la zona arqueológica de la pirámide del astronauta
No te vayas a creer que la cultura maya se limitó a la Península de Yucatán. En el actual estado de Chiapas fundaron una de sus grandes ciudades. Una en la que se descubrieron dos enterramientos y que cambió la idea que se tenía de sus pirámides. Hablamos de Palenque y de las tumbas de la Reina Roja y de Pakal el Grande. Fundada alrededor del año 100 de nuestra era, alcanzó su esplendor entre 615 y 783, con casi ¡100.000 habitantes! Estuvo a la par de las otras dos grandes ciudades mayas de la época: Calakmul y Tikal. Pero antes de la Conquista fue abandonada. Despertó poco interés entre los conquistadores. Tan poco que fue olvidada y “redescubierta” a finales del siglo XVIII completamente cubierta por la vegetación.
Su situación, en mitad de una densa selva, la mantuvo conservada y a salvo de saqueadores. Por eso llegaron a nuestros días sus dos enterramientos. El de Pakal el Grande es el único en la base de una pirámide. Hasta entonces se pensaba que las pirámides eran estructuras macizas para levantar los templos que construían en su cima. Palenque rompió esquemas. Si en otras zonas arqueológicas mayas el nombre no es el original, en el caso de Palenque es todavía más evidente. Al estar abandonada, se perdió su denominación y se utilizó la del poblado cercano fundado por el fraile dominico Pedro Lorenzo de la Nada a mediados del siglo XVI.
Palenque fue nuestro primer contacto con las pirámides y la cultura mayas. En su momento nos impactó por la novedad, pero también por su tamaño, su historia y su poder. Siéntete Indiana Jones o Lara Croft por un rato entre las pirámides y la selva de Palenque.
Dónde está y cómo llegar a Palenque (la ciudad)
La ciudad de Palenque –en la que se ha convertido esa pequeña población del XVI– se encuentra, como decíamos, en el estado de Chiapas, alineada con el comienzo de la Península de Yucatán. A unos 360 kilómetros de San Francisco de Campeche –unas cinco horas por carretera– y a poco más de 200 km desde San Cristóbal de las Casas –que también son unas cinco horas de viaje–.
Es posible llegar a Palenque en autobús desde San Francisco de Campeche con ADO –nosotros lo hicimos con uno nocturno– en algo más de seis horas. Para llegar en autobús a Palenque desde San Cristóbal de las Casas hay que usar la compañía OCC –dentro del grupo ADO– y el trayecto es de entre seis y siete horas. En breve, también se podrá llegar en tren: Palenque será la primera parada del Tren Maya.
En el caso de que vayas en coche, pregúntale a Google Maps por las indicaciones.
Cómo llegar de Palenque a la zona arqueológica
Ya hemos dicho que los conquistadores no sintieron ningún interés por la ciudad abandonada. La “casualidad” hizo que el fraile dominico fundara una población en sus proximidades… pero fue eso: en sus proximidades. Así que, una vez que estés en la ciudad, todavía te queda una parte de viaje hasta la zona arqueológica de Palenque.
Puedes llegar en transporte público, hay un servicio de minibuses o combis que unen la ciudad con la puerta de entrada del área arqueológica por unos 20-30 MXN. Desde la taquilla hasta las pirámides también hay un servicio de combis por unos 10 MXN, aunque puedes llegar andando, cuesta arriba, sin problemas.
También puedes contratar el traslado. De hecho, puedes comprar la entrada al área arqueológica de Palenque con el traslado desde el hotel. El traslado llega hasta la zona de las pirámides después de pasar la taquilla.
En la entrada al complejo encontrarás guías oficiales, si quieres hacer visita guiada puedes cerrar el precio con ellos.
Los tours con Palenque, Agua Azul y Misol-Há
Además del básico –entrada y traslado–, hay otro tour a Palenque muy popular. Hablamos de Palenque con guía, Agua Azul y Misol-Há. Fue el que hicimos nosotros aunque nos quedamos con las ganas de visitar la cascada de Misol-Há porque estaba cerrada por un rodaje. Un rodaje tan “secreto” que no se ponían de acuerdo sobre qué película era la que se estaba grabando… y todavía no sabemos qué superproducción nos estropeó la excursión. Ojo, que decimos “estropeó”, pero disfrutamos como niños de Agua Azul y sus cascadas, además de, por supuesto, Palenque.
También existe la posibilidad de visitar Agua Azul y Misol-Há con una excursión sin incluir la zona arqueológica de Palenque –por si la prefieres visitar por tu cuenta–.
El área arqueológica de Palenque: horarios y precios
El área arqueológica de Palenque abre todos los días del año de 8:30 a 17:00 –última entrada a las 16 h–. Como en otras zonas arqueológicas, la entrada está dividida en dos: la del INAH –federal, 90 pesos– y la estatal. En total, hablamos de unos 8 € al cambio, aunque es casi imposible saber el precio exacto de la parte estatal antes de llegar a las taquillas. Si quieres evitarte los trámites, puedes comprar tu entrada a Palenque con antelación, solo la entrada, sin traslado.
La visita: qué te vas a encontrar
La parte más conocida del área arqueológica de Palenque se divide en dos grandes zonas: el Templo de las Inscripciones, el Palacio y el Templo de la Reina Roja por un lado y el Conjunto de las Cruces o la tríada, un conjunto de tres templos, por otro. Además de otras construcciones como el juego de pelota y otros grupos de edificios.
El Templo de las Inscripciones, el Palacio y el Templo de la Reina Roja
El nombre del Templo de las Inscripciones no puede ser más descriptivo: en sus columnas se encontraron más de 620 inscripciones y tres tableros originales de piedra. En su interior se descubrió, a mediados del siglo XX, esa tumba de Pakal el Grande que rompió los esquemas de las pirámides maya. Primero se excavó la tumba un metro y medio por debajo del suelo y después se levantó sobre ella una estructura de unas 50.000 toneladas. Se trata de la única tumba de sarcófago en la base de una pirámide en este continente. El acceso hasta la tumba, donde todavía está la tapa del sarcófago, está prohibido, así como la subida a lo alto de la pirámide.
El Palacio es un conjunto de edificios unidos, en total unos cien metros por ochenta, que eran utilizados como residencia.
El Templo de la Reina Roja contiene la otra tumba descubierta en Palenque en 1994. En este caso no está bajo la pirámide, sino en una sala interior. El nombre se debe a que los huesos de la dama son de color rojo debido al cinabrio con el que se pintó su cuerpo antes de enterrarlo. Se cree que fue la esposa de Pakal el Grande, Tz’aka’ab. Desde 2021, el cuerpo y el ajuar de la Reina Roja se exponen en el museo del sitio.
En este último templo, encontramos nuestro primer arco maya. Una construcción típica para elevar los techos de las estancias y que, en realidad, no tiene nada de arco sino de líneas rectas.
El Conjunto de las Cruces
El hijo de Pakal el Grande, K’inich Kan Balam II, levantó los tres templos que forman el conjunto de las cruces: el Templo de la Cruz, el Templo del Sol y el Templo de la Cruz Foliada. Los tres estaban coronados con cresterías –solo la conservan dos– hechas en estuco. Es posible subir a lo alto de estas tres pirámides.
¿Sabías que…?
Una de las teorías que tratan de explicar el abandono de Palenque habla precisamente del estuco. Los templos estaban cubiertos de este material que se obtenía a base de quemar piedra caliza. Para lograr quemar la piedra, la temperatura del fuego debe ser tan alta que se estima que son necesarios de 25 a 30 kg de madera para conseguir un kilo de estuco. Piensa que solo la estructura de la Reina Roja estaba cubierta con unas 60.000 toneladas de este material. En algún momento casi acabaron con la selva. Esto, unido a un par de fuertes sequías, provocó rebeliones internas.
Tampoco te vayas a creer, por su nombre, que los templos están llenos de cruces cristianas –por suerte no las pusieron después–. Lo que sucede es que la cultura maya utilizaba una especie de cruz para representar la ceiba, el árbol sagrado que hunde sus raíces en el inframundo, muestra su tronco en la tierra y eleva sus ramas al cielo. En el área arqueológica de Palenque, frente al Palacio, encontrarás una ceiba viva.
El grupo de los murciélagos
La zona menos explorada de Palenque se encuentra entre los arroyos Otolúm y Murciélagos –de ahí el nombre–. Aquí encontramos los restos de muchos edificios casi comidos por la selva –lo que nos recordó mucho a los templos de Camboya–. Además, es una zona poco concurrida porque la mayoría de tours no pasa por allí.
También nos encontramos con las pequeñas cascadas de los arroyos que, en la zona alta de Palenque, están soterrados y conducidos por acueductos mayas.
El museo del sitio y la tumba de la Reina Roja
Después de ver en persona todas las estructuras de la zona arqueológica de Palenque no deberías dejar de visitar el museo del sitio, cerca de la taquilla de entrada. Allí, además de conocer la historia de todo lo que habíamos visto, alucinamos con las estatuas encontradas, los glifos salvados, los portaincensarios y relieves como el de la Lámina de los Esclavos, que compite en detalles con la tapa del sarcófago de Pakal el Grande, de la que también hay una reproducción.
Pero la joya de la corona del museo es la tumba de la Reina Roja. En una sala independiente nos encontramos con el cuerpo de Tz’aka’ab, su ajuar funerario y las explicaciones de todo el proceso de enterramiento. Nosotros la encontramos casi por casualidad porque estaba un poco escondida… si no han puesto más carteles, búscala que no te puedes ir de allí sin verla.
El astronauta de Palenque
Vaya por delante que nosotros no creemos en esta teoría del suizo Erich von Däniken, pero se ha convertido en algo tan popular que no hay manera de mirar la tapa del sarcófago de Pakal el Grande sin darle una vuelta.
Según el personaje –su vida da para una película–, la imagen de Pakal el Grande no habría que verla apaisada, sino en vertical. De esa forma, el gobernante estaría sentado sobre una nave espacial que despegaría hacia el cielo. No te vamos a engañar, una vez que lo “ves” es difícil no reconocerlo, pero hace falta mucha imaginación para darle pábulo.
¿Sabías que…?
A pesar de no ser un astronauta, Pakal el Grande fue el rey más importante de Palenque. Gran parte de los edificios que han llegado a nuestros días fueron construidos bajo su reinado. Un reinado que se extendió durante nada menos que 68 años. Subió al poder con 12 años en 615 y vivió hasta los 80 años.
Puedes ver réplicas de la tapa del sarcófago en muchas partes de Palenque, también en el museo del sitio. Y en Ciudad de México y San Cristóbal de las Casas.
Dónde dormir en Palenque: el Hotel Maya Tulipanes Palenque
El área arqueológica de Palenque está lo bastante alejada como para que necesites pasar una noche en Palenque antes de continuar tu viaje. Nosotros lo hicimos y nos quedamos en el Hotel Maya Tulipanes Palenque. Allí fue donde vimos por primera vez a tamaño natural la tapa del sarcófago de Pakal el Grande y otros relieves que se encontraron en Palenque. Y el primer arco maya, en la puerta de entrada. Es un hotel muy integrado en la historia y en el patrimonio maya de la zona, pero no deja de tener piscina, zona de relax y unas habitaciones grandes, cómodas y totalmente equipadas.
Un buen sitio para recuperarse después de la caminata en la selva y el viaje al pasado que es la visita a la zona arqueológica de Palenque. Puedes ver otros hoteles en Palenque si no te convence.
Nuestro primer contacto con la cultura maya no pudo ser más impresionante. Palenque nos enamoró y nos abrió el apetito arqueológico.
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