo se puede hacer con un guía oficial del complejo. Tiene una duración de unos 45 minutos y está incluida en el precio de la entrada, cuando fuimos nosotros 300 CZK –aunque te recomendamos confirmarlo en la taquilla, su página web lleva mucho tiempo sin funcionar y hemos leído en otros sitios precios distintos–. Los tours son en inglés y en checo y salen cada 20 minutos o media hora.
Si quieres saber más del Clementinum, aunque desde fuera, puedes reservar tu plaza en un free tour por Praga que también pasa por su fachada.
¿Qué es el Clementinum? Un poco de historia
¿Cómo pudo llegar una capilla del siglo XI dedicada a San Clemente a ser el segundo complejo de edificios más grande de Praga? Pues a base de muchas ampliaciones y reformas, claro está, y de mucho poder por parte de sus dueños.
¿Sabías que…?
El nombre de Clementinum –Klementinum en checo– tiene su origen en la advocación de aquella capilla medieval: San Clemente.
Después de aquella capilla, llegaron los dominicos para fundar un monasterio. Pero fueron los jesuitas, desde 1556, los que le dieron el tamaño superlativo. Primero transformaron el monasterio en colegio, más tarde trasladaron la biblioteca de la Universidad Carolina a su interior y, finalmente, lo fusionaron con la universidad. Durante más de dos siglos, hasta su disolución en 1773, fueron ampliando y modificando los edificios hasta llegar a su tamaño y su aspecto barroco.
La expulsión de los jesuitas no acabó con la cultura en el Klementinum de Praga. De hecho, en 1781 se fundó en sus edificios la Biblioteca Nacional, que recibe un ejemplar de todos los libros editados en checo –depósito legal–.
La visita al Clementinum de Praga
Ya hemos dicho que no vas a recorrer los 20.000 metros cuadrados del complejo y que la visita guiada solo dura unos 45 minutos. Así que, ¿qué hay que ver en el Clementinum? La respuesta obvia es “lo que te quieran enseñar”. Y lo que te quieren enseñar es la biblioteca barroca, la sala del meridiano y la torre astronómica.
Debido a una disputa legal, la capilla de los espejos no forma parte de la visita guiada al Klementinum. O, al menos, no estaba incluida cuando lo visitamos nosotros…
La biblioteca del Klementinum
La joya de la corona del complejo del Klementinum es, sin duda, su biblioteca barroca del siglo XVIII. Tenemos que decir que Praga cuenta con más bibliotecas históricas –como las del Monasterio de Strahov–, pero que la del Clementinum es visita obligada. En sus dos pisos de estanterías hay unos 20.000 libros –de un depósito que cuenta con más de 6 millones de ejemplares de la Biblioteca Nacional–. El más antiguo es de mediados del siglo XVI, cuando llegaron los jesuitas al monasterio dominico.
Todo eso lo leímos después en el folleto porque, en cuanto la guía abrió la puerta de la sala de la biblioteca, solo tuvimos ojos para ella y no quedó más atención para lo que contaba. La biblioteca está normalmente cerrada y en penumbra para proteger las encuadernaciones de los libros, así que hay que aprovechar bien los minutos que abren esas puertas durante la visita guiada.
Los globos que están en el centro de la sala son catorce terráqueos y cinco astronómicos. Una leyenda cuenta que el globo astronómico más grande, con signos del zodiaco, dejó de girar sin motivo aparente. Sin motivo, hasta que descubrieron que había un arma en su interior que se había atascado.
¿Sabías que…?
Nos contaron que los globos terráqueos se basan en mapas creados por misioneros jesuitas, con lo que solo representan territorios que habían sido visitados por la orden. No lo pudimos comprobar porque solo es posible asomarse a la puerta, pero no entrar en la sala.
La obra más preciada de la colección, aunque es un facsímil, es el Códice de Vyšehrad. Un evangeliario de coronación, probablemente regalado por el pueblo polaco, para la coronación del rey checo Vratislav II en el año 1085.
La sala del meridiano
Camino de lo alto de la torre, pasamos por la sala del meridiano. El lugar donde se calcula con precisión el momento del mediodía en la capital checa. Una cuerda en el suelo que indica la posición exacta del meridiano de Praga y un agujero en la pared por el que entran los rayos solares eran los instrumentos necesarios para lograrlo. Cuando el círculo de luz quedaba perfectamente dividido en dos mitades por la cuerda-meridiano, era mediodía. En ese momento se mandaba una señal desde la galería de la torre y en la otra orilla del río una salva de cañón avisaba de la hora a toda la población.
En la sala también hay dos cuadrantes empotrados por los que mirar los objetos celestes y medir su altura sobre el horizonte y la velocidad angular de sus movimientos. Piensa que Kepler –el de las leyes de movimiento de los planetas– pasó por aquí, así como su maestro Tycho Brahe, menos conocido.
Las vistas desde la torre del Clementinum
No te vamos a engañar, la sala del meridiano, después de la ostentosa biblioteca, nos dejó un poco fríos. Pero la visita al Clementinum acaba en todo lo alto con las vistas desde la cima de la torre. Ya hablamos de ellas en nuestro artículo sobre los mejores miradores de Praga, y es que la vista completa de la capital checa desde sus 68 metros de altura es una maravilla.
La torre se construyó después de la expulsión de los jesuitas, las obras acabaron en 1722. En su cima, en lugar de la cruz, hay una estatua de un atlante que sostiene la esfera celeste sobre sus hombros. A mediados del siglo XVIII la torre fue equipada con aparatos astronómicos y comenzaron las mediciones. Las que decíamos al principio que formaban la secuencia ininterrumpida más larga del mundo de información meteorológica. Hoy en día se siguen tomando mediciones, pero ya no desde la torre.
Los conciertos en la capilla de los espejos
No formó parte de nuestra visita guiada –y creemos que dejó de hacerlo años antes de que fuéramos a Praga–, pero sigue siendo posible visitar la capilla de los espejos. Eso sí, no como visita turística, sino como escenario de conciertos de música clásica y hasta de jazz.
Nosotros no fuimos a ningún concierto, así que nos quedamos con las ganas de entrar en la sala de principios del siglo XVIII con sus espejos barrocos en el techo –que le dan nombre–, sus estucos, sus paneles de mármol y sus frescos…
Solo por las fotos de la biblioteca y de los tejados de la ciudad ya merece la pena entrar en el Klementinum de Praga. La historia y las mediciones son un extra.
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