El Gran Elefante de Nantes y las Máquinas de la Isla
Vamos caminando por la calle y aparece delante de nosotros un gigantesco elefante mecánico que parece sacado de Mortal Engines. Con paso elegante transporta pasajeros al tiempo que lanza chorros de agua por una trompa totalmente articulada. ¿Dónde estamos? Sí, en Nantes, delante del Gran Elefante de las Máquinas de la Isla. Pero no vayas a creer que es el único animal robótico de estilo steampunk que encontramos…
Montar en un tiovivo lleno de animales marinos que tienen el mismo aspecto real-irreal del Gran Elefante. Saludar a un montón de “animalitos” que esperan encontrar su sitio en la próxima gran atracción de Les Machines de l’île: El árbol de la garza. Asomarse a las tripas de la fábrica, donde nace la magia de la mano de la compañía La Machine. Y no dejar de alucinar ni un segundo.
Acompáñanos con el Gran Elefante y el resto de máquinas a la Isla de Nantes, a los dominios de Les Machines de l’île.
Las Máquinas de la Isla de Nantes, Les Machines de l’île
La unión entre La Machine y Les Machines de l’île puede llevar a confusión. No es importante a la hora de disfrutar de sus creaciones, pero te diremos que La Machine es la compañía que construye las máquinas, además de decorados de teatro y maquinaria de espectáculos. Y Les Machines de l’île es un proyecto creativo surgido en 2003 de manos de François Delarozière y Pierre Orefice –que había fundado La Machine en 1999–.
Un proyecto que solo podía surgir en la ciudad natal de Julio Verne. De hecho, Les Machines de l’île se encuentra a medio camino de los “mundos inventados” de Julio Verne, las máquinas de Leonardo da Vinci y el pasado industrial de Nantes. Y no lo decimos nosotros, lo dicen sus creadores.
Pero, más allá de las explicaciones de quién es quién y de qué hace cada uno, lo importante para el turista es la obra en sí: las máquinas que nos vuelven locos con ese aspecto anticuado, casi victoriano, y a la vez hipertecnológico. ¿Qué puede haber más evocador que el futuro creado por nuestros antepasados? Bienvenido, steampunk.
¿Sabías que…?
El estilo steampunk surgió dentro de la literatura de ficción en la década de 1980. Se trataba de un futuro en el que la máquina de vapor –de ahí el steam– era el corazón de grandes avances tecnológicos. Y ese aspecto “retro” salía de la época victoriana. De la literatura saltó al resto de las artes y al mundo en general. Por cierto, también hay un estilo dieselpunk en el que los motores diesel del periodo de entreguerras son los protagonistas del futuro.
El Gran Elefante de Nantes, Le Grand Éléphant
El 1 de julio de 2007 salía del taller de La Machine el Gran Elefante, Le Grand Éléphant. Una locura de 11,4 metros de altura –estar sobre él es como estar en un cuarto piso–, 21,6 m de longitud y 8,2 m de anchura. Con capacidad para 49 pasajeros en cada viaje, en sus primeros cuatro años de vida transportó a ¡250.000 personas!
Tenemos que confesar que nosotros no montamos en él. Se nos hacía raro perdernos el espectáculo que no es otro que el propio elefante en marcha. Con esa piel que parece auténtica, con esos movimientos fluidos y realistas, con la trompa –con 12 vértebras articuladas y capaz de lanzar agua–… ¿Cómo una mole de casi 50 toneladas puede ser tan grácil y elegante?
Por cierto, a pesar del aspecto, el motor del Gran Elefante es híbrido, con tracción eléctrica y batería. El steam lo dejan para el punk.
El recorrido del Gran Elefante va desde la Galería de las Máquinas hasta el Carrusel de los Mundos Marinos. Es la conexión perfecta entre las obras de Les Machines de l’île.
¿Cuántas fotos podrás hacerle y cuántos detalles serás capaz de descubrir? Da igual cuantas veces lo veas –nosotros lo seguimos en un par de recorridos–, siempre hay algo nuevo que no habías visto. Y no dejes de vigilar la trompa y el agua que lanza, al menos en verano, si no quieres acabar como una sopa.
Las otras Máquinas de la Isla
El Gran Elefante fue el precursor de la locura que se desencadenaría en la isla de Nantes. Entre antiguos astilleros llegarían más creaciones de Les Machines de l’île. Algunas para quedarse en la isla y otras para viajar al resto de Francia y a todo el mundo.
Cuando creas que puedes alejarte un poco del elefante, al menos por un rato, acércate a saludar a sus hermanos.
El Carrusel de los Mundos Marinos, Le Carrousel des Mondes Marins
No volverás a mirar a un tiovivo de la misma manera después de asomarte al Carrusel de los Mundos Marinos, Le Carrousel des Mondes Marins, de Les Machines de l’île.
El mecanismo es el clásico en el que varias figuras giran alrededor de un eje central. Pero, a partir de ahí, todo es distinto. Para empezar, son tres plantas: el fondo submarino, la más baja; los abismos, la primera, y la superficie, la segunda. Y en cada una encontramos animales, siempre con el estilo steampunk, propios: desde crustáceos que caminan por el fondo a peces de aspecto terrorífico de las profundidades abisales y barcos en la superficie.
Solo por asomarse ya merece la pena –hay una entrada de descubrimiento–, pero es que también puedes subirte al carrusel, entrar dentro de esas criaturas marinas y ponerlas en acción. Sí, porque no es solo dejarse llevar en círculos, cada animal tiene palancas y botones para mover y encender alguna de sus partes.
La Galería de las Máquinas, La Galerie des Machines
Mientras trabajan en su nuevo proyecto, el Arbre aux Hérons, el Árbol de la Garza, puedes ver algunos de los elementos que se colocarán en él, además de una maqueta escala ⅕, en la Galería de las Máquinas, La Galerie des Machines.
Ver paradas a la propia garza, la araña gigante, el perezoso, el camaleón… nos dejó con la boca abierta por el realismo y por ese cuidado por el detalle. Pero es que ¡se mueven! El personal de La Galerie des Machines los va poniendo en movimiento y se desata la locura. Ojo, una locura controlada, pero nos convertimos en niños emocionados por un rato.
No tuvimos la suerte de poder montar en ninguno de ellos –en algunos solo pueden subir niños además del personal y en otros solo el personal, pero también los hay con espacio para adultos–. Eso sí, como con el Gran Elefante, no sabemos si no es mejor estar fuera para admirar la elegancia con que mueven las alas o cómo estiran sus patas.
Una vez dentro, el personal va rotando el encendido de las máquinas para que todo el mundo tenga la oportunidad de verlas todas en marcha. Y te recomendamos que lo hagas. No dejes pasar ninguna, por muy simple que te pueda parecer un colibrí… No decimos más.
Las terrazas del taller de las máquinas
Si te has quedado con ganas de ver las tripas, el lugar donde la magia se hace real, tienes que asomarte a las terrazas del taller. Nosotros fuimos un domingo y nos perdimos la experiencia de ver a los trabajadores de La Machine en plena tarea. Lo que sí pudimos ver fueron los puestos, las mesas, las herramientas, las creaciones a medias asomando bajo trapos…
No está permitido hacer fotos en esta parte por razones obvias, aunque el domingo no había mucha posibilidad de destripar ninguna futura sorpresa.
Dónde están el elefante de Nantes y las demás máquinas y cómo llegar
El Gran Elefante de Nantes duerme junto a la Galería de las Máquinas, a pocos metros del Carrusel de los Mundos Marinos. Sí, todo está muy cerca –el taller está al otro lado de la calle de la galería–. Pero, ¿dónde están las máquinas de Nantes? Pues en la Isla de Nantes, en pleno río Loira, no vayas a creer que lo de Les Machines de l’île era gratuito.
Tendrás que ir al Parc des Chantiers en el Boulevard Léon Bureau, Google Maps sabe. Y, por supuesto, también sabe cómo llegar. Lo más sencillo es hacerlo en tranvía desde el centro hasta la orilla del Loira y cruzar caminando el Pont Anne de Bretagne.
Precios y horarios de las Máquinas de la Isla de Nantes
Ver caminando al Gran Elefante por la Isla de Nantes es gratuito. Para todo lo demás… vas a tener que pagar. Entrar –montes o no– en el Carrusel de los Mundos Marinos y en la Galería de las Máquinas tiene coste. Lo mismo que subir en el Gran Elefante. Con la entrada de la galería, del carrusel o del viaje en elefante podrás asomarte a las terrazas del taller.
Y, ¿cuánto cuesta? Pues entre 9 € y 9,50 € cada cosa en la entrada completa, aunque también hay tarifas reducidas. Por supuesto, hay pases familiares y pases “embajador”. Puedes ver todos los detalles en la web oficial.
Saltaconmiconsejo
Como seguro que tienes pensado visitar más lugares en la ciudad, echa un vistazo al Pass Nantes que incluye la visita a la Galería de las Máquinas o al Carrusel de los Mundos Marinos y un descuento en la segunda atracción. Además de otras entradas, el transporte público –incluido un billete de ida y vuelta del aerobus, el bus al aeropuerto– y cruceros por el Loira.
Los horarios de los paseos del Gran Elefante, de las visitas a la Galería de las Máquinas y de la puesta en marcha del Carrusel de los Mundos Marinos varían a lo largo del año y también hay cierres por mantenimiento. Lo mejor es que los confirmes en su página. Ten en cuenta que las condiciones climatológicas pueden afectar e incluso cancelar algunos pases. Otro dato a tener en cuenta es que no hay ni calefacción ni aire acondicionado en las zonas que se visitan.
Consejos para la visita: ¿subirse al elefante de Nantes merece la pena? ¿Hay que reservar? ¿A qué hora ir?
Algunas preguntas que seguro que te estás haciendo ahora mismo…
¿Subirse al Gran Elefante de Nantes, sí o no?
Ya hemos comentado que nosotros no lo hicimos porque nos parece que se pierde parte de la gracia –o toda–. Pero es cierto que entrar en las tripas del “monstruo” y ver la decoración interior, además de oír las explicaciones sobre el propio animal, puede merecer la pena si tienes tiempo, la velocidad es de entre 1 y 3 km/h. Los paseos son de una media hora más o menos y se llenan rápido.
¿Se puede comprar la entrada al llegar o es mejor reservar?
Dependiendo de la época del año en que viajes a Nantes, puedes encontrarte con colas bastante largas en las taquillas del carrusel y de la galería. Si lo que quieres es subir en el elefante, piensa que solo tiene capacidad para 49 pasajeros por viaje. En la web oficial puedes reservar en ciertos momentos, no todos los viajes y horas están disponibles online.
¿Cuándo hay menos gente?
Hemos dicho que puedes encontrarte muchas colas, así que estarás pensando ¿y cuándo no hay? Pues sencillo: a primera hora. Nosotros montamos en el carrusel en el primer giro y no tuvimos casi que esperar en la cola para llegar a la taquilla. Después nos acercamos a la galería, donde, aunque se va entrando por grupos de forma bastante fluida, sí que tuvimos que esperar un rato. El elefante lo puedes ver pasar en cualquier momento por la calle.
Unos animales gigantes y de un aspecto retrofuturista se han hecho fuertes en la Isla de Nantes. ¿No vas a ir a visitarlos?
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