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Si has viajado más de una vez a la Ciudad Condal, no te creas que ya tienes toda Barcelona visitada. No te dejes engañar por los edificios modernistas de Gaudí, por las grandes avenidas, los importantes museos… La provincia de Barcelona sigue más allá de los límites de su capital. Y sigue con un buen número de destinos que te van a gustar tanto o más que la propia ciudad. Arranca el coche, nos vamos a recorrer parte de la provincia, concretamente de Barcelona al Garraf, siguiendo la ruta del Grand Tour de Cataluña.

Y, ¿qué es el Grand Tour de Cataluña? Una ruta de más de 2.000 km que recorre toda la comunidad visitando alguno de sus lugares más icónicos. Obviamente, 2.000 km no se hacen en una mañana, ni se visita Barcelona en una hora, así que hablamos de entre 13 días –la versión más reducida– y un mes –en 5 tramos de entre 5 y 7 días cada uno–. Nosotros, antes de que se crease el concepto, ya habíamos viajado en coche por la provincia de Barcelona en más de una ocasión y, siguiendo el tramo 1 –de Barcelona a Tarragona–, te mostramos nuestros imprescindibles y te los organizamos en un recorrido de cinco o seis días.

Montañas de sal, montañas serradas, miradores de viñas, edificios modernistas, cascos históricos medievales, carreteras panorámicas, playas… ¿Te animas a hacer nuestra ruta en coche de Barcelona al Garraf?

Día 1: Barcelona

Da igual cuántas veces hayas visitado la Ciudad Condal, no puedes llegar a la capital catalana y no pasar un día recorriendo las callejuelas de su Barrio Gótico, visitando la Sagrada Familia o entrando en sus edificios modernistas.

Si ya lo has hecho todo y no quieres repetir –nosotros hemos repetido varias veces y no nos cansamos nunca–, echa un vistazo a nuestro artículo 60 cosas que ver y hacer en Barcelona, seguro que encuentras algo en lo que ocupar tu tiempo.

Día 2: De Barcelona a Montserrat

Después de un último paseo por Barcelona, llega el momento de subir al coche y comenzar a visitar la provincia. Una de las obras menos conocidas de Gaudí te espera a 15 km de Barcelona-Sants. ¿Tan cerca y tan poco visitada? Pues sí… A nosotros no nos cabe en la cabeza que pase desapercibida, pero entendemos que la competencia modernista en Barcelona es muy fuerte.

Hablamos de la Colonia Güell con su imponente cripta. ¿Por qué cripta y no iglesia? Porque no se llegó a acabar. Cuando el señor Güell enfermó, los hijos decidieron que una colonia textil no necesitaba una iglesia tan grande y dejaron de financiarla. Eso sí, ten en cuenta que, en palabras de Gaudí, se trata de una “maqueta monumental” de la Sagrada Familia.

Volvemos a la ruta, camino de Terrassa. Más modernismo con la Masia Freixa y el Vapor Aymerich, Amat y Jover, actual Museo de la Ciencia y de la Técnica de Cataluña. Pero, no contentos con eso, también hay restos visigodos en la ciudad: la Seu d’Ègara, del año 450, así, sin mil delante. Además, es un lugar perfecto para probar la gastronomía catalana: mongetes del ganxet –una variedad de judía–, la butifarra –blanca y negra–, el pa de munt y el pa d’espelta, la coca y, por supuesto, el mató con miel.

Hay que bajar la comida y lo mejor será caminando por los senderos de la Montaña Serrada: Montserrat. Puedes llegar hasta el monasterio, la basílica o el santuario –que lo es todo al mismo tiempo– en coche o en tren cremallera desde Monistrol de Montserrat. Eso sí, si subes en tren, coge el equipaje… la idea es hacer noche en la hospedería para disfrutar del amanecer. No dejes de subir en el funicular de Sant Joan hasta lo alto de la montaña para tener la vista del conjunto entre las rocas a tus pies.

Día 3: De Montserrat al monasterio de Sant Benet de Bages

El amanecer iluminará el edificio de la basílica de Montserrat y, tras un buen desayuno en la hospedería, tendrás la ocasión de saludar a la Moreneta sin las habituales aglomeraciones. El día se presenta intenso, pero si quieres disfrutar del canto de los niños de la escolanía de Montserrat tendrás que esperar hasta las 13 h –de lunes a viernes, aunque te recomendamos entrar a coger sitio una hora antes–.

Vuelta al coche para descubrir unas construcciones casi olvidadas en la Vall del Flequer. Unas construcciones íntimamente relacionadas con el vino. Son las tinas, pero nosotros las bautizamos “castillos del vino”. Con más de dos siglos de historia y recuperadas hace pocos años, el paseo no puede ser más agradable. La mejor manera de abrir el apetito antes de disfrutar de la comida en el cercano pueblo de Mura. Entre semana te encontrarás con un pequeño pueblo de casas levantadas en piedra y ritmo tranquilo, casi adormecido. Eso sí, los fines de semana es la excursión perfecta desde la Ciudad Condal y se transforma en destino turístico.

La última parada del día nos lleva a otro monasterio. Volvemos a dormir en los alrededores de un recinto sagrado, aunque las cuatro estrellas del Hotel Món se alejan mucho de una hospedería al uso. También se aleja el monasterio de Sant Benet de Bages de un monasterio al uso. El complejo está formado por la iglesia, el monasterio propiamente dicho y una antigua fábrica textil. Pero es que el monasterio fue la residencia de verano de la familia de Ramón Casas que contrató a Josep Puig i Cadafalch para su restauración. Por si fuera poco, también encontrarás la sede de la Fundación Alicia, un referente mundial en cuanto a investigación aplicada a la gastronomía, fundada por Ferran Adrià y Valentí Fuster.

Día 4: De Cardona a Vilafranca del Penedès

El cuarto día de ruta comienza bajo tierra, ¡dentro de una montaña de sal! Técnicamente, dentro de un diapiro salino, pero lo de montaña de sal suena mucho mejor. Y, sin salir de Cardona, pero subiendo verticalmente, tienes que visitar su castillo medieval. Allí, además de con muros defensivos e historia de la guerra de Sucesión española, te encontrarás con una joya románica: la colegiata de San Vicente.

Del románico saltamos al gótico en la Seu de Manresa. Te atrapará desde su exterior, te conquistará en su interior, cripta incluida, y te llevará en volandas hasta su tejado para disfrutar de sus arbotantes y vidrieras desde las alturas. Antes de salir de la ciudad, acércate al Carrer del Balç: una antigua calle medieval clausurada en el siglo XVIII y “redescubierta” en los años ‘80 del siglo pasado.

El siguiente tramo de carretera nos llevará por la comarca del Alt Penedès entre viñedos. El enoturismo en el Alt Penedès es el protagonista: los miradores de Miravinya, las bodegas, preparar tu propio cava o dormir en un hotel-bodega son algunas de las opciones.

Infórmate de si hay entrenamiento el día que pases por allí, porque los castellers de Vilafranca del Penedès nos dejaron con la boca abierta y estamos seguros de que a ti te pasará lo mismo.

Día 5: De Vilafranca del Penedès al Garraf

No puedes irte de Vilafranca del Penedès sin visitar el museo del vino, el VINSEUM, ni sin subir a lo alto de la torre de la Basílica de Santa María.

En este punto se presentan dos opciones para la ruta: la que nos devolverá a la Ciudad Condal haciéndola circular y la que seguirá hacia el sur, camino de Tarragona, continuando el Grand Tour de Cataluña.

La ruta circular

Desde Vilafranca del Penedes nos vamos a la costa, a Vilanova i la Geltrú. Un antiguo pueblo de pescadores con sorpresas como un museo del ferrocarril o una biblioteca histórica que es depósito de obras del Museo del Prado. Además de una gamba roja que no deberías dejar de probar. Anímate a hacer una ruta en velero por la costa hasta Sitges y vuelta para hacer tiempo y que llegue la hora de comer… no te vas a arrepentir.

Después de verlo desde el velero, toca acercarse a Sitges para pasear por sus calles y admirar sus patios. Haz una parada en el puerto deportivo de Aiguadolç y camina entre sus casas encaladas que parecen un decorado.

La carretera panorámica de la costa del Garraf con sus miradores a las playas y acantilados te espera. Tómatelo con calma, recuerda que es panorámica y que querrás parar más de una vez para llevarte un montón de fotos de recuerdo a casa, además de visitar un monasterio budista y un parque natural. Castelldefels está en nuestra memoria con uno de los mejores arroces que hemos comido nunca y un cable sky en el que no conseguimos ponernos de pie ni una vez.

Camino de Tarragona

Desde Vilafranca del Penedes nos vamos camino a Sitges para seguir la carretera panorámica del Garraf hasta Castelldefels. Volveremos a Sitges por la carretera interior: el sentido bueno para disfrutar de la carretera panorámica es hacia el norte, por lo que la vuelta puede ser por una carretera interior y más amplia.

Tras pasear por Sitges, continuamos camino de Vilanova i la Geltrú y acabaremos la jornada en Sant Salvador, tras los pasos de Pau Casals. Tenemos pendiente esta visita…

La extensión de la ruta: Del Garraf a Barcelona o a Tarragona

Tenemos que confesar que la última etapa de la ruta de Barcelona a Tarragona del Grand Tour de Cataluña es casi una desconocida para nosotros. Siempre hay más que visitar, por muchas veces que hayamos estado en la comunidad autónoma. Así que nos centramos más en la “variante” que convierte nuestra ruta en circular de vuelta a Barcelona.

Volviendo a Barcelona

Desde Castelldefels, nos dirigimos al Prat de Llobregat. Si crees que es porque nos vamos al aeropuerto para coger el avión de vuelta, te vas a llevar una sorpresa. Por debajo de los aviones te encontrarás con una reserva natural: los espais naturals del delta del Llobregat. Aunque, por supuesto, no vas a dejar de tumbarte en los bancos del mirador del aeropuerto, ¿cuántas líneas aéreas reconocerás en su descenso a pista?

La Ciudad Condal te espera y, después de devolver el coche, seguro que aprovechas el resto del día visitándola. En nuestro itinerario de fin de semana en Barcelona te damos algunas ideas.

Próxima parada, Tarragona

Como hemos dicho, más allá de Tarragona ciudad, esta parte del Grand Tour de Cataluña la tenemos poco trabajada. Las paradas “oficiales” son el monasterio de Santes Creus y Altafulla, antes de llegar a la Tarraco romana. Aquí puedes descargar el itinerario completo de la ruta 1 del Grand Tour.

¿Cuánta provincia de Barcelona te queda por conocer?