Argentina es un país que tiene un universo de paisajes para todos los gustos. Sin embargo, muchos suelen viajar a los destinos más conocidos. Hoy te traemos un especial para viajar por nuestro país y descubrir 16 destinos poco conocidos de Argentina que valen la pena.
Y para recomendarles estos destinos no tradicionales invité a viajeros con amplia experiencia recorriendo Argentina que nos presentarán los destinos poco conocidos que más los impactaron. ¡Arranquemos!
Descubriendo destinos poco conocidos de Argentina
Villa Pehuenia, Neuquén
Imaginate caminando en un pueblo salido de un cuento, una aldea rodeada de montañas con lagos espejados y cabañitas pintorescas. En el viaje por la Ruta 40 hicimos un Off Road entramos a Villa Pehuenia y fue una de las mejores decisiones. Es un destino que enamora, sin dudas, uno de los mejores destinos poco conocidos de Argentina y con el que doy inicio a esta mega guía para viajar por el país.
Villa Pehuenia se encuentra a 310 km de su ciudad capital en dirección a la Cordillera de los Andes, fronteriza con la ciudad chilena de Icalma. Para llegar a Villa Pehuenia (si no es con auto propio) hay que viajar hasta Neuquén y alquilar un auto o bien en bus desde Buenos Aires o Neuquén.
Villa Pehuenia se puede visitar todo el año, ofreciendo actividades para todos los gustos. Desde Canopy, Trekking o Kayaking hasta deportes de invierno en el Volcán Batea Mahuida, centro de esquí administrado en su totalidad por la Comunidad Mapuche Puel. Es recomendable armarse los mates y hacer un paseo por los lagos y lagunas: La unión de los lagos Aluminé y Moquehue forman un paseo turístico llamado «Cinco Lagunas – Quechu Lafquen», una postal detrás de otra.
(el fotón de la portada es en Villa Pehuenia y es de @malabaresdeviaje)
Los Antiguos, Santa Cruz
Llegué a Los Antiguos desde El Chaltén. Es un viaje de casi 12 horas en bus por la Ruta 40 que nos recuerda lo inhóspita y desolada que es realmente la Patagonia. Los Antiguos, sin embargo, se muestra como un oasis verde en medio del desierto, a orillas del gigantesco Lago Buenos Aires y a minutos del límite con Chile.
El pueblo es pequeño y, desde que presume de ser «la capital nacional de la cereza», ha trabajado por posicionarse como destino turístico. Sin embargo, sigue siendo un misterio para muchos.
Mi excusa para visitar Los Antiguos, uno de los tantos destinos no tradicionales de Argentina, era conocer la Cueva de las Manos. Por supuesto que lo hice (y se lo recomiendo a todo mundo) pero, para mi sorpresa, resultó que había mucho más que hacer en Los Antiguos: trekking, ciclismo, miradores, visitar estancias, descubrir cañadones, caminar sobre un salar, y perderse en un lugar llamado «Tierra de colores» que, hasta entonces, ni imaginaba encontrar en Santa Cruz. Y, después de todo eso, terminar el día comiendo las cerezas más sabrosas que haya probado en mi vida era la mejor parte.
En Los Antiguos tuve la suerte de conocer a varias personas que están trabajando mucho por convertir a este rincón santacruceño en el destino turístico que tiene el potencial de ser. Hay muchos proyectos en marcha que, de concretarse, no dudo en que atraerán a miles de viajeros a este desconocido rincón de Argentina.
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Lago del Desierto, Santa Cruz
El Lago del Desierto fue uno de esos rincones del país que me dejaron sin aliento apenas llegué y pude hacer una vista rápida. La Patagonia en sí son paisajes deslumbrantes. Uno más impactante que el otro. Pero no es solo la belleza natural lo que hace importante visitar este lugar, también la historia de esas tierras que fueron objeto de un conflicto limítrofe entre Chile y la Argentina en el siglo pasado.
¿Qué podés hacer? hay varios senderos para recorrer. Uno te lleva hasta el hito limítrofe N°62 (son 5 horas de trekking). También hay un sendero que te lleva hasta la laguna Huemul que es alimentada por el Glaciar del mismo nombre y que tendrás en frente tuyo, a muy pocos metros. Para realizar este sendero debes pagar un ingreso a un camping privado.
También paseos en lancha por el lago e incluso un servicio que cruza el lago del Desierto y O’higgins del lado de Chile.
¿Cómo llegar? saliendo desde El Chaltén tenés que recorrer 37 kilómetros de la Ruta Provincial N° 41.
Cabo Vírgenes, Santa Cruz
No se si ustedes han visto y escuchado alguna vez a los pingüinos en su hábitat natural. Era uno de mis sueños desde siempre, y en este hermoso lugar del país lo pudimos hacer realidad.
Sí, Cabo Vírgenes es uno de los rincones de la Argentina preferidos de Marta, de Furgo en ruta. En este caso, lo que hace atractivo este lugar sólo se dá de septiembre hasta abril, y es la llegada masiva del pequeño y simpático pingüino de Magallanes.
En esta pingüinera, se juntan alrededor de 120.000 parejas de pingüino de magallanes, que llegan a principios de septiembre. Durante el verano cada pareja pone 2 huevos. Los pingüinos nacen primero con plumas, y a las pocas semanas ya empiezan a perderlas para preparar la piel para lanzarse al mar. Cuando el invierno empieza a asomarse en esta zona del sur de Argentina, los pingüinos siguen su vida nómada hacia el norte, en busca de mejor clima.
Saliendo desde Río Gallegos, el trayecto para llegar hasta la pingüinera de Cabo Vírgenes es por camino de tierra y piedras que se encuentra justo después de Chimen Aiken. Son unos 130 km de ripio en un viaje que se tarda alrededor de 3-4 horas a paso tranquilo. Pero el lugar de verdad que merece mucho la pena. Para los amantes de los animales, este es un imperdible. Y si nunca escucharon la voz de los pingüinos, seguro se van a quedar asombrados como nosotros!
En la zona también se encuentra la Hacienda Monte Dinero, donde se puede hacer una parada para comer y dormir en una hacienda típica del lugar. Y como no, es muy interesante también visitar el mítico faro de Cabo Vírgenes, desde donde empieza la mítica ruta 40 Argentina.
Lago Puelo, Chubut
A 20 minutos de El Bolsón y a poco más de 2 horas de Bariloche se encuentra Lago Puelo, un pueblo con muchísimo encanto, hermosos paisajes de montaña y, por supuesto, el Lago Puelo, que forma parte del Parque Nacional y Reserva Lago Puelo.
Con el tiempo se está poniendo cada vez más turístico pero sin embargo sigue siendo un lugar bastante tranquilo, centrado en las actividades familiares y dándole valor los negocios y emprendimientos de los lugareños. Es muy habitual encontrar alojamiento en cabañas que son emprendimientos de residentes de Lago Puelo, que quieren invertir y ver crecer el lugar, pero siempre conservando el encanto propio del pueblo.
El Parque Nacional tiene mucho para recorrer y una playa frente al lago para pasar las tardes. Yo tengo especial cariño por el lugar porque lo visité con mi familia y mis abuelos, solíamos pasar los días en el parque nacional frente al Lago y por la tarde íbamos al pueblo, muy pintoresco, a comprar artesanías y pasear un poco. El ambiente en general es bastante familiar, pero cada vez se ve que llegan más jóvenes gracias a la vecina El Bolsón.
El Hoyo, Chubut
El Hoyo es un lugar pequeño que se puede recorrer fácilmente si tienen poco tiempo, aunque con más días podrán recorrer los miles de senderos que tiene para poder investigar. Sin dudas que si sos amante de la naturaleza este lugar es para vos.
Una de las caminatas más lindas que hay es la de cascada Corbata Blanca, ya desde la ruta se puede apreciar este increíble salto que deja sin palabras a cualquiera. Para acceder a este salto se entra por la ruta 40 hasta el fondo de la localidad hacia las montañas donde encontrarán con un parque de ingreso donde podrán ver todo lo necesario para subir y las distintas dificultades del sendero según la época del año.
Una vez allí tienen que avisar que van a empezar a caminar por el sendero hacia Corbata Blanca. A mi entender es una caminata para todo público sin tanta dificultad, lo que sí tiene tramos empinados. Es super recomendable ir con zapatillas adecuadas, sobre todo si se accede en verano porque puede ser que por partes allá mucha tierra seca.
La caminata dura entre 40/45 minutos a un ritmo normal. Les aconsejo ir en Otoño / Primavera. En verano en esa zona las temperaturas pueden llegar arriba de los 35 grados, lo cual puede ser un poco sofocante.
Durante el sendero hay varios árboles típicos de la zona como el coihue que representa mucho a la patagonia argentina. Es un lindo camino y al final te encuentras con este salto de agua de casi 80 metros de altura. Si van en época de mucho calor se pueden refrescar en el sitio.
Puerto Patriada es, quizás, uno de nuestros lugares favoritos del sur de Argentina. Un lugar que muchos se quedan enamorados al visitarlo. Altamente recomendable e imperdible si están por la zona. Se ingresa desde El Hoyo mediante un camino que atraviesa bosques.
Recomendamos ir en diciembre donde podrán ver las retamas en su máximo esplendor. Durante el camino hay distintos miradores, en uno de ellos podrán ver a lo lejos el laberinto patagonia del que hablaremos más adelante. Al llegar al final del camino se encontrarán con el camping y el lago Epuyén.
El lugar posee parrillas con costa de lago, alquileres de Kayak, SUP, entre otras actividades. También hay un estacionamiento gratuito. En verano se suele llenar de gente que disfruta de los días de calor. Lo ideal sería que puedan ir antes de que arranque el verano pleno, diríamos que la mejor época sería inicios de septiembre.
Laberinto Patagonia es una actividad para toda la familia y para todo público. Si tienen ganas de divertirse dense una vuelta por el laberinto patagonia. Se lo considera uno de los laberintos más grandes de sudamérica. Adentro se encuentra el laberinto de cerco vivo que posee dos instancias, contando con una fase en el medio de descanso. 5 entradas y 1 única salida. Es muy divertido ver quien gana si es que van con más personas.
Adentro también posee una casa de té con productos de la zona. El predio es muy grande y tiene unas vistas increíbles a las diferentes montañas, así que también es un hermoso lugar para sacar fotos.
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Trelew, Chubut
En el 2017 recorrí Argentina desde La Quiaca hasta Ushuaia a dedo, bajando por la célebre ruta 40 y subiendo hacia Buenos Aires, tomé la ruta 3 bordeando el Océano Atlántico. Cuando se viaja a dedo (o autostop) tienes idea de tu destino final pero no sabes a qué hora llegarás ni qué pasará en medio del camino.
Pasé por ciudades y pueblos cuyos nombres no reconocía ni tampoco tenía contemplado visitar. Y fue así como llegué a Trelew, una ciudad sobre el litoral atlántico en el Valle Inferior del río Chubut.
Trelew se encuentra en la Patagonia pero no es reconocida por ser un atractivo turístico; se trata más de una ciudad comercial e industrial, pero con algunas atracciones que no pasan desapercibidas si lo visitas.
Lo que más me llamó la atención fue la réplica a tamaño natural del dinosaurio más grande del mundo que se encontró en la Patagonia. Se encuentra justo en la salida de la ciudad (cuando vas de sur a norte) y vale la pena hacer una parada para visitarlo.
Otra de las atracciones que más me gustaron de la ciudad, es el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (también es conocido como el MEF). Es uno de los principales sitios que ver en Trelew, dado que es uno de los museos más importantes de Argentina y es reconocido a nivel mundial.
Trelew tiene una historia muy interesante y una forma de conocerla y de aprender sobre sus antepasados (tehuelches, mapuches e inmigrantes galeses), es visitando el Museo Regional “Pueblo de Luis”. Aquí se pueden ver piezas de la cultura galesa y la aborigen, elementos de la actividad ferroviaria, entre otras cosas.
Y por último, pero no menos importante, las casas de té son un imperdible si visitas Trelew. Siendo un pueblo de origen galés, podrás disfrutar de un té en las casas de té de los descendientes de galeses, acompañado de exquisiteces reposteras.
Barreal, San Juan
Barreal es el último de los tres destinos turísticos que visitamos en San Juan durante el tiempo que vivimos en la provincia. Tiene mucho menos prensa que el Parque Ischigualasto, con su famoso Valle de la Luna, y que Rodeo, con su reconocido Dique Cuesta del Viento. Pero Barreal tiene al mejor mirador de la provincia, el Mirador del Cóndor Andino.
Al costado del Río de los Patos hay un punto panorámico para ver la Cordillera de los Andes, como si fuera una foto 180°, con el Cerro Mercedario de 6720 msnm como pico protagonista y con el pico del Aconcagua que se puede divisar bastante a lo lejos. En el pueblo además se puede caminar por las calles bajo las alamedas en el Camino de los Enamorados y por las calles del centro donde las casas son de estilo campestre. Todo se magnifica cuando te enterás que desde esta zona, San Martín, emprendió el cruce de los Andes hacia Chile.
A 30 kilómetros al sur de Barreal se encuentran los principales atractivos turísticos. Por un lado, la Pampa del Leoncito, también conocido como Barreal Blanco; una planicie de tierra agrietada que alguna vez fue una laguna. Aunque su función principal es ser la pista de carrovelismo, es un excelente lugar para una caminata con la cordillera de fondo.
Justo enfrente está la ruta de entrada al Parque Nacional El Leoncito, de acceso gratuito y con varias propuestas de actividades para realizar. Dentro hay dos observatorios astronómicos, que ofrecen visitas nocturnas para poder ver el cielo y los astros desde los telescopios. Hay varias caminatas, senderos, miradores y cascadas en un entorno de montaña que no es tan común ver en la provincia.
Ruta de los Seismiles, Catamarca
Ruta de los Seismiles, Catamarca
¿Alguna vez les pasó sorprenderse mucho con un lugar? ¿Saber a dónde iban, y así y todo encontrarse con un lugar vibrante que los deje totalmente fascinados? Bueno, eso me pasó con el camino de los Seismiles en Catamarca, Argentina.
Primero, ¿Qué es y dónde está el camino de los Seismiles? Recibe ese nombre por la altura que alcanzan las cumbres en la zona. Se encuentra en la Ruta Nacional N° 60 y es una de las regiones de mayor elevación de la Cordillera de los Andes en Argentina. Esta ruta culmina con el cruce fronterizo llamado “Paso San Francisco”, siendo uno de los nexos de unión entre Chile y Argentina con una altura de 4726 msnm. Comenzando en Fiambalá hasta el paso atravesaremos unos 200 km.
Ahora sí, vamos a contarles nuestra experiencia. Comenzamos en la ciudad de Tinogasta, atravesamos la bella Ruta del Adobe (ubicada sobre la Ruta Nacional N° 60), nos topamos con la ciudad de Fiambalá y viramos a la izquierda destino oeste para comenzar nuestra aventura. Cabe aclarar que algunos de los caminos que se pueden tomar en esta ruta, se recomienda realizarlo con vehículos acordes por las características del lugar y con el tanque lleno, ya que no hay servicios en el camino.
Lo primero que nos va a dejar sin palabras es la Quebrada de las Angosturas, un paisaje que parece salido de un cuadro, donde el rojo y verde se entremezclan en las montañas y los valles haciéndonos sentir envueltos en una pintura surrealista.
Continuamos avanzando y la vista que tenemos del entorno comienza a mutar, dejamos los rojos y verdes para sumergirnos en un paisaje árido con lagunas, picos inmensos a nuestro alrededor y un camino sin fin delante nuestro.
A mitad de camino, en el kilómetro 100 nos encontramos con el paraje Cortaderas, en donde se encuentra una hostería en el medio de la ruta, ideal para descansar un poco, reponer fuerzas y seguir camino. Acá se puede empezar a observar los picos del Monte Pissis, uno de los mayores atractivos de la ruta, el volcán inactivo más alto del mundo con 6792 metros y la cuarta montaña más alta de América. Luego se comienza a visualizar el Nevado Ojos del Salado (6893 msnm).
El paisaje se empieza a llenar de lagunas con flamencos y aves acuáticas, lo que lo hace alucinante. Seguimos avanzando, y pasando el kilómetro 150 se puede empezar a observar otros de los atractivos de la ruta: el Volcán Incahuasi (6621 msnm) y el San Francisco (6050 msnm). Ya en el kilómetro 179 nos topamos con el puesto de gendarmería en Las Grutas, en donde si se desea seguir avanzando hacia Chile, se deben presentar todos los papeles migratorios necesarios.
Ruta del Adobe, Catamarca
La Ruta del Adobe de Catamarca es uno de los destinos menos conocidos de Argentina, y sin embargo es una ruta espectacular, a través de la historia de los pueblos ubicados en las zonas más altas de la provincia de Catamarca, hermosa por naturaleza.
A lo largo de la Ruta del Adobe se pasa por diferentes poblaciones en las que predominan las casas construidas de adobe y que parecen anclados en el tiempo. Desde Copacabana hasta Fiambalá son 65 Km de carretera a través de la ruta del adobe y sus icónicos pueblos que se adaptan en horarios al frío del invierno y al calor y la lluvia del verano.
Merece la pena hacer el recorrido completo dejándose empapar por los cambiantes y llamativos paisajes y haciendo paradas en los principales monumentos de adobe que cada pueblo ofrece:
- Iglesia de Copacabana
- La Puntilla
- Casas de Tinogasta, destacando el Hotel Casagrande.
- Oratorio de los Orquera
- Iglesia de Andacollo
- Ruinas de Anillaco
- Iglesia de San Pedro de Fiambalá
Merecen especial mención también las ruinas incas de Watungasta y el pequeño pero interesantísimo Museo del Hombre de Fiambalá, sin olvidarnos de las espectaculares termas de este lugar, enclavadas en un cañón en lo alto de la montaña que deja vistas a un altiplano que parece infinito.
Laguna Brava, La Rioja
¿Imaginás una laguna con flamencos y rodeada por las montañas de la majestuosa Cordillera de Los Andes?
Un lugar así existe, y se trata de Laguna Brava, en la provincia de La Rioja. Se encuentra a una altura 4350 msnm y su belleza radica no solo en la laguna, sino en el hermoso camino para acceder a ella, lleno de pequeños pueblos, geoformas y montañas de los colores más increíbles (si te sorprenden las montañas del norte argentino, estas te dejarán maravillado).
Lo cierto es que dentro de Argentina no es un destino masificado. Será quizás porque se ubica dentro de la poco promocionada, pero espectacular, provincia de La Rioja. Para llegar hasta Laguna Brava, lo ideal es subirse a un vehículo de tipo 4×4 y partir desde el pueblo Villa Unión, distante a poco más de 150 km. La excursión dura todo el dia.
Se sale bien temprano y la mayor complicación la pone la variación de altura que sufre el cuerpo en toda la jornada, por eso lo mejor es ir con gente preparada y si especialmente vas con niños, ir con un vehículo con tubo de oxígeno disponible. Más allá de todo, te aseguramos que cada momento vivido a lo largo de la jornada,
va a quedar grabado por siempre en tus recuerdos. ¡No dejes de visitarla alguna vez!
Quebrada de los Cóndores, La Rioja
Creo que el sur de La Rioja debe ser una de las regiones más desconocidas del país. Entre Olta y Tama, se dibuja uno de esos tantos caminos invisibles que cruza la Sierra de los Quinteros, hasta llegar a la Posta de los Cóndores, un viejo paraje que servía como guarida de caudillos, hoy reformado y convertido en un complejo turístico. Desde allí parte la excursión.
Son aproximadamente cuatro horas de trekking o cabalgata, que te internan en un paisaje serrano salpicado de gigantes piedras “bola”, arroyos y vegetación agreste, producto del clima tan hostil durante el invierno (¡no vayas en esa época!).
El objetivo es subir hasta los 2.000 msnm, donde se encuentra “El Balcón”. Allí vas a estar sobre el filo de un precipicio y frente tuyo, el maravilloso paisaje de los llanos riojanos hasta el infinito. Ya estar ahí vale la pena, pero paciencia, ya viene lo mejor.
Se siente el sonido de sus enormes alas cortando el viento y una emoción en el pecho cuando se acercan los amos de los Andes, el animal sagrado de los Incas. Los vas a tener tan cerca que vas a creer que podés tocarlos y te vas a quedar pasmado, mirándolos planear una y otra vez hasta que desaparezcan por el horizonte.
Capilla del Monte, Córdoba
Descubrí Capilla del Monte mientras pensaba a qué lugar de Argentina, cerca de Buenos Aires, podría ir para pasar un fin de semana largo. Me dejé seducir por la montaña, la paz y esa espiritualidad que rodea a esta ciudad de la sierra cordobesa. Sumado a que podía tomarme un micro nocturno desde Retiro y llegar a destino en menos de 12 horas.
Entre todo lo que se puede hacer en Capilla del Monte, destaca la subida al Cerro Uritorco, la excursión al dique El Cajón, visitar la famosa calle techada y disfrutar las vistas del Cerro Las Gemelas.
La época ideal para recorrer Capilla del Monte es entre octubre y abril, la tener en cuenta que los meses de verano pueden llegar a ser muy calurosos, pero nada que no se solucione con una buena pileta.
Esteros del Iberá, Corrientes
Los Esteros del Iberá es un destino ideal para quien desea conectarse con la naturaleza y descansar unos 3 o 4 días lejos de la ciudad.
Ubicado en la provincia de Corrientes, con una extensión de 1.300.000 hectáreas, tiene varias vías de acceso. Recomendamos hacerlo desde Colonia Carlos Pellegrini, ya que es la zona más preparada para el turismo.
Lagunas, bañados y embalsados acompañan los esteros, formando un gran humedal que se alimenta de agua de lluvia y sirve de hábitat para la flora y fauna local.
Podrás navegar sus lagunas, disfrutar un cálido atardecer, caminar por varios senderos o apreciar animales a muy corta distancia: carpinchos, ciervos de los pantanos, monos, aves, yacarés, entre otros.
Termas del Río Jordán, Jujuy
Nos gusta viajar a zonas aisladas y descubrir lugares locos y alejados del turismo masivo. Creo que uno de los sitios más lindos y poco conocidos que visitamos en Argentina fue las termas del río Jordán en las yungas de Jujuy. Quedan entre las montañas del pueblo de San Francisco, detrás del Parque Nacional Calilegua, subiendo por un camino de montaña que sigue hasta Valle Colorado. Se puede acceder en auto o en un bus destartalado que sale temprano por las mañanas desde Ledesma.
A las termas se va desde San Francisco caminando por un sendero entre bosques húmedos de montaña. Son unas dos horas descendiendo por un valle y, a decir verdad, la última parte no es tan sencilla, no es para cualquiera. Pero tienen recompensa: las aguas son tibias y de color turquesa y el entorno escarpado es de una notable belleza virgen.
Como el agua no es extremadamente caliente, está habitada por vegetación y fauna, incluidos peces que justifican llevarse un snorkel. Incluso hay un tobogán natural en el que uno puede dejarse deslizar entre una piscina y otra. Un lugar silvestre que conviene apurarse para visitarlo mientras siga siendo un destino poco conocido de Argentina.
Ruinas de Epecuén, Provincia de Buenos Aires
La primera vez que vi una imagen de Epecuén fue en un videoclip de “El mató a un policía motorizado”, una banda de mi ciudad natal (La Plata). Era un lugar misterioso con manzanas enteras de edificios derrumbados, árboles petrificados y pisos regados en sal.
Parecía un lugar irreal o un paisaje de postguerra en mi país. Me dio curiosidad y averigüé que se trataba de una ex Villa Turística llamada Epecuén (en el Partido de Adolfo Alsina) que se ubicaba a unos 600 km de Buenos Aires.
En los años 70 era uno de los polos de turismo termal más importantes de Argentina ya que se le atribuían propiedades curativas a las aguas de su lago por contener una gran proporción de sal, comparable con el Mar Muerto. Pero en 1985 el balneario sufrió la crecida del lago y en pocos días quedó cubierto por 8 metros de agua. Más de 25 años después, el agua se evaporó y resurgió Epecuén en forma de ruinas.
Visitar este lugar moviliza sentimientos diferentes en cada persona. Se respira un aire denso, se huele un olor pútrido e impresiona ver los árboles muertos pero de pie. En lo personal me dejó una sensación agridulce entre lo doloroso de la destrucción, lo que deben haber sufrido sus habitantes y a la vez el paisaje fascinante del lugar, con sus atardeceres furiosos, ideales para los amantes de la fotografía.
