una opción sostenible para preservar el medio ambiente
La agricultura ecológica tiene un impacto muy positivo en el medio ambiente. No en vano, y a diferencia de los sistemas convencionales, este tipo de agricultura orgánica se basa en la sostenibilidad y la conservación de los recursos naturales. Todo ello a partir de evitar el uso de productos químicos y sintéticos con el objetivo de reducir la contaminación del suelo y el agua.
Las técnicas que se emplean en la agricultura ecológica preservan los ecosistemas y promueven la salud del suelo. De esta forma, se protege al máximo el medio ambiente y se producen alimentos y otros productos más saludables y de la más alta calidad.
El CBD y la agricultura ecológica
El CBD o cannabidiol es un compuesto de la planta cannabis sativa que se ha popularizado en los últimos años gracias a sus propiedades terapéuticas y medicinales. Un tipo de cultivo que, en la actualidad, tiene cabida en la agricultura ecológica para producir CBD barato y muy beneficioso para el medio ambiente.
Sin ir más lejos, hablamos de un tipo de cultivo que no requiere del uso de pesticidas ni herbicidas sintéticos. El cáñamo ecológico del que se obtiene el CBD es una planta muy resistente, por lo que puede crecer y desarrollarse en diversas condiciones climáticas y de suelo. Tanto es así que apenas requiere de agua y pesticidas si lo comparamos con otros tipos de cultivo.
Por otro lado, hay que señalar también que el CBD puede sustituir a algunos productos químicos sintéticos que se emplean en la agricultura convencional. De hecho, hay extractos de CBD que se vienen empleando como repelentes naturales de plagas o como fungicidas.
Esto es lo que, precisamente, la convierte en una opción sostenible muy popular entre los agricultores. Una alternativa muy rentable tanto por sus beneficios medioambientales como por el hecho de ser un mercado en auge.
Beneficios de la cultura ecológica para el medio ambiente
Si hablamos en términos más generales, los beneficios de apostar por la cultura ecológica son numerosos para el medio ambiente.
Prevenir la resistencia a enfermedades en plantas
La agricultura ecológica se basa en el uso de prácticas naturales y sostenibles. Por tanto, no emplea en ningún momento pesticidas ni productos químicos sintéticos para controlar las plagas y las enfermedades en las plantas. A su vez, el uso de abonos orgánicos va a fortalecer el sistema inmunológico de las plantas para hacerlas más resistentes a las enfermedades.
Por otro lado, al evitar el empleo de pesticidas sintéticos se consigue reducir el riesgo de que las plagas puedan desarrollar resistencia a los productos químicos.
Disminuir la contaminación del suelo, el agua y el aire
Como ya venimos comentando, la agricultura ecológica evita el uso de pesticidas y fertilizantes químicos sintéticos. Esto es algo que contribuye a una menor contaminación del suelo, el agua y el aire. Los productos químicos tóxicos de la agricultura convencional contaminan el aire y emiten gases y partículas nocivas para la salud y el medio ambiente.
A este respecto, la agricultura ecológica promueve la salud de los ecosistemas, ayuda a mantener un equilibrio más natural y preserva la biodiversidad.
Promover una alimentación más sana
La agricultura ecológica fomenta el consumo de alimentos orgánicos y procedentes de proveedores locales. Para obtener estos productos ecológicos, no se emplean ni pesticidas ni fertilizantes químicos nocivos para la salud. De esta forma, se reducen los residuos tóxicos que contaminan el suelo y el agua, se protege la biodiversidad y se obtienen alimentos más frescos y sanos.
Los alimentos procedentes de la agricultura ecológica son más nutritivos. No en vano, contienen intactas sus vitaminas, minerales y antioxidantes naturales. Por todo esto, se puede decir que este tipo de agricultura beneficia tanto al medio ambiente como a la salud de las personas.
Contribuir a la reducción de la huella de carbono
La agricultura ecológica emplea prácticas y recursos sostenibles que nada tienen que ver con la agricultura convencional. Estas prácticas promueven la salud del suelo y la biodiversidad y reducen la contaminación del agua y el aire. Por consiguiente, podemos hablar de un sistema que disminuye la emisión de gases de efecto invernadero.
La rotación de los cultivos y el compostaje son, precisamente, dos de los métodos ecológicos que se emplean en esta agricultura. Ambos sistemas juegan un papel determinante en la diversidad de los cultivos y son muy beneficiosos para el medio ambiente.
Fomentar el uso de recursos y materias primas naturales
Finalmente, la agricultura ecológica promueve la utilización de abonos orgánicos que enriquecen el suelo e incrementan su productividad a largo plazo. Los abonos naturales son una opción muy respetuosa y sostenible con el medio ambiente al reducir la dependencia de los productos y fertilizantes químicos que se emplean en la agricultura tradicional.
Los métodos naturales que se usan en la agricultura ecológica evitan la contaminación del aire, el agua y el suelo. Algo que, en definitiva, es sumamente beneficioso para la conservación del planeta.
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