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Eco Turismo: caso de estudio de la Ciudad Colonial

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Evaluar los efectos económicos de las inversiones públicas es algo muy necesario. Con ello, los gobiernos, tanto nacionales como subnacionales, pueden conocer la evidencia de los potenciales beneficios económicos, sociales y financieros que pueden resultar de los proyectos a financiar. Estas evaluaciones, más allá de valorar el retorno económico, nos muestran cómo las inversiones territoriales catalizan el desarrollo económico y social a nivel regional y local.

Esto es especialmente útil en el ámbito de las finanzas públicas, donde contribuir al crecimiento económico es una métrica fundamental. Por ello, poder cuantificar esos beneficios es un factor clave para justificar cada intervención y asegurar una utilización eficiente de los limitados recursos públicos.

Además, evaluar los beneficios de las inversiones públicas a nivel regional permite a los gobiernos subnacionales mejorar la focalización de los programas que buscan fomentar la reducción de la pobreza y el desarrollo económico. Por otra parte, desde la perspectiva de los gobiernos nacionales, las evaluaciones de impacto regional son cruciales para entender cómo inversiones específicas pueden generar efectos multiplicadores en toda la economía. Este análisis ayuda a integrar los financiamientos regionales en la estrategia nacional, destacando la importancia de una coordinación efectiva entre los distintos niveles de gobierno.

Con esta visión, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en colaboración con el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y el Ministerio de Turismo (MITUR) de la República Dominicana, han emprendido un estudio piloto innovador que facilita la evaluación del impacto económico a nivel regional, abordando un desafío prevalente en América Latina y el Caribe. A través de un estudio de caso detallado, se examinó el Programa Integral de Desarrollo Turístico y Urbano de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, ilustrando la eficacia y el valor práctico de la metodología desarrollada.

¿Qué hace complejas las evaluaciones de impacto económico regional?

Uno de los principales desafíos en la gestión de la inversión pública radica en la planificación inadecuada o deficiente a causa de las evaluaciones de proyectos basadas en datos no confiables. En particular, el riesgo de invertir en “elefantes blancos”, o proyectos improductivos, puede mitigarse sustancialmente a través de evaluaciones ex-ante rigurosas. Analizar los beneficios potenciales de una inversión en la etapa de diseño inicial duplica su probabilidad de lograr los resultados previstos.

Sin embargo, la evaluación de los beneficios de la inversión pública es particularmente compleja a nivel regional y local. En los países de la OCDE, alrededor del 57% de toda la inversión pública la realizan los gobiernos subnacionales. En América Latina y el Caribe, el 35,2% del gasto de inversión directa de los gobiernos se realizó en el ámbito local en 2017. Este porcentaje representa un aumento de 5,4 puntos porcentuales desde 2007. Sin embargo, un estudio del Banco Europeo de Inversiones reveló que sólo el 50% de los gobiernos subnacionales realizaban evaluaciones ex ante independientes de los beneficios sociales de las inversiones en infraestructura. De aquellos que lo hacen, el 60% no incorpora los resultados de la evaluación en sus procesos de toma de decisiones, a menudo debido a la falta de coordinación con los organismos pertinentes.

Esto se debe a que, en el contexto regional, la carencia de datos y los limitados recursos para la evaluación de inversiones pueden presentar un desafío para el análisis de los beneficios económicos.

Una metodología valiosa para proyectos a nivel regional que permite evaluar y planificar en base a la evidencia

El nuevo estudio del BID ha diseñado una metodología escalable que facilita a los gobiernos nacionales y subnacionales la evaluación de los beneficios regionales de las inversiones públicas, lo que permite construir y calibrar un modelo regional de insumo-producto para el análisis económico. La herramienta mejora la toma de decisiones en la asignación de inversiones, al comunicar de manera rápida las evaluaciones de beneficios durante las fases de diseño o implementación temprana. Esta herramienta, adaptable a diversas regiones y países, representa un avance significativo en la planificación económica regional.

La Ciudad Colonial de Santo Domingo ha servido como caso de estudio para demostrar la aplicabilidad de esta metodología y evidenciar los beneficios económicos de proyectos desde sus fases iniciales. El análisis anticipa que el programa de revitalización no solo fortalecerá la industria turística, apoyando con la creación de 970 empleos y contribuyendo con 8,6 millones de dólares al PIB anual en la Ciudad Colonial, sino que también generará efectos indirectos significativos en la región de Ozama y en toda la República Dominicana. Se estima que, por cada dólar de valor agregado directo en la Ciudad Colonial, se crearán adicionalmente 19 centavos de manera indirecta dentro de la región de Ozama. En esta región, los sectores que más se beneficiarían de los efectos indirectos de la inversión son la manufactura, los servicios financieros y el comercio. Una vez finalizado el programa la contribución del producto interno bruto podría sumar en toda la República Dominicana hasta 21,2 millones de dólares, o aproximadamente el 0,015% del PIB en 2026, apoyando con la creación de hasta 1.990 empleos.

Complemento al análisis costo-beneficio

Entre tanto, el análisis costo-beneficio (ACB) sigue siendo el método predominante para las evaluaciones de inversión, su omisión en proyectos recientes resalta la necesidad de herramientas complementarias. La metodología propuesta ofrece una evaluación cuantitativa de los beneficios a nivel regional y nacional, reforzando la importancia del ACB como un componente integral en la evaluación de proyectos, aunque sugiriendo una revisión de su práctica para asegurar una evaluación de beneficios más rigurosa.

Este enfoque integral hacia la evaluación de impacto económico refleja un compromiso con el desarrollo económico sostenible y una gestión eficiente de los recursos públicos. Funciona como un modelo inspirador para otras regiones, demostrando que la mejora en la toma de decisiones y el impacto económico es factible a través de herramientas innovadoras y evaluaciones detalladas.

Con este estudio, no solo se ha proporcionado una metodología valiosa para la evaluación de proyectos a nivel regional, sino que también se han sentado las bases para una planificación más efectiva y basada en evidencia en América Latina y el Caribe. Este enfoque asegura una asignación de recursos más eficiente y también maximiza el impacto positivo de las inversiones públicas en el desarrollo económico y social de las comunidades.

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