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Los 7 mejores lugares que ver en el norte de Tenerife

Es un error pensar que Tenerife – o, incluso, el resto de las Canarias – es tan solo un paraíso de largas playas donde puedes tumbarte a tomar el sol durante todo el año.

Es innegable que este es uno de los atractivos turísticos más conocidos de la isla, sin embargo, solo hay que darse una vuelta por los maravillosos bosques, pueblos, senderos y acantilados que ver en el norte de Tenerife para darse cuenta de que esta isla guarda muchos más tesoros de los que mucha gente piensa.

Cuándo es el mejor momento para visitar Tenerife

Es complicado determinar cuándo es el mejor momento para disfrutar de las mejores cosas que ver en el norte de Tenerife, pues lo cierto es que, en cuanto a clima se refiere, cualquier mes del año puede resultar adecuado.

Sin embargo, los meses de octubre, noviembre, y de finales de febrero a principios de junio (excluyendo la Semana Santa) los precios de los alojamientos son más bajos, siendo una buena idea viajar a Tenerife durante esos períodos.

Descubre lo mejor de la isla de Tenerife con nuestros siguientes artículos:

Cómo recorrer los mejores lugares que ver en el norte de Tenerife

Sin duda, la mejor manera de descubrir todos los rincones que ver en el norte de Tenerife es haciendo una ruta en coche. Lo mismo ocurre en las otras islas canarias, como Gran Canaria, Lanzarote o Fuerteventura.

En la isla existe el transporte público, pero no te llevará a todos los lugares a los que quieres ir.

Podrás alquilar un coche a muy buen precio en los aeropuertos de Tenerife Sur y Tenerife Norte. Aquí te dejamos un buen comparador de ofertas de alquiler de coche en Tenerife, para que puedas encontrar tu vehículo ideal de un solo vistazo:

Los mejores lugares que ver en el norte de Tenerife

Y sin más preámbulos, comenzamos a descubrirte los mejores lugares que ver en el norte de Tenerife.

1. Parque Rural de Anaga, bosques milenarios en el norte de Tenerife

Macizo de Anaga que ver en el norte de Tenerife

La primera vez que recorrimos las sendas del Parque Rural de Anaga, tuvimos la sensación de encontrarnos en otro mundo. Un mundo arcaico, ancestral y lejano.

Y es que el bosque de laurisilva que ocupa esta parte del norte de Tenerife es un legado de la Era Terciaria. En aquella época, toda Europa estaba cubierta por estos bosques tropicales. Hoy en día, en el Viejo Continente solo puede encontrarse en las islas Macaronésicas (Canarias, Madeira, Cabo Verde, Salvajes y Azores).

Aquí, el suelo de la senda está siempre humedecido, y la luz apenas penetra en algunos tramos en los que las ramas de los árboles forman preciosas arcadas policromadas.

Es un lugar que posee un halo de misterio. De magia. Aquí habitan especies endémicas, como la paloma de la laurisilva, y los paisajes son variados, con verdes prados, densos bosques, rugosas laderas de irregulares montañas y dramáticos acantilados que mueren en solitarias playas, muchas de las cuales son accesibles desde el mar.

Anaga es un auténtico paraíso para los amantes del senderismo, y un lugar que nada tiene que ver con la vida playera de los resorts del sur de la isla. En definitiva, es uno de los lugares naturales más espectaculares que ver en el norte de Tenerife.

2. San Cristóbal de la Laguna, joya cultural y colonial del norte de Tenerife

La Laguna Tenerife

Más conocida, simplemente como La Laguna, San Cristóbal de La Laguna es la población más hermosa de la isla de Tenerife. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, su casco histórico es el claro ejemplo urbanístico que fue exportado a las ciudades coloniales del Nuevo Mundo.

La urbe fue fundada, a finales del siglo XV, por Adelantado Alonso Fernández de Lugo. A sus cuadriculadas calles, que parten de la céntrica y bellísima Plaza del Adelantado, se asoman antiguas casas de escasa altura y fachadas de colores alegres, creándote la sensación de haber viajado en el tiempo y espacio, a la América del siglo XVI.

Algunos de los edificios de La Laguna que no te puedes perder son la Casa Salazar (Obispado), monumental edificio barroco del XVII; la Casa de La Alhóndiga, levantada en el siglo XVIII y en la que destaca su bella fachada neoclásica del XIX; y el Antiguo Convento de Santo Domingo, con su precioso claustro interior.

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Me apostaría algo a que nunca has contratado un seguro de viaje para tus escapadas por España. En estos tiempos tan raros que vivimos, no está de más que, para viajar a Tenerife tranquilo, le eches un vistazo a los seguros que cubren los gastos relacionados con el COVID-19 en cuanto a cancelaciones, cuarentenas, etc. Encontrarás todos los detalles en este enlace.

3. Puerto de la Cruz, surf y relajación

Puerto de la Cruz Tenerife

Ocupando la costa del valle de La Orotava, Puerto de la Cruz fue la población pionera del turismo en Tenerife. A pesar de ese rol, sigue conservando su aire de pequeño puerto pesquero, que contrasta con los espectaculares y bellos hoteles que lo rodean. En ellos se alojaron celebridades de la talla de Agatha Christie, Michael Jackson o Los Beatles.

Cuando disfrutas de la tranquilidad de sus calles y plazas, el rumor de las olas, la brisa y el olor del mar, y sus playas, entiendes por qué aquí se encuentran los hoteles más exclusivos donde alojarse en Tenerife.

Pasea por el tradicional barrio pesquero de La Ranilla y disfruta de las compras y los murales de arte urbano de la iniciativa Puerto Street Art; o por el casco histórico, en el que hay nada menos que 140 edificios protegidos.

Para los viajeros activos, la playa de la Martiánez ofrece grandes oportunidades de surf y el tubo volcánico de La Rapadura es un paraíso del submarinismo.

Los que buscan el baño calmado en las aguas del Atlántico, lo encuentran en las piscinas naturales de San Telmo.

Como puedes ver, hay algo para todos en uno de los lugares más completos que ver en el norte de Tenerife.

4. Garachico, uno de los pueblos más encantadores del norte de Tenerife

Garachico Tenerife

Otro de los más bellos cascos históricos que ver en el norte de Tenerife es el de la población de Garachico. En él se aprecia el señorío del que fuera el principal puerto comercial de Tenerife. Sin embargo, todo cambiaría en 1706, cuando el volcán Arenas Negras comenzó a expulsar ríos de lava e inició una tremenda devastación que se prolongó durante casi dos meses.

Los campos de cultivo, el puerto y parte de la ciudad quedaron arrasados y gravemente dañados. Fue así como comenzaron a buscarse nuevos puertos, como Santa Cruz y Puerto de la Cruz. Con el tiempo, la villa de Garachico fue volviendo a la vida y hoy en día luce bella y tranquila junto a las aguas del océano.

Algunos de los puntos imprescindibles de Garachico son la ermita de San Roque, la Plaza de la Libertad – a la que se asoman algunos de los edificios más antiguos de la villa -, la iglesia de Santa Ana, el castillo de San Miguel – ejemplo de las defensas militares de la isla de finales del XVI, y que alberga un pequeño museo – y las fantásticas piscinas naturales de El Caletón.

Dónde dormir en el norte de Tenerife

Si quieres evitar búsquedas y reservar alojamiento en el mismo hotel que nosotros, te recomendamos el magnífico Hotel San Roque. El San Roque se aloja en una casa señorial del siglo XVIII, con un bello patio central, solárium, restaurante y una pequeña piscina climatizada. Es un negocio familiar y te tratan como si estuvieras en tu propia casa. Repetiríamos sin dudarlo. Sin embargo, si no te convence, aquí puedes encontrar, sin ningún aumento de precio, tu alojamiento ideal en Tenerife:

5. Punta de Teno, el Tenerife más rural

Punta de Teno Tenerife

Uno de los parajes naturales más bellos que ver en el norte de Tenerife es el de la Punta de Teno.

Su escarpada orografía y su ubicación – en el extremo oeste de la isla -, siempre hizo que fuera un lugar aislado, en el que la naturaleza era la ama y señora de todo. El Parque Rural de Teno estuvo poblado, durante muchos años, por hombres que apenas tenían contacto con el resto de isleños, sirviendo, además, como último refugio para aquellos que resistieron a la invasión castellana.

Aquí podrás caminar por parches de bosques de laurisilva, crestas de impresionantes acantilados y senderos que llevan a un bello faro del siglo XIX y la pequeña cala de Punta de Teno, desde la que se puede divisar el acantilado de Los Gigantes e incluso la isla de La Gomera.

6. Playa de Benijo, la playa más hermosa del norte de Tenerife

Playa de Benijo Tenerife

La de Benijo es una de las mejores playas que ver en el norte de Tenerife. Bueno, realmente, es de las mejores de toda la isla.

Lo que le confiere su espectacularidad es su entorno, con esos imponentes acantilados de roca grisácea que parecen elevarse hasta el infinito. Escoltada por los roques de La Rapadura y Benijo, la arena es aquí negra y los servicios son inexistentes. Si a eso le añades la dificultad de su acceso – hay que recorrer, durante unos 15 minutos, un sendero que desciende abruptamente desde el restaurante El Mirador -, y que no hay aparcamiento (hay que dejar el coche en un lado de la carretera), entiendes por qué es una playa con escasa ocupación todo el año, a pesar de su belleza.

Cuidado con el baño, pues las corrientes pueden llegar a ser traicioneras en esta parte de la isla. Nuestra recomendación es que intentes aprovechar las horas de bajamar, pues si no, la franja de arena para pasear o tumbarte al sol resulta algo estrecha.

Merece la pena el esfuerzo para disfrutar de esta auténtica playa salvaje de Tenerife.

7. Güímar, gastronomía, playa y naturaleza

que ver en el norte de Tenerife Guimar

En el municipio de Güímar ocupa las tierras que se extienden entre el volcán de Arafo y el barranco de Herques. En él encontrarás bonitas playas, llamativos paisajes y una muy buena gastronomía.

Los deportistas exploran la zona haciendo senderismo, ciclismo o barranquismo, por lugares como Siete Lomas, Anocheza, barranco de Badajoz y el Llano de Brujas.

Los amantes de la gastronomía pasean, además, por los campos de mangos, zanahorias, ñames, papayas y aguacates, que después serán llevado a las mesas de los restaurantes y guachinches (pequeños establecimientos en los que se sirve comida casera). Güímar es, también, tierra de vinos, destacando los caldos con intensos sabores frutales.

Por último, disfruta de la cultura tinerfeña en lugares como el Museo Tagoror Cultural de Agache o recorriendo el casco histórico de Güímar, en el que encontrarás antiguas iglesias y otros edificios históricos; y las pirámides de Güímar.

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