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Las mejores cosas que ver en Wiesbaden

Wiesbaden es la capital del Estado de Hesse, uno de los 16 Estados (Länder) en los que se estructura políticamente Alemania. Pero eso sólo es una definición técnica que probablemente no te interese a ti, que me lees, ni a mí que hace unas semanas la visitaba, en pleno Mercado de Navidad. Lo que tu quieres saber, y lo que te voy a contar, es porqué debes visitar esta ciudad y cuáles son las mejores cosas que ver en Wiesbaden.

¿Te gustaría visitar una ciudad alemana con elegancia decimonónica, historia que se remonta a los tiempos de Roma, cultura artística y musical? Pues súmale que es conocida desde hace siglos por sus aguas termales, con efectos medicinales, y tendrás una mezcla de ingredientes que la hacen ideal para una escapada desde España.

Ah, la guinda del pastel es que el 99% de lo que querrás ver se encuentra en un centro histórico que casi parece construido para recorrerlo andando. Bueno, sin el casi.

Viñedo en la falda del Neroberg con vistas a Wiesbaden [Foto: (c) David Vasicek/ Tourismus Wiesbaden]

Viñedo en la falda del Neroberg con vistas a Wiesbaden [Foto: (c) David Vasicek/ Tourismus Wiesbaden]

En este artículo encontrarás:

  • Más de 30 edificios, plazas, monumentos, parques y sitios que ver en Wiesbaden
  • Consejos prácticos para viajar a Wiesbaden y moverse por la ciudad
  • Recomendaciones de alojamientos y restaurantes
  • Un mapa con todos los puntos clave para tu visita
Una de las tiendas en el centro histórico de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Una de las tiendas en el centro histórico de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Antes de nada: una breve introducción sobre Wiesbaden

La historia de Wiesbaden se remonta a tiempos de los romanos, que, conscientes de las fuentes termales con propiedades curativas de la ciudad, en el siglo I construyeron un asentamiento romano llamado Aquae Mattiacorum (por sus aguas y el nombre de una tribu de la zona).

Estatua de Guillermo I de Nassau frente a la Marktkirche en Wiesbaden [CC Foto:aspixx.de/Wikimedia Commons]

Estatua de Guillermo I de Nassau frente a la Marktkirche en Wiesbaden [CC Foto:aspixx.de/Wikimedia Commons]

Damos un salto en el tiempo hasta el año 1170, cuando los condes de Nassau se hicieron con propiedades imperiales en la actual zona urbana de Wiesbaden. La ciudad estuvo bajo la jurisdicción de la línea Nassau-Wiesbaden-Idstein hasta la Edad Moderna temprana y fue el Ducado de Nassau entre 1806 y 1866.

Tras la guerra entre Prusia y Austria, Nassau fue anexionada por Prusia en 1866. A partir de este ducado, Prusia estableció el distrito administrativo de Wiesbaden en marzo de 1867.

Wiesbaden continuó su desarrollo como balneario, ciudad de congresos y centro administrativo, experimentando un notable crecimiento. Se ganó el sobrenombre de la «Niza del Norte» y recibía con regularidad al Kaiser Guillermo II para las vacaciones de verano . De ahí surgió otro sobrenombre, el de «Ciudad Imperial».

Siguiendo al Kaiser llegó la corte imperial, con ella numerosos nobles, artistas y empresarios adinerados se establecieron allí. Se construyeron muchos edificios nobles, como el Kurhaus Wiesbaden (un monumental spa del que hablaremos más adelante) y un teatro de la Ópera, el actual Teatro Estatal de Hesse (otro impresionante edificio que volverá a salir en el artículo).

En el siglo XVIII, Wiesbaden se convirtió en un destino turístico muy popular entre la aristocracia europea. La ciudad atrajo a monarcas, nobles y potentados de todo el mundo, que construyeron palacios y villas lujosas en sus alrededores.

Debido al fuerte crecimiento demográfico a más de 100,000 habitantes a principios del siglo XX, se hizo necesario llevar a cabo amplias expansiones de la ciudad. Surgieron numerosas nuevas zonas urbanas con edificios representativos de varios estilos, como el clasicismo, historicismo y art nouveau. Durante este tiempo, Wiesbaden se convirtió en la ciudad con más millonarios en Alemania gracias a las familias millonarias, incluyendo nobles rusos, y las grandes empresas que se establecieron allí.

Vista panorámica de Wiesbaden desde la torre de la Marktkirche [(c) Foto: Michael Schick/Tourismus Wiesbaden]

Vista panorámica de Wiesbaden desde la torre de la Marktkirche [(c) Foto: Michael Schick/Tourismus Wiesbaden]

Durante la Segunda Guerra Mundial, Wiesbaden fue objeto de una serie de ataques aéreos aliados de menor intensidad. El bombardeo más intenso, realizado por la Real Fuerza Aérea en la noche del 2 al 3 de febrero de 1945, no logró su objetivo debido a las adversas condiciones climáticas. A pesar de ello, see destruyeron 550 edificios y otros 450 sufrieron graves daños, con 1.000 fallecidos entre la población.

El 28 de marzo de 1945, las tropas del Tercer Ejército de los Estados Unidos ocuparon Wiesbaden sin resistencia. El General Dwight D. Eisenhower estableció el estado de Gran Hesse y designó a Wiesbaden como su capital el 12 de octubre de 1945 mediante la Orden Organizativa Nº 1 del gobierno militar de Gran Hesse. Esta condición se mantuvo incluso después de la creación del Estado de Hesse el 1 de diciembre de 1946, ya que la constitución no designaba una capital.

En diciembre de 1952, el Ministro del Interior de Hesse concedió a Wiesbaden el título de “Capital del Estado”. Desde entonces, Wiesbaden ha conservado su estatus y sigue siendo un importante centro administrativo y cultural en Alemania.

1.- Marktkirche, la esbelta y colosal iglesia de ladrillo rojo

La espectacular Marktkirche desde la Plaza del Mercado de Wiesbaden, Alemania [CC Foto: Arcalino / Wikimedia Commons / CC BY-SA 3.0]

La espectacular Marktkirche desde la Plaza del Mercado de Wiesbaden, Alemania [CC Foto: Arcalino / Wikimedia Commons / CC BY-SA 3.0]

La Marktkirche o Iglesia del Mercado (por el nombre de la plaza en que se ubicaría, aunque se levanta al borde tanto de esta como de la Schlossplatz) fue construida entre 1853 y 1862 por el arquitecto Carl Boos. En su momento, fue el edificio de ladrillo más grande del Ducado de Nassau, al que pertenecía Wiesbaden en aquella época.

Carl Boos diseñó una fachada de ladrillo rojo con torres, pináculos y arcos, inspirándose en las catedrales góticas medievales.

La torre principal de la iglesia mide 98 metros de altura y domina el paisaje urbano. Desde su cima se puede contemplar una vista panorámica de la ciudad y sus alrededores.

Como iglesia protestante (evangélica) que es, el interior de la iglesia es blanco y luminoso, con un techo abovedado, y atmósfera serena y espiritual, propicia para la oración y la reflexión.

Interior de la Marktkirche en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Interior de la Marktkirche en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Os llamará la atención la presencia, rodeando la zona del altar de varias colosales esculturas. Se trata de “Jesucristo y los cuatro Evangelistas” de Emil Hopfgarten, una escena que añade misticismo al lugar.

Cerrando el 31 de diciembre y todos los lunes entre enero y noviembre, encontraréis la Marktkirche abierta de martes a sábado de 12:00 a 17:00 y los domingos de 13:00 a 17:00 en enero y febrero. Si venís a Wiesbaden entre marzo y noviembre, abre de martes a viernes desde las 12:00 a las 18:00, los sábados de 12:00 a 17:00 y los domingos entre las 13:00 y las 17:00.

2.- Schlossplatz, el epicentro del poder de Wiesbaden

La Schlossplatz de Wiesbaden, el edificio blanco es el Parlamento y el semipentagonal el Nuevo Ayuntamiento [CC Foto: Wolfgang Pehlemann Wiesbaden/ CC-BY-SA]

La Schlossplatz de Wiesbaden, el edificio blanco es el Parlamento y el semipentagonal el Nuevo Ayuntamiento [CC Foto: Wolfgang Pehlemann Wiesbaden/ CC-BY-SA]

La Schlossplatz es el epicentro de Wiesbaden, el auténtico centro del centro histórico de la ciudad y, también, donde se encuentran varios edificios que a su vez son centros de poder (prometo no volver a decir “centro” en lo que queda de apartado).

A pocos metros de la puerta del imponente edificio religioso que es la Marktkirche, encontramos esta plaza presidida por dos edificios que representan otros dos sendos poderes.

Frente a frente, se miran el Stadtschloss (Palacio de la Ciudad) y el Stadt, el Nuevo Ayuntamiento.

El Stadtschloss (1841) fue la residencia de los Duques de Nassau. Aunque exteriormente no parezca tener el carisma palaciego que le achacaríamos a un edificio con esa función práctica y simbólica a la vez, es un edificio realmente imponente.

Hoy en día es la sede del Hessischer Landtag (Parlamento Regional Hesiano) y este se puede visitar en un tour guiado, los sábados a las 11:00 y a las 14:00. No es necesaria inscripción previa, el tour dura una hora, se accede desde Grabenstrasse y se realiza en Alemán e Inglés.

Frente a él, se construyó el Nuevo Ayuntamiento de Weisbaden, cuando el antiguo, de 1610 y a sólo unos metros (en Marktstrasse, 16) se quedó pequeño para sus funciones, debido al crecimiento de la ciudad y su población. Tened en cuenta que a mediados del siglo XIX el número de habitantes se había multiplicado por 10.

En estilo Neo-Renacentista, fue obra de Georg von Hauberrisser entre 1883 and 1887. Tiene una planta que recuerda a un pentágono (aunque con dos lados más cortos), algo que sólo se aprecia con una vista aérea o desde su planta baja, al principio de la escalera, donde podéis curiosear a través de varias ventanas al patio.

Entre ambos, en el suelo de la plaza, no os perdáis el Wappeninsel, el escudo de armas de la ciudad.

3.- Marktplatz, la monumental Plaza del Mercado

La Plaza del Mercado de Wiesbaden, o Marktplatz, es una gran plaza abierta, con un lado sur arbolado y una zona norte que ofrece una preciosa perspectiva del Stadt Wiesbaden (el nuevo Ayuntamiento de Wiesbaden) y la Marktkirche.

Además, en el noreste encontrarás un museo subterráneo, el “sam – Stadtmuseum am Markt” el Museo de la Ciudad de Wiesbaden. Se haya ubicado bajo la zona elevada donde aún se levanta la Marktsäule (columna del mercado) y su fuente.

El museo está abierto de martes a domingo de 11:00 a 17:00, con apertura alargada los jueves hasta las 20:00 y cierre los festivos tradicionales y locales. La visita a la exposición permanente es gratuita, aunque las exposiciones temporales suelen tener un pequeño coste.

Todas las semanas, la Marktplatz se llena de puestos de agricultores y cultivadores de la zona y alrededores. Podéis disfrutar de las compras de productos frescos y naturales los miércoles y sábados desde las 07:00 a las 14:00.

Además, entre abril y marzo se incorpora un puesto de cata de vinos, perteneciente a la Wiesbadener Winzer eV (la Asociación de Productores de Vino), con varias fechas en las que además se podrá disfrutar de música en directo.

En 2024 será desde el 27 de abril, el día de la apertura de la temporada, entre las 10:00 y las 14:00, hasta el 21 de septiembre, en el mismo horario, en que se cierra la temporada.

4.- Wiesbaden-Mitte, el centro histórico de Wiesbaden

Calle adoquinada en el centro histórico de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Calle adoquinada en el centro histórico de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Tanto la Markplatz como la Schlossplatz, y los monumentales edificios que las rodean se encuentran en Wiesbaden-Mitte, el distrito que engloba el casco histórico de Wiesbaden.

El casco histórico está lleno de callejuelas y calles flanqueadas por edificios de los siglos XVIII y XIX.

Kirchgasse y Langgasse, una la continuación de otra, junto con Neugasse, son las calles más comerciales, tanto con edificios modernos como decimonónicos. Wagemannstraße y Grabenstraße son callecitas adoquinadas con encanto y Mauergasse es una mezcla de ambas.

Tanto unas como otras contienen inmuebles residenciales pero, sobre todo, gran cantidad de tiendas y restaurantes, haciendo de ellas zonas muy populares para el ocio.

Pearls Sektmanufaktur de Henkell-Freixenet, Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Pearls Sektmanufaktur de Henkell-Freixenet, Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Allí encontramos por ejemplo el histórico Café Maldaner, todo un café de estilo vienés, o Pearls Sektmanufaktur de Henkell-Freixenet, una exclusiva tienda donde probar y comprar vinos, especialmente espumosos como cava, champagne, crémant y prosecco.

Pertenece a las bodegas Henkell – Freixenet y ofrecen botellas difíciles o imposibles de encontrar en otros establecimientos.

Detalle del edificio del Wiesbadener Kurier, Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Detalle del edificio del Wiesbadener Kurier, Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Tres edificios históricos que no os podéis perder:

  • Römertor, la Puerta Romana que no es romana. Se construyó en 1903 en una apertura del antiguo muro romano y se basó en modelos arquitectónicos de la época. Como los tiempos cambian, por debajo de la “puerta” pasa una carretera (Coulinstraße) y se había convertido en un viaducto cubierto, aunque el lado que lleva al centro de la ciudad no es accesible, por lo que funciona como mirador.
  • Wiesbadener Kurier, el edificio histórico que albergó el periódico local WK cuando se fundó en octubre de 1945, aunque la modernización ha trasladado sus imprentas fuera del centro. La fachada es imponente y la estatua en todo lo alto deja bastante claro que la función del inmueble está relacionada con la lectura.
  • Bäckerbrunnen, el manantial de los panaderos. Esta construcción de 1906 contiene una fuente que procede de un manantial subterráneo de aguas termales. El nombre que tiene es porque desde el siglo XVIII los panaderos y carniceros de las zonas cercanas usaban este agua caliente, a 49º centígrados, para la preparación de sus productos (mejor gratis que pagar leña). Aunque lleva sin actualizar desde 2016, pero no creo que haya habido mucha variación, en la pared encontraréis un cartel con la composición del agua, que es potable.
Bäckerbrunnen y su fuente de aguas termales en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Bäckerbrunnen y su fuente de aguas termales en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

5.- Wilhelmstraße, el bulevar más elegante de Wiesbaden

Detalle de un edificio de Wilhelmstrasse, Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Detalle de un edificio de Wilhelmstrasse, Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

El límite este de Wiesbaden-Mitte es la Wilhelmstraße, la calle más elegante de la ciudad. Con sus más de 200 años de historia, la avenida es un testimonio de la evolución urbana y arquitectónica de la ciudad.

La Wilhelmstrasse, fue proyectada originalmente como “Alleestrasse” por Carl Florian Goetz, como vía de comunicación entre la zona de baños termales y Friedrichstrasse. Los planes concretos de la misma son obra del arquitecto municipal Christian Zais y su construcción comienza en 1810.

Construida con unas dimensiones que sobrepasaban en cuatro veces la anchura de las calles del casco histórico, para destacar así su importancia, en 1820 el nombre fue cambiado por el de Wilhelmstrasse. Se hizo así en honor al Duque de Nassau Guillermo I de Nassau-Weilburg, quien gobernó el ducado de Nassau de 1816 a 1839.

En una primera fase, entre 1810 y 1826, se levantaron diez edificios residenciales. Entre 1840 y 1860, una segunda fase de la construcción vio aumentar el número de edificios de viviendas que se levantaban, con un diseño clásico tardío. La tercera fase tuvo la influencia del Alto Renacimiento italiano, con casas de cuatro alturas y siendo el pistoletazo de salida de esta fase el Hotel Spehner en 1871. La avenida se “cierra” con una cuarta fase unos años más tarde, en este caso de Arquitectura historicista

Con la peculiaridad de que el bulevar sólo está arbolado en una de sus aceras, hoy en día la zona más clásica, más elegante, de la Wilhelmstraße la encontramos en los 700m que van desde Burgstrasse a Rheinstrasse.

Sirviendo chocolate con leche en la Pastelería Kunder, Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Sirviendo chocolate con leche en la Pastelería Kunder, Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

En esa zona encontramos una delicia gastronómica para los más dulces, Fritz Kunder GmbH (Wilhelmstrasse, 12), una pastelería en la que debemos detenernos para merendar o disfrutar de un chocolate con leche. Este no se sirve ya hecho, sino que en la bandeja tendremos los dos elementos separados y cada uno se preparará su chocolate con leche en la proporción de ambos que más deliciosa le sea.

La Pastelería Kunder, que lleva abiertas sus puertas como negocio familiar de 1898, tiene registrada la Tarta de Piña de Wiesbaden. Esta exquisitez se popularizó entre los nobles y burgueses por lo exótico de su ingrediente principal, la piña, un producto de apariencia peculiar y origen lejano, en tiempos en los que no estábamos a menos de 24 horas de viaje de cualquier parte del mundo.

La Tarta de Piña de Wiesbaden Kunder es un postre creado a base de mazapán y piña, en una base de gofre rellena de nougat y bañada en chocolate negro. Incluso a mí, que no soy mucho de piña, me gustó.

6.- Warmer Damm, el parque más “caliente”

La mayor parte de Wilhelmstrasse tiene al otro lado de la acera el Parque de Warmer Damm.

Esta zona solía ser una cuenca de recolección para drenar arroyos y aguas termales, originalmente ubicada fuera de la ciudad fortificada y rodeada por un dique (damm).

A medida que se construía la Wilhelmstrasse como límite entre la ciudad y la zona de spa, durante el período del ducado de Nassau, adquirió importancia y se convirtió en la entrada a las instalaciones termales de esta ciudad balneario mundial.

Desde 1859, el Director de Jardines de la corte ducal, Carl Friedrich Thelemann, transformó el Warmer Damm en un parque urbano.

Un estanque grande se convirtió en el punto central de diseño de este complejo rectangular, al que se accede a través de una red de senderos en bucle. Ya en 1879, se erigió en el parque una fuente potable llamada «Wilhelmsbrunnen», resaltando la importancia del Warmer Damm como parque termal.

No obstante, la fuente tuvo que ceder su lugar a un monumento a Guillermo I apenas 15 años después. A día de hoy, el área verde con su estanque ha permanecido sin apenas cambios.

“Gaztelu”, del artista vasco Ricardo Ugarte de Zubiarraín en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

“Gaztelu”, del artista vasco Ricardo Ugarte de Zubiarraín en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Además, existen varias estatuas repartidas por todo el parque, con un plano a la entrada desde FrankfurterStrasse para ubicarlas.

Entre ellas hay una española, “Gaztelu”, del artista vasco Ricardo Ugarte de Zubiarraín. Es una escultura de 1991, conmemorativa del décimo aniversario del hermanamiento entre las ciudades de Wiesbaden y San Sebastián.

7.- La Ópera Estatal de Hesse, un histórico contraste de estilos

La Ópera Estatal de Hesse en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

La Ópera Estatal de Hesse en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

La Hessisches Staatstheater Wiesbaden (Ópera Estatal de Hesse), es el monumental edificio que alberga la ópera, teatro, ballet y orquesta estatal de Wiesbaden, capital del Estado de Hesse. Es, además, uno de los 10 teatros con más espectadores de Alemania.

Su construcción comenzó en 1892 y se inauguró en 1894, bajo el patrocinio del Kaiser Guillermo II, que asistió a su apertura. El edificio, diseñado por los arquitectos Ferdinand Fellner y Hermann Helmer, es un ejemplo destacado del estilo neobarroco, aunque ha sufrido varios cambios a lo largo de su historia.

Vestíbulo de la Ópera Estatal de Hesse Wiesbaden Alemania [Foto (c) Sven Helge Czichy/Hessisches Staatstheater Wiesbaden]

Vestíbulo de la Ópera Estatal de Hesse Wiesbaden Alemania [Foto (c) Sven Helge Czichy/Hessisches Staatstheater Wiesbaden]

El espectacular vestíbulo se extendió y comenzó a funcionar en 1902. En 1923, un incendio destruyó la cúpula del escenario, que fue reconstruida de forma simplificada. Durante la Segunda Guerra Mundial, el teatro fue bombardeado y sufrió graves daños, que requirieron una extensa reconstrucción. En 1949, el lujoso vestíbulo se separó del teatro y se convirtió en un casino.

En las décadas siguientes, el teatro se sometió a varias renovaciones y ampliaciones. En 1975, se restauró el auditorio del Escenario Grande y se reconstruyó parcialmente según el modelo histórico, incluyendo su magnífico fresco en el techo. En 2002, se reformó el Escenario Pequeño.

Y es que el teatro cuenta con cuatro escenarios, el Großes Haus o Escenario Grande (1.041 butacas), el Kleines Haus o Escenario Pequeño (328 butacas), el Estudio (89 butacas) y una sala separada desde 2003, la Wartburg en Schwalbacherstrasse (154 butacas).

Una peculiaridad de este edificio es que lo crees que es la entrada principal es, en realidad, la parte trasera.

Con la ubicación junto a la opulenta Wilhelmstrasse, la parte de atrás daba al parque Warmer Damm y era bien visible desde el boulevard. Se decidió optar por un diseño monumental de estilo clásico, para que los ricos veraneantes tuvieran a la vista un edificio que no desentonara con el entorno.

8.- Museo de Wiesbaden, el renovado hogar para el arte

Museo de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Museo de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

El Museo de Wiesbaden es el resultado de la pasión coleccionista de un noble del siglo XVIII y el apoyo ciudadano de los siglos siguientes.

Su historia se remonta a la compra por parte del Estado de Nassau de la colección privada de Johann Isaac Freiherr von Gerning, que incluía obras de arte, antigüedades y objetos naturales. Fue el propio Goethe (que hoy nos recibe como estatua de estilo romano en la escalera de acceso), que visitó Wiesbaden por motivos de salud, quien sugirió esta adquisición y la apertura al público de los tesoros de Gerning en el palacio del Príncipe Heredero de Nassau.

Con el tiempo, la colección se fue ampliando y diversificando gracias a la labor de tres asociaciones de Nassau dedicadas al estudio y la difusión de la antigüedad, la historia natural y el arte respectivamente.

En 1900, el museo pasó a ser propiedad municipal y se construyó un edificio específico para albergarlo entre 1913 y 1915, siguiendo el proyecto del arquitecto Theodor Fischer. El edificio de Fischer era una construcción moderna que se adaptaba a las diferentes necesidades de las tres secciones del museo y que ya contaba con espacio para exposiciones temporales.

En las décadas siguientes, los directores del museo impulsaron una intensa actividad coleccionista y expositiva con el respaldo de las asociaciones afines. Con la ayuda de los ciudadanos de Wiesbaden, se lograron importantes incorporaciones a la colección en todas las áreas.

Destaca el caso del coleccionista Heinrich Kirchhoff, que cedió en préstamo permanente numerosas pinturas al museo de arte. También cabe mencionar el trabajo del taxidermista Josef Burger, que creó una extensa y valiosa colección para la presentación en la exposición permanente del museo de historia natural.

El museo se había creado en 1913 como un centro de arte y ciencias naturales, con una colección que incluía pinturas de expresionismo, constructivismo y barroco, entre otros estilos. Sin embargo, la llegada al poder de los nazis supuso una amenaza para muchas de estas obras, que fueron confiscadas o adquiridas de forma ilegal por el régimen.

Algunas de ellas procedían de propietarios judíos que fueron despojados de sus bienes. El director del museo en esa época, Hermann Voss, colaboró con el proyecto del Führer Museum en Linz, un ambicioso plan para crear un gran museo con las obras robadas por los nazis. Actualmente, se está investigando el origen de las más de 200 obras que compró Voss para el museo de Wiesbaden.

Después de la guerra, el edificio del museo se convirtió en el punto central de recogida de obras de arte para los estadounidenses, que devolvieron las obras a sus dueños legítimos. Aquí hay que mencionar una película sobre la labor de la “Sección de Monumentos, Arte y Archivos” del US Army, los que se dieron a conocer en la gran pantalla como “Monuments Men”.

Exposición en el Museo de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Exposición en el Museo de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

A partir de entonces, el museo inició una etapa de reconstrucción de sus colecciones con escasos recursos. Fue entonces cuando se empezó a formar la que hoy es la colección más valiosa e importante del museo: la colección Jawlensky, dedicada al pintor expresionista ruso que vivió en Wiesbaden. El responsable de esta iniciativa fue el director Clemens Weiler, que logró reunir más de 100 obras del artista.

En 1973, la ciudad de Wiesbaden cedió las tres colecciones del museo al estado de Hesse, que desde entonces lo gestiona como el Museo de Wiesbaden. En 2010, la colección de antigüedades de Nassau pasó a ser propiedad municipal.

También se renovó su concepto expositivo para el museo de ciencias naturales, que separó las exposiciones de los depósitos y se centró en las exposiciones temporales.

El Museo de Wiesbaden, que alberga dos departamentos, el de la colección de arte y el de las colecciones de historia natural, ha reabierto sus puertas tras varios años de obras de remodelación. Ahora cuenta con 7.400 metros cuadrados de espacio expositivo, donde se pueden admirar obras de diferentes épocas y disciplinas.

Exposición dedicada al Art Nouveau en el Museo de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Exposición dedicada al Art Nouveau en el Museo de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Fue nombrado «Museo del Año» en 2007 por la sección alemana de la AICA por su actividad expositiva y coleccionista en el ámbito del arte moderno.

El museo abre sus puertas de martes a domingo, de 10:00 a 17:00, excepto los jueves que alarga su hora de cierre hasta las 21:00.

La entrada a la exposición permanente tiene un coste de 6 Eur, la entrada para las exposiciones temporales tiene un coste de 12 Eur (y da acceso a la exposición permanente). El primer sábado de cada mes, el acceso al museo es gratis.

Existen tours guiados, por parte del personal del museo, de una hora de duración y con un coste adicional de 4 Eur.

9.- Villa Clementine, la hermosa casa de la literatura

Villa Clementina, Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Villa Clementina, Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Si volvemos atrás sobre nuestros pasos, tras la visita al Museo de Wiesbaden, nos vamos a encontrar con un hermoso edificio frente a la entrada al Warmen Damm, la Villa Clementine o más correctamente la Literaturhaus Villa Clementine.

Fue construida a finales del siglo XIX por el empresario Ernst Mayer, quien la dedicó a su esposa Clementine, fallecida poco después de terminar la obra. El arquitecto Georg Friedrich Fürstchen se inspiró en el estilo historicista y en las ideas de Gottfried Semper para diseñar la elegante residencia.

La villa ha tenido una historia llena de vicisitudes, que casi la llevan a la demolición en los años 60, cuando se proyectaba convertir a Wiesbaden en una ciudad adaptada al automóvil. Por suerte, se logró salvar el edificio y se le dio un uso cultural a partir de 1973.

Desde entonces, la villa ha albergado exposiciones, conciertos, lecturas y conferencias; y desde 2001 funciona como una casa de literatura, gestionada por la oficina cultural. La villa también fue escenario de la adaptación cinematográfica de la novela «Buddenbrooks» de Thomas Mann, realizada por el Hessischer Rundfunk en 1978.

El sobrenombre de Casa de la Literatura procede de que aquí se encuentran las sedes y oficinas de distintas asociaciones y entidades relacionadas con el mundo del libro y la prensa. En el segundo piso se encuentra la Asociación Alemana del Comercio del Libro – Asociación Regional de Hesse, Renania-Palatinado, Sarre eV, que regresó a Wiesbaden después de la Segunda Guerra Mundial. Desde 2021, también se instaló en el mismo piso el Consejo Literario de Hesse. En la planta baja se ubica el Club de Prensa de Wiesbaden eV.

Restaurada en 2008 – 2009, se trata de una de las construcciones más bellas y elegantes de la ciudad, con varios salones y habitaciones que recrean el ambiente cultural de una época pasada y lo actualizan con el espíritu y el significado de hoy.

Y es que Villa Clementine no es solo un edificio, sino también un espacio donde se reúnen y trabajan los profesionales y los aficionados a la literatura: autores, traductores, editores, libreros, periodistas y lectores.

Allí se organizan talleres de escritura, lecturas, conferencias y debates (puedes comprobar aquí el calendario de eventos).

Otro atractivo de la Villa Clementine son los puntos de intercambio de libros que se encuentran en la sala azul y en el jardín. Allí, los visitantes pueden dejar o llevarse libros de forma gratuita, fomentando así el amor por la lectura y el reciclaje.

La Villa Clementine es un ejemplo de cómo un edificio puede conservar su valor histórico y artístico, y al mismo tiempo convertirse en un espacio dinámico y abierto a la cultura y la sociedad.

Los sábados, con acceso gratuito se abre al público la primera planta de Villa Clementine, desde las 13:00 a las 17:00, una interesante ocasión (además de durante los eventos programados), de conocer el interior de este bonito edificio histórico.

10.- Kurhaus Wiesbaden, un monumento al ocio y el refinamiento

Estatua del Kaiser frente al Kurhaus y su pista de hielo en Navidad en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Estatua del Kaiser frente al Kurhaus y su pista de hielo en Navidad en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

El Kurhaus Wiesbaden es una obra maestra de la arquitectura, inspirada por el juego y el refinamiento de los ricos visitantes de la ciudad.

Su origen se remonta al siglo XIX, cuando el auge del juego impulsó la construcción de una primera estructura entre 1807 y 1810. Este edificio clasicista, diseñado por el arquitecto Christian Zais, tenía un pórtico central con columnas y unas galerías laterales.

Fue aquí donde se creo una obra clave de la literatura, basada en la experiencia personal del propio autor. Hablamos de “El Jugador” de Dostoievsky, que tuvo que escribir en 1866 en sólo 26 días después de perder en la ruleta el suculento adelanto por la obra que le había entregado el editor. En caso de que no la presentara en plazo hubiera supuesto cederle derechos de autor y la devolución de la suma adelantada.

De manera más prosaica, el crecimiento de Wiesbaden como destino turístico mundial hizo necesario levantar un nuevo edificio que pudiera satisfacer la demanda de los visitantes. Así, en 1902 se encargó al famoso arquitecto Friedrich von Thiersch, autor del Palacio de Justicia de Múnich y del proyecto del Reichstag de Berlín, que diseñara el nuevo spa (Kurhaus).

El resultado fue una obra magnífica que se inauguró en 1907 con la presencia del Kaiser Guillermo II. El nuevo spa contaba con salones espléndidamente decorados, como el salón del vino de mármol amarillo, el salón de las conchas con frescos, conchas y guijarros en las paredes, y el Pabellón Rojo al estilo Luis XVI.

También destacaban el Salón de Baco y el salón esquinero con un techo de cuero repujado y dorado. El gran salón de conciertos estaba adornado con altas columnas de mármol nassau y paredes revestidas de caoba; todo el techo estaba decorado con casetones azules y dorados.

Entrada principal del Kurhaus en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Entrada principal del Kurhaus en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Desgraciadamente, gran parte de este mobiliario histórico único se perdió en un bombardeo aéreo hacia el final de la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, se realizó una reparación provisional que permitió conservar parte del esplendor original del edificio.

Entre 1983 y 1987, el Kurhaus Wiesbaden fue sometido a una profunda restauración y modernización que costó unos 65 millones de marcos. El objetivo fue recuperar el estilo original del arquitecto Friedrich von Thiersch, basándose en sus planos, grabados y fotografías antiguas.

Al mismo tiempo, se dotó al edificio de la última tecnología de comunicación, lo que lo convirtió en un espacio versátil y adaptable para todo tipo de eventos. Hoy en día alberga un casino y varias salas y salones dedicadas a reuniones, conferencias, conciertos y actos sociales.

Aunque el acceso al vestíbulo es libre, si queréis verlo por dentro, esta perspectiva única con un dron por el Kurhaus Wiesbaden os abrirá el apetito de conocerlo mejor.

11.- Kurpark, el atractivo parque urbano del Kurhaus

Una rara postal del Kurpark fechada entre 1890 y 1905 [CC Foto: US Library of Congress/Wikimedia Commons]

Una rara postal del Kurpark fechada entre 1890 y 1905 [CC Foto: US Library of Congress/Wikimedia Commons]

Si se construye un Spa (el Kurhaus) porque se reciben ilustres visitantes, es necesario ofrecerles la posibilidad de pasear por un parque que esté a la altura de este.

Así, el Kurpark fue creado en 1852 siguiendo el estilo de un jardín paisajista inglés y se extiende por 75.000 m² a lo largo del valle del Rambach, desde la parte de atrás del Kurhaus, hasta el barrio de Sonnenberg.

El parque está rodeado de elegantes villas de la época de Guillermo II y alberga varios elementos artísticos y monumentales, como dos columnas de arenisca del antiguo balneario de 1810, una busto del escritor ruso Fiódor Dostoievski, que frecuentaba el casino, y un monumento al novelista alemán Gustav Freytag.

El parque termal es un lugar ideal para pasear, relajarse y disfrutar de la naturaleza. Tiene un estanque con una fuente de agua de seis metros de altura y una gran variedad de árboles, algunos de ellos exóticos.

Entre ellos destacan las magnolias, que llenan el parque de flores a principios de abril. También hay rosales, rododendros y una gran cerezo ornamental. El parque se renueva periódicamente con la plantación de árboles autóctonos que sustituyen a los que se han talado por motivos de seguridad o conservación.

Perspectiva del Kurpark en Wiesbaden, Alemania [CC Foto: Tanzbär/Wikimedia Commons]

Perspectiva del Kurpark en Wiesbaden, Alemania [CC Foto: Tanzbär/Wikimedia Commons]

El parque termal no sólo es un espacio de tranquilidad, sino también de cultura y ocio. Antiguamente se celebraban conciertos clásicos todos los domingos en el escenario situado entre el Kurhaus y el estanque.

En los últimos años, el parque ha acogido también conciertos de música pop, como los de Sting en 2004 o Patricia Kaas en 2005. El 28 de julio de 2005, el parque fue testigo de un acontecimiento histórico: la visita del presidente estadounidense George W. Bush, que se reunió con la canciller alemana Angela Merkel en el Kurhaus y luego dio un paseo por el parque acompañado por su esposa Laura y por miles de ciudadanos.

Con entrada gratuita, el parque está abierto desde las 05:00 a las 23:00 entre mayo y septiembre y hasta las 20:00 entre octubre y abril. Durante los meses de verano, y con buen tiempo, existe un servicio de alquiler de barcas disponible de miércoles a domingo con reserva previa (Bootsverleih Schmitz: 01522 6213899).

12.- Neroberg, las mejores vistas naturales de Wiesbaden

Vista panorámica de Wiesbaden desde Neroberg [CC Foto: Benjamin Dahlhoff/Wikimedia Commons]

Vista panorámica de Wiesbaden desde Neroberg [CC Foto: Benjamin Dahlhoff/Wikimedia Commons]

El Neroberg es una montaña que se eleva a 245 metros sobre el nivel del mar y ofrece una vista panorámica de Wiesbaden. En los días claros, se puede ver hasta Mainz y la región del Rin-Meno.

Así, el Neroberg, cuyo nombre se remonta a 1750, es un destino muy popular para los habitantes de Wiesbaden, que disfrutan de sus atractivos históricos y naturales.

En el siglo XIX, el Neroberg se convirtió en un lugar de celebraciones y ocio. Uno de los monumentos más emblemáticos de la montaña es el Monopteros, un templo de observación de estilo renacentista italiano, creado por Philipp Hoffmann en 1851.

En el Neroberg también se puede apreciar la tradición vitivinícola de Wiesbaden, ya que en sus pendientes meridionales hay un viñedo que data de 1525 y que desde 2005 está gestionado por las bodegas estatales hesianas Kloster Eberbach. El vino que se produce aquí se llama Neroberg Riesling y tiene una calidad reconocida.

Además, en los meses de verano se organizan eventos culturales en la “hondonada de aventuras”, un anfiteatro en descenso creada en 1994, donde se encuentra el antiguo hotel Neroberg, que sufrió un incendio en 1986 y del que solo queda la torre.

13.- La Iglesia Rusa Ortodoxa, un monumento póstumo al amor

Vista aérea de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Wiesbaden, Alemania [CC Foto: Wo st 01/Wikipedia/CC A-SA 3.0]

Vista aérea de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Wiesbaden, Alemania [CC Foto: Wo st 01/Wikipedia/CC A-SA 3.0]

La Iglesia de la Santa y Justa Isabel (Храма во имя Святой Праведной Елисаветы en ruso, Kirche im Namen der Heiligen Gerechten Elisabeth en alemán), popularmente conocida como la Iglesia Rusa, es un hermoso edificio en Neroberg producto de una trágica historia. No por su escala ni diseño, sino por el motivo de su construcción, es conocida como “el Taj Mahal de Wiesbaden”.

El 31 de enero de 1844, en San Petersburgo, se celebró el matrimonio entre la Gran Duquesa Elizaveta Mijáilovna, hija del Gran Duque Mijail Pávlovich (y sobrina de los Zares Alejandro I y Nicolás I), y el Duque Adolfo de Nassau, que más tarde se convertiría en el Gran Duque de Luxemburgo.

Tras una luna de miel de tres semanas, los recién casados llegaron a la ciudad de Wiesbaden, que por entonces era la capital de Hesse en el Ducado de Nassau.

Sin embargo, su felicidad duró poco. Menos de un año después, la joven Elizaveta Mijáilovna falleció al dar a luz junto con su hija recién nacida.

Como los restos de Elisabeth solo podían, según el rito ortodoxo, descansar en la tierra consagrada según ese mismo rito, su esposo, el duque Adolfo de Nassau, decidió construir una iglesia ortodoxa. El templo debía ser al mismo tiempo un lugar de reposo para Elizaveta Mijáilovna y su desafortunada hija.

El duque solicitó permiso al emperador Nicolás I para utilizar la dote de su difunta esposa, que ascendía a un millón de rublos (un regalo de Nicolás I), para la construcción del templo funerario, y, tras obtener el consentimiento, inició la obra.

El duque Adolfo quería que la iglesia fuera visible desde su castillo en Biebrich, a orillas del Rin, donde él y la duquesa Elisabeth pasaron su año de matrimonio. Y consiguió encontrar un lugar así en Neroberg.

El templo se construyó con piedra arenisca de color beige claro para que resaltara especialmente sobre el fondo del bosque oscuro. Y para crear más contraste, se plantó un abeto detrás de la iglesia. Parece que un blanco templo ruso, cuya base es una cruz griega, brilla desde un pedestal esmeralda a lo lejos.

El templo es una estructura arquitectónica sorprendentemente armoniosa que combina los rasgos de la arquitectura occidental y rusa: se edificó en el estilo romántico característico de la arquitectura de Nassau de aquella época, manteniendo al mismo tiempo las tradiciones básicas de la construcción de templos rusos.

Para la construcción, el arquitecto Hoffmann eligió formas arquitectónicas tradicionales de la antigua Rusia: el edificio está coronado por cinco cúpulas con cúpulas doradas, «kokoshniks», los techos están rematados por «kokoshniks» similares a cascos, y las ventanas son altas y estrechas. Las cúpulas acanaladas de la iglesia están rematadas con cruces ortodoxas doradas.

Interior de la Iglesia Rusa Ortodoxa en Wiesbaden, Alemania [CC Foto: Altera levatur/Wikimedia Commons]

Interior de la Iglesia Rusa Ortodoxa en Wiesbaden, Alemania [CC Foto: Altera levatur/Wikimedia Commons]

El 25 de mayo de 1855, la iglesia fue solemnemente consagrada en el nombre de Santa Justa Isabel, madre del Precursor y Bautista del Señor Juan, patrona celestial de la fallecida Gran Duquesa. Esa misma noche, los cuerpos de la Gran Duquesa Isabel y su hija, acompañados por un numeroso cortejo fúnebre, fueron solemnemente trasladados desde la Iglesia Católica, donde habían estado durante 10 años, a la Iglesia Rusa y colocados en la cripta, donde descansan hasta hoy.

El interior de la iglesia está decorado con diferentes tipos de mármol: marrón alemán, gris sueco, amarillo claro rodio, blanco carrara, negro y blanco egipcio. Las columnas están hechas de mármol gris oscuro con vetas blancas.

Queriendo preservar esta perla de la arquitectura ortodoxa, Nicolás II compró con sus fondos personales no solo el templo en sí, sino también una gran área del bosque adyacente, que incluía un cementerio ortodoxo ruso (consagrado en agosto de 1856). Ahora esta propiedad pertenece a la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero.

Se puede visitar el templo entre semana de 10:00 a 17:00 y los domingos de 09:00 a 17:00.

14.- Opelbad, piscina con vistas a Wiesbaden

Vista del Opelbad en el Neroberg y Wiesbaden [CC Foto: Benreis/Wikimedia Commons]

Vista del Opelbad en el Neroberg y Wiesbaden [CC Foto: Benreis/Wikimedia Commons]

Si acudes en verano a Neroberg, puedes disfrutar de las instalaciones de la piscina exterior Opelbad con vistas a Wiesbaden.

A los bañistas les espera una piscina climatizada combinada para nadadores y no nadadores, una piscina infantil, un tobogán, una amplia sauna finlandesa con infusión automática, zonas de solárium en terrazas, así como un amplio parque infantil, zonas de juego para ajedrez al aire libre, voleibol y tenis de mesa.

La piscina al aire libre se renovó en 2018. Como elementos visuales especiales, se instalaron focos submarinos con luces que cambian de color y se fijaron al fondo de la piscina tres lirios con una longitud total de seis metros mediante un proceso electroquímico.

El símbolo se puede ver especialmente bien desde la terraza superior de la piscina al aire libre.

La zona de baño, de 14.500 metros cuadrados, está equipada con las siguientes piscinas:

  • Piscina climatizada combinada para nadadores y no nadadores. Tamaño total: 65 x 12 metros, incluida la zona de no nadadores 15 x 12 metros
  • Piscina infantil. Tamaño: 5 x 12 metros
  • Equipo de juego: tobogán

La piscina al aire libre cuenta con una sauna finlandesa a 90° C que puede albergar hasta 40 personas.

El coste del acceso a las piscinas es de 12 Eur para adultos, o 6 Eur para niños de 3 a 18 años. Los menores de 3 años entran gratis.

En temporada, la piscina exterior está abierta de lunes a domingo de 07:00 a 20:00 y la sauna los mismos días, pero de 10:00 a 19:30. La venta de entradas se suspende una hora, y la natación 30 minutos, antes de la hora de cierre.

Como referencia de hasta qué fecha están abiertas las instalaciones, el año pasado Opelbad estuvo abierto hasta el 17 de septiembre.

15.- Nerobergbahn, un histórico funicular de agua

Uno de los coches del Nerobergbahn en Wiesbaden, Alemania [Foto: © Alexander Hoernigk (via Wikimedia Commons)]

Uno de los coches del Nerobergbahn en Wiesbaden, Alemania [Foto: © Alexander Hoernigk (via Wikimedia Commons)]

Para acceder al Neroberg la forma más peculiar, interesante e histórica de hacerlo es con el funicular de agua Nerobergbahn.

Lo peculiar de este sistema de transporte es que el funicular funciona con un sistema hidráulico, que utiliza agua como contrapeso.

Es decir, en lo alto de la colina se encuentra uno de los coches y abajo el otro, unidos por un cable de acero de 452m de longitud. Obviamente no están en la misma vía, excepto en los tramos finales de cada sentido, sino que hay dos vías.

Se llena la parte inferior del que está arriba de agua y será esta la que, por su propio peso, le haga descender la colina.

Mientras tanto, el coche que se encuentra en lo más bajo de la colina no tiene agua por lo que es más ligero, subiendo así la colina con el empuje transmitido por el cable del coche que baja.

Descenso de un Nerobergbahn, Wiesbaden, Alemania [CC Foto: Hermann Luyken/Wikimedia Commons]

Descenso de un Nerobergbahn, Wiesbaden, Alemania [CC Foto: Hermann Luyken/Wikimedia Commons]

El Nerobergbahn lleva operando desde 1888 y es mucho más que un medio de transporte. Es un vehículo histórico, que casi 150 años después sigue salvando un desnivel de 83 metros, con una inclinación media del 19.5%, en unos 4 minutos.

Deja de funcionar durante el invierno, cuando desciende la demanda de visitantes al parque, y se aprovecha para realizar labores de mantenimiento, así que la primavera y el otoño, hasta el 1 de noviembre, son las fechas en que podéis disfrutar de esta experiencia.

Será el 29 de marzo de 2024 cuando vuelva a ponerse en marcha, cada 15 minutos entre las 09:00 y las 19:00.

El coste del billete sencillo es de 5 Eur para los adultos, de 3 Eur para los niños entre 6 y 14 años y es gratis para los niños hasta 5 años de edad (incluidos).

16.- Disfrutar de las aguas termales de Wiesbaden

Wiesbaden tiene cerca de 30 fuentes termales, que producen alrededor de 20 millones de litros de agua al día. Las aguas termales de la ciudad tienen una temperatura de entre 26 y 72 grados centígrados y se utilizan para tratar una variedad de afecciones.

Si quieres tener una experiencia relajante y disfrutar del más antiguo atractivo de la ciudad, las aguas termales de Wiesbaden, aquí tenéis algunas sugerencias de dónde hacerlo, además del ya mencionado Opelbad:

  • Kaiser-Friedrich-Therme (Langgasse 38 – 40). Si te gusta la sauna, no te pierdas los baños irlandeses-romanos, un espacio histórico y lujoso de 1.450 m² dedicado al bienestar termal. Podrás disfrutar de diferentes tipos de sauna, como el tepidarium, el sudatorium, el sanarium, el baño de vapor ruso, la sauna finlandesa y el baño de vapor de piedra, cada uno con sus propios beneficios y sensaciones. Para refrescarte, puedes darte una ducha en el lavacrum o en la zona de lluvia helada tropical. Además, encontrarás un frigidarium para respirar aire fresco, un lumenarium para relajarte con una iluminación suave y un Quellenbar donde podrás tomar algo y reponer energías. Es el lugar ideal para desconectar, relajarte y cuidarte.
  • Thermalbad Aukammtal (Leibnizstraße 7). El Thermalbad Aukammtal es un oasis de bienestar situado en medio de un parque. Los visitantes pueden disfrutar de las aguas termales en una amplia zona cubierta y en una piscina al aire libre que permanece abierta todo el año. El complejo también ofrece una zona verde con diferentes espacios para relajarse y desconectar del estrés diario.
  • Mainzer Straße Leisure Pool (Mainzer Straße 144). Un estupendo lugar para nadar, divertirse en familia y disfrutar del agua todo el año, con opciones para todos los gustos, desde una piscina infantil con tobogán y fuentes hasta una piscina de ocio para los más deportistas, con carriles de 50 m y un gran trampolín. En la piscina infantil el agua está a 31° C, hay un «seta de agua», dos toboganes y mucho más para que se lo pasen en grande. Si os gusta la sauna, cuentan con más de 400 metros cuadrados de zona de sauna, un verdadero oasis para los amantes del calor.

Más información, en inglés, en la web de mattiaqua, donde podéis comprar por adelantado los tickets de entrada.

Si lo que queréis es alojaros en un hotel con servicio de Spa, echad un vistazo a:

  • Radisson Blu Hotel Schwarzer Bock Wiesbaden. En el siglo XV el edificio funcionaba como casa de baños y en él funciona el Badhaus Wiesbaden, con servicios de spa, masajes, sauna, piscina, etc.
  • Hotel Nassauer Hof*****. Frente al Kurthaus y, probablemente, el hotel histórico (fue inaugurado en 1813) más lujoso y famoso de Weisbaden. En el Nassauer Hof, podrás relajarte en su spa de 1.500 m², que dispone de una piscina termal en lo alto del edificio, una terraza para tomar el sol y un gimnasio equipado. Si quieres más bienestar, puedes acceder a las distintas saunas con un pago adicional o contratar un servicio de estética en el centro Artemis.

17.- La Casa Blanca, un edificio para curar una nostalgia

Fachada de la Casa Blanca de Wiesbaden, Alemania [Foto @avistu]

Fachada de la Casa Blanca de Wiesbaden, Alemania [Foto @avistu]

La Casa Blanca de Wiesbaden tiene una similitud con la original en Washington, D.C. Que es patente. De hecho, esa fue la idea tras su construcción, con un toque romántico. La Villa Söhnlein-Pabst (Paulinenstraße 7) fue construida entre 1903 y 1906 por los arquitectos de Zúrich Pfleghard y Haefeli para el fabricante de vino espumoso Friedrich Wilhelm Söhnlein.

Este especificó que el diseño de la misma se basara en el de la Casa Blanca de EEUU. Y lo hizo para que su esposa, la estadounidense Emma Pabst tuviera al menos algo que la recordara a su país, aunque estuviera a 6.500 km del 1600 de la Avenida de Pensilvania.

Cuando sus compatriotas recorrieron esa distancia para liberar Europa de los nazis, tal vez precisamente eso fuera lo mismo que impulsó a las autoridades militares estadounidenses a instalarse aquí en 1945.

Como curiosidad adicional, Elvis Presley cumplió su servicio militar en ultramar entre 1958 y 1960, y lo hizo en Alemania. Durante ese tiempo visitó Wiesbaden varias veces y fue aquí donde conoció a Priscilla Beaulieu, su futura esposa. El primer encuentro podría haber ocurrido en el Eagle Club, un centro social para las tropas americanas que a finales de 1954 se había trasladado a Villa Söhnlein

Desde 2005 es de titularidad privada y se usa como residencia familiar, con una sala (el antiguo Café Weißes Haus) disponible para alquilar para eventos.

18.- La estatua del comunista del semáforo

Estatua conmemorativa del Ampelmännchen (hombre del semáforo de la RDA) en Wiesbaden Alemania [(c)Foto @avistu]

Estatua conmemorativa del Ampelmännchen (hombre del semáforo de la RDA) en Wiesbaden Alemania [(c)Foto @avistu]

La estatua del comunista del semáforo o, más correctamente, la estatua del hombre del semáforo comunista tiene un trasfondo más simpático y positivo de lo que suena a primera vista.

El 9 de noviembre de 1989 caía el Muro de Berlín, un símbolo de opresión de una dictadura, la República Democrática Alemana (Alemania Oriental) hacia su pueblo. Sería el comienzo de un proceso que llevó a la unificación alemana en 1990, cuando este país se unió a la (esta sí) democrática República Federal Alemana (Alemania Occidental) y pusieron fin a una división que había durado casi medio siglo.

Cada 9 de octubre se celebra el Día de la Unidad de Alemania, una fiesta nacional que rememora ese momento. Con ocasión del 25 aniversario de la misma, en Wiesbaden se levantó una peculiar estatua para conmemorarlo: la estatua del Ampelmännchen, la peculiar figura que en los semáforos de la Alemania Oriental indicaba cuando cruzar y cuando esperar en la acera.

Por supuesto, el color de la estatua es verde.

19.- La tumba del Barón Rojo, el reposo de un as de los cielos

Si te gusta la historia o la aeronáutica, deberías acercarte al Cementerio Sur (Südfriedhof) de Wiesbaden, donde reposan los restos del Barón Rojo.

Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen (1892 – 1918), conocido como Barón von Richthofen o el Barón Rojo, fue un piloto de combate de la Fuerza Aérea Alemana durante la Primera Guerra Mundial. Se le considera el as de los ases de la guerra, al haber obtenido oficialmente 80 victorias en combates aéreos.

Inicialmente perteneciente a la caballería, Richthofen se pasó al Servicio Aéreo en 1915 y pronto se destacó como piloto de caza, dirigiendo el ala de cazas Jagdgeschwader I, más conocida como «El Circo Volador» o «El Circo de Richthofen» por los vivos colores de sus aviones, y quizás también por la forma en que la unidad era trasladada de una zona de actividad aérea aliada a otra – moviéndose como un circo ambulante, y estableciéndose frecuentemente en tiendas de campaña en aeródromos improvisados.

Para 1918, Richthofen era considerado un héroe nacional en Alemania, y respetado por sus enemigos.

El Barón Rojo encontró su final cuando fue abatido por fuego desde tierra, a donde se había acercado peligrosamente durante un combate, por un soldado australiano que manejaba un arma antiaérea en abril de 1918.

Seis pilotos de rango similar actuaron como portadores del féretro en su primer funeral. Más tarde fue trasladado a un cementerio en Berlín.

Allí, años más tarde, el gobierno nazi colocó un enorme monumento sobre su tumba. Después de la guerra, quedó del lado soviético de la línea donde la lápida y el memorial fueron tiroteados varias veces, una represalia simbólica mientras la gente huía a Berlín Occidental.

Por ello, a principios de los años 70 la familia trasladó al Barón por última vez al panteón familiar en Wiesbaden.

Cada año se celebra un servicio conmemorativo alrededor del aniversario de cuando fue derribado.

20.- El Reloj de Cuco gigante, una idea de éxito

Si necesitas saber qué hora es cuando pases a la altura de Burgstraße 6-8, no tendrás ni que sacar el móvil del bolsillo ni que flexionar el brazo para mirar la muñeca. Bastará con que mires hacia la entrada de la tienda de souvenirs Gebr. Stern GmbH, donde un reloj de cuco que llega hasta la primera planta del edificio te la dirá con fiabilidad.

Este Große Kuckucksuhr (Gran Reloj de Cuco) es fruto de una idea de marketing que tuvo el sargento Fred Stern a mediados de los años 40 y que le planteó a su tio, Emil Kronenberf, que poseía una tienda de regalos y recuerdos en Wiesbaden.

Con la cantidad de personal militar estacionado en la localidad tras la II Guerra Mundial, pensó que construir un reloj de cuco gigante llamaría su atención y aumentaría las ventas. Los 4,57 metros de alto y casi 2,74 metros de ancho lograron el objetivo y otro inesperado, entrar en los años 50 en el Libro Guinness de los Récords con él.

21.- Las fuentes de agua mineral, una experiencia a probar

Cuando hablamos del centro de Wiesbaden mencionamos el Bäckerbrunnen, un edificio histórico y más que centenario con un manantial de agua caliente.

Kochbrunnenspringer, fuente de aguas termales en Wiesbaden, Alemania [CCFoto: Fritz Geller Grimm/Wikimedia Commons]

Kochbrunnenspringer, fuente de aguas termales en Wiesbaden, Alemania [CCFoto: Fritz Geller Grimm/Wikimedia Commons]

Pero no es el único de la ciudad y tampoco el único del que podéis beber. En Kranzplatz se encuentra el Kochbrunnen (literalmente, “Fuente de Cocinar”), una fuente de agua mineral, a 67º centígrados, con cuatro caños que es la más famosa de la ciudad.

El Kochbrunnen es una de las llamadas fuentes primarias de Wiesbaden, aunque sólo una pequeña parte del agua alimenta el punto de bebida en el pequeño pabellón donde se encuentra esta.

La mayor parte del agua termal se canaliza hacia la Kaiser-Friedrich-Therme. Allí se realiza un pretratamiento para el uso del agua termal en los baños termales.

A unos metros se encuentra la Kochbrunnenspringer, una fuente con un diseño que permite apreciar cómo se van sedimentando los minerales del agua. Con su forma de concha, se observa a simple vista el recubrimiento de estos, de color amarillo-rojizo (y que en tiempos romanos se utilizaba para teñir el pelo).

Para que os hagáis una idea de cuantos minerales hay en este agua termal, baste decir que cada año llegan a depositarse hasta ¡siete centímetros!. Lógicamente, hay que eliminarlos con regularidad o podrían hacer desaparecer la fuente propiamente dicha,

FAQ, preguntas frecuentes, e información sobre Wiesbaden

Trenes en la Estación de Ferrocarril de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Trenes en la Estación de Ferrocarril de Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Cómo llegar a Wiesbaden desde España

Wiesbaden está bien comunicada por carretera, ferrocarril y avión. Para llegar desde España, la manera más sencilla es con uno de los muchos vuelos a Frankfurt (Fráncfort del Meno en español) que hay todo el año desde España, ya que el aeropuerto está a unos 40 kilómetros de la ciudad.

En este caso puedes subirte a un cercanías de las líneas S8 o S9 desde la Estación de Trenes Regionales (Regionalbahnhof), o por un tren ICE de larga distancia desde la Estación de Trenes de Larga Distancia (Fernbahnhof).

A las dos estaciones se llega desde dentro del Aeropuerto de Frankfurt y los trayectos de ambas opciones te llevarán unos 45 minutos.

Dónde alojarse en Wiesbaden

Habitación en el Mercure Hotel Wiesbaden City**** en Wiesbaden, Alemania Foto avistu[(c)Foto: @avistu]

Habitación en el Mercure Hotel Wiesbaden City**** en Wiesbaden, Alemania Foto avistu[(c)Foto: @avistu]

Mi alojamiento en esta visita a Wiesbaden fue el Mercure Hotel Wiesbaden City****, con habitaciones modernas y amplias y un contundente desayuno buffet. Este moderno hotel se encuentra idealmente situado, a 300 m de la Plaza del Mercado (detrás del Ayuntamiento y con la Marktkirche al lado) y a 800 m de la Wiesbaden Hauptbahnhof (la Estación de Ferrocarril de Wiesbaden).

Si quieres echarle un vistazo a más opciones de alojamiento, aquí encontrarás hoteles y apartamentos en Wiesbaden, con opiniones y fotos de sus huéspedes.

Cómo son los enchufes en Wiesbaden

Una de las preocupaciones cuando viajamos al extranjero es si podremos conectar nuestros aparatos electrónicos para cagarlos.

En Wiesbaden no necesitarás un adaptador para los enchufes y podrás conectar directamente a la red tu móvil, tablet o portátil.

Dónde comer en Wiesbaden

BBQ Schnitzel en Bäckerbrunnen Die Altstadtkneipe en Wiesbaden, Alemania Foto avistu[(c)Foto: @avistu]

BBQ Schnitzel en Bäckerbrunnen Die Altstadtkneipe en Wiesbaden, Alemania Foto avistu[(c)Foto: @avistu]

Haz una pausa en tus visitas turísticas para acercarte a una institución de Wiesbaden, la Confitería Kunder (Wilhelmstraße, 12), fundada en 1898.

Tomad un chocolate con leche y no dejéis de probar su pastel de piña, una exótica delicia original de 1902 con su correspondiente copyright.

Pasteles de Piña de Kunder, típicos de Wiesbaden en Alemania [(c)Foto: @avistu]

Pasteles de Piña de Kunder, típicos de Wiesbaden en Alemania [(c)Foto: @avistu]

Comer con estilo en Wiesbaden tiene un nombre, Maldaner, (Marktstraße 34) una cafetería/confitería/restaurante que abrió sus puertas en 1859 como la primera cafetería vienesa de Alemania. Tienen una amplia selección de pasteles y tartas (obviamente incluye la vienesa Sachertorte) y si queréis comer aquí, el imprescindible es la auténtica Schnitzel estilo vienés (de ternera), que sirven con salsa de arándanos y patatas panadera.

Para cenar en un ambiente local, pero no turístico aunque sí rústico, el Bäckerbrunnen «Die Altstadtkneipe» – Wiesbaden (Grabenstraße 28, a 3 minutos de la Schlossplatz). El personal es amable y se esfuerza por hablarte en inglés (tienen menú en ese idioma si se lo pides).

Para darle una vuelta a un plato tradicional, te recomiendo la BBQ Schnitzel, pero, ojo, ¡los jalapeños realmente pican!

Estatua del Kaiser frente al Kurhaus y su pista de hielo en Navidad en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Estatua del Kaiser frente al Kurhaus y su pista de hielo en Navidad en Wiesbaden, Alemania [(c)Foto: @avistu]

Cómo moverse por Wiesbaden

Moverse por Wiesbaden es fácil y sencillo. En los dos días que pasé en Wiesbaden no utilicé ningún transporte que no fuera a pie.

El trayecto más largo fue el de la Estación Central de Ferrocarril hasta mi hotel, pero aunque llevaba una maleta que había facturado no se me hizo pesado y tardé poco más de 10 minutos en llegar.

Todas las demás visitas por el centro las hice caminando, desde el Museo de Wiesbaden hasta el Kurthaus.

Pero si queréis coger al autobús, el ticket de un viaje cuesta 2,20€ para viajes de hasta 2 Km o 3 paradas. El siguiente billete sencillo, urbano y sin esa limitación, el Einzelfahrschein, cuesta 3,55€. Sin embargo, si compráis un pack de cinco billetes o Sammelkarte (12,50€), cada viaje os saldría por sólo 2,50€.

Otra opción es el ticket de un día o Tageskarte, con viajes ilimitados en ese periodo de tiempo y que os merece la pena si hacéis al menos tres viajes, pues sólo cuesta 7,10€.

Podéis consultar otras tarifas o ampliar el detalle de estas (por ejemplo el precio para niños o las tarjetas semanales), en la web oficial de ESWE Verkehr (os enlazo a la versión en inglés).

Los billetes sencillos se pueden comprar en caso necesario al conductor, pero sólo con tarjeta, no se admite el efectivo. También podéis encontrar máquinas expendedoras en varias ubicaciones de la ciudad.

Cuándo visitar Wiesbaden

Wiesbaden es un destino agradable para visitar durante todo el año. La primavera y el otoño son las estaciones ideales para disfrutar de las temperaturas suaves y de las multitudes más pequeñas.

El verano puede ser caluroso y húmedo, pero también es una época popular para visitar la ciudad debido a su animada escena cultural.

El invierno puede ser frío y nevado, pero también es una época encantadora para visitar la ciudad, ya que muchas de sus atracciones están decoradas con luces navideñas y no es extraño que nieve (os lo puedo confirmar en primera persona).

Tienes más información sobre Wiesbaden en la web de la Asociación de Ciudades Históricas de Alemania y en la página oficial de Destino Alemania.

Mapa de qué ver en Wiesbaden

Para que podáis preparar mejor vuestro viaje, aquí tenéis un mapa turístico del suroeste de Alemania, con Wiesbaden, Coblenza, y Tréveris como ciudades destacadas, que fueron las tres que visité en mi último viaje a Alemania (en el enlace encontraréis un listado de todos nuestros artículos sobre Alemania).

Por cierto, cuando yo visité Wiesbaden, en las últimas semanas del año, como os he dicho al principio, el centro de la ciudad estaba decorado con iluminaciones de adviento y se habían levantado las casetas del Mercado de Navidad de Wiesbaden.

Como esto sólo ocurre en unas determinadas fechas, en el artículo os habréis encontrado también fotografías que no son mías, pero que reflejarán mejor cómo es Wiesbaden durante los otros once meses del año.

Información de horarios, precios, y demás datos comprobados a fecha de publicación del artículo, aunque recomendamos comprobar en las páginas web oficiales posibles cambios en la programación ajenos a nuestro control

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