El otoño es la mejor estación para disfrutar de la gastronomía. Son muchos los productos que en estos meses se encuentran en su punto álgido, entre ellos las las trufas. Manjar de dioses que se recolecta entre septiembre y marzo, por eso se dice que es uno de los manjares estrellas en los meses más fríos. Las hay negras y blancas, las más cotizadas. En España son especialmente famosas las trufas negras de Teruel, Huesca, Soria y Castellón. Pero se dice que las más trufas blancas famosas del mundo se encuentran en la región de Istria, en Croacia. Una península de esencia Italiana. bañada por el Mediterráneo muy conocida por su gastronomía: rica en aceites, vinos de la variedad malvasía. Y según muchos cocineros, el mejor destino para saborear este preciado hongo que nace bajo tierra.

Si te gustan las trufas estás de suerte. El otoño y el invierno es la mejor época para degustar este preciado hongo. Pero si quieres probar las mejores trufas blancas de Europa, o del mundo, es el momento de organizar un viaje a Istria, en Croacia. La península más grande del mar Adriático.

Istria, región croata con esencia italiana

Al recorrer la región croata de Istria uno siente estar realmente en la Toscana croata. El paisaje es verde, la comida ¡excelente!. Los pueblos de piedra tienen un sabor añejo que conquista. Las gentes presumen por ese carácter típico mediterráneo. Y aunque su idioma es el croata, las palabras italianas aparecen continuamente en la conversación.

No sorprende saber que  croata y el italiano conviven como lenguas oficiales en esta región. Y en algunos  edificios públicos, curiosamente ondean ambas banderas.

Como por ejemplo en Groznjan, pueblecito encantador situado en el interior de la región y habitado por artistas que tienen allí sus tiendas y talleres. También en los colegios se puede elegir en qué lengua se van a impartir las clases. “Los croato-hablantes prefieren que sus hijos estudien el italiano, y viceversa” me cuenta Guido, mi guía.

Las trufas blancas de Istria

Sin duda Istria es un destino con mucha personalidad, pero en este post con sabor a otoño quiero hablar de la fama de sus trufas blancas, en concreto la especialidad llamada tuber magnatum. ¿Las has probado alguna vez?

En mi caso, la primera vez que comí trufas en mi vida fue justo aquí, en Istria. Yo hice el viaje en cerano y tuve que conformarme con degustar las trufas negras que sí, son deliciosas. Pero me quedé con las ganas de saborear las buenas que son las trufas blancas. Manjar de dioses pero que sólo se encuentra entre octubre y noviembre.

Por tanto, ha llegado el momento de hacer ese viaje gastronómico para saborearlas. Aunque en realidad las venden durante todo el año, lo ideal es probarlas en temporada, cuando los alimentos están en su máximo explendor.

CURIOSO: Las trufas nacen bajo tierra. Su búsqueda es complicada pues no hay planta ni señal alguna que avise de su ubicación. Para encontrarlas hace falta salir con perros rastreadores que las localizan por su olor.

En estas fechas otoñales las fiestas gatronómicas se suceden, especialmente en los alrededores de Motovun. Un pueblo fortificado situado en la cima de una colina en el interior de la región. Formado por calles empinadas de adoquines, casas de piedra -muchas de ellas adquiridas en los últimos años por artistas-, varios restaurantes y ¡un sólo hotel!

¿SABÍAS QUÉ qué Motovun es la cuna del famoso Mario Gabriele Andretti, uno de los mejores pilotos de automovilismo de todos los tiempos.

Livade, el epicentro de la trufa

Cerca de Motovun está  Livade, localidad que presume por ser “el centro de la trufa”. En sus alrededores nacen las mejores trufas y en octubre se le rinde homenaje casi a diario a este manjar.

Si te acercas verás que ofrecen muchas actividades con la trufa como gran protagonista: degustaciones y menús especiales en restaurantes, subastas, excursiones y salidas para recoger trufas, concursos con premios para la trufa más grande que se encuentre, talleres de cocina con recetas con trufa como protagonistas. Y lo mejor, jornadas en las que los mejores cocineros de todo el mundo ofrecen menús gourmets.

Zigante, el mejor restaurante para comer trufas

Pero no podemos hablar de las trufas de Istria sin mencionar el restaurante Zigante Tartufi, situado en Buje, a 26 kilómetros de Motovun. Catalogado como uno de los mejores y más caros restaurantes de Croacia. Y uno de los mejores del mundo para saborear este hongo. He tenido la suerte de comer allí y lo confirmo.

El Zigante lo montó un vecino de la zona que, cuentan, encontró, allá por el año 1999, ¡la trufa blanca más grande del mundo!. Un hallazgo que aún figura en el libro Guinness de los récords.

A la entrada del restaurante se exhibe una réplica de aquella trufa histórica, comparable en tamaño a un melón pequeño. Enorme si tenemos en cuenta que las trufas normales suelen ser tan grandes como una nuez.

Aceites, vinos y más manjares de Istria

Sí. Las trufas blancas y negras son muy típicas de la región de Istria pero si te animas a hacer ese viaje gastronómico debes saber que esta zona de Croacia es también famosa por sus buenos aceites, por los vinos elaborados con uvas de la variedad malvasía…

Lo que más me gusta es que casi todos son productores pequeños a quienes se permite comerciar con el fruto de su trabajo, es decir, tener pequeñas tiendas para los turistas, acudir a los mercados locales para vender sus productos… Productos kilómetro cero de verdad.

Ese es otro de los encantos de esta región. Todo es familiar. Y auténtico. Es como si aquí no hubiese llegado la globalización. La gente tiene ganas de vivir tranquila. Y dejar atrás esos años de historia complicada en la que los habitantes de Istria han sido austro-húngaros, italianos, alemanes, yugoslavos, croatas… Sí. La verdad es que suena extraño, pero es así.

Istria es un lugar tranquilo pero con una gran riqueza histórica. Gastronómico. Y cultural. Pero bien aprovechada ya que, creo, esa mezcla es la clave de su encanto y su riqueza.