En el primer blog de esta serie repasábamos la actualidad de los planes de mejoramiento de barrios en América Latina y el Caribe (ALC). Tal y como mencionamos, a pesar de los grandes esfuerzos regionales realizados mediante este tipo de programas, los indicadores de pobreza están aumentando. No obstante, existen casos de éxito de los que se puede aprender y que pueden ser replicados en toda la región.
En el artículo de hoy les invitamos a viajar hasta Medellín, en Colombia. Esta ciudad nos ofrece el ejemplo de un proyecto de mejoramiento de barrios en el cual, tras la construcción de infraestructuras, se activaron procesos de desarrollo económico que han empezado a revertir los indicadores de pobreza previos.
El caso de Medellín: Proyecto Urbano Integral de la Comuna 13
La ciudad de Medellín está dividida en 16 comunas y una de ellas, la Comuna 13, se encuentra localizada en el centro occidental de esta ciudad. Con una población cercana a 143 mil habitantes distribuidos en 23 barrios y 450 hectáreas, el 60% de esta Comuna se ha desarrollado a través de procesos informales de urbanización. Las formas de segregación experimentadas en ella y los elevados niveles de pobreza propiciaron la presencia de múltiples actores ilegales. Estos desataron una crisis de seguridad de tal magnitud que la Comuna 13 se posicionó como uno de los lugares más violentos de Colombia y del mundo al sumar 1.196 homicidios entre 2003 y 2012. De hecho, en 2010 alcanzó la tasa de homicidios de ciudades como Kandahar y Ciudad Juárez, las dos ciudades más violentas del mundo en ese momento.
El Proyecto Urbano Integral (PUI) de la Comuna 13 nació como una estrategia de intervención urbana para revertir las condiciones de segregación social, física-espacial e institucional existentes. Se llevó a cabo a través de la planificación y construcción de infraestructuras sociales en conjunto con la comunidad. Aunque este enfoque no dista mucho de otras experiencias en la región, los resultados obtenidos, además de inesperados, han sido sobresalientes.
¿Qué supuso el Proyecto Urbano Integral para la Comuna 13?
Gracias a una iniciativa presentada por los jóvenes artistas de la Comuna 13, se utilizaron los muros, las fachadas, las plazoletas, los senderos y las escaleras recién construidas para plasmar sus obras de arte urbano. En ellas se incluyeron expresiones artísticas muy arraigadas en la tradición de esta comunidad. Esto dio lugar a un movimiento cultural y artístico que ha sido clave para que estas nuevas infraestructuras, además de ofrecer soluciones técnicas y funcionales, se conviertan también en la plataforma de exhibición de una gran muestra de arte urbano a cielo abierto. El Graffitour, como se conoce este movimiento cultural, cuenta las historias de pobreza, violencia, y renacimiento vividas en esta Comuna a través de los murales, la música, el baile, la tradición oral, entre otras muestras de arte popular desarrolladas por sus propios habitantes. Miles de visitantes de todo el mundo se han visto atraídos por esta innovadora oferta de servicios culturales. Su popularidad es tan grande que, en julio del año 2019, más de 42 mil visitantes de todo el mundo pagaron entre 20 y 30 dólares para acceder a ella, convirtiendo a esta zona en la más visitada por turistas en la ciudad de Medellín.
El intercambio humano que se viene experimentando entre la población de la Comuna 13 con personas de otros lugares de la ciudad y del mundo, gracias a los activos culturales allí existentes, ha traído consigo importantes recursos económicos. Estos recursos se están traduciendo en oportunidades de crecimiento y desarrollo económico para una de las comunidades más pobres de la ciudad de Medellín. Todos estos factores han sido determinantes para mejorar el índice de calidad de vida en esta Comuna, el cual pasó de 79.35 en 2009 a 81.80 en 2014. También han sido vitales para reducir la tasa de homicidios, de 172.5 por cada 100 mil habitantes en 2010 a 45.9 en 2014.
Por todo esto, podemos concluir que el Proyecto Urbano Integral de la Comuna 13 ha puesto de manifiesto que el desarrollo físico-espacial y el desarrollo económico pueden y deben ir de la mano, gracias al tremendo poder que tienen las infraestructuras sociales para generar integración económica.
Un nuevo enfoque: Distritos de Integración
La experiencia positiva de la Comuna 13 permite idear los procesos de mejoramiento de barrios precarios con un nuevo enfoque, que incorpore y priorice acciones de integración económica para hacer frente a los indicadores de pobreza existentes en ellos. Con este nuevo enfoque, las infraestructuras serán el medio para poner en valor aquellos activos con los que se identifican estas comunidades y desde los cuales se puedan impulsar procesos de desarrollo que garanticen el acceso a los recursos económicos que hoy en día no poseen.
De esta forma se consolidarán Distritos de Integración que, a través de entornos urbanos bien cualificados, garantizarán la integración espacial, técnica, social, institucional y, sobre todo, económica, de las comunidades que los habitan con las ciudades donde se localizan. Además de las condiciones físicas y espaciales, en estos Distritos se proporcionarán ventajas estratégicas de tipo logístico, financiero y fiscal para la implementación, funcionamiento y consolidación de estos procesos de desarrollo económico.
¿Qué supone este nuevo enfoque en los programas de mejoramiento de barrios?
Para implementar este nuevo enfoque es necesario identificar y seleccionar aquellos activos de estas comunidades y de los territorios que habitan, que tengan potencial para establecer escenarios de integración y competitividad económica a escala de ciudad, país e incluso regional. El arte, la gastronomía, las manufacturas, el paisaje, la tradición oral o los recursos naturales son solo algunos de los activos desde los cuales se puede generar esta integración y definir una nueva vocación para estos territorios. Luego, a través de procesos de planificación prospectiva, se podrán identificar las acciones de integración necesarias para consolidar el carácter deseado y los nuevos escenarios de competitividad. Posteriormente, es necesario diseñar y ejecutar las acciones estratégicas identificadas, incluidas las infraestructuras, para poner en valor los activos seleccionados y generar una oferta de productos o servicios innovadores, especializados y competitivos en torno a ellos. Gracias a esta oferta se activarán procesos de intercambio humano e integración social, al menos a escala de ciudad, que cambiarán la percepción negativa que se tiene de estos entornos.
Finalmente, en vista de que el intercambio humano también significa intercambio económico, la nueva oferta de productos o servicios propiciara la captura de valor. La nueva población flotante traerá consigo recursos que serán captados por las comunidades residentes. Esto sucederá a través de la oferta especializada creada y mediante la prestación de servicios domésticos que atienden necesidades más elementales de los nuevos visitantes. Por ejemplo, en comercios de pequeño formato donde se pueden ofrecer comidas, bebidas, souvenirs, entre otros productos básicos. De esta forma, las comunidades implicadas incrementarán su capacidad económica y dispondrán de los recursos necesarios para suplir sus necesidades más esenciales.
Distritos de Integración para apoyar al desarrollo económico
Con los Distritos de Integración, las acciones propuestas para el mejoramiento de barrios precarios mejorarán las condiciones legales y urbanísticas existentes. Además, crearán las condiciones para que las comunidades pobres que los habitan obtengan los recursos económicos que les permitan acceder a condiciones de vida más dignas. De esta forma, los Distritos de Integración se presentan como una nueva generación de los programas de mejoramiento de barrios que garantiza la sostenibilidad técnica, social y económica de las intervenciones y de las comunidades beneficiadas. En paralelo, se reducen los elevados indicadores de violencia que impactan negativamente las ciudades de la región.
