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Egeria, primera mujer peregrina y primera cronista de viajes del SIV

Hoy 8 de marzo es un día para hablar en femenino y por eso le dedico un post a una de las grandes mujeres viajeras de la historia. Un monja llamada Egeria que, allá por finales del siglo IV, salió de su “Gallaecia” natal (nombre con el que se conocía Galicia en la época del gobierno del emperador romano Diocleciano). Movida por la fuerza de la fe recorrió media Europa, Egipto, atravesó la península del Sinaí, Palestina, llegó a Jerusalén, atravesó Siria, Jordania. Finalmente alcanzó las hoy inexistentes  Mesopotamia (territorio situado en lo que actualmente es Oriente Medio) y Constantinopla (Estambul) . Más de 5.000 kilómetros con un burro como único medio de transporte.

Panorámica de Jerusalén desde el mítico Monte de los Olivos
Panorámica de Jeruslén desde el mítico Monte de los Olivos

Sin duda. Egeria es una de las grandes viajeras de la historia y a la vez una gran desconocida. Por eso me gusta escribir sobre ella y mostrar su figura y su historia. Creo que la hazaña de esta venturera osada bien merece una reseña.

¿De qué se habla en este post?

La primera peregrina de la historia

Fue también la primera peregrina. Un espíritu inquieto (con el que me identifico plenamente como mujer y como viajera) que protagonizó una experiencia revolucionaria en todos los sentidos, especialmente si tenemos en cuenta que las mujeres viajeras en aquellos años no eran en absoluto bien vistas.

Pero las barreras no le importaron ni a Egeria ni a otras muchas mujeres. Muchas de ellas anónimas. Hubo otras muchas y también poco conocidas (por ejemplo Lady Hester Stanhope, de la que también he hablado en otros posts) quienes contagiadas por el virus de la aventura (el cual padezco)  tuvieron la misma necesidad vital de conocer otros mundos, Y se dejaron llevar por el embriagador hechizo que emana de los nuevos olores, nuevos sabores, nuevos paisajes.

Nadie hasta ahora, ha inventado el antídoto que cure de esta hermosa, pero a veces, peligrosa enfermedad. Las mujeres también la han padecido desde la historia de los tiempos.

Sello emitido en 1984 psra conmemorar el viaje de Egeria
Sello emitido en 1984 para conmemorar el viaje de Egeria

Primera crónica viajera escrita por una mujer

La excepcional vivencia de Egeria quedó recogida en un diario: el “Itinerarium ad Loca Sancta”. Un gran manuscrito viajero (escrito en latín vulgar, con algunas acepciones cultas) pionero en su género. Está considerado como una de las primeras crónicas de viajes escritas por una mujer, parte de ella como cartas que la peregrina enviaba a, según se lee en sus textos: “mis venerables señoras, mis hermanas”.

No olvidemos que Egeria era culta pues era religiosa. Una excepción en aquellos años en los que saber leer y escribir era un privilegio de las clases más altas. Asimismo, cabe recordar la dedicación a la vida religiosa era una de las salidas más habituales para las mujeres nobles.

Imagen del manuscrito que se conserva de la narración de Egeria
Imagen del manuscrito que se conserva de la narración de Egeria

Parientes poderosos

En el caso de Egeria, hay dudas sobre su origen social. Hay estudiosos que aseguran tenía parentesco con algún poderoso quien supuestamente debió darle el salvoconducto (o pasaporte) necesario para poder viajar en aquella época. Esto explica también el gran recibimiento que tuvo en muchos de los lugares que visitó: “Allí por donde iba, los monjes, sacerdotes y obispos la recibían, guiaban y acompañaban como si fuese una celebridad. No le faltaban facilidades para moverse libremente y cuando se adentraba por lugares que podían resultar peligrosos era escoltada por soldados” se lee en una de las cartas dedicadas a su peregrinación.

Pero quedan aún muchas dudas. El problema es que se sabe bastante poco de Egeria, pues gran parte de los mencionados manuscritos se perdieron.

Lamentablemente, sólo se conservan los escritos del periplo por Oriente Medio. También se cree que el de Egeria fue un viaje sin retorno ya que, en su última carta, escrita probablemente desde Constantinopla se lee: “tenerme en vuestra memoria, tanto si continúo dentro de mi cuerpo como si, por fin, lo hubiere abandonado”. A partir de ahí, su rastro se pierde, por lo que se cree que falleció al poco tiempo de escribir estas palabras.

Egeria, una mujer misteriosa

El caso es que Egeria sigue envuelta en un halo de misterio. Aunque su figura ha despertado el interés de muchos estudiosos y periodistas, aún son muchas las incógnitas por desvelar relacionadas con su origen, su viaje, su formación, sus parentescos y sus experiencias.

Recorrido del viaje de Egeria
Mapa del recorrido del viaje de Egeria

Por mi parte, cuanto más leo sobre Egeria más me gusta esta mujer con la que insisto, me identifico. Si yo hubiese nacido en el siglo IV, probablemente hubiese intentado una hazaña similar. No me importaría nada seguir sus pasos y revivir su aventura.

Lamentablemente, hoy en día hay zonas imposibles de visitar. Llegar a Mesopotamia (zona comprendida entre las fronteras de las actuales Iraq y Siria en la tierra entre los ríos Tigris y Éufrates) ahora mismo es tarea casi imposible.
Resulta anecdótico que una viajera en el siglo IV tuviese más “libertad de movimientos” que un viajero cualquiera en el siglo XXI. Pero esta reflexión es digna de otro post.

En este sólo quiero rendir un homenaje a una de las más grandes aventureras de la que tenemos constancia, cuya figura espero, se trate con el respeto que merece.

Un homenaje para Egeria

Me sumo al comentario que la escritora y viajera Cristina Morató, quien se ha dedicado a estudiar y escribir sobre mujeres viajeras, históricas hizo sobre ella:  “No entiendo como la primera viajera de la historia, que en el siglo IV fue a Jerusalén y a Egipto, no tiene un monumento o una calle”. Me sumo a la petición. Egeria merece un homenaje ¿Alguien más?

Nani Arenas con Cristina Morató
Nani Arenas con Cristina Morató

Aprovecho para compartir una foto con Cristina Morató con quien tuve la suerte de coincidir hace poco en un congreso. Compartir “cartel” con la escritora fue para mi un honor, un placer. Una alegría. He crecido personal y profesionalmente leyendo sus artículos y soñando con sus libros. Y los de otro grandes periodistas de viajes como Javier Reverte al que menciono pues también tuve la suerte de coincidir en el mismo evento. Mi viejo amigo Paco Nadal

Nani Arenas con Cristina Morató, Javer Reverte, Paco Nadal y otros grandes viajeros en un congreso
Nani Arenas con Cristina Morató, Javer Reverte, Paco Nadal y grandes viajeros en un congreso

Con la mención a Cristina Morató y a otros grandes viajeros cierro este post dedicado a Egeria.

¿Alguna otra mujer viajera que creas merece una reseña especial?

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