Hay muchas formas de viajar y si bien es cierto que visitar una ciudad o un pueblito para conocer sus monumentos es genial, también lo es conocer la cultura de un lugar como Madrid a través de sus platos. Viajar a Madrid ahora es fácil desde cualquier punto de España. Podemos tomar trenes de Zaragoza a Madrid y disfrutar en el mismo día de uno de sus suculentos platos, porque lo cierto es que la capital de España no sólo cuenta con una cantidad impresionante de monumentos y cosas para hacer, también posee algunos de los platos más deliciosos de la gastronomía española.

Cocido madrileño

Es imposible hablar de los platos más típicos de Madrid y no mencionar el cocido. Sin duda, un buen plato de cocido es motivo más que suficiente para plantarnos en la capital; y es aquí el cocido se disfruta y mucho. Aunque podemos decir que el ingrediente más representativo es el garbanzo, no es ni de lejos lo único que lleva este plato lleno de carnes y verduras.

Se suele servir primero una sopa con fideos elaborada con el caldo. En segundo lugar, comeríamos los garbanzos acompañados con las verduras y la carne.

Callos a la madrileña

Otro de los clásicos que podrían motivarnos para visitar Madrid son los callos a la madrileña. Un plato de origen desconocido y que comenzó a encontrarse en las tabernas en el siglo XVI a base de tripas, patas, morros y manos de ternera y ganado vacuno.

Patatas bravas

O como diríamos los argentinos “papas bravas”. Los madrileños defienden sus patatas bravas como las originales y únicas. Lo cierto es que están buenísimas. Una de las tapas más populares de Madrid que maridan súper con una cerveza bien tirada.

Patatas peladas, cortadas en trozos irregulares y fritas. La salsa, que es lo más importante, es ya un secreto de cada local, pero en Madrid tiene que picar.

Huevos estrellados

Otro de los grandes clásicos y realmente sencillo. Conocidos también como “huevos rotos”, se compone de patatas y huevos. Primero se fríen las papas. Una vez estén fritas, se retiran y escurren retirando así gran parte del aceite. En la misma sartén se fríen los huevos y trozos de jamón. Se emplata y listo para probar.

Caracoles a la madrileña

Los caracoles también son muy apreciados en las barras de la capital de España. Su secreto está en la base de este plato, una salsa hecha a base de caldo de carne y los embutidos propios de una matanza. Una salsa, además, que debe quedar perfectamente ligada y que tiene cierto sabor picante.

Una vez se hierven los caracoles, se realiza un sofrito con ajo, guindilla y cebolla. Se le añade jamón, pero también
chorizo y pimentón. Una vez está todo ligado y bien sofrito, es momento de añadir el tomate, el comino y la pimienta. Manjar de dioses.

Oreja a la plancha

Sí, muchos esperarían el bocadillo de calamares (uno de mis preferidos), pero es que la oreja a la plancha nos resulta mucho más mítica y deliciosa. En Madrid hay mucha afición a la casquería y este es un buen ejemplo. La oreja se cuece previamente y después se pone en la plancha hasta que está dorada. Se le añade perejil y lista para disfrutar.