Por Jesús Osilia | Bloguero de viajes, promotor turístico
Suelo visitar con cierta frecuencia el Barrio Italia. Me gusta, ya sea por sus opciones artísticas y culturales o por su propuesta gastronómica.
Es un lugar interesante que le aporta personalidad y un aire retro a la ciudad, con pequeñas y atractivas galerías comerciales diseñadas en el interior de antiguas casonas restauradas, llenas de tiendas, restaurantes gourmet, bares temáticos y románticos cafés.
También hay galerías de arte y algunos teatros… Pero es un barrio comercial cuyo eje central se encuentra un tanto alejado de los principales polos turísticos de la capital.
En consecuencia, para el turista promedio que viaja escaso de tiempo y dinero –y que no le interesa ir de shopping–, desviarse de los recorridos tradicionales para visitar el barrio Italia, porque aparece señalado como “imperdible” en una guía de viajes, tal vez podría resultarle decepcionante.
Por ejemplo, en Barrio Italia no verá imponentes y señoriales edificios centenarios como los hay en los barrios Concha y Toro, La Bolsa u otras zonas del casco central y patrimonial de Santiago. Tampoco está en la vía a un sitio turístico emblemático de la capital, como ocurre con el barrio Bellavista, y sus calles ciertamente no poseen el peculiar trazado ondulante y maravilloso encanto del barrio París-Londres.
Admito, eso sí, que en razón de su estilo y forma de ser, el Barrio Italia aporta un claro sentido de continuidad y calidad de vida a los santiaguinos, eso no se puede negar, y definitivamente es un lugar ideal para relajarse al final del día. Pero en cuanto a atracción turística es un destino secundario que bien podría ser visitado por turistas extranjeros solo si su estadía en la capital chilena (sin contar el tiempo que reserve para visitar lugares adyacentes a Santiago como el Cajón del Maipo, Valle Nevado, Valparaíso o Viña del Mar) es de varios días.
Debo agregar además que como residente y conocedor de la ciudad me complace siempre (y mucho) llevar a los amigos o familiares que vienen de fuera a conocer el Barrio Italia, caminar tranquilamente por sus calles, escudriñar en sus tiendas, comer o tomarnos una cerveza o café al final de la tarde; luego de haberlos llevado religiosamente a conocer cada uno de los consabidos lugares de ineludible visita que tenemos en la capital.
Por otra parte, es una opción que recomiendo a todo viajero ávido de conocer gente y cultura local para nutrir así su experiencia de viaje.
La presencia de anticuarios y restauradores hacen también del barrio Italia un lugar de obligada referencia para quienes viven en la ciudad y gustan del estilo vintage en la decoración de sus hogares y oficinas; también hay muebles y objetos definitivamente antiguos.
Hay libreros (o acumuladores de libros, no lo sé) que serían la perdición de algunos a quienes conozco… y hablo en sentido literal, se perderían bajo inmensas montañas de libros o tal vez resulten aplastados mientras hurgan en busca de un oculto tesoro impreso.
En lo personal, les confieso que prefiero mantenerme un tanto al margen de estos lugares. Y no porque no me guste leer –todo lo contrario–, sino por temor a estar cerca de una de esas altas e inestables torres de libros durante la ocurrencia de un fuerte temblor; cosa por demás frecuente en el país.
En el Barrio Italia la oferta culinaria es amplia y variada, da para todos los gustos y bolsillos, con locales de comida chilena, peruana, italiana, francesa, vietnamita, tailandesa, china, venezolana y guatemalteca, entre otras.
Si lo desean, pueden ponerse en contacto conmigo y con gusto los llevaré a conocer y escudriñar en los rincones del Barrio Italia, la experiencia es amena y muy interesante. También puedo acompañarlos en otros recorridos a través de los muchos espacios gastronómicos, culturales y turísticos presentes en Santiago.
¿Cómo llegar?
El Barrio Italia se ubica en los límites de las comunas de Providencia y Ñuñoa, en Santiago de Chile.
La mayor parte de los comercios y sitios de interés se concentran a lo largo de las calles Italia y Condell, entre Sucre y Santa Isabel. Los anticuarios y restauradores se ubican sobre la calle Caupolicán, entre Condell y Salvador.
Si desea ir por su cuenta, la forma más fácil de llegar es a través del transporte subterráneo, estación Santa Isabel de la Línea 5 del Metro de Santiago.
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