Hablar de Filipinas es hablar de un país reconocido internacionalmente por su impresionante belleza natural. Por el patrimonio histórico que le caracteriza y por su magnífica cultura que va desde lo natural hasta la gente que lo habita.

Cuando uno descubre Filipinas no sorprende saber que, en 2019, se posicionó en el número 46 de los países con mayor recepción de turistas.

Este interés se debe, en gran parte, a su geografía formada por más de 7.000 islas, lo que convierte al país en n paraíso para los amantes de las playas. Pero también cabe destacar la constantemente mencionada calidez de su gente. Y u esencia exótica que llama todo tipo de viajeros y, por supuesto, el sabor peculiar que le caracteriza.

De todo lo que Filipinas ofrece, resalta Cebú. Una de las ciudades más antiguas del país. Un tesoro cultural que permite a los interesados descubrir el patrimonio de una región auténtica construida a través de años de historia. Que esconde una amplia gama de atracciones para locales y turistas y presume por acoger una celebración anual que muestra el corazón y el alma de la nación: el Festival Sinulog.

Lo mejor de la ciudad de Cebú

Existen infinidad de razones por las cuales viajar a esta mágica región. Una de ellas el deseo de curiosear entre el patrimonio histórico de Filipinas y su gran variedad de actividades. Es también un punto neurálgico por su papel ¡fundamental en la historia y la cultura del país.

Hagamos un repaso. La ciudad de Cebú fue fundada en 1565 por el explorador de origen español Miguel López de Legazpi. Desde entonces y gracias a su ubicación estratégica se convirtió en un importante centro comercial durante la época colonial. Herencia que ha llegado a nuestros días y que nos permite disfrutar de bienes arquitectónicos únicos. En otras palabras, ¡las mejores oportunidades para recuerdos fotográficos!

Una vez ubicados, atento a las claves a tener en cuenta para disfrutar de lo mejor que ofrece Filipinas en general y Cebú en particular. ¿Listos?

El Festival donde la fe y la cultura se encuentran

Uno de los festivales más conocidos y celebrados de Filipinas es el Sinulog. Un encuentro anual donde, como una continuación de las fiestas navideñas, se rinde homenaje al Santo Niño, el Niño Jesús, y conmemora la conversión del pueblo filipino al cristianismo.

Este gran evento que se celebra el tercer domingo de enero. Una muestra vibrante de la fe, historia y tradición.

Cierto es que toda Asia tiene una gran variedad cultural que llama la atención por diferentes motivos. Hay regiones como Hong Kong que resalta por ser un centro comercial muy atractivo. No obstante, incluso para quienes no tienen una inclinación hacia las festividades religiosas, el encuentro de Sinulog reina como un espectáculo deslumbrante y difícil de borrar.

Quienes lo viven se unen a los locales para bailar la danza tradicional de Sinulog, famosa por los movimientos elegantes y tambores rítmicos. ¡Imagina que maravilla sería formar parte de una tradición milenaria.

Sitios históricos que preservan el pasado para el futuro

Fiestas a parte, la ciudad de Cebú es también un tesoro escondido por sus sitios y monumentos históricos. Un legado que narra el pasado de una región que fue durante mucho tiempo en enlace para el contacto externo con el mundo.

Sitios históricos de Cebú que no pueden faltar

Empezamos el recorrido por los monumentos más importantes de Cebú con una visita a la Basílica del Santo Niño. Construcción edificación centenaria situada n el centro de la ciudad, donde converge el festival Sinulog. Un lugar donde se vive la devoción regional y también de quienes un punto de peregrinación a donde los creyentes llegan para sentir la espiritualidad.

En su interior se custodia la estatuilla original del Santo Niño de Cebú, considerada la más antigua de las reliquias religiosas de todo el país. Tiene su propio sitio web para conectar con los seguidores que confían en su capacidad de obrar milagros.

La ruta continúa con parada ante un monumento ubicado en el distrito de Parian, tallado en diferentes materiales y con un realismo impresionante que, a pesar de su inmovilidad, es capaz de transportar a quien lo observa a esos acontecimientos determinantes de la ciudad. Su nombre lo dice todo: el Monumento a la Herencia de Cebú.

Al ser una región orgullosa de su historia ―y con mucha razón―, identificar estas figuras importantes es casi imprescindible para quienes quieran profundizar en las raíces de la cultura filipina.

Otras visitas recomendadas son el Templo Taoísta o el Santuario Arquidiocesano de Nuestra Señora de Guadalupe. Zonas de gran valor espiritual. Es parte de la magia de viajar: poder vivir estas muestras de fe en lugares sagrados donde los hombres van a rezar. Lugares donde recargar una energía que nos sobrepasa como seres humanos.

¡Ojo! Consejo práctico. Para exprimir al máximo la visita lo mejor es contactar con un guía local que aporte información sobre la importancia de estos lugares. Aunque también es recomendable sacar ese lado explorador que todos tenemos y que nos permite conectar con extraños y aprender de lo que nos rodea

Delicias culinarias de un mundo único y extraño: una muestra de sabores filipinos

Ha llegado la hora de hablar de la gastronomía local. La cocina asiática ha llegado a todos los rincones del mundo, destacando por sus mezclas, sus sabores únicos y las especialidades exóticas. Por lo mismo, ya sea en Cebú o en cualquier otro rincón de Filipinas, la visita no estaría completa sin saborear las recetas locales, reconocidas por su riqueza culinaria que atrae a muchos viajeros.

Pero, debe aclararse que, en este país de grandes maravillas, llama la atención que cada región tiene un suelo en el cual cultivar y una tradición que seguir esencialmente suya con productos locales. Por otro lado hay también una gastronomía Filipina, com platos típicos resultado de influencia de la mezcla de sabores del sureste asiático, españoles y chinos.

Esta diversidad cultural permite saborear un plato español en las calles filipinas o encontrar ese sitio en España donde probar la marca que estos otros mundos han hecho presentes.

De hecho, al viajar a Filipinas descubrirás curiosidades comunes con el español como almulsal, palabra similar a almuerzo o meryenda (merienda), dulse (dulce), karniboro (carnívoro) o litson (lechón). Y hablando del lechón, la región de Cebú es justo famosa por este plato en particular, considerado por los expertos gastrónomos uno de las mejores recetas del país.

Un ingrediente fundamental en la dieta es es siempre presente arroz. Con el nacen variedades interesantes como lo es el “Pusô“, preparado con arroz envuelto en hojas de coco tejidas. También hay que mencionar los mariscos, en especial el famoso pescado seco cebuano llamado “danggit“.

Maravillas naturales y la impresionante belleza de Cebú

Rara vez la mano del hombre y la huella que deja en la zona puede apartar nuestra atención de la belleza natural que nos rodea. Más aún cuando hablamos desde el principio de un aspecto único de Filipinas: la geografía y el paisaje.

Durante el viaje encontraremos escenarios impresionantes fáciles de encontrar más allá de los límites de la ciudad. Por ejemplo las Cataratas Kawasan, ubicadas en el área de Badian. Para llegar hay que conducir unas tres horas en coche desde Cebú. Como su nombre lo dice, son unas cascadas de varios niveles de agua cristalinas adaptadas para las visitas turísticas.

También es importante destacar actividades como el avistamiento de tiburones ballena en Oslob, una especie que resalta por ser gigantes gentiles ―que no asuste la palabra tiburones― experiencia única que además ayuda promover la protección de estos animales.

Si explorar la fauna marina es parte del deseo que incluye la experiencia, entonces Moalboal y la isla Pescador son la mejor opción. No solo son ideales para hacer un recorrido en barco. Ademas son destinos donde vivir diferentes aventuras submarinas, incluidos avistamientos a bancos de sardinas y tortugas marinas.

¿Más que decir?

Para cerrar este hermoso recorrido, descrito en palabras que jamás le harán la merecida justicia a la ciudad Cebú y a toda la región de Filipinas, se debe volver a retratar esa belleza que es el experimentar como viajero empedernido un sitio que resalta por: su historia narrada, edificios, monumentos, festivales, platos. Y por la hospitalidad de las personas que lo habitan.

Viajar es encontrar una conexión con esos lados que desconocemos, apreciar la belleza de un mundo tan grande que a veces nos olvidamos de que es así. Filipinas ofrece todo eso y más: una oportunidad única e inolvidable para descubrir una región que ha sido tocada por otras tantas culturas igual de ricas e interesantes.

Y más aún, que ofrece la posibilidad de explorar una naturaleza rica en sus particularidades que ha ayudado a moldear una cultura específicamente oriunda de las personas que allí habitan y que se llaman con orgullo, filipinos.