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Eco Turismo: el caso de João Pessoa

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¿Alguna vez has oído hablar de arquitectura de género o inclusiva?

Las viviendas diseñadas con un enfoque de arquitectura de género, o inclusiva, son aquellas que toman en cuenta desde su fase de diseño las necesidades y el bienestar de las personas que vivirán en ellas.  Por eso resulta necesario que las posibilidades arquitectónicas garanticen la máxima flexibilidad, funcionalidad, seguridad, participación y presencia para la ocupación de la vivienda de acuerdo con las necesidades específicas de todos sus habitantes. Estos pueden ser hombres y mujeres, niños y niñas, ancianos y ancianas, personas con discapacidad, personas de diferentes razas y etnias, personas que realizan tareas de cuidado, etc.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, damos inicio a una serie de dos artículos que buscan compartir cómo la construcción de tres conjuntos de viviendas de interés social con enfoque de arquitectura de género, financiadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), van a mejorar la vida de más de setecientas familias en la ciudad de João Pessoa, Brasil.

En el BID estamos comprometidos con la inclusión y la diversidad. Somos el primer banco multilateral de desarrollo que ha integrado una norma independiente sobre inclusión de género que incluye explícitamente protecciones para personas de diversas orientaciones sexuales e identidad de género en su nuevo Marco de Política Ambiental y Social. Puede acceder a los detalles de nuestra política aquí.

¿Qué parámetros arquitectónicos tiene la arquitectura de género o inclusiva?

Para comenzar, es importante definir qué puede considerarse como arquitectura de género o inclusiva. A continuación, exponemos seis características, que pueden darse tanto en espacios interiores, o privados, como públicos:

En los espacios colectivos:

  • Diseñar el entorno inmediato de los edificios para proporcionar seguridad y garantizar la visibilidad, desde dentro de las unidades habitacionales (UH) hacia el exterior, en el espacio público, y viceversa.
  • Dar un carácter sociable a los espacios de circulación, como los corredores, para que puedan ser apropiados como espacios de encuentro y convivencia segura.
  • Prever espacios comunitarios y de ocio para incluir a niños, jóvenes y adultos en la vida del inmueble, con uso indefinido para mantener cierta flexibilidad y/o espacios definidos como lavandería, cocina colectiva, local para guardar bicicletas o cochecitos, etc.

En espacios privados:

  • Proporcionar tipologías diversificadas de unidades habitacionales para responder a las demandas familiares y su evolución en el tiempo (aumento o disminución del tamaño de la familia, periodos de trabajo en casa), incluyendo tipologías para públicos específicos, como las personas con discapacidad. Esto también puede corresponder a la provisión de una habitación extra “neutral” para diferentes usos (trabajo remoto, espacio íntimo para la protección contra la violencia intrafamiliar, recepción de un familiar enfermo o anciano, etc.).
  • Proponer sistemas y diseños constructivos que incluyan a personas de bajos ingresos, con ahorro de energía (entrada de luz natural, temperatura ambiente agradable, etc.) y agua, para garantizar gastos recurrentes mínimos.
  • Diseñar aberturas que permitan, desde la vivienda, ver el exterior para vigilar a los niños jugando en las áreas comunes.
  • Propiciar los apartamentos compartidos, donde dos unidades habitacionales distintas comparten una sala común, como la sala de estar o la cocina, para promover la convivencia y estimular el intercambio intergeneracional. Puede darse, por ejemplo, entre una familia y una persona mayor, o generando una red de apoyo para mujeres víctimas de violencia en situaciones de vulnerabilidad socioeconómica. Esto, además, contribuye a reducir el gasto en cuentas de consumo de las unidades habitacionales.

Uno de los primeros logros concretos emblemáticos de la arquitectura de género en el mundo fueron los conjuntos habitacionales Frauen-Werk-Stadt I, II y III (“Mujeres-Trabajo-Ciudad” en español) en Viena. La Secretaría de Género de la ciudad austríaca de Viena, establecida en 1998, fue la precursora de estos tres proyectos. Según la arquitecta e investigadora Renata Coradin, la participación de la asociación de mujeres durante todo el proyecto de vivienda FWS III, desde la elección del terreno hasta la definición de las áreas donde vivirían, acercó aún más el proyecto a la iniciativa de la comunidad.

La experiencia en América Latina: el Conjunto Beira Rio en João Pessoa

En América Latina encontramos proyectos de arquitectura de género en vivienda de interés social. Uno de ellos, lo encontramos dentro del Programa João Pessoa Sustentável. A través del programa, se construirán tres conjuntos de viviendas de interés social en el área denominada Conjunto Beira Rio, ubicada cerca de la Avenida Beira Rio, que recibirán a 747 familias reasentadas de áreas de riesgo en la región.

La implementación de los conjuntos de vivienda social João Pessoa Sustentável es el resultado de una operación de crédito del BID con la municipalidad de esa ciudad y tiene como objetivo promover el desarrollo social, económico y ambiental en el municipio. Como acciones principales, el programa proporciona acceso a viviendas de interés social, infraestructura y equipamiento urbano de calidad para familias vulnerables.

Con base en estos objetivos, la Unidad Ejecutora del Programa (UEP) se organizó, en alianza con el BID, para llevar a cabo algunas actividades con el propósito de construir el conjunto con enfoque de arquitectura inclusiva:

  1. Realización de un taller sobre género y diversidad, con el apoyo de la ONG SampaPé, que también organizó caminatas exploratorias con el equipo en el centro de la ciudad.
  2. Elaboración de los términos de referencia de proyectos arquitectónicos con premisas de género e inclusión agregados a las solicitudes de propuestas, a partir de los resultados obtenidos en el taller.
  3. Inclusión de aspectos de género e inclusión en los criterios de selección de las empresas.

El proceso de preparación de las licitaciones representó un desafío para el equipo de programa, que se dio cuenta de la necesidad de innovar su modelo de contratación. Con este fin, la UEP reestructuró sus términos de referencia y los criterios de evaluación de las propuestas para garantizar que, tanto las empresas como los proyectos, estuvieran alineados con los temas de género e inclusión. Los esfuerzos tuvieron un resultado positivo porque la receptividad del mercado al proceso de licitación fue grande, con empresas y consultorías dispuestas a trabajar con agendas sociales y ambientales (algunas empresas ya tenían incluso estos temas como objetivos estratégicos).

Para conocer en detalle el modelo de compra verde e inclusivo utilizado en el Programa João Pessoa Sustentável, visite el artículo “Vivienda social innovadora y compras verdes: ¿Cómo se relacionan?  También puede acceder a este video:

En el próximo artículo de esta serie, abordaremos las diferentes estrategias arquitectónicas específicas que el Programa João Pessoa Sustentável ha llevado a cabo para garantizar una mayor inclusión y diversidad en las 747 viviendas de nueva construcción en ese municipio. ¡No te lo pierdas!

Nota: La municipalidad João Pessoa ha cedido al BID el uso de las imágenes para su uso en este artículo

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