5 iglesias de Amberes que no te puedes perder
Seguro que, si te decimos Amberes, piensas en Rubens. Harás bien. La ciudad, hogar del pintor durante décadas, conserva una de las mayores colecciones de sus obras. Pero es que, además, muchas de ellas se encuentran en su lugar original, en el mismo edificio para el que fueron pintadas. Y, ¿cuáles son esos edificios? Pues las iglesias de Amberes. Solo por los cuadros de Rubens ya deberías visitar unas cuantas, pero, incluso en las que tienen menos relación con él, encontrarás motivos para ir.
Antes de agobiarte con la cantidad de iglesias de Amberes –que no es pequeña, ten en cuenta que es la ciudad más poblada de Bélgica y que su riqueza era enorme en tiempos de Rubens–, vamos a ponerte las cosas fáciles eligiendo para ti las cinco imprescindibles.
Prepárate para una sobredosis de gótico y para una explosión de barroco. Las iglesias de Amberes son mucho más que las obras que atesoran, su arquitectura también tiene mucho que decir.
Saltaconmiconsejo
Además de visitar las iglesias, date una vuelta por nuestro Qué ver en Amberes para completar tu viaje por la ciudad flamenca. Y, si quieres ver obras de arte no solo en iglesias, echa un vistazo a nuestros museos de Amberes favoritos.
La Catedral de Nuestra Señora de Amberes
No podíamos empezar con otra. La Catedral de Amberes –Catedral de Nuestra Señora, Onze Lieve Vrouwekathedraal– no pasa desapercibida con su par de “récords”: es la más grande del Benelux –Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo– y la más alta, con los 123 metros de su campanario.
Su construcción se prolongó durante casi dos siglos, de 1352 a 1521, y es una obra maestra del gótico brabantino. Las columnas, las vidrieras –las de la nave central de 1537 y otras del siglo XIX–, el coro de madera –del siglo XIX de Frans-Andries Durlet– o los cuadros de grandes pintores de la época son motivos más que suficientes para destacar entre las iglesias de Amberes. Pero es que, además, hay nada menos que ¡cuatro obras de Rubens!
El tríptico La resurrección de Cristo; La asunción de la Virgen, en el altar mayor –la mujer vestida de rojo en la obra es la primera mujer de Rubens– y los dos grandes trípticos La elevación de la Cruz y El descendimiento de la Cruz. Este último está considerado una de las obras maestras del pintor. Y sí, todas están donde deben: en el lugar para el que fueron comisionadas por algunos de los gremios más importantes de la ciudad. En el púlpito están los elementos de esos gremios: desde una pala de panadero hasta flechas de los ballesteros.
Rincón Salta Conmigo
Los sábados, de 11 h a 15 h, y los domingos, de 13 h a 17 h, la capilla de San Juan se transforma en un bistro donde tomar un aperitivo. Incluso hay una cerveza exclusiva de la catedral.
Arte contemporáneo en la Catedral de Amberes
No vayas a creer que después de Rubens y de los añadidos en vidrieras y en mobiliario, la Catedral de Amberes se quedó clavada en el tiempo. También hay arte contemporáneo en su interior. Desde El hombre que carga la cruz de Jan Fabre hasta Corona de Javier Pérez que descubrimos en nuestra última visita.
El precio de la entrada es de 12 € –incluida en la Antwerp City Card–. Puedes consultar los horarios en su web.
La iglesia de San Carlos Borromeo
Seguimos las huellas de Rubens en Amberes en la iglesia de San Carlos Borromeo –Sint-Carolus Borromeuskerk–. Se considera la iglesia del pintor por excelencia, ya que decoró los techos de las naves laterales y las paredes con escenas bíblicas y diseñó el altar mayor, la capilla dedicada a la Virgen y, según algunos, también la fachada. Es, además, la iglesia barroca más antigua del país, construida por los jesuitas en el siglo XVII.
¿Sabías que…?
La iglesia fue dedicada inicialmente a Nuestra Señora. Tras la canonización de Ignacio de Loyola, en 1622, el templo cambió de advocación, pasando a ser de San Ignacio. Con la supresión de los jesuitas en 1773 se cerró la iglesia, que volvió a abrir en 1779 ya dedicada a San Carlos Borromeo.
Quédate un rato en la Conscienceplein para admirar los detalles de la fachada. Se dice que Rubens se inspiró en la de la iglesia del Gesù de Roma. En el interior, no busques las pinceladas de Rubens en los techos, se perdieron en un incendio en 1718. Tampoco en las tablas de las paredes, “desaparecieron” con la supresión de los jesuitas y hoy están en museos de todo el mundo.
Entonces, ¿merece la pena entrar? ¡Por supuesto! Además de por la arquitectura y por los detalles barrocos que decoran sus columnas y arcos, también por ese altar mayor, por esa capilla –hoy llamada de Rubens– y por El regreso de la Sagrada Familia desde Egipto, la única obra de Rubens que se conserva en la iglesia.
El altar mayor cuenta con un mecanismo de poleas y cuerdas que cambia el retablo tres veces al año: el Lunes de Pascua, el Miércoles de Ceniza y durante la Noche de las iglesias en agosto.
El precio de la entrada es de 5 € –incluida en la Antwerp City Card–. Puedes consultar los horarios en su web.
La iglesia de San Pablo
Volvemos al gótico con la iglesia de San Pablo, Sint Pauluskerk. Al gótico –tardogótico concretamente, se consagró a mediados del siglo XVI, en 1571– del exterior, pero al barroco más barroco del interior.
¿Sabías que…?
El “cambio” de estilo en la iglesia de San Pablo se debe a la Contrarreforma, con la creación del barroco. Tras la construcción del edificio, llegó el periodo calvinista. Los dominicos fueron expulsados y el templo pasó a servir al culto protestante. A la vuelta al poder de los católicos, tras la Caída de Amberes en 1558, los dominicos decidieron demostrar la superioridad del catolicismo frente al protestantismo usando el recargado barroco en contraposición a la sobriedad de los templos protestantes.
A nosotros nos dejó con la boca abierta el mobiliario tallado en madera, desde los bancos hasta los confesionarios –diez de ellos de mediados del XVII–, y pasamos un buen rato haciendo fotos a cada detalle. Pero no es lo único en lo que te deberías fijar y por lo que deberías entrar. La serie Los misterios del rosario está formada por más de 50 obras de artistas como van Dyck, Jordaens y, por supuesto, Rubens –que venía a San Pablo a confesarse–.
Antes o después de entrar en la iglesia, date una vuelta por su jardín: el Jardín del Calvario. En este jardín de principios del siglo XVIII te esperan 63 esculturas de tamaño natural y nueve bajorrelieves que representan la Resurrección de Jesús –entre otros episodios bíblicos–. Asómate también a la gruta.
El precio de la entrada es de 5 € –incluida en la Antwerp City Card–. Puedes consultar los horarios en su web.
La iglesia de San Andrés
La iglesia de San Andrés, Sint-Andrieskerk, fue construida por los agustinos a principios del siglo XVI, gótico tardío, en el barrio obrero de San Andrés. Hoy el barrio es conocido como el barrio de la moda de Amberes.
¿Sabías que…?
Como sucedió en San Pablo, el templo fue ocupado en el periodo calvinista. Primero compartido –aunque con un muro de separación– y, posteriormente, solo por los protestantes. Tras la Caída de Amberes se decidió decorar, y reconstruir, su interior con estilo barroco para demostrar el poder católico.
Más allá del gótico exterior y del barroco y las obras de arte que hay en su interior –no te pierdas el púlpito, el monumento funerario de María Estuardo y una estatua de mármol de San Pedro–, lo curioso de San Andrés es que la moda se ha colado dentro: la Virgen lleva un vestido de la diseñadora Ann De Meulemeester. El edificio está en obras, se espera que acaben en otoño de 2025, hasta entonces la Virgen no viste el diseño.
No es la única concesión a la modernidad de San Andrés. El párroco de la iglesia, Rudi Mannaerts, creó El camino de la vida hace más de veinte años. Colocó zapatos, ordenados de pequeños a grandes y, al final, una silla de ruedas y una maleta con la pregunta “¿Qué te llevas en tu último viaje?”. Como con el diseño de Ann De Meulemeester, las obras en la iglesia han hecho que se retire esta obra.
Además, un saco de boxeo, también colocado por el párroco, llamará tu atención. Está para que los feligreses desahoguen su ira y sus frustraciones en lugar de pasar indiferentes por la casa del Señor.
También se pueden visitar el tesoro y un pequeño museo –la entrada es de 1 €, incluida en la Antwerp City Card–.
La entrada a la iglesia de San Andrés es gratuita. Puedes consultar los horarios en la web de turismo de Amberes.
La iglesia de Santiago
No podíamos acabar nuestro listado de iglesias de Amberes sin volver a encontrarnos con Rubens. El famoso artista está enterrado en la iglesia de Santiago, Sint Jacobskerk. Como las otras iglesias góticas de la ciudad –la de Santiago se comenzó a construir en 1491– su interior es barroco por la Contrarreforma. En este caso fue la Furia iconoclasta de 1566 y 1581 la que destruyó gran parte de la decoración gótica original.
¿Sabías que…?
La iglesia de Santiago es punto de partida del peregrinaje a Santiago. A principios del siglo XV, antes de la construcción de la propia iglesia, había una hospedería que acogía a los peregrinos que llegaban del norte de Europa camino de la tumba del Apóstol.
Prepárate para fijarte en mil y un detalles. Para empezar, los muchos tipos de mármol en sus ¡23 altares!, el púlpito, las vidrieras, las estatuas de santos, las obras de Jordaens o de van Balen… y para acabar, Virgen rodeada de santos, el retablo de Rubens. ¿Pensabas que solo iba a estar su tumba en la iglesia de Santiago? Tumba que, además de por Rubens, merece una visita por su estilo, cómo no, barroco.
La entrada a la iglesia de Santiago es gratuita. Puedes consultar los horarios en su web.
Las obras de arte en Amberes no están solo en los museos, también “viven” en sus iglesias.
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